OSCAR RIBEIRO DE
ALMEIDA NIEMEYER SOARES FILHO


Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho nació el 15 de diciembre de 1907 en la ciudad de Río de Janeiro. En 1929, empezó sus estudios como Ingeniero Arquitecto en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Río de Janeiro, dirigida desde 1931 por Lucio Costa, quien después le dio su primera oportunidad laboral como practicante en su despacho.
Como parte del equipo de Costa, tuvo la oportunidad de colaborar con Le Corbusier en el diseño del nuevo edificio para el Ministerio de Educación y Salud Pública en Río de Janeiro que se convirtió en un hito de la arquitectura moderna.
Luego de una gran trayectoria empleando su profesión, en 1945 se unió al Partido Comunista de Brasil. Posteriormente, el entonces presidente Juscelino Kubitschek lo invitó a crear la nueva capital: Brasilia, que desarrolló junto con su antiguo mentor, Lucio Costa.
Una vez inaugurada la ciudad en 1960, Niemeyer coordinó la Escuela de Arquitectura de UNB y recibió el Premio Lenin de la Paz. Sin embargo, durante el golpe de estado de 1965 se vio obligado a renunciar y huir a Europa. Motivo por el cual durante la década de los 70 abrió un despacho en París. Con estas oficinas realizó importantes obras en toda Europa, sobre todo en Francia, Argelia y Malasia. Pero siempre sintió una gran devoción por su tierra, así que al terminar la dictadura Niemeyer regresó a su amado país.
A su vuelta, de inmediato realizó espacios públicos en donde dejó una nueva marca que reflejaba su experiencia y a la vez mantenían su sello inédito. Brasilia fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Y un año después recibió el premio Pritzker de Arquitectura.
Hasta que su salud se lo permitió, Niemeyer continuó trabajando y el 5 de diciembre del año 2012, a sus 104 años, murió de una enfermedad respiratoria.
"Siempre he hecho lo que me apetecía pero ligado a mis raíces, a mi país. Amo Brasil, su filosofía de disfrutar de la vida y su confusión. Soy un clásicoanticlásico, un tradicional modernizado. La mía es una nueva arquitectura pero con reminiscencias barrocas: mi empeño era “Brasilizar” el modernismo. Siempre me interesé por lo orgánico, lo sensual, e incluso por la imagen sexual de Brasil y sus mujeres." Palabras del mismo Arquitecto.
A finales de la década de los 50, Brasil construyó, en plena meseta central, su nueva capital: Brasilia. Lo hizo en apenas tres años.
El plan era una forma de estimular la ocupación del interior de Brasil, que hasta entonces se concentraba en la costa, y de tener una capital más protegida de eventuales ataques o revoluciones. Kubitschek, que había sido elegido después de una crisis política que dividió el país, convirtió a Brasilia en un símbolo de unidad nacional. Quería que fuera una capital situada en el centro que finalmente conectara a todas las regiones del país. Costa sería el padre del "Plano Piloto de Brasilia", como se conocía el área original de la capital, y el arquitecto Oscar Niemeyer encabezaría la construcción de la ciudad y sus principales edificios.
Lucio Costa partió de la forma del signo de la cruz para organizar el Plano Piloto, haciendo referencia al gesto de marcar el terreno para tomar posesión de un lugar. Desde arriba, la cruz arqueada parecía un avión, lo que fortaleció la idea del presidente de mostrar Brasil como un país moderno y triunfante, listo para alzar el vuelo.
Brasilia enfrentó varios problemas desde su diseño inicial. La sectorización extrema dividió la capital en áreas separadas, limitando el uso de espacios públicos y generando la percepción de una ciudad sin vida. Este diseño también fue visto como un intento de controlar cómo la gente usaba la ciudad, en lugar de permitir un crecimiento orgánico.
El enfoque en el transporte automovilístico relegó al transporte público, causando problemas de accesibilidad para aquellos sin automóvil. La falta de semáforos y cruces peatonales aumentó los riesgos para los peatones y contribuyó a problemas de tráfico a medida que la población y el número de vehículos aumentaron.
Los "súper bloques",pocos y caros. Con su abundante vegetación y su concepción de vecindario, resultaron ser muy costosos debido a la calidad de la construcción y a su mantenimiento. Eso hizo que fueran poco asequibles. Estas "súper cuadras" solo se hicieron de forma completa en una pequeña parte del Plano Piloto y no se aplicaron en ninguna de las áreas residenciales construidas después.
