
Disminución de las concentraciones fungicidas en los caldos de tratamiento para el control del podrido de los cítricos
Mantenimiento de las concentraciones de los componentes de los caldos con el CATsystem®
Javier Parra, Maise Isnardo y Benito Orihuel-Iranzo
Productos Citrosol SA

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Disminución de las concentraciones fungicidas en los caldos de tratamiento para el control del podrido de los cítricos
Mantenimiento de las concentraciones de los componentes de los caldos con el CATsystem®
Javier Parra, Maise Isnardo y Benito Orihuel-Iranzo*
*borihuel@citrosol.com
Productos Citrosol SA, Potries (Valencia)
Índice
1.
2.2. Absorción diferencial de IMZ por los frutos en función de la variedad y momento de la recolección ................................................................................................................................ 3
2.3. Determinación de las concentraciones de fungicidas y SP en las suspensiones industriales de tratamiento 3
2.4. Absorción de fungicidas por partículas de tierra en suspensión en suspensiones industriales de tratamiento recirculadas de centrales citrícolas españolas.............................
2.5. Tasas de degradación de fungicidas en suspensiones industriales de tratamiento recirculadas de centrales citrícolas española 4
2.6. Evolución de las concentraciones fungicidas y PA en suspensiones de tratamiento controladas por un CATsystem®, en función del número de pallets bañados con el mismo caldo, vs evolución de estas concentraciones si no estuviera instalado un CATsystem®......... 5
3. Resultados y discusión .............................................................................................................. 5
3.1. Evolución de las concentraciones de fungicidas y de SP en caldos de drenchers en diferentes regiones de España 5
3.2. Absorción diferencial de Imazalil en función de la variedad y momento de la recolección ................................................................................................................................................... 7
3.3. Absorción de los fungicidas por partículas en suspensión de la tierra en los caldos de tratamiento en reutilización de centrales citrícolas españolas ................................................ 9
3.4. Degradación de diversos fungicidas y SP en los caldos de tratamiento de centrales citrícolas españolas 11
3.5. Evolución de las concentraciones fungicidas y PA en suspensiones de tratamiento controladas por un CATsystem®, en función del número de pallets bañados con el mismo caldo, vs evolución de las concentraciones si no estuviera instalado un CATsystem® .......... 15
4. Conclusiones............................................................................................................................ 17
Disminución de las concentraciones fungicidas en los caldos de tratamiento para el control del podrido de los cítricos
Resumen
Actualmente, los tratamientos poscosecha para el control del podrido de los cítricos se aplican mayoritariamente mediante suspensiones acuosas recirculadas en forma de drenchers, drenchers on line (también denominados cataratas o flooders), y balsas. Sin embargo, a pesar del uso de sistemas automáticos de dosificación preprogramados, cuando las suspensiones se reutilizan se producen diferentes perturbaciones que alteran la concentración de los fungicidas aplicados, y que hacen que su concentración se desvíe del valor óptimo de trabajo, tanto por exceso, lo que puede generar residuos de fungicida superiores a los Límites Máximos de Residuos (LMR), o a los requeridos por los retailers, como generalmente por debajo del objetivo, lo que conduce a un control deficiente del podrido y a la aparición de resistencias a los fungicidas. Entre los principales fenómenos que pueden conducir a una reducción de las concentraciones fungicidas se encuentran su absorción por la fruta y las partículas de suelo transportadas desde los huertos por frutos y cajones, o la degradación por acción de la materia orgánica e inorgánica transportada por frutos y suelo principalmente, y/o por sustancias extrañas, por ejemplo, productos aplicados en la precosecha para el control de plagas, etc.
En el presente trabajo mostramos por primera vez los resultados de absorción y degradación de imazalil, pirimetanil, orto-fenilfenol y sorbato potásico en suspensiones de tratamiento industriales – de drenchers, drenchers on line (cataratas), y balsas - procedentes de un número importante de centrales hortofrutícolas, así como datos sobre la absorción de imazalil por parte de distintas variedades de cítricos, en distintos estados de madurez. El comportamiento de las suspensiones de tratamiento industriales se evaluó en función del tiempo, la cantidad de fruta tratada, las características fisicoquímicas del caldo y su origen geográfico. Se observaron tasas de degradación significativas, y muy variables, para el imazalil (30-100% en 24 horas), que no pudieron correlacionarse con ningún parámetro del caldo, mientras que pirimetanil, ortofenilfenol y sorbato potásico mostraron velocidades de degradación menores. En términos de absorción por las partículas del suelo, también se observaron porcentajes muy variables (5-95%), siendo en promedio mayores para pirimetanil, intermedios para imazalil y muy bajos para sorbato y orto-fenilfenol. Estos resultados indican que, debido a la naturaleza cambiante e impredecible de estas alteraciones, es difícil encontrar una solución universal para mantener las concentraciones constantes en las suspensiones de tratamiento reutilizadas, y que resulta necesario disponer de un sistema de monitorización y control en línea.
Mostramos como el sistema de control desarrollado, denominado CATsystem®, mantiene en unos rangos correctos las concentraciones de los componentes de las suspensiones fungicidas en la práctica industrial.

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Disminución de las concentraciones fungicidas en los caldos de tratamiento para el control del podrido de los cítricos
1. Introducción
Los frutos cítricos son muy susceptibles a pudrir, y los tratamientos para controlar dichos podridos deben aplicarse con prontitud después de la cosecha para ser efectivos (Chitzanidis, 1986; Wild y Spohr, 1989), generalmente dentro de las primeras 24 horas después de la recolección (Brown y Chalmers, 1989; Smilanick et al., 2006a). Debido a ello, los tratamientos fungicidas se aplican en drenchers, y en balsas o en drenchers on line (cataratas) en las líneas de precalibrado, o confección, en prácticamente cualquier país productor de cítricos del mundo. En estos métodos de aplicación, las suspensiones antifúngicas están en continua reutilización y, en consecuencia, factores como el mantenimiento de concentraciones adecuadas de los fungicidas, el tiempo de tratamiento apropiado y la higiene de la suspensión recirculada son de gran relevancia para mantener una alta eficacia en los tratamientos. En un trabajo previo (OrihuelIranzo y Parra, 2024), presentamos datos sobre los principales problemas que pueden producirse en estos sistemas de tratamiento industriales, aunque los principales, la falta de una correcta reposición de las concentraciones fungicidas y la falta de higiene de los caldos, ya fueron señalados hace muchos años por G.E. Brown (Brown et al., 1988; Brown y Chalmers, 1989). Desde entonces, la investigación sobre los problemas de aplicación industrial de suspensiones fungicidas reutilizadas no ha sido abundante; lo que se ha publicado fue resumido por Smilanick et al. (2020), aunque la mayor parte de esta investigación se realizó en drenchers experimentales a escala reducida. Es particularmente significativo que en los trabajos de G.E. Brown se señala cómo la eficacia de estos tratamientos, aplicados en las centrales hortofrutícolas de cítricos, puede disminuir incluso hasta el punto de incrementar los niveles de podrido en comparación con frutos no tratados.
