L
a Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los elegidos. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor perfecto que lo recibe.
Año 3
Al encender estas cuatro velas nos unimos a la Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
No. 150
Semana del 18 al 24 de diciembre de 2011
La Iglesia con los Migrantes
Con la esperanza de un futuro mejor… Del heavy metal, a sacerdote católico
Algunos de sus amigos eran pistoleros, otros traficaban con drogas, él tenía 5 novias al mismo tiempo, bebía mucho alcohol y leía libros de rituales y magia. En tres ocasiones vio la muerte de cerca y empezó a reflexionar. Pero fue un grupo de oración lo que cambió su vida. Juan Gonzalo Calleja nació y se crió en Medellín, Colombia. A los 14 años empezó a escuchar heavy metal, vestir de negro, llevar cadenas, pelo de punta y una estética oscura. Mataba conejos o murciélagos y los clavaba en el armario de su habitación, como parte de su decoración, entre carteles de temática heavy. Con el tiempo, se interesó también por la brujería y se hizo con libros de temática oculta. Pasaban los años y su situación se agravaba. En la calle formaba parte de
una pandilla con los que bebía mucho y se iba de fiesta. Algunos de ellos estaban implicados en temas de drogas. Lo que de verdad le hizo reflexionar fue un accidente de circulación en que creyó que iba a morir: “vi mi vida en fotografías, en imágenes, tal como está ante los ojos de Dios. Y me hizo pensar. Y entendí que todo el mundo estaba organizado para que no me parase a pensar”. Fue entonces cuando él, que había estado alejado de Dios desde su infancia, se acercó al capellán de su universidad y le pidió permiso para fotocopiar el Credo, para rezarlo. El siguiente reto fue ir a confesarse. “A mí me habían metido un revólver en la boca y no me habían asustado, pero me daba miedo enfrentarme a un cura en el confesionario”, explica Juango con humor en “Te puede pasar a ti”. Al final, dio el paso: “mire padre, me pasa esto, esto y esto...” Y afirma que “sentí aún más paz que con la oración de la imposición de manos”. Juango fue ordenado sacerdote en 2002. Pasó un tiempo como misionero en una zona pobre de Argentina, y después volvió a Colombia. Hoy forma parte de la asociación “Victoria de la Cruz” (Comunidad católica dedicada a la rehabilitación de personas).
5 EL CULTO A LA SANTA MUERTE ¿PERMITIDO POR LA IGLESIA?
Es cierto que en la vida hay que portarnos bien y debemos estar dispuestos a bien morir, o sea, hacerlo en gracia de Dios, recibiendo los sacramentos, sobre todo la Eucaristía...
13 EL PASADO Y EL AMOR
Duraron viviendo juntos solamente un año y la mitad de otro, pese a que el día de su boda todos habían augurado a la nueva pareja una vida larga y feliz. ¿Cómo no iban a poder hacerse dichosos dos seres que....