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Optimismo moderado para un 2022 con muchas incógnitas
TEMA DEL MES Industria cerámica: balance actual y principales retos
OPTIMISMO MODERADO PARA UN 2022 CON MUCHAS INCÓGNITAS
El sector cerámico continúa trabajando para abordar con éxito los principales retos que se le presentan en cuanto a sostenibilidad, innovación, digitalización y eficiencia energética, pero sin dejar a un lado relevantes desafíos -comunes a otros muchos ámbitos industriales-, como son el desabastecimiento de materiales, los problemas en el transporte o el encarecimiento de la energía, que se erige en principal amenaza para las empresas del sector al situarlas en clara desventaja frente a otras industrias competidoras en Europa. Pese a los buenos datos y a la tendencia positiva registrada durante el último año, el futuro a corto y medio plazo del sector se ve empañado por un contexto complejo que preocupa, y mucho.
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as ventas del sector español fabricante de baldosas cerámicas en 2021 han registrado una tendencia positiva, pudiendo cerrar con un aumento del +20% en facturación total; la estimación de cierre en términos de producción se sitúa igualmente en un +20% respecto al ejercicio pasado; y el capítulo de la exportación acumulada en el periodo enero-octubre 2021 se salda con 3.022 M€, un 25,3% más que en 2020. Las previsiones de cierre se desglosan con un crecimiento del +19% en exportación (España, Europa, EEUU y Canadá suman casi el 50% de las ventas) y del +22% en el mercado doméstico. Estas son las cifras “positivas” de balance del ejercicio que el pasado 20 de diciembre daba a conocer el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), Vicente Nomdedeu, quien pese a reconocer que son “buenos datos” mostró su gran preocupación por la tendencia que comenzó a perfilarse en el último trimestre del año y que ensombrecía la buena dinámica de los nueve primeros meses del ejercicio: “El único indicador del cuadro de mandos que realmente viene funcionando son las ventas; sin embargo, además de las cifras de ventas y facturación hay que tener muy presente la rentabilidad y el Ebitda de las empresas”, subrayó.
Hispalyt
El buen comportamiento de la industria cerámica durante los últimos meses se refleja igualmente en las cifras de evolución y balance aportadas por la Asociación Española de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt). Como señala su presidente, Pedro Rognoni, “veníamos de un 2020 bastante atípico por la irrupción de la pandemia y el confinamiento estricto que sufrimos; con todo, hubo un incremento del volumen medio de negocio de un 3,33% y de empleo de un 2,50% respecto al ejercicio de 2019”. Durante 2021, “estos datos también han experimentado un crecimiento sostenido, en positivo”, añade Rognoni, que ahora mismo Hispalyt se encuentra analizando para presentarlos en los próximos meses. En todo caso, si en 2020 la producción de ladrillos y tejas supuso un descenso del 2,6% respecto a 2019, llegando a los 5,2 millones de toneladas de producto cerámico fabricado, “durante el año 2021 los datos confirman una vuelta a la senda alcista”, según confirman en Hispalyt. Por familia de productos, los que han experimentado un mayor incremento en sus ventas en el año 2021 respecto al año 2020 son las tejas cerámicas, los forjados cerámicos, los tableros cerámicos, los bloques Termoarcilla y los ladrillos huecos y blo-
ques para revestir. En el otro lado, nos encontramos el ladrillo cara vista y el ladrillo gran formato y los adoquines. La industria cerámica es, sin duda, un sector maduro, competitivo, de vocación netamente exportadora -exporta a 190 países de todo el mundo- y un claro referente en innovación. De hecho, la capacidad de reinvención de estas empresas es una de sus principales fortalezas, en opinión de Hispalyt, además de “la apuesta por la innovación y la digitalización, que han asumido como propias para continuar creciendo y ocupando un papel relevante en el sector de la construcción”. Durante el último año, el sector ha continuado reinventándose con el foco puesto en la sostenibilidad, la innovación tecnológica, la digitalización, la eficiencia y la economía circular. Las ventajas competitivas de los productos cerámicos respecto a otros materiales de la construcción son inherentes a los mismos, y el ciudadano, que es el principal consumidor, cada vez las conoce más gracias a las campañas de difusión realizadas desde las distintas empresas y asociaciones del sector. Precisamente poner en valor las múltiples ventajas de los productos cerámicos es una de las líneas estratégicas en las que Hispalyt trabajará este año, como ya lo hiciera también en 2021, “para dar a conocer las razones por las que los materiales cerámicos son sostenibles, o las características, prestaciones y ventajas de los productos cerámicos, como las tejas, frente a otros materiales”. Una labor de información y difusión que arroja datos cada vez más favorables: de acuerdo con las conclusiones del “Estudio sobre la percepción de los materiales cerámicos entre los prescriptores españoles”, desarrollado por NielsenIQ con el apoyo de Ascer, el 58% de los profesionales consultados para llevar a cabo este informe percibe que en los últimos cinco años hay un mayor uso de cerámica en suelos y obra nueva; según promotores y constructores, crecerá su uso notablemente en salones; y según arquitectos, crecerá en pavimentos exteriores y terrazas.
