

Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes.
¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor”!
Ven y Sígueme
(segunda parte)
colunga46561@hotmail.com
18 de diciembre
Iglesia Universal
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
Domingo 15 de diciembre de 2024
pronta llegada del Salvador.
#NotiDIPAJ Jóven... Ya te inscribiste? ?
#ESPIRITUALIDADCATOLICA
Nuestra Señora de la O es una advocación de la Virgen María que se celebra el 18 de diciembre, en que se conmemora la expectación del parto de María y del nacimiento de Jesús. Una advocación similar es la de Virgen de la Dulce Espera.
El X Concilio de Toledo se celebró siendo arzobispo de esa sede San Eugenio, al que sucedió San Ildelfonso, gran devoto de Nuestra Señora, dio orden de que esta fiesta se llamase de la Expectación del Parto. No obstante, pronto fue conocida como Nuestra Señora de la O, porque las vísperas del 18 de diciembre, se comienza el oficio del breviario con las palabras, O Sapientia... veni!, y en los días siguientes con expresiones que comienzan también con la exclamación , ¡Oh!, en latín: O Adonai!, O Enmanuel; esta circunstancia dio lugar que, en la Catedral de Toledo, ese día una vez acabadas las vísperas, todos los canónigos que asistían al coro repetían a grandes voces, y sin orden ni concierto, O, O, O, para manifestar el deseo de que viniese el Redentor del mundo.
#Traslashuellas
En miremosAdviento, a Jesús que aligera el corazón y nos sostiene en el camino
Papa Francisco
Muchos de los contemporáneos de Jesús, ante los «acontecimientos catastróficos que ven suceder a su alrededor (persecuciones, conflictos, catástrofes naturales) se sienten embargados por la angustia y piensan que se acerca el fin del mundo» y «sus corazones están agobiados por el miedo».
Jesús, sin embargo, pretende «liberarlos de las angustias actuales y de las falsas convicciones», indicándoles cómo estar «despiertos en el corazón», cómo leer los acontecimientos a partir del plan de Dios, que «obra la salvación» incluso dentro de «los acontecimientos más dramáticos de la historia». Por eso, explica, les sugiere «dirigirla mirada al Cielo para comprender las cosas de la tierra».
Que este tiempo de Adviento sea una ocasión preciosa para levantar la mirada hacia Él, que aligera el corazón y nos sostiene en el camino.
Noé Emmanuel Castillo Castillo