En 2010 desarrollamos el Sistema Citrosol Vertido Cero®, que automatizó las reposiciones y logró un excelente control de la higiene de los caldos fungicidas mediante el uso de nuestra formulación de HPPA (peróxido de hidrógeno, ácido peracético) Citrocide® PC (Orihuel-Iranzo y Parra, 2024). Aunque con este sistema pudimos tratar con la misma suspensión entre 3.000 y hasta 10.000 toneladas de fruta, manteniendo generalmente la misma eficacia en el control del podrido que con el caldo recién preparado, pronto nos dimos cuenta de que debíamos monitorizar las concentraciones fungicidas de las suspensiones. Observamos muchas alteraciones que tienen lugar a lo largo del tratamiento de toneladas y toneladas de fruta y que modifican las concentraciones de los componentes químicos de los caldos de tratamiento. Estas se deben a cambios en la variedad de la fruta tratada, carga y composición de materia orgánica e inorgánica procedente de la fruta y del suelo, y posiblemente a residuos de tratamientos precosecha, así como a errores humanos y de funcionamiento de los equipos de dosificación y aplicación (Orihuel-Iranzo y Parra, 2024). Algunas de estas causas de disminución en la concentración de compuestos antifúngicos en las suspensiones de tratamiento han sido estudiadas. La variabilidad en la absorción de fungicidas por la fruta ha sido establecida por Cabras et al., 1999; Erasmus et al., 2011 y 2015a; y otros. Los cítricos absorben más o menos fungicidas según la variedad, la madurez debido a cambios en la cantidad y composición de sus ceras cuticulares (El-Otmani y Coggins, 1985) , el tiempo de tratamiento, la temperatura y el pH del caldo, entre otros, siendo el coeficiente de partición cera/agua para cada compuesto un factor muy importante (Schreiber, 2006), que de hecho cambia entre las diversas partidas de fruta debido a los mencionados cambios en las ceras cuticulares.
Presentamos aquí datos industriales y experimentos que estudian este y otros tipos de alteraciones que tienen lugar cuando toneladas y toneladas de cítricos se tratan con una suspensión fungicida reutilizada. Hemos estudiado también, para los principales fungicidas poscosecha de cítricos y aditivos antifúngicos (imazalil, pirimetanil, orto-fenilfenol y sorbato potásico), los efectos de los fenómenos de absorción/desorción que tienen lugar entre ellos y la arcilla, limo y arena transportados por la fruta, los cajones de recolección o contenedores y los palets, y que se acumulan en los caldos recirculados. También hemos investigado los patrones de degradación química de las mismas sustancias mediante muestras tomadas de los caldos de tratamiento industrial en centrales hortofrutícolas, y hemos encontrado tasas de degradación química relevantes para el imazalil (IMZ), que en algunos casos fueron elevadas.
Estos amplios rangos de posibles fluctuaciones, tanto en la capacidad de absorción de la piel de los cítricos, como en la interacción de los compuestos antifúngicos con las muchas sustancias que se acumulan en las matrices de las suspensiones de tratamiento, junto con los cambios en pH y temperatura de la suspensión, y otros factores, conducen a modificaciones impredecibles en las concentraciones de los compuestos antifúngicos en los caldos de tratamiento. Para controlar estas variabilidades, hemos desarrollado un Sistema Automático de Control del Tratamiento (Orihuel-Iranzo y Parra, 2024), que en el momento de redactar este artículo ya se encuentra instalado en centrales hortofrutícolas, y que recibe el nombre de CATsystem®.
Mostramos los resultados que se obtienen con el mismo en la práctica industrial en distintos operadores.
2. Materiales y métodos
2.1. Compuestos químicos e instrumentos
Los productos químicos utilizados en los tratamientos industriales fueron: Imacide 7.5 LS: Imazalil (IMZ), como sulfato, 7.5% p/v; Citrocil: Imazalil (IMZ), como sulfato, 7.5% p/v + 10% ofenilfenol (OPP) p/v; Citropyr 40 SC: Pirimetanil (PIR) 40% p/v; Fung-Cid Gras SP: sorbato potásico (SP) 30% p/v; Citrocide® Plus: 15% p/p ácido peracético + 23% p/p H₂O₂ (PA+ HP). Todos los productos químicos procedentes de Productos Citrosol S.A.
Para la preparación de las muestras y el análisis HPLC–UV de las suspensiones y soluciones de tratamiento, se utilizó material de volumétrico de vidrio y micropipetas de volumen variable (Insulab, España), disolventes y tampones de grado HPLC (Sharlab, España), filtros de jeringa de nailon de 0,45 µm (Sharlab, España), patrones de IMZ, PIR, OPP y SP de Dr. Ehrenstorfer (Sharlab, España), y un cromatógrafo Agilent 1220 Infinity LC, con detector UV de longitud de onda variable.
Para la centrifugación previa de las muestras empleadas en los estudios de degradación y absorción, se usaron respectivamente una centrífuga Nahita 2740 Medibas y una centrífuga VWR MicroStar 17. La agitación de las muestras para los estudios de degradación se llevó a cabo simultáneamente con un agitador magnético multisite S.B.S. A-04-C.
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2.2. Absorción diferencial de IMZ por los frutos en función de la variedad y momento de la recolección
Los frutos utilizados en estos experimentos se obtuvieron de centrales hortofrutícolas españolas situadas en la Comunidad Valenciana (para naranjas ‘Valencia’ y ‘Navel’, mandarinas ‘Nadorcott’ y pomelos ‘Star Ruby’) o en Murcia (limones ‘Fino’), y se utilizaron como máximo 1 día después de su recolección, sin ningún tratamiento poscosecha previo.
