Para el griego, le encantaba “jugar” con el doble sentido de las palabras: para el verbo poieo (hacer, crear) solía relacionarlo con los “pollos” asociado a una expresión muy suya: “pelemos un pollo” para indicar bien el consumo de esa carne o la redacción de algún poema costumbrista o serio; para recordar el significado de “pan”, en griego artos solía decir que de eso era bueno consumir “arto” (bastante) pan. La inolvidable “adiuncta”. El sentido general en español de la palabra latina “adiuncta” es la de “anexos”; pues bien, la adiuncta de Briceño eran explicaciones históricas, geográficas y de circunstancias dentro de las cuales era posible una mejor comprensión del texto y que se constituyeron en la base de su monumental obra en 3 volúmenes El Genio literario griego y el plan del complemento que previó pero no alcanzó a culminar con su inesperada muerte: El Genio literario romano. Dentro del acápite adiuncta será necesario ubicar las lecturas sobre asuntos relacionados con el tema de estudio que él interpretaba con maestría; la más recordada de todas eran los fragmentos del Julio César de Marco Jelusich.
Img. 21 Aparte de su trabajo “El genio literario romano”
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Documentos Javerianos