En los años 80, el Plano Piloto de Brasilia fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Esta designación impide que la ciudad se modernice y se adapte a las necesidades cambiantes de sus habitantes, convirtiéndola más en un monumento que en una ciudad funcional. Actualmente, menos del 10% de la población total de Brasilia vive en esta área. Aunque la arquitectura moderna de Costa y Niemeyer recibió críticas, Brasilia fue construida como una capital para desarrollar el interior de Brasil, cumpliendo la visión de Kubitschek de unificar el país desde su centro.
Kubitschek quería llevar la capital a una ciudad que se convirtiera en polo de desarrollo del abandonado centro y noreste del país. Como no halló la ciudad ideal, decidió nada menos que construirla. Fue convocado un concurso nacional, ganado por dos de los mejores arquitectos de la época: Lucio Costa y Oscar Niemeyer. El primero era uno de los urbanistas más reputados del país y el segundo un reconocido pupilo de Le Corbusier. Ambos eran fervientes comunistas.
Se ubica en la capital de la República Federativa de Brasil, Brasilia, erguida en un paraje desértico de la zona central de un país continente, sigue siendo la capital más joven de América y también una gran exposición a cielo abierto de la obra de Oscar Niemeyer.
Niemeyer buscó una forma compacta y limpia, un volumen capaz de surgir con la misma pureza desde cualquier perspectiva y a la vez, de profunda expresión religiosa. En el exterior la estructura aérea naciendo de la tierra, es un grito de fe y de esperanza; después, la galería situada en penumbra para preparar a los fieles al espectáculo religioso; en fin, los contrastes de luz y los efectos exteriores, los fieles se alejan del mundo y se proyectan entre la catedral y los espacios infinitos.
Tiene 40 metros de altura y capacidad para 4 mil personas. La base del edificio es circular y de unos 60 m de diámetro. Su techo de cristal mate, comienza en la planta y cuenta con el apoyo de 16 columnas curvas. Su estructura circular evita la existencia de una fachada principal. Su nave estaba hundida a lo largo de 70 metros de diámetro, de manera longitudinal a pesar de la planta circular de la Catedral. Su interior está decorado con vidrieras.
vidrio se alzara abierto hacia el cielo. La estructura de la Catedral de Brasilia fue terminada el 31 de mayo de 1970 y se basó en los hiperboloides de revolución, en donde las secciones son asimétricas. La estructura hiperboloide en sí es el resultado de 16 idénticas columnas. Estas columnas, que tienen una sección hiperbólica y pesan 90 toneladas, representan dos manos moviéndose hacia el cielo. Cerca de la entrada hay cuatro estatuas conocidas como los Cuatro Evangelistas.
Finalmente, en sus diseños, Niemeyer combinó técnicas y materiales modernistas con líneas curvas, y la libre utilización de reminiscencias del barroco brasileño. Niemeyer tenía tendencias políticas comunistas y confiaba en que en algún futuro este régimen se instaurara en Brasil. Niemayer diseño la catedral de forma que cuando Brasil sucumbiese al comunismo se pudira acceder al templo restando importancia a las estatuas.
La Plaza de los Tres poderes, fue construida en 1958, es un espacio público abierto de Brasilia capital de Brasil. Su nombre viene derivado de las sedes de los tres poderes públicos que se encuentran alrededor de la plaza, el ejecutivo, representado por el Palacio de Planalto que es la sede presidencial, el legislativos, el cual este representa el congreso nacional, y por último el judicial que está representado por el Supremo tribunal Federal. La plaza fue diseñada por Lucio Costa y Oscar Niemeyer con proyectos estructurales de Joaquim Cardozo. Esta obra fue una de las construcciones con las que empezó la nueva capital, la obra cuenta con dos cúpulas y torres gemelas, y el Palacio de Planalto donde permanece el presidente o poder ejecutivo.
Esta obra mide aproximadamente 120 x 220 metros, los poderes son armónicos e independientes, por lo tanto tienen el mismo peso. Esta obra no posee vegetación a su alrededor y eso genera que no haya sombra a su alrededor y sea un espacio en el cual la gente no pueda permanecer allí. Los edificios que se encuentran alrededor de la plaza, están orientados al norte y sur, y ocupan un área reducida en relación con el área total del terreno, por eso la obra genera un efecto escultórico. Esta misma durante la noche genera un efecto de juegos de luces dirigidas a las columnas de los blancos palacios, que sugieren estar suspendidas en el aire. En relación a la materialidad Niemeyer suele ser habitual en sus obras, los tonos blancos, que en esta ocasión vienen dados por los aplacados en mármol blanco y las superficies de hormigón tratadas para durante su proceso de puesta en obra para que adquieran y mantengan dicho color.