El tratamiento con IMZ (450 mg/L) se aplicó sumergiendo la fruta (mallas con 20 frutos) en un tanque de 10 L que contenía la solución de IMZ durante 30 s, a una temperatura controlada del baño de 20 ºC. La solución de ensayo se preparó previamente disolviendo 60 mL de Imacide 7.5 LS en 10 L de agua de la red pública, con agitación mecánica. Tras el baño, los frutos se sacaron de la malla y se dejaron secar completamente a temperatura ambiente en una caja de plástico antes de enviar las muestras al análisis. El análisis de residuos de IMZ en fruta se llevó a cabo en un laboratorio externo acreditado (Laboratorios Tecnológicos de Levante, LTL, España).
La fracción de residuo de IMZ debida a la absorción por la corteza durante el tiempo de contacto con el baño se calculó restando la cantidad de residuo que queda en la fruta debido a la evaporación de la solución remanente sobre la fruta (residuo basal) a la cantidad total de residuo obtenida en el análisis, como sigue:
[IMZ]abs = [IMZ]análisis – [IMZ]basal.
El valor de [IMZ]basal se calculó del siguiente modo:
[IMZ]basal = [Volumen de solución remanente sobre la fruta (L) * 450 (mg/L)] / [peso de la fruta tratada (Kg)].
Los cálculos se realizaron para cada tipo de cítrico, y los valores de [IMZ]basal (mg/Kg) obtenidos fueron: 0.86 (naranjas), 1.18 (limones), 1.02 (mandarinas), 0.95 (pomelos).
2.3. Determinación de las concentraciones de fungicidas y SP en las suspensiones industriales de tratamiento
Las muestras de los caldos de tratamiento se tomaron directamente de los sistemas de aplicación de las centrales hortofrutícolas a través de un grifo instalado en la tubería que alimenta la ducha del drencher, mientras se trataba la fruta en diferentes momentos o tras distintas cantidades de toneladas tratadas.
El sistema de aplicación consistía en el denominado drencher de cadena (con entrada y salida abiertas para el duchado continuo de palets) equipado con una ducha en la parte superior, un tanque que contenía la suspensión de tratamiento y una bomba para recircular las suspensiones de tratamiento desde el tanque hasta la ducha. El tanque con el caldo de tratamiento estaba conectado a un sistema de dosificación (Citrosol Vertido Cero®, patente WO2011070183A1), diseñado para preparar la suspensión de tratamiento inicial mediante la dispensación automática de las cantidades específicas de agua y productos químicos, según las concentraciones objetivo; reponer el volumen de suspensión de tratamiento extraída por cada palet duchado, manteniendo las concentraciones objetivo; higienizar continuamente la suspensión mediante la adición programada de Citrocide® Plus; y eliminar de manera continua el barro y las partículas de tierra mediante un sistema de filtración ciclónica, con el fin de
mantener la cantidad de sólidos en suspensión (SS) lo más baja posible. La reposición de los productos químicos para mantener las concentraciones adecuadas de los distintos compuestos antifúngicos estaba preprogramada y basada en datos previamente registrados.
Las muestras tomadas se congelaron inmediatamente, se enviaron al laboratorio de Citrosol y se conservaron a -20 ºC hasta que se realizó el análisis por HPLC-UV, según protocolo interno validado y estandarizado.
2.4. Absorción de fungicidas por partículas de tierra en suspensión en suspensiones industriales de tratamiento recirculadas de centrales citrícolas españolas
Para el análisis de la fracción de fungicida en solución, se centrifugó 1 mL de la muestra durante 10 minutos a 13.300 rpm, con el fin de separar los sólidos en suspensión (SS) de la fase acuosa, y posteriormente el sobrenadante se analizó del mismo modo que las muestras completas descritas anteriormente. La cantidad de fungicida (FNG) absorbido por los sólidos en suspensión se calculó del siguiente modo:
% FNG Absorbido = 100 × ([FNG]total – [FNG]solución) / [FNG]total.
Los porcentajes de absorción se monitorizaron para cada central hortofrutícola seleccionada y para cada fungicida durante diferentes días y toneladas de cítricos tratadas con la misma suspensión de tratamiento recirculada, tomando muestras del drencher. La cantidad de SS se cuantificó por centrifugación de 50 mL de muestra (4000 rpm, 10 min) y posterior secado del pellet a 110 ºC hasta masa constante, expresándose en mg/L.
2.5. Tasas de degradación de fungicidas en suspensiones industriales de tratamiento recirculadas de centrales citrícolas española
En primer lugar, se centrifugaron 50 mL de las muestras de suspensión de tratamiento a 4000 rpm durante 10 minutos, con el fin de separar la fase acuosa de los sólidos en suspensión (SS). Posteriormente, tanto las muestras completas de suspensión de tratamiento como las muestras centrifugadas se analizaron para determinar la concentración actual de todos los fungicidas, SP y PA presentes en cada muestra, y luego se suplementaron con la cantidad necesaria de cada producto comercial para alcanzar las concentraciones iniciales objetivo del cliente antes de comenzar los estudios de degradación. Las concentraciones se analizaron nuevamente después de la suplementación y se consideraron como punto de partida. Para cada estudio de degradación, también se preparó una mezcla con los mismos ingredientes activos y las mismas concentraciones iniciales en agua del grifo limpia como control. Los fungicidas y SP se analizaron por HPLC, tal como se describió anteriormente. El PA se analizó utilizando tiras cuantitativas de ácido peracético y un fotómetro lector (Quantofix, Macherey-Nagel, Alemania).
Se mantuvieron simultáneamente bajo agitación 50 mL de la suspensión de tratamiento control, 50 mL de la suspensión de tratamiento completa y 50 mL de la suspensión de tratamiento centrifugada, en vasos de vidrio a temperatura ambiente, y se tomaron alícuotas de 50 µL en distintos tiempos (0.5, 1, 3 y 24 h) para analizar la concentración de los fungicidas o SP por HPLC, tal como se describió anteriormente.
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2.6. Evolución de las concentraciones fungicidas y PA en suspensiones de tratamiento controladas por un CATsystem®, en función del número de pallets bañados con el mismo caldo, vs evolución de estas concentraciones si no estuviera instalado un CATsystem®
Las concentraciones en caldo ‘Con CAT’, corresponden a los resultados de los análisis realizados de forma automática por el CATsystem®, según la frecuencia de análisis programada en cada caso en diversos drenchers en varias regiones de España. El sistema ha sido validado internamente mediante el análisis de muestras de caldo tomadas en paralelo, y analizadas por HPLC-UV como se indica arriba.
