Panel 6 • Asuntos internacionales, acuerdos de emisiones, impacto ambiental y mercados financieros
Requisitos ASG para financiamiento de proyectos de energía NANCY VILLANUEVA
Licenciada en Economía con especialización en Finanzas y maestría en Dirección de empresas. Profesora y directora asociada en el IPADE Business School en el área de finanzas, tres años como investigadora, tres años como parte del claustro académico, periodo durante el cual desempeñó diversos casos de negocio y brindó consultoría en varios temas, principalmente evaluando proyectos de inversión.
7070
Comenzaré refiriéndome a las necesidades de financiamiento en el sector energía para hacer la transición energética. Luego, en qué invertimos y cuáles son los criterios que utilizamos para evaluar proyectos de oportunidades de inversión y después me enfocaré en la importancia –y la presión de todos los sectores que están financiando este tipo de proyectos– para incluir criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) en la evaluación de los proyectos. Llama muchísimo la atención que la energía es el sector que impacta en mayor medida a nuestro medio ambiente: genera el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo; por eso es importante el potencial de este sector para reducir las emisiones y los países deben enfocarse en el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) número 7, garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible, moderna que se produzca de manera amigable con el medio ambiente. Para lograr esta transición energética en el mundo, se necesita financiamiento; se están utilizando alrededor de 400 mil millones de dólares y se necesita triplicar esta inversión hasta alrededor de 1.25 billones de dólares para el 2030. Específicamente en México, la estimación de inversión para cumplir los objetivos del Acuerdo de París es de alrededor de 3 mil millones de dólares; tenemos como fuentes de financiamiento, entre las más importantes, la banca comercial, la banca de desarrollo nacional como Bancomext, Banobras y Nafinsa; los bancos de desarrollo internacionales como BID, CAF y el Banco Mundial, así como inversionistas institucionales –fondos de pensiones, aseguradoras, etc.–, que son los que mejor se ajustan a este tipo de proyectos de energía, por el horizonte de tiempo, de más de 20 años; los fondos de pensiones buscan inversiones de largo plazo, y por eso este tipo de inversiones es muy adecuada. En México, el gobierno creó vehículos como CKD, CERPI, etc. para que las Afores pudieran invertir en estos proyectos. Nosotros somos un CKD, instrumento emitido en la bolsa; la
importancia de esto es que estamos muy regulados, nuestro sistema de reporteo es bastante fuerte, porque estamos invirtiendo en proyectos de infraestructura y energía en México. Actualmente tenemos activos bajo gestión de 20 mil millones de pesos, con posibilidad de hasta 50 mil millones de pesos, bajo un esquema de series adicionales. Estos activos con los que contamos actualmente están conformados por cinco carreteras, cinco parques eólicos, tres parques solares y una empresa de telecomunicaciones que está en todo el país y cuyo objetivo es que se pueda cubrir al 92.2% de la población con internet. El 72% de nuestro portafolio lo tenemos invertido en energía renovable; consideramos que incluir criterios ASG y hacer inversión responsable es indispensable para asegurar un mejor futuro. Una inversión responsable, a la hora de tomar decisiones, aplica criterios ASG; así se tiene un mejor control de los riesgos, un mejor desempeño en la rentabilidad y mejor desempeño financiero. Es por eso que para poder formalizar este compromiso nos unimos a los principios de inversión responsable. Para dar un contexto a la forma en que este criterio está tomando más fuerza, en Estados Unidos la mayoría de los inversionistas está moviendo su estrategia hacia la inversión responsable, con activos bajo gestión, en 2018, equivalentes a 12 billones de dólares, que crecieron 42% para 2020, lo que significa que uno de cada tres dólares que se invierten en proyectos en Estados Unidos está teniendo un mandato medioambiental, social y de gobernanza. De igual forma en México, inversionistas, bancos y agencias calificadoras cada vez están haciendo más presión sobre la importancia de presentar análisis de riesgos financieros y no financieros. Para lograr estos objetivos, se plantea una vinculación entre los los resultados que los ejecutivos están logrando en las empresas con los criterios ASG y la compensación. Los compromisos se están formalizando cada vez más. Por ejemplo, en materia regulatoria, en septiembre de 2020 la Consar publicó modificaciones a la circular única financiera para incluir criterios de gobierno corporativo a la hora en que las Afores inviertan en CKD; están pidiendo como mínimo estos requisitos: que los administradores tengan un código de ética, una política de conflicto de intereses, una política para contrataciones de terceros, manuales de inversión y de riesgos, planes de continuidad y reportes con estándares internacionales ILPA. Para el 2022, ya avisó la Consar que para las Afores será obligatorio realizar cuestionarios que incluyan criterios ASG para poder analizar a las compañías en las que quieren invertir. Con esto se ve un fuerte compromiso de los reguladores de empezar a ser un poco más estrictos con el análisis de riesgos ASG.
Colegio de Ingenieros Civiles de México, A. C.