Investigación sin tregua
Desde el Instituto de Tecnología Cerámica (ITCAice), centro dedicado a la investigación orientada principalmente a actividades relacionadas con la industria cerámica, aseguran haber estado, lógicamente, plenamente inmersos en las vicisitudes y vaivenes que se han venido sucediendo. De hecho, pusieron a disposición de la sociedad a su personal y equipamiento técnico llevando a cabo varias acciones, tanto a nivel de estudios como de fabricación en 3D de diversos dispositivos, como piezas para equipos hospitalarios, respiradores mecánicos, abrepuertas, viseras, tiras de sujeción para mascarillas etc. Pero, pese a ello, “los proyectos de investigación siguieron adelante mientras que el sector se recuperaba y volvía a la producción” y su actividad “se ha seguido llevando a cabo con normalidad: seguimos desarrollando una media de 100 proyectos de I+D anuales, de los que alrededor de un 60% cuentan con financiación privada y el 40% con ayudas de las administraciones públicas, a escala nacional, autonómica y europea”, explican. Cabe destacar que alrededor del 44% de esta investigación se orienta hacia diversos aspectos que tienen que ver con la sostenibilidad, la economía circular, el reaprovechamiento de residuos, la búsqueda de nuevos materiales y nuevas tecnologías que eviten emisiones nocivas a la atmósfera, entre otras muchas acciones. Y es que en las últimas décadas, el sector cerámico ha realizado un relevante y constante esfuerzo de innovación a lo largo de toda la cadena de valor, tendente a mejorar los aspectos sostenibles y a reducir las emisiones de CO2, uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la construcción. En este sentido, desde Hispalyt señalan que “uno de los principales medios para conseguir este objetivo de cara al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la Agenda 2030 es el empleo de materiales cerámicos”. Para ello, las distintas empresas que forman parte de Hispalyt siguen apostando por la Industria 4.0, caracterizada por el empleo de las tecnologías más avanzadas, a fin de conseguir una fabricación más eficiente y sostenible: “A día de hoy, podemos decir que más del 40% de las instalaciones del sector cerámico disponen de una planta de cogeneración de alta eficiencia y que un alto porcentaje de fábricas están instalando placas fotovoltaicas en sus cubiertas. Gracias a estos avances y al compromiso medioambiental del sector, se ha conseguido reducir un 24% las emisiones totales de CO2 por tonelada de producto cocido respecto a 1990”. Con todo ello, en opinión de Hispalyt, se ha conseguido “dejar atrás la imagen negativa que tradicionalmente se ha querido atribuir a los materiales cerámi-
cos, convirtiendo estos materiales en una alternativa eficaz para hacer más saludables, eficientes, sostenibles e innovadores los edificios que ocupamos y en los que pasamos más del 80% de nuestro tiempo”.
Crisis de costes, no de demanda
Pese a los buenos datos y a la tendencia positiva registrada durante el último año, el sector se enfrenta a importantes desafíos que despiertan mucha preocupación en el sector cerámico, como reconocía el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, al hacer balance del ejercicio 2021 el pasado mes de diciembre. En este sentido, Nomdedeu afirmó tajantemente que en la actualidad “no nos encontramos ante una crisis de demanda, sino de costes; y este es un tema que nos quita realmente el sueño”. Según el presidente de Ascer, “el aumento descontrolado de costes tan vitales para las empresas del sector, como el gas, CO2, electricidad, materias primas, transporte, etc. está provocando ya reducciones de producción” y, “aunque los últimos datos todavía no reflejan una desaceleración, todos los indicadores apuntan que en los meses venideros ya se refleje la caída derivada de la crisis energética”. De acuerdo con los insights de la plataforma Vigilancer del ITC-Aice, “además de los incrementos de costes de materias primas que el sector está teniendo que asumir, se suman los aumentos desbocados en las facturas del gas y la electricidad que, junto a la subida en los derechos de emisiones de CO2, pone todavía más contra las cuerdas al sector”. De hecho, Ascer viene denunciando desde hace tiempo que, en esta industria tan intensiva en energía, “la subida de costes energéticos está lastrando la competitividad de las empresas y comprometiendo la viabilidad futura de las empresas”. Ante esta situación y como respuesta obligada por los costes de energía y reducción drástica del Ebitda de las empresas, “el sector está poniendo en práctica medidas de regulación de la producción como paradas de mantenimiento y vacaciones anticipadas. Y no se descarta que se produzcan ERTEs en próximas semanas”, añadía el presidente. Concretamente, el precio del gas natural se disparó en agosto de 2021, llegando a incrementos del 400% en septiembre (80 €/MWh), con picos máximos del 700% (150 €/MWh). “Situación que lejos de mejorar, se prevé persista a corto y medio plazo”, según indican fuentes
ITC
El ITC desarrolla una media de 100 proyectos de I+D anuales, de los que alrededor de un 60% cuentan con financiación privada.