Asumiendo que cada vez que el CATsystem® experimenta una bajada de concentración por debajo del rango de la tolerancia preestablecida este actúa aplicando correcciones para recuperar la concentración objetivo, pero que sin CATsystem® estas correcciones nunca se producirían, las concentraciones en caldo ‘Sin CAT’ se calculan del siguiente modo: cada vez que el CATsystem® experimenta una bajada de concentración por debajo del rango de tolerancia, esta misma bajada se resta a la concentración ‘Sin CAT’ anterior para obtener la nueva concentración ‘sin CAT’ (pues la misma alteración se habría producido sin el sistema igualmente). La concentración resultante ‘Sin CAT’ se mantiene constante hasta la siguiente bajada, pues no se produciría ninguna acción de corrección, y así sucesivamente, acumulándose las sucesivas bajadas.
Así pues, cada vez que hay una bajada de concentración registrada por el CATsystem® por debajo del rango de tolerancia (tol), se aplica la siguiente fórmula:
[sin CAT] = [sin CAT]previa – ([con CAT]dentro de tol – [con CAT]fuera de tol)
Las variaciones de concentración registradas por el CATsystem® dentro del rango de tolerancia no se consideran para los cálculos ‘Sin CAT’, por no tratarse de alteraciones críticas para la eficacia del caldo. El rango de tolerancia se determina a partir de la concentración objetivo +/un porcentaje de desviación tolerable programado por cada cliente.
3. Resultados y discusión
3.1. Evolución de las concentraciones de fungicidas y de SP en caldos de drenchers en diferentes regiones de España
El uso de drenchers está muy extendido en todas las zonas citrícolas de España. Nuestra dosificación automatizada con el Sistema Citrosol Vertido Cero® funciona, tal y como se ha descrito anteriormente, con un programa de reposición de concentración para los antifúngicos utilizados. Bien entendido que cada producto químico tiene su propio programa de reposición de concentración. Sin embargo, como muestran los datos (Figura 1), aunque las concentraciones objetivo no son siempre las mismas para cada almacén, las variabilidades en la concentración de todos los productos químicos en las suspensiones a lo largo de las toneladas de fruta tratadas son muy amplias en relación con las concentraciones objetivo.

Figura 1. Evolución de la concentración de los compuestos antifúngicos ([FNG]) en los caldos de tratamiento en reutilización de cuatro drenchers situados en distintas zonas de España, en función de las toneladas de fruta tratadas. Las suspensiones de tratamiento fueron preparadas inicialmente de acuerdo con las concentraciones objetivo mediante la dosificación del volumen apropiado de los productos Imacide 7.5 LS (7.5% IMZ) para A, B y C; Citrocil (7.5% IMZ + 10% OPP) para D; Citropyr 40 SC (40% PIR) para A y B; y Fung-Cid Gras SP (30% SP) para C. En todos los casos, la suspensión se higienizo continuamente con PA mediante la adición del 0.1–0.4% de Citrocide® Plus, según necesidad. La dosificación inicial de todos los productos y sus reposiciones continuas se llevaron a cabo con el sistema Citrosol Vertido Cero®.
Puede verse en la Figura 1 cómo la concentración de IMZ ([IMZ]) fluctúa ampliamente entre valores tan bajos como 100 mg/L (Figura 1B, drencher B) y tan altos como 1000 mg/L (Figura 1D, drencher D); [PIR] entre ligeramente menos de 200 ppm y 900 ppm (Figuras 1A y 1B); y [OPP] entre ligeramente por debajo de 600 mg/L y 1600 mg/L (1D). El SP fluctúa entre 2000 y 5000 mg/L (1C). Estos datos sobre la evolución de la concentración de los productos químicos en los drenchers son bastante representativos para cualquier zona de España. No hemos visto ninguna relación entre tipos de suelo, clima u otra característica ni del área geográfica, ni del almacén, ni del principal tipo de cítrico manipulado en el almacén, con ningún patrón de fluctuaciones. Estas fluctuaciones bastante elevadas parecen también ser independientes del número de toneladas tratadas con el mismo caldo, como puede verse comparando los cambios en [IMZ] en los drenchers A, B y D donde se tratan entre casi 6.000 y 12.000 toneladas con el drencher C, donde se tratan más de 35.000 toneladas.
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Sin embargo, existe un patrón común en la evolución de estos datos: las desviaciones respecto a las concentraciones objetivo son más frecuentes por debajo que por encima de dichas concentraciones. Esto se observa claramente en el drencher C, donde la concentración objetivo para IMZ de 375 mg/L rara vez se alcanza; lo mismo puede decirse de las concentraciones de PYR en 1A y 1B, y de SP en 1C. Solo, como se muestra de forma representativa en el drencher D, las concentraciones de OPP están generalmente más próximas a las concentraciones objetivo.
Excepto para OPP e IMZ en la Figura 1D, en las otras tres figuras se observan con frecuencia concentraciones subletales para IMZ, PIR y SP. Concentraciones de IMZ inferiores a 250 mg/L se observan en los drenchers B y C; estas [IMZ] son claramente subletales (Hall, 1991; Erasmus et al., 2015b), y de hecho en algunos momentos en el drencher B casi alcanzan mínimos cercanos a 100 mg/L. Lo mismo puede decirse de las concentraciones de PYR inferiores a 250 mg/L (Smilanick et al., 2006b) alcanzadas en el drencher A. Además, concentraciones de SP de 2000 mg/L están muy lejos de la concentración de SP de 5000 mg/L considerada necesaria para obtener una eficacia significativa en el control del podrido por Penicillium digitatum, evitando al mismo tiempo pérdidas excesivas de peso en la fruta (Parra et al., 2014).
Es bien conocido y aceptado que las concentraciones subletales de fungicidas conducen a una menor eficacia en el control del podrido y a un menor control de la esporulación, especialmente en el caso del IMZ. La falta de control de la esporulación es un factor muy importante en la aparición de poblaciones resistentes de los Penicillium a los fungicidas en uso en un almacén (Smilanick et al., 2020). De hecho, hemos observado en estos almacenes, donde estas concentraciones subletales tanto de PYR como de IMZ aparecen con cierta frecuencia en las suspensiones que se aplican en el primer tratamiento fungicida, la aparición de poblaciones de Penicillium digitatum y Penicillium italicum no solo resistentes a IMZ y a PYR, sino también con doble resistencia a IMZ y PYR (datos no mostrados).