En la obra vamos a poder encontrar un edificio en forma de copa cóncava donde se encuentra la Cámara de Diputados. En el edificio con cúpula convexa se encuentra el edificio del Senado.
Frente a ambos en la parte que da a la plaza se encuentra un espejo de agua. Contiguo a estos dos edificios se destacan dos rascacielos acristalados donde se encuentran las oficinas administrativas. Además existen otros edificios gubernamentales como el palacio presidencial y el edificio de la corte suprema que se enmarcan en una plaza con grandes espacios abiertos.
Esta obra se encuentra alrededor de una plaza que dirige a un eje monumental de la ciudad de Brasilia. Lo primero que uno encuentra al llegar a esta obra es el edificio del Congreso, el cual se integra por el Senado del Brasil y la Cámara de Diputados de Brasil.
Esta obra fue diseñada siguiendo el estilo de la arquitectura brasileña moderna. La semiesfera que se encuentra del lado izquierdo es la sede del Senado y la que está a la derecha es la sede de la Cámara de Diputados. Entre estas dos semiesferas encontramos dos torres de oficinas. Algunos de los edificios están interconectados por túneles. Esta obra debía ser el punto final del eje monumental de la ciudad manteniendo el carácter desde la distancia, para que pueda ser vista desde diferentes puntos lejanos La línea horizontal que genera esta obra crea diversas sensaciones y desde la distancia se la puede llegar a confundir con el propio suelo de la plaza, pero mismo se contrapone con la verticalidad de las dos torres. Pero esta línea horizontal que se mencionó anteriormente genera la cubierta del edificio, colocando dos superficies opuestas, una cóncava y una convexa.
Por otro lado, también encontramos el Palacio de Planalto el cual tiene como idea proyectar simplicidad y modernidad, fue construida por una caja de vidrio rectangular entre dos losas soportadas por una columnata perimetral. El plano de la cubierta sobresale de la línea de cerramientos protegiendo a las fachadas de la incidencia directa del sol, mientras que los elementos que forman la columnata perimetral se halagan en sentido perpendicular a la fachada crean así unos planos que seccionan las visuales generando una sensación de intimidad.
Por último el Tribunal Supremo, tiene líneas las cuales definen el tribunal, ya que son muy similares al Palacio de Planalto, con aires de templo moderno colocado sobre una plataforma que pareciera flotar sobre el suelo.
Niemeyer diseñó una casa en Canoas, en Barra de Tijuca, fue construida en 1951, en uno de los suburbios de Río de Janeiro para él y su familia, que se distingue por no existir ni una sola línea recta. El diseño interior lo llevó a cabo el mismo con su hija Ana Maria (ésta otorga al ambiente una atmósfera cordial de familiaridad, que también se puede captar en las originales curvas presentes en todos los ángulos de la vivienda). También se quiso construir un espacio ideal para su intimidad familiar, a escala humana y en armonía con el entorno. El propio arquitecto dijo:
“Mi preocupación fue proyectar esa residencia con entera libertad, adaptándola a los desniveles del terreno sin modificarlo, haciéndola en curvas, de forma que la vegetación pudiera penetrar en ellas, sin la separación ostensiva de la línea recta”.
La idea de esta obra es creas un refugio rodeado de naturaleza, Niemeyer quiso que su arquitectura fuera invisible vista de frente y que desaparezca en el paisaje, pero solo desde lo alto la blanca cubierta sinuosa revela la intervención humana en el espacio. Para la obra se consideraron las formas del cuerpo femenino y esto fue una fuente de inspiración constante, que se lo denomina por líneas sinuosas. Las curvas definen otros modos de interacción con el espacio, al hacer fluir las estancias y el paisaje de un modo más orgánico que los muros rectos y las esquinas. Estructuralmente, la construcción se descubre como un grueso horizontal de veinte o treinta centímetros soportado sobre unos delgados puntuales.
La obra está rodeada por naturaleza tanto en el interior como en el exterior, una gran roza se integra en la construcción, atravesando los ventanales como recordatorio de la fuerza arquitectónica de la propia naturaleza.
La fachada contribuye a los límites entre el interior y el exterior, para asi generar una confusión con las sombras ya que los finos pilotis de hormigón que se apoyan en la estructura están pintados de negros y eso genera la confusión.
