SOCIEDAD Y CULTURA DEL AGUA
Hidrothalassa Mario Alberto Cedillo Osorio y Verónica Cedillo Compeán Organismo de Cuenca Frontera Sur
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uri Gagarin fue el primer astronauta ruso que en abril de 1961 pudo observar la Tierra desde el espacio y expresó con gran entusiasmo: “¡Es azul, la Tierra es azul!” La mayor parte del planeta está cubierto de agua y, desde el espacio, la Tierra posee ese color característico. De acuerdo con los científicos, dentro del Sistema Solar nuestro planeta hasta ahora es el único que posee una superficie líquida: el agua cubre 71% de la superficie terrestre, y de ésta, 97% corresponde al agua de mar y sólo 3% es agua dulce; está conformada por mares, ríos, lagunas y aquella que se encuentra concentrada en los casquetes polares.
Hidrothalassa Abordaremos el tema de la hidrothalassa partiendo, por un lado, de la definición por separado de sus conceptos hidro y thalassa, para poder conformarla como una palabra compuesta, y en paralelo, ser analizada con algunos de los diálogos del Relato de un náufrago,1 de Gabriel García Márquez. Veremos cómo el agua de mar sigue siendo una fuente inagotable de recursos y beneficios para unos y perjuicios para otros.
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Thalassa fue el protogenos o espíritu primigenio del mar. En acoplamiento con su homólogo masculino Pontos, dio lugar a las tribus de los peces. Al igual que los otros protogenoi, Thalassa fue poco personificado, y en su forma elemental, era el cuerpo del propio mar. En las fábulas de Esopo, Thalassa aparece como una mujer formada por agua de mar que se levanta de su elemento nativo. Poseidón y Anfitrite eran los dioses antropomórficos equivalentes a Pontos y Thalassa. A finales de la época clásica, los dos también se confunden con Okeanos y Tetis. Thalassa fue representado en mosaicos romanos de la época como una mujer sumergida en el mar, con cuernos de pinza de cangrejo, vestida con bandas de algas, y en la celebración de remo de un barco. Como podemos apreciar, la palabra tahalassa o thalassa siempre se ha de referir al mar. En Relato de un náufrago, Gabriel García Márquez narra la odisea de un marinero que estuvo durante diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, el cual posteriormente fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, mas luego aborrecido por el gobierno y finalmente olvidado para siempre.
• Hídrico: de acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española (2005), se deriva del griego hydor, hydatos • Hídrico, ca: adjetivo del agua o relativo a ella. • Hidro: prefijo que significa “agua”. • Thalassa: de mar
La boca se me llenó de saliva y sentí una torcedura leve en el estómago. Para distraer aquella idea me sumergí en el fondo de la balsa hasta el cuello. El agua fresca en la espalda abrasada me hizo sentir fuerte y aliviado.
En la mitología griega, Talasa era una diosa primordial de mar, hija de Éter y Hemera. En astronomía, Talasa es un satélite natural del planeta Neptuno. Thalassa es un planeta ficticio, un mundo de agua en la novela Cánticos de la lejana tierra, de Arthur C. Clarke. En biología, thalassa es un género de mariquitas. Thalassa es una palabra de raíz griega que significa “mar”. Se utiliza para nominar la enfermedad llamada talasemia, una afección que se presenta con alta frecuencia en las personas que viven cerca del mar.
Desde la antigüedad, ya los egipcios, los fenicios, los griegos y los romanos recomendaban los baños en el agua de mar –hidrothalassa– como una práctica para relajar, estimular y revitalizar el organismo; los beneficios de esta práctica fueron ampliamente abordados por los filósofos de la época, como Herodoto, Eurípides, Hipócrates, Galeno, Platón, Aristóteles y Cicerón. En 1753, Charles Russel, en su obra The Uses of Sea Water, hace referencia de las múltiples cualidades y características del agua de mar como elemento terapéutico; así, creó en la Gran Bretaña el primer “hospital marino”.
Vertientes | revista de comunicación interna de Conagua | Número 189 enero de 2012