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Viaje cultural a Madrid

Seacercaelfinaldecurso,yesteañonosóloserespiraunagranimpacienciapor la llegada del verano y de las consiguientes vacaciones, sino que entre nuestros pasillos se cuelan ciertas miradas con un brillo extraño, con un tinte de pena o de nostalgia.

Semevaahacermuyextrañonovolveracompartirunaulaconellos,novolvera reírme de las mismas anécdotas que todos compartimos, no volver a comentar qué tal llevamos los temas de literatura o de historia, cuántos nos hemos descartado o cuál es el truco para entender química y mates, si es que lo hay También echaré de menos ver a Abel y a Pablo preguntando quién se llevará a Aciscloparacuidarloduranteelfindesemana(esepezhaviajadomásqueyo),y preguntarle a los chicos a qué hora juega la Pescadinha esa semana. Salir al recreo cuando hace buen tiempo o quedarnos en clase esquivando a los profesoresquehacenguardiaparaecharnosdeallí.

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Siempre que me acuerde de estos años y de la gente con la que he tenido la suerte de compartirlos recordaré los viajes que hicimos juntos; Atapuerca con Ester, Pedro y Alfredo, y sobre todo Madrid, en compañía de los mismos

Fue un mes de diciembre algo extraño, pero esos cuatro días que pasamos en la capital no tuvieron ningún desperdicio. El simple hecho de salir de este pueblo ya es una gran oportunidad para echar un vistazo a cómo es la vida en una gran ciudad, repleta de gente de todo tipo, con una oferta cultural verdaderamente envidiable y que en ningún momento dejará de sorprenderte Todos nos hospedamos en el mismo hotel, en el barrio de Chueca, y asistimos a actividades comunes que luego comentaré; pero además gozamos de cierto tiempo libre para poder tener un acercamiento a esa independencia que, ahora que nos toca salir de casa y buscarnos un poco la vida, se nos aproxima a pasos agigantados. Si tienes la suerte de conocer un poco la zona, como era el caso de alguno de nuestros compañeros, el tiempo se aprovecha mucho mejor, por lo que si el año que vienepiensasapuntarteaesteviaje,terecomiendo mucho que muestres un poco de interés en aprender a orientarte por la ciudad y así sacar el máximo provecho de ésta (y si no, siempre podrás preguntarle a Pedro por sus bares favoritos, he oído que tiene muy buen criterio en eso de la degustación de vinos, pero de Alfredoyanomefiaríatanto).

Tuvimosalgunosproblemasconelmetro,escierto,perotambiéndeellosacamos algodivertidoquecontar Visitamosdistintosbarrios,comoeldeLavapiés,delque algunosseacuerdanmejorqueotros.TambiénpasamoseldomingoporElRastro, hicimos algo de taichi y capoeira en el Retiro, visitamos el Museo del Prado (finalizando la visita con las pinturas negras de Goya), también el Reina Sofía, de la mano de Bea Martínez , antigua alumna de nuestro centro y subdirectora del museo. Fuimos a pasar la tarde al teatro y tuvimos la enorme suerte de asistir a un espectáculo de danza en el Teatro Flamenco de Madrid, la que sin duda se convirtió en una de las mejores experiencias de todo el viaje y que al menos yo nunca olvidaré A los profesores que ya he mencionado antes les debemos un agradecimiento muy especial, pues como hacen todos los años, se esforzaron al máximo en organizar este viaje y sus actividades, y todo ese trabajo acabó superando nuestras expectativas con creces. Gracias Ester, Alfredo y Pedro por haberos atrevido a acompañarnos en este viaje, por haber cuidado de nosotros cuandohizofaltayporhabernostraídoatodosdeunapieza.Nosolocumplisteis con vuestro papel como profesores, sino que también os ganasteis una vez más nuestrorespetoycariñocomotrescompañerosdeclasemás.

Una de las últimas noches vivimos en Madrid la final del mundial que, como ya sabréis, ganó Argentina, por lo que esa noche el metro y las calles de Madrid se llenaron de un ambiente que nos animó a cantar: "muchaaachooos, ahora nos volvimosailusionaaar…".

Yesquefueasí,elviajeaMadridnosllenóatodosdeunaalegríaquenosepodía explicar Sin duda pudimos afrontar después el curso con muchas más ganas, ganas de volver a vivir algo así, de volver a salir de este pueblo, que ya se nos quedaalgopequeño,yemprenderalfinunanuevaetapa,dejándonossorprender de nuevo. Gracias a este viaje y al resto de buenos momentos que hemos vivido este año puedo decir que, aunque es cierto que la nostalgia nos pueda seguir invadiendo de aquí hasta el final, estoy segura de que ninguno de los que compartimos esta experiencia podremos evitar sonreír al recordar todas estas historiasyotrasmuchasque,comopasaronenMadrid,sequedanenMadrid.