La planta inferior, invisible desde la entrada principal, aprovecha el desnivel del terreno montañoso para esconder los espacios más privados de la vivienda, utilizando ventanas más pequeñas para enmarcar el paisaje como si fuera un cuadro vivo. La naturaleza no se muestra separada o artificial, sino que resulta libre y se insinúa en todos los lugares de la vivienda, como, por ejemplo, en el amplio saliente de granito que penetra en el salón desde el jardín, casi aflorando del suelo.
En el exterior, en uno de los lados de la piscina, se encuentran unas esculturas que fueron hechas por Alfredo Ceschiatti, amigo del arquitecto brasileño; las ondulaciones elegantes de los cuerpos femeninos se adaptan perfectamente al contexto de formas fluctuantes.
La relación que hay entre el interior y el exterior son diferentes en un punto ya que Niemeyer diseñó los espacios como refugios, los espacios con pequeñas ventanas solo dejan ver un poco la naturaleza del exterior. Sus formas cóncavas, fueron casi todos fabricados con hormigón armado, generando espacialidad plástica que favorece la integración entre ambos ambientes interiores y exteriores, destacando asi el sentido de pertenencia en la naturaleza. El techo sinuoso, sujetado por pilotis, también contribuye al avance de la vivienda y destaca el ritmo fluido de la fachada de cristal que, entre otras cosas, permite gozar de las vistas hacia el mar.
Inaugurado el año 1996, el museo crece en un extremo de la bahía de Guanabara Como si estuviese floreciendo, este edificio blanco, sostenido sobre un cilindro de 2,7 m de diámetro, embellece la naturaleza verde junto a un espejo de agua que da continuidad visual hacia el mar.
La forma circular del museo, que está a 16 metros de altura, con grandes luces, dio lugar a una solución estructural esencialmente radial, dividido en seis sectores. La gran rampa de hormigón exterior lleva a los visitantes a través de 98 metros de espacio libre hasta las entradas a los pisos superiores.
La estructura principal se ha diseñado para soportar un peso equivalente a 400 kg/m, y las velocidades del viento de hasta 200 km/h. Los vidrios se fabricaron exclusivamente para el proyecto. Los marcos son de perfiles de acero y están inclinados 40 grados respecto al plano horizontal.
Con el espacio circundante de la sala de exposición hexagonal, se dispone como un balcón, trabajado a partir del paisaje, buscando la invasión de la bahía hacia el interior en un intento de museificación de la naturaleza.
En el sótano hay un auditorio para 60 espectadores, y un restaurante, donde una ventana horizontal permite vistas a la bahía. En la entrada de la primera planta se encuentran la recepción y administración.
Gracias al volumen hexagonal de la sala de exposición, que, junto a la gran rampa roja circular que conduce a los visitantes hasta el interior donde se puede observar el paisaje como si fuera una película, el usuario absorbe una experiencia inolvidable a través de sus elementos arquitectónicos.
La Sede de las Naciones Unidas fue construida entre 1949 y 1950. Se encuentra en la vecindad de Turtle Bay, en la parte oriental del Midtown de Manhattan, New York, Estados Unidos. Aunque está en la ciudad de New York, el territorio ocupado por la sede de las Naciones Unidas, se considera territorio internacional, y sus fronteras son la primera avenida al oeste, la cuadragésima segunda calle al sur, la cuadragésima octava al norte y el East River neoyorquino al este.
Aunque lo normal para construcciones de esta envergadura sea convocar un concurso internacional este no fue el caso de la sede de las Naciones Unidas.
Las Naciones Unidas es una organización internacional de carácter unificador por lo que en vez de encomendar el proyecto a un solo arquitecto de un solo país decidieron formar un comité de arquitectos formado por miembros de los distintos países. Este proceso de proyección colaborativa representaba mejor el espíritu de la institución.
Cada arquitecto presentó al menos una propuesta sobre la cual luego se trabajaría en conjunto para terminar de perfilar. El comité estudió más de 50 propuestas antes de escoger la ganadora.
La idea de formar un equipo internacional de arquitectos resultó más idílica que realista y más que un proyecto colaborativos se transformó en una gran competencia entre los arquitectos de más renombre del grupo.
Le Corbusier y Jeanneret a la cabeza quisieron desde buen principio imponer su diseño al de los demás. Su renombre internacional sin duda les dio cierta ventaja sobre los otros competidores.
Fue Oscar Niemeyer, discípulo de Le Corbusier, quien plantó cara al francés presentando un proyecto que dejó encantados a todos los miembros de la comisión. Le Corbusier no podía aceptar que fuese su propio discípulo quien le arrebatase el proyecto.
