Aleister Crowley: vagando por el páramo

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ALEISTER CROWLEY

VAGANDO POR EL PÁRAMO HAYES

STEWART



ALEISTER CROWLEY: WANDERING THE WASTE - REVISED EDITION ™ & © 2016 Martin Hayes, RH Stewart & Markosia Enterprises, Ltd. Todos los derechos reservados. La reproducción de cualquier parte de esta obra no autorizada expresamente por los autores está terminantemente prohibida. Todos los nombres, personajes y eventos en esta publicación son totalmente ficticios. Publicado originalmente por Markosia Enterprises, PO BOX 3477, Barnet, Hertfordshire, EN5 9HN. FIRST PRINTING, February 2016. Harry Markos, Director. www.markosia.com ALEISTER CROWLEY: VAGANDO POR EL PÁRAMO ™ Traducción © Alberto Bastida 2016 Editado por la Editorial Hirukoa © 2016 sobre la presente edición. Ninguna parte de este libro puede ser reproducido o transmitido de ninguna manera sin consentimiento expreso por escrito del editor, excepto en el caso de pequeños fragmentos incluidos en artículos de crítica o reseñas. www.hirukoa.es ISBN: 978-84-16850-02-0 Depósito Legal: VI 664-2016 Impreso en VITORIA-GASTEIZ por Imprenta Sacal www.imprentasacal.com


ALEISTER CROWLEY VAGANDO POR EL PÁRAMO

Escrito por Martin Hayes Ilustraciones por Roy Huteson Stewart Guión original revisado por Paul McLaren Edición original por Martin Conaghan Edición en español por Javier Barroso Traducido por Alberto Bastida


PRÓLOGO Dicen que nunca olvidas tu primer amor. El mío fueron los cómics. Recuerdo perfectamente el primero que me compró mi madre cuando solo tenía cinco añitos. Era el número 165 de Thor. Pobrecilla, no sabía lo que hacía. Decir que me cautivó instantáneamente sería un eufemismo. Ese comíc fue el primero de los más de cinco mil cómics que coleccionaría durante los próximos doce años. Daba igual que fuese mitología nórdica o las igualmente legendarias aventuras de súper-héroes, estaba completamente enamorado. En retrospectiva supongo que el coleccionar cómics me entrenó como investigador. Como cualquier amante de las historietas siempre quería completar las tiradas de mis títulos favoritos y me obsesionaba con averiguar quién dijo qué en números anteriores, además de conservar fanáticamente cada número en perfecto estado. Ahora hago lo mismo como historiador e investigador sobre el ocultismo occidental: soy un completista, cazando obsesivamente cada pista en mi misión por descubrir toda la historia, conservando cuidadosamente el fruto de mis búsquedas. Imagina, por lo tanto, mi sorpresa y alegría al recibir una carta de presentación de Martin Hayes, explicando que estaba trabajando en el guión para una novela gráfica sobre Aleister Crowley. Dadas las terribles (y poco acertadas) representaciones del ocultista en el medio en el pasado, fui naturalmente escéptico. Sin embargo, Martin enseguida me convención de su sinceridad, su fascinación por el personaje y su deseo de hacer justicia por fin a su historia. Por estas mismas razones escribí en su día Perdurabo: La vida de Aleister Crowley. Éramos almas gemelas. Que me escribiese para comprobar ciertos detalles mostraba su entrega a la causa de conocer bien los hechos, pero sobre todo me encantaron sus preguntas: ¿Cómo era la casa donde se crió Crowley? ¿Había estado alguna vez en la sala de Mark Mason? ¿Qué había en la planta baja del 36 de Blythe Road? ¿Tuvieron sexo Aleister Crowley y Rose en Giza? Como biógrafo estaba acostumbrado a pensar en la vida de Crowley solo en hechos y palabras, pero Martin me desafiaba a interpretarla visualmente y a imaginarme qué pasaba entre los hechos conocidos. ¡Qué divertido! Durante mucho tiempo he pensado que la vida de Crowley sería buen material para una mini-serie de televisión. Demasiada cosa para una película que fuese más pequeña que una obra digna de Peter Jackson. La vida de Aleister Crowley fue un drama de época victoriana con románticos viajes a lugares exóticos: Shangai, India, Argelia, Egipto, San Petersburgo, Estados Unidos y México. Y el plantel incluía personajes como William Butler Yeats, Somerset Maugham y Auguste Rodin durante los primeros años, aunque más tarde conociese a gente como Aldous Huxley, Alfred Adler y Ernest Hemmingway.