Lo que sigue en esta comunicación es el estudio de algunos de los factores que provocan las variabilidades observadas en las concentraciones de los compuestos antifúngicos en los suspensiones de tratamiento en reutilización en drenchers, drenchers on line (cataratas), y balsas.
3.2. Absorción diferencial de Imazalil en función de la variedad y momento de la recolección Es bastante evidente que la absorción de residuos por la fruta y por los materiales de contacto que se mojan (cajones y bins, palets y el propio drencher) es una de las principales razones de la necesidad de lo que G.E. Brown denominó añadir concentraciones de reposición (add-back) (Brown et al., 1988; Brown y Chalmers, 1989). Asimismo, es bien conocido que la absorción de residuos por la fruta depende del tiempo de drenchado, la temperatura y el pH de la suspensión, e incluso de la cantidad y tamaño de las heridas de recolección (Cabras et al., 1999; Erasmus et al., 2011 y 2015a). Sin embargo, dado que la absorción de fungicida por la fruta se debe al grado de solubilidad del mismo en la cera cuticular lipofílica del fruto (Schreiber, 2006), los cambios en la composición y cantidad de cera cuticular son también un factor importante en la absorción de residuos. Cada compuesto antifúngico tiene un coeficiente de partición cera/agua, pero los
cambios en la cantidad y composición de la cera cuticular que tienen lugar para cada variedad y en cada campaña (Wang et al., 2014), así como con la madurez de la fruta en el momento de la recolección (El-Otmani y Coggins, 1985), sin duda pueden alterar dicho coeficiente.
Para medir la absorción de IMZ por la fruta y para conocer la influencia de esta fuente de variabilidad en la disminución de las concentraciones de fungicida en las suspensiones de tratamiento, realizamos varios experimentos con algunas variedades cítricas y partidas de fruta sumergiendo la misma en soluciones de IMZ a 450 mg/L y realizando análisis de residuos tras el secado de la fruta a temperatura ambiente. Puesto que los residuos en la fruta también se deben a la evaporación de la solución remanente sobre la misma, la cantidad de residuo atribuible a este factor fue restada. Los resultados se presentan en la Tabla 1.
Tabla 1. Residuos de IMZ y cálculo de la reducción de [IMZ] en un caldo de tratamiento por absorción de los frutos tras 100 palets tratados, en cítricos de varios cultivares sumergidos durante 30 segundos a 20ºC en una solución de IMZ a 450 mg/L
Tabla 1. Residuos de IMZ y cálculo de la reducción de [IMZ] en un caldo de tratamiento por absorción de los frutos tras 100 palets tratados, en cítricos de varios cultivares sumergidos durante 30 segundos a 20ºC en una solución de IMZ a 450 mg/L.
Cultivar Fecha de cosecha [IMZ]analizado en fruto (mg/Kg)a [IMZ]abs en fruto (mg/Kg)b Reducción de [IMZ] en el caldo (mg/L) por cada 100 paletsc
Naranja ‘Navel’ 14/11/2014 1.10 0.24 - 19
Naranja ‘Valencia’ 28/04/2015
Naranja ‘Valencia’ 23/06/2015
- 59
- 123
Limón ‘Fino’ 24/02/2015 3.30 2.12 - 169
Mandarina ‘Nadorcott’ 09/03/2015 1.70
- 54
Pomelo ‘Star Ruby’ 28/04/2015 1.30 0.35 - 28
a Residuo total de IMZ en fruto analizado tras el secado total del fruto a temperatura ambiente.
b Residuo de IMZ en fruto debido únicamente a la absorción por la piel durante el tiempo de contacto con el baño de tratamiento.
c La reducción de [IMZ] en las suspensiones acuosas de tratamiento se calculó considerando 800 Kg/palet y 1000 L de suspensión de tratamiento, como sigue: Reducción de [IMZ] = 100*([IMZ]abs*800/1000)
A partir de los resultados presentados es evidente que la absorción de residuos por la fruta es una enorme fuente de variabilidad, ya que la velocidad de disminución de la concentración de fungicida, en este caso IMZ, en las suspensiones de tratamiento puede ser el doble entre una partida de naranjas Valencia y otra, si bien la segunda haya sido cosechada casi dos meses más tarde. También es muy importante la influencia de las variedades; en un almacén que manipula todo tipo de cítricos, las tasas de pérdida pueden cambiar casi 10 veces cuando se tratan diferentes cultivares y partidas de fruta, y que incluso en un almacén que manipula, por ejemplo, únicamente naranjas, la velocidad de la reducción en la concentración de fungicida puede ser seis veces menor en las Navels de inicio de campaña que en las Valencias de final de campaña. Otra consideración importante es que, dado que según Wang et al. (2014) las cantidades y
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composición de las ceras cuticulares muestran cambios importantes de una campaña a otra, las tasas de absorción discutidas cambiarán también de una campaña a otra.
Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que la absorción de IMZ por la fruta se ha determinado en relación con la variedad de cítricos y su madurez. Con estos datos en mente, debemos concluir que esta es una fuente importante de variabilidad difícilmente predecible en la disminución de las concentraciones de fungicida en los tratamientos acuosos en reutilización y, en consecuencia, un factor bastante incontrolable.
3.3. Absorción de los fungicidas por partículas en suspensión de la tierra en los caldos de tratamiento en reutilización de centrales citrícolas españolas
Cuando comenzamos a monitorizar las concentraciones de fungicidas en los caldos de tratamiento en 2010, pronto encontramos cómo una fracción de la concentración del fungicida era absorbida por la arcilla, el limo y la arena que se acumulan en estas suspensiones fungicidas. Sin embargo, no observamos ninguna pérdida de eficacia en el control del podrido con la fracción absorbida (datos no mostrados). Pero, obviamente, no se puede permitir que los sólidos en suspensión se acumulen indefinidamente en la mezcla de tratamiento en reutilización, ya que esto comprometería el correcto funcionamiento de las bombas de los equipos de aplicación y el duchado homogéneo de la fruta. Las partículas de arcilla, limo y arena deben eliminarse continuamente de la suspensión. Está eliminación continua de las partículas del suelo es pues otro mecanismo por el que las concentraciones de los distintos compuestos antifúngicos también podrían agotarse en las suspensiones de tratamiento. Presentamos datos representativos sobre cómo los distintos fungicidas y el sorbato potásico se distribuyen en dos fracciones: una complejada o absorbida con las partículas de tierra procedentes de la fruta, cajones, bins y palets, y otra fracción que permanece en la solución acuosa.
