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Vencimiento del III Trimestre de Servicios Municipales y Bienes Inmuebles. 30 de Setiembre Vence IV Trimestre de patentes

1. Cajas Municipales:

2. Plataformas Físicas y Digitales de: Edificio Administrativo Lunes a viernes 7:00 a. m. - 4:00 p. m.












































































































VALORES ESCENCIALES
Otros valores esenciales son parte del éxito de la cultura BNI, ya que cada uno de los empresarios que se incorporan, se comprometen a asumirlos como parte de su quehacer:
u Aprendizaje continuo: BNI fomenta la capacitación constante, ofreciendo talleres, charlas y entrenamientos para que sus miembros mejoren sus habilidades de networking, ventas y liderazgo.
u Relaciones duraderas: La red promueve vínculos que trascienden lo comercial, construyendo amistades y alianzas estratégicas que se mantienen a largo plazo.
u Responsabilidad y compromiso: Cada miembro se compromete a asistir a las reuniones, cumplir con sus responsabilidades y aportar referencias de calidad.
u Actitud positiva: El ambiente de los capítulos está diseñado para inspirar, motivar y contagiar entusiasmo.
u Reconocimiento: Se valora y celebra el esfuerzo y los logros de cada miembro, fortaleciendo la cohesión del grupo.
u Tradición e innovación: BNI respeta las prácticas que han funcionado durante décadas, pero también se adapta a las nuevas tendencias y tecnologías.









Betania Artavia prensa@HerediaHoy.com
En un oficio históricamente dominado por hombres, Angélica Mejía levantó su empresa de movimiento de tierras — conocida en su comunidad como “La Guadalupana”— y se ganó un nombre a punta de jornada, pericia y terquedad para no ceder ante el prejuicio. “La gente se asustaba al verme llegar con un camión o una vagoneta; creían que una mujer no podía hacer ese trabajo… al final, cuando veían el resultado, me felicitaban”, recuerda.
Angélica aprendió con su padre, casi por obligación el oficio, y le tomó amor a los back hoes, como se le conoce a las retroexcavadoras, “no fue porque me gustara, sino porque mi papá me obligaba… ‘páseme la llave, jale el maneral”, recordó.
Años después, tras divorciarse y con tres hijos pequeños, convirtió ese aprendizaje en su ruta de independencia económica.
Cuando emprendió en solitario en el negocio de la maquinaria pesada, sus hijos tenían 13, 9 y 6 años; en más de una ocasión llegaba a la escuela a recogerlos en vagoneta al salir de clases: “les tocaba la pitoreta y salían corriendo todos contentos”, narró.
MEZCLA DE SENSACIONES
Recuerda que enfrentó situaciones complicadas cuándo clientes al verla llegar se molestaban porque era una mujer la que iba con la retroexcavadora o con la vagoneta, pero también, muchas otras personas la felicitaban y hasta le pedían tomarle fotos, al extrañarse de ver una mujer haciendo esos trabajos.
En estaciones de servicio le pedían fotos por lo inusual de verla al volante de equipo pesado cargando combustible.
Y a los clientes que dudaban de su capacidad con el equipo pesado, les demostraba con su capacidad, que se había ganado el lugar, igual al dirigir personal en proyectos de gran magnitud, donde dirigía a diferentes vagoneteros.
Fue la única mujer en un proyecto industrial de Molinos de Costa Rica en Caldera, y lideró movimientos de tierra y urbanizaciones en Guanacaste, como Guapinol y La Cruz, incluida una urbanización de 190 casas y en Heredia.
Recuerda entre sus obras un proyecto de bodegas en la zona de Riteve, en Heredia, donde tuvo que sustituir el suelo cavando más de dos metros de profundidad para extraer el suelo que existía y poder rehacerlo con uno que diera firmeza al proyecto. Todo gracias a lo aprendido con la práctica y enseñanzas de ingenieros que la apoyaron en su camino.
DEMOLICIONES DE ALTO RIESGO Y JORNADAS DE 24 HORAS
Supervisó demoliciones 24/7 en San José, con ventanas de trabajo condicionadas por la restricción vehicular, lo que la obligó a encadenar turnos y permanecer varios días en obra, dejando


