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BOSQUE DE COBOS, NUEVAMENTE EN PELIGRO.
guascalientes cuenta con una gran diversidad de bosques y ecosistemas que han sido amenazados constantemente por empresas del ramo de la construcción para desarrollar complejos habitacionales.
Según María Guadalupe Castorena Esparza, presidenta de la asociación Movimiento Ambiental, Aguascalientes dispone de cinco Áreas Naturales Protegidas a cargo del estado, dos por parte del municipio y una en manos de la federación.
De acuerdo al Art. 44 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), “las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son zonas del territorio nacional y aquellas sobre las que la Nación ejerce soberanía y jurisdicción, en las que los ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano, o que sus ecosistemas y funciones integrales requieren ser preservadas y restauradas”, es decir, de ninguna manera se puede permitir o establecer un desarrollo habitacional o de ninguna otra índole en este tipo de zonas.

“Son zonas de resguardo donde el gobierno y la sociedad saben que esos árboles, esa fauna, no se puede tocar y debe de haber un plan de manejo que regularmente se debe de hacer un año después de que se decretó esa área para después hacer programas que obedezcan al plan de manejo”, puntualizó Castorena Esparza.
En el caso del Bosque de Cobos, son 96 hectáreas protegidas por parte del municipio y 176 hectáreas a cargo del estado, siendo solamente el 1.5% de toda la zona arbórea, explicó Zyanya Mora, integrante de la Alianza por la Conservación del Bosque de los Cobos. Sin embargo, la construcción de un nuevo fraccionamiento por parte de la empresa Grupo San Cristóbal que contempla la remoción de 50 hectáreas de vegetación, ha generado preocupación entre los activistas.
“Se establecieron dos Áreas Naturales Protegidas, una municipal y una estatal; el polígono donde se quiere construir el fraccionamiento Villa Portia oficialmente no está dentro de ninguna de estas dos áreas, pero sí está en medio, y tristemente no cumple con las leyes de que se tiene que dar un espacio de mínimo 200 metros y está casi pegado a las Áreas Naturales Protegidas. No sirve de nada poner un Área Natural Protegida si los alrededores van a estar fraccionándose y van a estar contaminándose con aguas residuales”, indicó.
La activista sostuvo que las plantas tratadoras de agua que el gobierno ha implementado en algunos fraccionamientos no sirven, por lo que las aguas residuales tienden a tener escurrimientos por las noches que desembocan en arroyos.
“Se tiene que respetar todas las zonas de amortiguamiento de los alrededores, se tienen que respetar los escurrimientos que llegan a los arroyos y que llegan al acuífero, tienen que ser escurrimientos limpios porque no queremos aguas residuales en nuestros mantos acuíferos, y eso es a lo que nos están orillando; tenemos que alzar la voz porque por supuesto que todos esos fraccionamientos van a tener escurrimientos de aguas residuales”, puntualizó.
Es por esto, que la Alianza por la Conservación del Bosque de los Cobos, además de interponer un amparo directo, presentaron una denuncia popular ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente


(PROFEPA), bajo el argumento de que la autorización de cambio de uso de suelo otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Sustentabilidad Medio Ambiente y Agua del Estado de Aguascalientes (SSMAA) es contraria a los propósitos para los que fueron creadas ambas dependencias: la protección del medio ambiente y los recursos naturales.
“SEMARNAT tomó las decisiones sin tener sustento legal del cambio de uso de suelo y eso se tiene que dar a conocer; ahorita están empezando los topógrafos, están empezando a llegar las camionetas sin sustento legal, ya se metió el amparo, ya no pueden tocar ese predio y lo están haciendo con corrupción y por debajo del agua”, manifestó.
Ecosistemas, especies o fenómenos naturales en peligro.
Además del riesgo que corren los mantos acuíferos, la bióloga María Guadalupe Castorena Esparza, alrededor de 67 especies de vertebrados se encuentran en peligro, como el tlacuache, el coyote, la liebre de cola negra, el pinzón mexicano, entre otras, y 125 especies de plantas, como mezquite, huizache, varaduz, nopales, entre otras.
“Todas estas especies están en peligro por individuos y hay especies que han bajado tanto su población que están catalogadas en la NOM 059 por lo que se debe de conservar su ecosistema”, indicó.