Existe en el ser humano de hoy una percepción que el
mundo se ha vuelto más amplio, no sólo desde el punto
de vista geográfico, sino también desde la posibilidad
de tener noticia de la gran cantidad y diversidad de las
culturas, información y conocimiento disponible. Esto trae
como consecuencia tener mayores expectativas derivadas
de un número superior de opciones que se encuentran en
el panorama. Sin embargo en este mundo más vasto que
se abre a los ojos, las personas se sienten infinitamente
más pequeñas y angustiosamente más impotentes para
fabricarlo y para influirlo.