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Heraldo de México Michoacán heraldomx.michoacan
Estatuillas localizadas como una ofrenda en la comunidad del El Opeño, en Jacona, se han datado en hace mil 500 años a.C; donde se representan a cinco jugadores con bastón o mazo listo para enfrentarse, y otros tres personajes, con rasgos femeninos, intuido a ser las espectadoras de este juego ancestral.
Sin embargo, por simple que se entienda, los simbolismos detrás y la forma de juego remarcan los valores que rigen la vida de los purépechas, y que se han impregnado en los valores de los michoacanos.
Siempre se juega con la pelota por enfrente y por la derecha, representado el honor y el sentido de protección que los pueblos originarios de la región promulgaron, incluso en la actualidad. La extensión física del juego es acordada previamente al encuentro, pueden variar entre calles en zonas urbanas, o entre terrenos, en zonas rurales.
Jugado usualmente en un círculo, representando el sentido de comunidad, los jugadores no pueden utilizar el contacto físico.
El bastón con el que cuentan, debe ser la extensión de su ser, se debe controlar como uno debe controlarse así mismo, conectado a la naturaleza, siempre regido por los valores que previamente se han señalado.
Y son estos valores, los que han impulsado a esta tradición a convertirse en una herramienta para sanar el tejido social de los michoacanos.
Distintas organizaciones civiles se dedican actualmente a llevar este deporte / tradición a distintas comunidades marginadas, donde los jóvenes y adolescentes con problemas pueden encontrar una salida sana a todos los problemas de ansiedad y sobre todo, los índices de delincuencia en la zona.

¿Será que las conexiones con nuestros ancestros ofrezcan alguna herramienta para mediar lo que pasa en nuestro estado? Solo el apoyo y el interés de las autoridades por explorar estas alternativas para prevenir la delincuencia podrían ofrecernos un panorama más claro.