3 adelaida cofundadora

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Vuestro servidor, que goza ahora de la felicidad de poseeros añadió que Dios mismo se encargaría de mi santificación, que su divino Espíritu y su divino Corazón debían conducirme completamente. Me aseguró de vuestra parte, Dios mío, que en el momento me daríais a conocer lo que pedís de mí si era fiel para escuchar vuestra voz en el fondo de mi corazón. No desmintáis, Señor, lo que me habéis dicho por boca de aquel que tenía para mí vuestro lugar, oh Dios cuya misericordia y amor sobrepasan todo lo que los hombres pueden pensar de vos. Si yo fuera alguna vez tan ingrata, tan pérfida y cobarde para abandonaros, qué suplicios me destinaríais, pues los del infierno serían impotentes, serían demasiado débiles para castigarme. ¡Me extravío, Dios mío! Lejos de vos yo sería bien miserable. ¿Hay desdicha mayor, hay alguna fuera de verse privado de vuestra divina presencia? Hacedme la gracia de no perderos de vista un solo instante en este mundo, hasta el momento en que iré a habitar en vuestra casa. Venid a la mía, estableced vuestra morada en mi alma. ¡Cuántas veces me dijo, Dios mío, que vuestros amables designios sobre mi corazón eran habitar en él todos los días de mi vida. Yo os hospedaré en el tiempo, Señor, y vos me hospedaréis en la eternidad. Esa es la proporción que hay entre vuestros dones y los de los hombres. Pero ¿qué digo, Dios mío? ¿qué podéis darme en el cielo que sobrepase el don inestimable de vos mismo que me hacéis aquí? ¡Cuánto me recomendó de vuestra parte, Señor, que no me abandonara a la inquietud y a la turbación que me separarían de vos! Me aseguró que me era más fácil que a nadie no ofenderos jamás. Me enseñó a volver a mi Dios entrando en mi corazón en el momento en que me diera cuenta de que me extraviaba. Añadió que él esta siempre dispuesto, a toda hora, en todo momento, para recibirme. Me aseguró incluso que esa vuelta encantaría a su divino Corazón y me uniría más que nunca a él, lejos de alejarme. Me dijo tantas veces que el sentimiento no dependía de mí y que bastaba con volver mi voluntad hacia él y conformarme con la suya a pesar de todos los sentimientos contrarios. Me recomendó que no me alejara de la comunión por las fragilidades involuntarias. Me aseguró el amor de mi Jesús que quiere tener para mí el lugar de todo. Me aseguró además que Nuestro Señor Jesucristo quería venir a mi corazón para consolarse de los insultos que le hacen todos los días, y me dijo también que él me prefería a millones de creaturas que, aunque no lo hayan ofendido tanto como yo, no eran amadas tan particularmente como yo, y que no les hacía ningún agravio tratándolas según el rigor de su justicia; pero en relación conmigo me hace experimentar que sólo escucha su misericordia. Me dijo también de vuestra parte, Dios mío, que estaba destinada a ser una madre de los pobres y una esposa de Jesucristo y un serafín en este mundo y en el otro. ¡Qué feliz destino! Haced que lo cumpla, Dios mío. Me dijo también que debía ser en todo lugar un ángel de paz, que debía amar con la más viva ternura a las personas que me habían ocasionado alguna pena, viendo en ellas sólo la amable Persona de Jesucristo: que esta vista me haría no sólo fácil esa conducta, sino que me parecería dulce. Grabad en mi corazón, divino Jesús, los preceptos que habéis dictado a aquel que me anunciaba vuestra voluntad sobre mí. No me dejéis extraviarme. Vos me habéis quitado mi guía, dadme uno que sea conforme a vuestro Corazón y en consecuencia digno de reemplazarlo. Conducidme vos mismo, Dios mío, a los pies del ministro que debe conducirme directamente, 157 perfectamente a vos. Yo me abandono a vos, entrego mi alma en vuestras manos, haced de mí todo lo que os agrade. Que yo diga, Dios mío, como aquel que habéis retirado del mundo para colocarlo junto a vos: Que esté en la aflicción o en el gozo, es el Señor, Dominus est. Que su amable voluntad se cumpla en mí. Quiero recordar aún las últimas palabras del guía que me habíais dado. Me dijo el lunes santo: ¡Ah, cuánto habría avanzado si hubiera querido! El demonio la ha apartado, usted lo ha 157

“directamente” está añadido por encima de “perfectamente”.

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