Quimica - 1196

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Entrevista_Actualidad

P.Q.- ¿Cree que la recesión vivida podría cambiar los modelos de negocio de la industria química? C.N.- No lo creo a nivel global, o al menos no parece que vaya a producirse ningún cambio que no estuviera produciéndose con anterioridad a la recesión. La crisis no ha mostrado una debilidad mayor del sector químico, de hecho en España nuestra caída ha sido la mitad de la experimentada por el conjunto de la industria nacional. P.Q.- ¿Puede hablar de indicios de recuperación? C.N.- A mediados del pasado año el sector comenzó a beneficiarse de los primeros síntomas de recuperación que parecían estar experimentando algunos de los países a los que exportamos un importante volumen como Alemania o Francia. Además otros países como Brasil o China mantenían una actividad económica solvente. Sin embargo, en el último trimestre del año lo cierto es que la situación en la Unión Europea volvió a empeorar y se apagó la señal de la recuperación. Este año, se ha empezado a atisbar una mayor mejoría -la recuperación norteamericana parece ser el indicador más fiable- pero dada la experiencia anterior es mejor ser prudentes al respecto. P.Q.- Concretamente, ¿cuándo cree que podrá hablarse de restablecimiento del sector? C.N.- Como decía antes, hemos empezado el año con algún síntoma positivo. De hecho, en enero y febrero hemos registrado un índice de producción un 7% más alto que el registrado en los mismos meses del pasado año. De igual forma, en algunas empresas comienzan a utilizar mayor capacidad productiva, y los índices de confianza están alcanzando mejores niveles. Es muy arriesgado definir un “cuándo” concreto, y aunque soy optimista respecto a que este mismo año la industria química en su conjunto registre ya crecimiento, me preocupa que aquellas plantas que se han cerrado o están en situación de parada temporal no vuelvan a la actividad. P.Q.- En este difícil contexto económico, ¿qué oportunidades ofrece la química sostenible? C.N.- Todas, porque precisamente una de las definiciones de la química sostenible es “hacer más con menos”. Es decir, generar más producción con menos materias primas y gastando menos recursos. En España existe la Plataforma Tecnológica de Química Sostenible (Suschem España) en la que ya participan más de 250 organismos de investigación y de la que el Foro Química y Sociedad es entidad colaboradora. P.Q.- ¿Qué líneas de ayuda con las que actualmente no cuenta pediría a la Administración Europea para el sector que representa? C.N.- De las instituciones comunitarias lo único que pediría es que sean un poco más razonables de lo que han sido hasta ahora, especialmente la Co-

misión Europea. Hoy por hoy, no creo que encuentre muchas empresas industriales que crean que la Comisión pueda hacer mucho por ellas, cuando se ha dedicado a ponerlas todas las trabas posibles. Hace poco un empresario nos comentaba que en los últimos años la UE ha emitido nada menos que 1.800 piezas legislativas que afectaban al sector químico, y esto sólo en materia de medio ambiente y seguridad, algunas de ellas tan complejas como REACH. Y todas ellas generando sobrecostes o restricciones de actividad que han mermado nuestra competitividad frente a terceros países. Por supuesto podrían pedirse líneas de ayuda, pero creo que la industria se daría por muy satisfecha si únicamente se limitasen a no inventar más trabas.

“Por supuesto podrían pedirse líneas de ayuda, pero creo que la industria se daría por muy satisfecha si únicamente se limitasen a no inventar más trabas” Sí he de decir que en el caso de España, el ministerio introdujo en 2009 unos planes para sectores estratégicos industriales orientados a financiar proyectos empresariales de inversión que han sido muy positivos, y que sería muy bueno que continuasen en 2011. P.Q.- ¿Qué importancia presenta el sector de la energía renovable para la industria química? C.N.- Tres fuentes de energía renovable han evolucionado hasta la fecha de forma creciente: la eólica, los biocombustibles (biodiésel y bioetanol) y el biogás. En las dos últimas la tecnología y los procesos son meramente químicos. Con respecto a la eólica el sector químico fabrica muchos productos indispensables para la misma, como las palas de los aerogeneradores (poliéster reforzado con fibra de vidrio o PVC), la pintura anticorrosiva o el polietileno reticulado de su aislamiento. Asimismo, se están desarrollando nuevos procesos de producción de hidrógeno en parques eólicos. Por su parte, la energía solar es otra de las renovables que experimentará un mayor desarrollo en el futuro y de ello dependerá la capacidad de producir a bajo coste los paneles solares que transforman la luz solar en electricidad gracias a las celdas fotovoltaicas que suelen estar compuestas por películas de silicio cristalino –en cuyo proceso de purificación interviene el cloro– o por cristales de arseniuro de galio. Realmente es un área en la que muchas empresas están investigando por su potencial.

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