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La continuidad de la empresa familiar todo un reto para la familia empresaria en Chiapas
from HUB Empresarial
Por Paul Márquez García
En este artículo, hemos optado por el concepto de empresa familiar que conjuga dos requisitos: (1) propiedad en manos del fundador o de sus descendientes que concede el control de las decisiones esenciales; (2) participación directa de la familia en la estrategia y la gestión de la empresa además de en su gobierno, de modo que al menos un miembro de la familia pertenece a la alta dirección o asume funciones ejecutivas, sin que ello obligue a que la dirección esté completamente en manos familiares. Las empresas familiares tienen aspectos positivos indudables, pero también corren serios riesgos para su continuidad, el mantenimiento del patrimonio, la profesionalización, la conciliación de intereses, el relevo generacional, la garantía de un capital suficiente, el diseño competente de estructuras de gobierno en el negocio y en la familia y la prevención de conflictos.
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La continuidad de la empresa familiar, es un reto al que estas organizaciones se enfrentan en cada tránsito generacional. El predominio de empresas familiares de primera generación, y la abrupta caída en la existencia de empresas de esta naturaleza que hayan conseguido prosperar más allá de la segunda generación, son indicadores reveladores de su alta tasa de mortalidad y de serios problemas de cambio generacional y directivo. Estos datos avisan, que es muy importante que las empresas familiares se prevengan de los conflictos económicos y personales entre miembros del grupo familiar, o entre la familia y la empresa, y de los cambios generacionales que ponen en serio riesgo su supervivencia.
Mientras el fundador mantiene el control social y el liderazgo en ambos frentes, los tres sistemas están perfectamente solapados (Empresa, Familia y Propiedad). El riesgo de desalineamiento empieza a surgir cuando el fundador envejece y maduran sus sucesores, que empiezan a incorporarse a la empresa familiar sin que muchas veces se deslinden con claridad las competencias necesarias para ejercer profesionalmente en el negocio ni los roles que el mismo actor desempeña en la familia y en la empresa.

El incesante incremento de la familia sanguínea y política, y por tanto de la variedad de expectativas respecto al trabajo en la empresa y a los flujos económicos que devenga, va engendrando círculos cada vez más alejados y con intereses cada vez más incompatibles. Otro problema reincidente que agrava las ya de por sí importantes dificultades en la sucesión y complejidad familiar, es la falta de comunicación.
Concluyendo, podemos decir que existe una herramienta jurídica cuya finalidad es la de promover en la familia, un sentido de pertenencia, el protocolo familiar; se aspira a que alcance la categoría jurídica, para que otorgue a sus pactos plena eficacia legal.