todo lo demás de lado. “Hubo días en los que no podía ni bañarme; debía quedarme supervisando todo el tiempo”. En Guadalupe, la demolición de una casona antigua casi le cuesta la vida: la estructura colapsó sobre la retroexcavadora y sobre ella; el operador logró cubrirla con el balde de la máquina para protegerla de tablones y clavos. Entre los escombros, narra un episodio insólito: una “ola de cucarachas” la hizo gritar mientras lograban sacarla. Tres días después concluyeron la demolición. También trabajó frente al McDonald’s de Heredia, donde tuvo que cerrar un carril y maniobrar el brazo del bajo para evitar que los escombros cayeran sobre los vehículos en tránsito.
Su “universidad” fue el terreno y la guía de ingenieros que vieron su hambre de aprender: le enseñaron a leer curvas de nivel, calcular desniveles y diseñar bombeos en calles.
SU MAYOR OBRA: TRES HIJOS CON ALAS PROPIAS
El motor de su vida fue la educación de Juan José, Víctor e Hilbert: “todo fue educación pagada privada”. Hoy presume al mayor como arquitecto con maestría cursada en línea en Barcelona; el segundo, chef; y el menor, a punto de
Luché demasiado, pero valió la pena. Saqué adelante a mis hijos y demostré que una mujer sí puede manejar un back hoe y mucho más”, asegura con orgullo.
concluir dibujo técnico.
Hoy Juan José cuenta con su empresa y como ingeniero busca innovar con materiales más amigables con el ambiente, y sin dejar de lado lo aprendido al lado de su madre.
El costo del esfuerzo en el cuerpo le pasa la factura, y hoy convive con un desgaste degenerativo severo en la columna, incluida una vértebra deformada cuyos “picos” rozan nervios y le provocan dolor permanente. Prefiere, aun así, moverse y hacer tareas domésticas antes que quedarse en cama. Explora fisioterapia y ejercicios en agua (hidroquinesia) para aliviar síntomas y recuperar movilidad.
“Luché demasiado, pero valió la pena. Saqué adelante a mis hijos y demostré que una mujer sí puede manejar un back hoe y mucho más”, asegura con orgullo.


















LO QUE NO SE DICE... Y SÍ SE VIVE
En consulta, es común escuchar frases como:
u “Desde hace tiempo tengo que pujar para poder orinar”
u “A veces se me sale la orina si me río o estornudo”
u “Ya no siento lo mismo durante las relaciones”
u “Me cuesta excitarme, pero más que falta de deseo, siento molestias”
Estas manifestaciones corresponden a problemas como:
u Incontinencia urinaria (pérdidas involuntarias de orina)
u Descenso de órganos pélvicos, especialmente la vejiga (conocido como “vejiga baja”)
u Sequedad vaginal
u Disminución del deseo o placer sexual, que muchas veces no se debe a falta de deseo real, sino a molestias físicas o emocionales





SITUACIÓN ACTUAL DE LA POBLACIÓN ADULTA MAYOR
La población adulta mayor está creciendo a un ritmo acelerado en todo el mundo. Este fenómeno, conocido como envejecimiento poblacional, trae consigo desafíos sociales, económicos y emocionales y ya hay situaciones claves a resolver. Entre ellos están aspectos como:
t Aislamiento social: Muchos mayores viven solos, lo que puede llevar a sentimientos de soledad y depresión.
t Problemas de salud crónicos: Diabetes, hipertensión, artritis y enfermedades neurodegenerativas son comunes.
t Acceso limitado a servicios: En zonas rurales o con bajos recursos, el acceso a atención médica, transporte y tecnología es limitado.
t Discriminación por edad: Se enfrentan a prejuicios que los consideran menos capaces o menos valiosos.
t Desafíos económicos: Pensiones insuficientes, desempleo o dependencia financiera de familiares.
t Transformaciones familiares: Familias más pequeñas y dispersas dificultan el cuidado tradicional.
t Brecha digital: La tecnología avanza, pero muchos adultos mayores no han sido incluidos en esta revolución.