Y, además, este hombre hizo de todo. Fue un poeta, un novelista, ensayista y escritor de obras de teatro. Batió records como alpinista en varios continentes y fue de los primeros en subir al Himalaya. Era pintor. Practicaba ocultismo, dirigió dos sociedades secretas y fue el profeta de una filosofía espiritual para el mundo moderno: “Haz lo que desees será el único mandamiento”. Trabajó en secreto en Nueva York para detener la propaganda alemana durante la primera guerra mundial. Experimentó con drogas. Tuvo sexo y drama interpersonal como para dejar por los suelos cualquier culebrón. Y, aunque la prensa amarilla de hoy en día no deja de sacar noticias de dudosa certeza sobre la familia real o Brangelina, Aleister Crowley fue durante mucho tiempo el ganso de los huevos de oro y la victima propicia del periodismo basura. Sin importar lo que uno opine sobre Crowley, sin duda tuvo una vida épica. Pero, ¿cómo podía representar el celuloide los encuentros de Crowley con ángeles y demonios? O sus conversaciones con su ángel guardián Aiwass, el espíritu goético Buer, Choronzon, el terrible guardián del décimo Aethyr, los magos Abuldiz y Amalantrah y cientos de otras entidades en más elevados planos de existencia. El viaje espiritual de Crowley es el elemento más importante de su vida, pero también el más subjetivo e impresionista. La novela gráfica, sin las limitaciones de presupuesto, localización y actores propia del cine, limitada solo por las palabras y la tinta, quizás sea el único medio capaz de hacer justicia a esta increíble historia. Martin Hayes cuidadosamente une lo espiritual y lo mundano, la verdad y el mito, en lo que al fin y a la postre es una historia humana sobre una de las personas más ambiciosas que jamás han vivido. Las ilustraciones de Roy Huteson Stewart sirven perfectamente a la historia, caminando a la cuerda floja entre realismo e impresionismo, ocupando el espacio liminal entre dar cada detalle y dejar trabajo a la imaginación. Para aquellos familiarizados con las fotos e imágenes de la época de Crowley, Roy y Martin hacen un trabajo excepcional referenciándolos de forma ingeniosa durante todo el libro, convirtiéndolo en un campo lleno de huevos de pascua para los más aficionados. Esta es una obra que se puede degustar más de una vez. Os espera un viaje increíble, espero que lo disfrutéis. Yo, por mi parte, como aficionado tanto al tema como al medio, me siento como un niño de nuevo, libre de disfrutar la obra a nivel intelectual y emocional. Richard Kaczynski 9 de enero de 2013.



Esta es una obra de ficciรณn...Basada en hechos reales


La única diferencia es que durante sus experimentos, uno descubre partes de la naturaleza del objeto examinado que son más sutiles y quizás más poderosos, más cercanas a la realidad, de las que se descubrirían con un examen científico normal. —Aleister Crowley De Magick without Tears, edición de Israle Regardie (1973). —————————— Lo que realmente es terrible sobre Crowley es que uno sospecha que no creía en nada. Ni siquiera en su perversidad. Quizás lo único que no era mentira era su adicción a la heroína y la cocaína. —Christopher Isherwood De Diaries, Volume One 1939-1960, entrada con fecha 14 de noviembre de 1955. Editado por Katherine Bucknell (1996). —————————— Era un mentiroso e insultantemente presuntuoso, pero lo verdaderamente raro es que había hecho de verdad alguna de las cosas de las que presumía. —W. Somerset Maugham Recordando una reunión con Crowley en The Magician: A Novel, Together with a Fragment of Autobiography (1963). —————————— Sin imaginación los cálculos engañan. —Aleister Crowley De los Magical Diaries of Aleister Crowley, Tunisia 1923, entrada con fecha de 21 de septiembre de 1923. Editado por Stephen Skinner (1997).










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