En la Figura 2A se presentan datos típicos de absorción de SP. Los porcentajes de SP en la fracción de sólidos en suspensión son bastante bajos, como puede observarse, oscilando entre cero y 20%, con un promedio de solo un 6%. La variabilidad en el porcentaje de SP absorbido es muy alta, y no parece estar relacionada ni con la cantidad de sólidos en suspensión en la mezcla de tratamiento ni con el número de palets tratados con la misma suspensión; de hecho, en la Figura 2A se observa que la absorción tras 35.029 palets es nula, y la absorción tras 40.317 palets es solo del 2%.
La absorción de OPP se presenta en la Figura 2B. El OPP también se absorbe muy poco y, en este drencher, oscila entre el 6 y el 18% y promedia un 14%. Dado que los porcentajes de absorción para OPP y SP son bajos, la influencia de la eliminación de sólidos sobre la reducción de [OPP] y [SP] en los caldos de tratamiento también será bastante baja.
Sin embargo, los fungicidas IMZ y PIR muestran una proporción mucho mayor de absorción por las partículas de tierra en suspensión. En el caso del IMZ se presentan datos típicos en la Figura 2C. El porcentaje de la fracción absorbida es mucho mayor; para este drencher, un promedio del 24% del IMZ estaba absorbido por la tierra, con un máximo del 40% y un mínimo del 13%. Se debe concluir que, para IMZ, la variabilidad en los porcentajes de absorción es bastante alta.
Finalmente, el PIR (Figura 2D) es absorbido casi completamente por los sólidos en suspensión; en este drencher, un promedio del 84% del PIR es absorbido, con un mínimo del 65% y un
máximo del 90%. Como se ha mencionado anteriormente, este hecho no obstaculiza la eficacia de este fungicida en el control del podrido (datos no mostrados), pero siendo tan alta la proporción de PIR absorbido, la eliminación continua de sólidos que tiene lugar en la mayoría de los drenchers tendrá un efecto enorme disminuyendo rápidamente la [PIR] total.
OPP y SP tienen carácter ácido y pueden encontrarse parcialmente en forma aniónica por desprotonación (carga negativa), mientras que IMZ y PIR tienen carácter básico y pueden encontrarse parcialmente en forma catiónica por protonación (carga positiva), lo cual probablemente facilita la absorción de estos últimos, dado que las arcillas tienen una estructura aniónica, con carga negativa (Mukherjee, 2022).
En consecuencia, está claro que, especialmente para IMZ y PIR, la absorción por parte de las partículas de tierra será en la mayoría de los casos un factor principal en la disminución de las concentraciones de fungicida en las suspensiones de tratamiento en reutilización. Aunque la proporción de la fracción absorbida es variable para estos dos fungicidas, generalmente es bastante alta y, cuanto más sólidos se eliminan, más fungicida se elimina. Cuando una gran partida de fruta aporta muchos sólidos, p.e., debido a la recolección tras lluvias, esta tierra absorberá una elevada proporción de IMZ y PIR, y el agotamiento de las concentraciones será más elevado y rápido, porque la tierra eliminada arrastrará una gran cantidad de fungicida previamente absorbido.
En conjunto, lo que se desprende de estas determinaciones es que la absorción es una causa importante e incontrolable de disminución y variabilidad de la concentración de fungicidas, especialmente de PIR e IMZ. No se puede predecir su relevancia, puesto que hemos observado porcentajes de absorción similares en centrales hortofrutícolas de todas las zonas citrícolas de España, y parece que no está relacionada ni con las toneladas de fruta tratadas ni con la cantidad de sólidos en suspensión, aunque un análisis estadístico completo de todos nuestros datos se realizará en un futuro próximo. El hecho de que en algunos casos la absorción sea mucho mayor puede estar relacionado con la composición del suelo que la fruta, los cajones o bins de recolección, y los palets aportan al drencher.

Disminución de las concentraciones fungicidas en los caldos de tratamiento para el control del podrido de los cítricos



Figura 2. Concentraciones de SP (A), y de los fungicidas OPP (B), IMZ (C) y PIR (D) en solución y absorbidos por los sólidos en suspensión de caldos de tratamiento en reutilización de drenchers de centrales citrícolas españolas. La fecha de muestreo, los mg/L de sólidos en suspensión (SS) y el número de palets tratados (P) se indican para cada muestra. Las suspensiones de tratamiento se prepararon tal como se describió en la Figura 1.
3.4 Degradación de diversos fungicidas y SP en los caldos de tratamiento de centrales citrícolas españolas
Debido a que en algunos de los sistemas de aplicación con reutilización de los caldos en los almacenes citrícolas españoles principalmente drenchers, pero también flooders (cataratas) y
Cítricos
balsas se observaron degradaciones rápidas de IMZ, desarrollamos los ensayos descritos en la sección de Materiales y Métodos para estudiar con más detalle este fenómeno en las cuatro moléculas. En resumen, las muestras tomadas de estos sistemas industriales fueron centrifugadas y analizadas. Tanto el sobrenadante como la muestra completa fueron suplementados para volver a alcanzar las concentraciones iniciales de todos los productos químicos presentes en la suspensión correspondiente, y posteriormente se dejaron en agitación continua durante 24 horas, tomándose alícuotas de 50 µL en diferentes tiempos y analizándolas. Hemos medido las velocidades de degradación de IMZ, OPP, PIR y SP en estas matrices durante 24 horas.
En primer lugar, presentamos los estudios de degradación realizados para OPP, PYR y SP. Las tasas de degradación de estos compuestos en las matrices son lentas, y no se han observado diferencias significativas entre las diferentes muestras industriales tomadas de caldos de tratamiento procedentes de distintas zonas citrícolas de España. Los resultados presentados en la Figura 3 son representativos de los resultados obtenidos en los experimentos de degradación realizados con estos antifúngicos. Puede observarse en la Figura 3 que la degradación es bastante baja en el caso de OPP y PIR; incluso después de 24 horas se pierde menos del 10% de la concentración inicial de OPP, y aproximadamente solo un 10% de PIR. Sin embargo, este no es el caso del SP. En 24 horas, la matriz de la suspensión de tratamiento degrada aproximadamente el 25% de la concentración inicial de SP. Estos porcentajes de degradación en 24 horas se encontraron siempre, con solo pequeñas desviaciones, en todos los casos estudiados.
