“MANOLO”
Bromista impenitente En la memoria de sus más entrañables amigos queda el recuerdo risueño de sus bromas, lujo del que eran afortunadas “víctimas” las personas de mayor confianza; bromas que tenían su momento preciso, circunstancia puntual y efectos calculados. Conserva el Archivo Histórico de la Universidad Javeriana, algunos de los artilugios que fue atesorando “Manolo” a lo largo de la vida pero más especialmente en los últimos años cuando quizás la edad lo resguardaba de toda sospecha cuando le “jugaba” alguna broma a sus más allegadas amistades. El cono sorpresa y el huevo para el desayuno En el variado arsenal de bromas que “Manolo” acostumbraba jugarle a sus amigos esta el clásico helado que corona el barquillo en forma de cono. Con gesto muy convincente “Manolo” ofrecía al amigo el refrescante bocado que al momento de aceptarse, desprendía la parte superior y apenas quedaba la mano extendida del invitado con el barquillo vacío. Cuando la broma estaba programada para las primeras horas de la mañana al visitante se le invitaba a consumir suculento huevo frito debidamente servido. Conmovido el invitado se aprestaba con alguna resistencia a degustar el manjar que resultaba ser de plástico y no de gallina. La pícara sonrisa del uno y la carcajada del frustrado comensal consolidaban el acercamiento mutuo y la amistad se hacía más fuerte y duradera.
Sin toga ni birrete Oxoniense Manuel Briceño Jáuregui, Universidad Javeriana Femenina. Primeros S.J. años
•••
73