El diario de un cura de... Aleppo
Año 5
Una nueva escalada en la tensión ya insostenible del drama sirio se alcanzó ayer por la tarde con el secuestro de los dos obispos: Mar Gregorios Yohanna Ibrahim, metropolita de Aleppo para los siro-ortodoxos, y de Mar Boulos el-Yazji, metropo-lita ortodoxo de Aleppo. Una nueva carga de miedo y de incertidumbre ha sido derramada en los corazones ya atribulados de los cristianos sirios.
No. 223
Semana del 26 de mayo al 1 de junio de 2013
La oración valiente y humilde, logra milagros
¿Que sucederá después de esta nueva encrucijada? Hemos querido dejar la palabra a un sacerdote que persevera en su tierra y en su parroquia de Aleppo. Para tutelar su seguridad, la de sus familiares y la de su comunidad, hemos preferido no revelar sus datos personales. El mismo nos ha confesado: “no es importante mi nombre. Lo importante es que se anuncien la voz y el testimonio, el sufrimiento y la esperanza de los cristianos”. Hemos querido escuchar de él mismo los ecos de la vida cotidiana, a la sombra de lo que ha definido: el “desorden organizado” y sistemático. Lo que nos ha sorprendido es la constatación de que a pesar de la nube negra y espesa que domina la situación siria, hay de todos modos un vislumbre de esperanza que no surge de un optimismo ingenuo, sino de una mirada de fe radicada en las palabras –ya convertidas en experiencia- de san Pablo: “¿Quién nos separará por tanto del amor de Cristo? ¿Quizá la tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? Justo como está escrito: Por tu causa somos puestos al borde de la muerte todo el día, somos tratados como ovejas para el matadero. Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por virtud de Aquél que nos ha amado”. Este grito de esperanza no es lirismo estético sino una realidad cotidiana que se traduce cada día en una opción consciente: permanecer, no por la tierra sino por el pueblo de Dios que -como dice san Agustín- hace su peregrinación histórica “entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios”. Nota: El martes, 21 de mayo, los cristianos de Amman llevaron a cabo (con los riesgos que esto implicaba) una marcha silenciosa con velas para pedir la liberación de los dos obispos de Aleppo.
El Santo Padre dijo que los cristianos deben rezar entregados, confiando en el Señor. Oración, como aquella de Abraham que luchaba junto al Señor por salvar la ciudad, como aquella de Moisés que tenía las manos en alto rezando al Señor; como aquella de tantas personas, de tanta gente que tiene fe y con la fe, reza.
Solemnidad de la Santísima trinidad El Misterio de la Santísima Trinidad revela un solo Dios en tres Personas distintas, es el misterio central de la fe y de la vida cristiana, pues es el misterio de Dios en sí Mismo. Los apóstoles fueron los primeros en entender esta verdad de fe, después de la resurrección comprendieron que Jesús era el Salvador enviado por el Padre y cuando experimentaron la acción del Espíritu Santo, dentro de sus corazones en Pentecostés, comprendieron que el único Dios era Padre, Hijo y Espíritu Santo. Los Católicos creemos que la Trinidad es una, no creemos en tres dioses sino, en un solo Dios en tres personas distintas, cada una de las tres personas es enteramente Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo tienen la misma naturaleza, la misma divinidad, la misma eternidad, el mismo poder, la misma perfección, son un solo Dios. Cada una de las personas de la Santísima Trinidad esta totalmente contenida en las otras dos, pues hay una comunión perfecta entre ellas. La Trinidad pone su morada en nosotros el día del bautismo cuando el sacerdote dice: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.