PRINCIPIOS PARA UNA COMUNIDAD ORGÁNICA 96 pensamientos sobre el tema Nürnberg 27 de Noviembre de 2015 por Horacio Marcelo Valera
1. Una Comunidad Orgánica se basa en principios que emanan de las Sagradas Escrituras pero jamás se apoya en métodos, por más que estos aparenten ser escriturales. 2. Los principios que emanan de las Escrituras provienen directamente del corazón de Dios, por tanto todo lo demás resulta relativo y de escasa trascendencia (Salmo 19:7-14) 3. Dios se esconde detrás de las cosas sencillas y es tan fácil dar con Él. Confiar en Él no es saber lo que Él es capaz de hacer, sino simplemente dejar que Él haga. 4. Toda la Escritura es inspirada por Dios, por tanto resulta ser la palabra profética más segura que declara el corazón y consejo de Dios para todos los hombres y junto con el Espíritu Santo, es la poderosa provisión de Dios que transforma el alma (2ª Timoteo 3:16-17; 2ª Pedro 1:19-21) 5. Los principios escriturales que se reconocen en una Comunidad Orgánica funcional saludable promueven valores de vida que afectan la vida de los miembros y de quienes rodean a esa Comunidad (Hechos 2:42-47) 6. Jamás llegaremos a descubrir y vivenciar los principios que movilizaron a la primera comunidad de hermanos intentando aplicar métodos y alternativas humanas. 7. Los principios engendran vida y movimiento. La metodología nada logra sin sistemas y programas. Los principios transforman el ser, los métodos agotan el alma. 8. Iglesia es comunión no una empresa. El discipulado no es adoctrinaminto, sino un estilo de vida. Evangelizar no es una actividad procelitista, sino amor por las almas. 9. Las personas siempre serán más importantes que las cosas y que las tareas. Jamás será al revés. 10. Las personas no son descartables. Cada una de ellas ha costado el valioso precio de la sangre de nuestro Redentor. Aún cuando caigan, se equivoquen, no vean sus errores o nos contradigan. Siempre hay esperanza en la obra del Espíritu Santo (Romanos 12:16-21; Romanos 14:1) 11. Una Comunidad Orgánica no es una manera de redimir los fracasos humanos intentando sobresalir en una carrera eclesiástica (1ª Corintios 1:26-31)