En la Figura 4 presentamos los datos obtenidos en los estudios de degradación para IMZ. La degradación de IMZ en las suspensiones de tratamiento de gran volumen es, en promedio, bastante elevada y también muy variable, con porcentajes de degradación en 24 horas que van desde un mínimo del 30% (A) hasta un máximo del 100% (C). Presentamos tres ejemplos representativos de tres almacenes diferentes.
A partir de los datos presentados, está claro que la degradación de los cuatro compuestos estudiados es otro componente importante para las enormes variabilidades observadas en las concentraciones de los fungicidas en las suspensiones de tratamiento en reutilización (Figura 1), especialmente para las fluctuaciones en [IMZ]. Los ensayos realizados nos permitieron empezar a comprender la naturaleza de estas degradaciones:
1. Obviamente, todos los productos químicos en la mezcla de tratamiento son compatibles, dado que en ningún caso se observa una degradación significativa en el periodo de 24 horas en los controles en agua de la red (barras azules en la Figuras 3 y 4).
2. Las tasas de degradación de los cuatro compuestos son las mismas con o sin sólidos en suspensión en la mezcla. Las tasas de degradación para las muestras completas y para las muestras en las que los sólidos en suspensión han sido eliminados por centrifugación son iguales; en consecuencia, está claro que las moléculas que reaccionan y degradan los cuatro compuestos se encuentran en la solución, y no formando complejos con las distintas partículas de tierra presentes en las suspensiones.
Las tasas muy variables, y a veces elevadas, de degradación del IMZ pueden estar relacionadas con el hecho de que IMZ es una molécula bastante lábil que, por ejemplo, se degrada por acción
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de la luz UV (evaluaciones JMPR, 2018) y que reacciona fácilmente con el catión Fe++ en presencia de peróxido de hidrógeno (Santiago et al., 2016). Dada la enorme variabilidad en la degradación de IMZ, hemos estudiado la degradación de este fungicida mucho más que la de los otros, aunque no pudimos correlacionar las diferentes tasas de degradación encontradas con ningún parámetro de las muestras.



Figura 3. Evolución temporal de la degradación de OPP (A), PIR (B) y SP (C) en muestras tomadas de suspensiones de tratamiento en reutilización de diferentes almacenes españoles. Las barras azules representan los controles realizados en agua de la red, las barras marrón oscuro la muestra original y las barras marrón claro la muestra centrifugada, sin los sólidos en suspensión (SS). Las muestras fueron suplementadas tal como se recibieron con la cantidad necesaria del producto comercial apropiado para alcanzar las concentraciones iniciales objetivo (en mg/L) de cada compuesto presente en las mezclas antes de comenzar los estudios de degradación. Las mezclas iniciales fueron en cada caso: 500 OPP + 375 IMZ + 4500 SP + 600 PA (A); 400 PIR + 450 IMZ + 450 PA (B); 4500 SP + 375 IMZ + 450 PA (C), todo en mg/L.



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Figura 4. Evolución temporal de la degradación de IMZ en tres muestras tomadas de suspensiones de tratamiento de tres almacenes españoles diferentes. Las barras azules representan los controles en agua de red, las barras marrón oscuro la muestra original y las barras marrón claro la muestra centrifugada, sin los sólidos en suspensión (SS). Las muestras fueron suplementadas tal como se recibieron con la cantidad necesaria de cada producto comercial apropiado para alcanzar las concentraciones iniciales objetivo (en mg/L) de cada compuesto presente en las mezclas antes de comenzar los estudios de degradación: 400 IMZ + 3000 SP + 450 PA (A); 450 IMZ + 4500 SP + 600 PA (B); 350 IMZ + 300 PA (C), todo en mg/L
3.5. Evolución de las concentraciones fungicidas y PA en suspensiones de tratamiento controladas por un CATsystem®, en función del número de pallets bañados con el mismo caldo, vs evolución de las concentraciones si no estuviera instalado un CATsystem®
En la Figura 5 presentamos estos datos representativos de varios drenchers en los que a sus sistemas dosificadores hemos acoplado un CATsystem®. En las 4 gráficas las concentraciones ‘con CAT’ de IMZ, PA, PIR y SP son las medidas por el CATsystem®, y las concentraciones ‘sin CAT’ son las resultantes de restar a la concentración ‘sin CAT’ previa las bajadas de concentración medidas con el CATsystem®, puesto que la misma alteración se habría producido igualmente sin el sistema. La concentración resultante ‘Sin CAT’ se mantiene constante hasta la siguiente bajada, y así sucesivamente, acumulándose las sucesivas bajadas (ver apartado 2.6).
Tanto para el IMZ como para el PIR, pronto se alcanzan en estos drenchers ‘sin CAT’ las concentraciones subletales mencionadas en 3.1. Para el IMZ (A) a partir de entre los 157-189 pallets tratados el caldo ya se encontraría por debajo de los 250 mg/L, y para el PIR (C) esta concentración subletal se alcanzaría en el caldo después de que se pasen entre 170 y 173 pallets.
Con el control automático de las concentraciones que proporciona el CATsystem®, a pesar de que tanto para el IMZ como para el PIR se observan en las gráficas correspondientes bajadas importantes en la concentración de estos fungicidas, éstas son corregidas rápidamente por el sistema. Obsérvese la fuerte pérdida de [IMZ] medida en el caldo del pallet 189 (A), que en el caldo con el que se baña el pallet 229 ya ha sido recuperada. Del mismo modo, la [PIR] baja hasta aproximadamente 600 mg/L (C) en el caldo con el que se tratan los pallets 173 y 383, pero estas concentraciones rápidamente se recuperan con subidas de concentración de PIR que alcanzan los 900 mg/L.
