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El ahogado en la piscina

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Botones caídos

Botones caídos

Duele sentir

Un repentino sol se estrelló en sus ojos, haciendo arder su cerebro.

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El verano era intenso: caliente en centígrados, sexo ilícito y violencia.

La política marxista, una hija virgen, y una vida familiar trabajadora y sencilla no le sirvieron como plataforma segura en el mundo disco-bélico de los 70.

La crisis de la vida consciente fue más fuerte que su voluntad de resistir tanto resplandor en las venas de su cráneo.

El ahogado sabía nadar y pudo haber salvado su vida del poder extraño y seductor del agua con uno de sus poemas.

Irónicamente, el comité central evaluó su muerte como un suicido común, sin trascendencia política.

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