Ahí apareció la mano izquierda de Wallace Harrison, que convenció a Le Corbusier de que el proyecto de Niemeyer no era más que una interpretación de su propio proyecto y que el resultado no era ni más ni menos que de el alumno emulando al maestro aún años después de haberse independizado profesionalmente. Esta idea pareció calmar los ánimos del francés aunque siguió promoviendo su proyecto durante la fase de creación colaborativa dando lugar a que finalmente se diga que el proyecto definitivo es el «Scheme 23A», que no era sino el proyecto de Le Corbusier, pero con las «modificaciones» de Niemeyer. Una cuestión de léxico.
El complejo incluye un buen número de importantes edificios. Mientras la Torre de la Secretaría es la predominante en las vistas del mismo, la sede incluye la cúpula del edificio de la Asamblea General, la librería Dag Hammarskjöld, así como el Centro de Conferencias y Visitantes, que se sitúa entre el edificio de la Asamblea General y el rascacielos de la Secretaría, y sólo puede ser visto desde el East River o la carretera FDR. Justo dentro de la valla perimetral del complejo se levanta una línea de astas con todas las banderas de los 192 estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas más la bandera de las Naciones Unidas.
Además de los 39 pisos sobre el nivel del suelo dedicados a alojar las oficinas de los distintos países el complejo cuenta con tres plantas subterráneas que comunican la torre de la secretaria con el edificio de conferencias.
En estas plantas subterráneas se encuentran además algunas tiendas, un equipo contra incendios, plataformas de recepción de mercadería, oficinas de seguridad, almacenes, un aparcamiento de tres niveles, una gasolinera y la sala de maquinas que aloja la maquinaria de climatización.
El Puerto de la Música es un complejo cultural de gran impacto visual por su destacada arquitectura, que se construirá en Argentina, en la ciudad de Rosario.
La obra forma parte del plan estratégico de la ciudad, generado en 1994, y es la única que falta por concretarse. Un proyecto urbanístico plantea la integración del Puerto de la Música con otras obras de la ciudad como el parque Urquiza, la Fluvial y el Parque Nacional a la Bandera.
El proyecto incluye sala de conciertos, centro de exposiciones y escuela de música. Es un espacio de cultura masivo, abierto e inclusivo, dedicado a todas las artes escénicas. Por sus dimensiones, podría competir con el Teatro Colón de Buenos Aires.
El conjunto está formado por una cúpula blanca junto con otros dos volúmenes: uno cilíndrico recorrido por una suave rampa y otro arqueado elevado para no interrumpir las visuales hacia el río. Los tres edificios delimitan una gran plaza pública para más de 30 mil personas.
Sede Editorial Mondadori MILÁN, LOMBARDÍA, ITALIA
Junto a un lago de 20.000 metros cuadrados destaca el edificio principal de la sede editorial, un cuerpo prismático que cuelga de la estructura porticada con arcos de distintas luces que crean un ritmo irregular en las fachadas.
En el interior dos núcleos de circulación vertical conectan los cuatro niveles de planta libre en que se divide la superficie del edificio, más los pilotis y la cubierta. El uso de colores en las oficinas otorga identidad a cada área.
En el volumen más bajo, en un extremo, está el comedor, el bar y las tiendas y en el otro la redacción, con forma más libre y dividida en dos plantas que sugieren el vació de una “piazza” italiana.
Su construcción es el resultado de la combinación de un complejo cultural diseñado por Oscar Niemeyer y un proyecto cultural internacional. Las principales características de la obra son las curvas y los colores, en este caso blanco, rojo, amarillo y azul, haciendo que los edificios sean visibles desde muchos lugares diferentes y resaltando entre el paisaje de la localidad.
Los dos volúmenes principales están conectados por una explanada semienterrada tres metros bajo rasante.
Las dos cotas están interconectadas por dos rampas. La primera, más ancha, ocupa uno de los extremos de la manzana, la otra, escultórica, realza el otro extremo.
Los edificios del complejo educativo se organizan en torno a un inmenso espacio público.
Primer bloque
Destinado a las aulas, es el volumen más destacado.
Segundo bloque
En este bloque se ubicaron los laboratorios y está compuesto por un pabellón con forma curva.
La intención de dejar “respirar” a la ciudad y no romper el solar, se materializa en la ocupación del terreno bajo nivel del suelo, generando para el barrio un espacio abierto Este se dividió en tres partes y su diseño contrasta enormemente con un barrio de típicas manzanas de urbanización haussmaniana tardía.