Discusión detallada merece el control que el CATsystem® ejerce sobre las concentraciones del ácido peracético (PA). Es bien sabido que el PA es un desinfectante que se degrada con cierta rapidez en contacto con la materia orgánica presente en los caldos drencher, y que se ve afectado también por los sólidos en suspensión (Kitis, 2004) relativamente elevados que se acumulan en los caldos de tratamiento. En B) vemos como la concentración inicial de PA es muy baja, pero mientras que ‘con CAT’ la concentración se eleva rápidamente y en general sobrepasa las 300 ppm establecidas como el mínimo deseable, ‘sin CAT’ a partir del pallet 58 bañado el PA ha desaparecido del caldo. El papel del PA en las suspensiones de tratamiento en reutilización es crucial ya que evita la acumulación de inóculo fúngico (Orihuel-Iranzo y Parra, 2024). Como ya señaló G.E. Brown, hace más de 30 años, el tratamiento de cítricos con un caldo en que se ha acumulado inóculo fúngico puede incrementar el podrido sobre los niveles de podrido que se
encontrarían en la fruta no tratada (Brown et al., 1988; Brown y Chalmers, 1989). Es por ello que el CATsystem® es crucial para mantener siempre las suspensiones de tratamiento libres de inóculo fúngico y evitar así podridos por Geotrichum, Rhizopus u otros patógenos (Brown et al., 1988; Brown y Chalmers, 1989).
Finalmente, el lector debe comparar también estas gráficas de la evolución de las concentraciones en los drencher ‘con CAT’, con las gráficas de la Figura 1, con las que definimos el problema, teniendo en cuenta también que los datos de la Figura 1 serían mucho peores si nuestra empresa no realizará las mencionadas monitorizaciones analíticas de los caldos y procediera en función de dichos resultados a realizar reposiciones “extra”, adicionales, a las programadas automáticamente.


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Figura 5 Evolución de las concentraciones de fungicidas y PA en suspensiones de tratamiento controladas por un CATsystem®, en función del número de pallets bañados con el mismo caldo, vs evolución de las concentraciones si no estuviera instalado un CATsystem®. En A) evolución de la concentración de IMZ, concentración objetivo de 450 mg/L, con tolerancia de +/- 45 mg/L; B) idem de PA, concentración objetivo de 450 mg/L, con tolerancia de +/- 135 mg/L; C) idem de PIR con concentración objetivo de 800 mg/L y tolerancia de +/- 80 mg/L; D) idem de SP con concentración objetivo de 3600 mg/L y con tolerancia de +/720 mg/L
4. Conclusiones
En este artículo presentamos diversos estudios para determinar las causas de las enormes variabilidades encontradas en las concentraciones de fungicidas en las suspensiones de tratamiento en reutilización en los almacenes citrícolas españoles. Aunque no hemos reunido la misma cantidad de datos que en España, en otros países como la República de Sudáfrica, Perú y Turquía, por citar algunos, hemos observado los mismos fenómenos. Hemos señalado la relevancia de la absorción de IMZ por la fruta, dependiendo del cultivar y la madurez del fruto - que indudablemente debe ocurrir también con cualquier otro fungicida-, la absorción por los sólidos en suspensión de la tierra arrastrada de campo, y la degradación por efecto de la matriz, como causas importantes de la disminución de la concentración de todas las moléculas que componen los caldos de tratamiento fungicida. Hemos mostrado aquí que,
aunque las concentraciones de reposición preprogramadas se basaban en caracterizaciones previas, es sencillamente imposible compensar diferencias, que pueden ser muy elevadas, en la absorción de residuos por la fruta entre cultivares o grados de madurez de partidas de la misma variedad (Tabla 1), en la absorción del fungicida por las partículas de tierra y en las velocidades de degradación química, que en el caso del IMZ pueden ser especialmente altas. Además, hemos observado con cierta frecuencia errores humanos importantes en el manejo de los equipos de dosificación automática en los almacenes; por ejemplo, no sustituir un envase de producto cuando este se vacía, sustituir un envase de fungicida por otro producto distinto, o añadir producto o agua extra a la suspensión (como restos de otros envases, o adición de agua durante la limpieza del drencher, etc.).
Finalmente, hemos comprendido que todas las causas de las variabilidades pueden actuar simultáneamente de forma casi completamente aleatoria. Por ejemplo, un cambio de variedad de pomelos a limones, siendo estos limones procedentes de una parcela de suelo arcilloso tras lluvias intensas, provocará un rápido agotamiento de los fungicidas en la suspensión, porque la absorción de residuos es mayor en limones que en pomelos (Tabla 1), y porque la fruta recolectada tras fuertes lluvias transferirá más arcilla a las suspensiones, y una mayor cantidad de arcilla absorberá más fungicida que será retirado de la suspensión por el sistema ciclónico que elimina las partículas de SS (apartado 3.3).
Las consecuencias de las mayoritariamente bajas concentraciones de los compuestos antifúngicos mostradas son relativamente obvias: disminución de la eficacia en el control del podrido y pérdida del control de la esporulación debido, y unido, al hecho de que a veces la fruta se trata con concentraciones subletales, lo que conduce a la aparición de poblaciones resistentes de hongos tipo Penicillium, siendo estos los patógenos causantes de la inmensa mayoría de los podridos en cítricos (Smilanick et al., 2006a y 2020), y siendo el inóculo resistente el causante de muchos problemas de podrido. Por otro lado, concentraciones superiores a las objetivo pueden conducir a residuos más altos de los exigidos por los minoristas, e incluso a superar los LMR establecidos.
Para controlar estas variabilidades, hemos desarrollado un Sistema Automático de Control del Tratamiento en línea (on-line) (Orihuel-Iranzo y Parra, 2024), que mide, registra y corrige automáticamente, y en tiempo real, las concentraciones de fungicidas, SP y PA en las suspensiones de tratamiento recirculadas. En el momento de redactar este artículo, este sistema, con el nombre de CATsystem®, ya se encuentra instalado en drenchers y cataratas, tanto en España como en la República de Sudáfrica.
En el apartado 3.5 hemos presentado la evolución en caldos industriales de tratamiento de las concentraciones de IMZ, PA, SP y PIR cuando los equipos de tratamiento y dosificación están controlados en tiempo real con un CATsystem®, en la Figura 5 puede verse como prácticamente nunca las concentraciones de todos estos antifúngicos bajan de unos rangos preestablecidos, y aún más importante no se tratan frutos con concentraciones subletales de fungicidas, que generarán resistencias, ni con caldos en pobres condiciones higiénicas que generarán podridos por Geotrichum, Rhizopus u otros patógenos (Brown et al., 1988; Brown y Chalmers, 1989; Orihuel-Iranzo y Parra, 2024).
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Por todo lo anterior creemos que el CATsystem® constituye una herramienta fundamental para llevar las eficacias de los tratamientos a los mismos niveles que en las condiciones ideales de un laboratorio, eficacias medias en control del podrido del 98% (Parra et al., 2023). Eficacias que hasta la implantación de esta innovación no se conseguían en las centrales citrícolas.
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