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Duele sentir
Humberto Gómez Sequeira-HuGóS 65
Duele sentir la vida como una bombilla parpadeando en el fin de la curva del deseo.
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Cada cuerpo es el objeto del dolor comercializado.
Nuestros sueños son una fórmula farmacológica en los laboratorios experimentales del Pentágono y del Vaticano.
Me gustan mis propias alucinaciones porque en ellas veo claramente la vanidad de la vida arreglada por la Iglesia y el Estado con el dogma moralizado.
La locura es la incubadora de las transformaciones necesarias del hueso y de la carne.
Cuando un dolor me ataca lo tomo y lo inserto
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en la articulación más atractiva de mi cuerpo y lo vendo como una prostituta embriagada de fe y de patriotismo.