EL SECTOR CERÁMICO EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
Desde la plataforma Vigilancer, nacida de la colaboración entre la Diputación de Castellón y el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) para ofrecer al tejido industrial azulejero una herramienta estratégica que le permita adelantarse a los cambios que afectan al sector cerámico y tomar posiciones de ventaja competitiva en el mercado mundial, se ha detectado a través de sus estudios que en 2020, pese a la crisis del Covid-19, creció la demanda mundial de producto cerámico un 2,5%, hasta los 16.035 millones de metros cuadrados, mientras que la producción aumentó un 1,7%, hasta los 16.093 millones de metros cuadrados, basándose en este caso en la última publicación de Acimac sobre la “Producción y consumo mundial de azulejos de cerámica”. Asimismo, en uno de los “insights” que publica Vigilancer se observa que la producción mundial aumenta, tras tres años de caídas consecutivas; en concreto, Asia, que creció un 2,8%, hasta los 11.900 millones de metros cuadrados, continúa siendo la principal área productora de cerámica, abarcando el 67% de la producción mundial de cerámica, mientras que la Unión Europea se mantiene en segunda posición, produciendo 1.956 millones de metros cuadrados, aunque se ha reducido la producción un 6,6% respecto al año anterior. La producción en el continente americano, según el informe, se ha reducido a 1.409 millones de metros cuadrados, donde América del Norte tuvo un descenso un 2,7% y en América Central y del Sur su producción cayó un 7,6%, siendo la región más afectada por restricciones de la Covid-19. África continúa con un crecimiento constante desde los últimos años, y su producción en 2020 se estima en unos 918 millones de metros cuadrados, con una variación positiva de un 6,1%. Según apuntan desde Hispalyt, “la industria cerámica siempre ha sido competitiva en el mercado exterior”; haciendo referencia al último Informe de Coyuntura Económica de la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (Cepco), apuntan que las exportaciones de materiales de construcción crecieron un 30% en los diez primeros meses de 2021 respecto al ejercicio anterior. En concreto, la exportación en miles de euros de ladrillos y tejas de enero a octubre de 2021 creció respecto al mismo periodo de 2020, pasando de 51.925 a 78.336.
de Hispalyt. A la vista de esta evolución de los precios de gas y electricidad, el presidente de Ascer subrayó que “la factura energética puede incrementarse en 2021 más de un 263%; hasta ahora hablábamos de una estimación de aumento del 148% pero hemos tenido que revisar el cálculo”. Las previsiones de la asociación apuntan a que el impacto global para el sector puede ser de un sobrecoste de más de 1.250 millones €, comparado con la factura de 2020 (total de factura estimado 1.734 M€). “Si en 2019 la energía suponía el 13% sobre la facturación sectorial, con las últimas estimaciones ese porcentaje puede llegar a alcanzar el 37% sobre la facturación total”, aseguran. Por lo que respecta al precio del CO2, también ha seguido aumentando: si a principios de 2021 se situaba en 33,69 €, a finales de noviembre y principio de diciembre se llegó a superar los 80 €. Nomdedeu recordó en este sentido que “el sector realiza constantemente esfuerzos por descarbonizar la actividad; de hecho, las emisiones de CO2 por m2 producido han disminuido un 60% desde 1980. Pero no podemos seguir fabricando así; hasta que los precios no se estabilicen, la única solución es parar la producción”. Así, para el presidente de Ascer, en la actualidad se está dando la paradoja de “tener las carteras de pedidos más llenas que nunca, tener buenas perspectivas y no poder, sin embargo, atender a esta demanda por los elevados sobrecostes”. Desde Hispalyt comparten la preocupación por esta complicada situación a la que se enfrenta la industria cerámica y el riesgo para la competitividad de las empresas que representan los continuos incrementos en las facturas energéticas: “Hay que tener en cuenta que existe una imposibilidad de incrementar los precios de los materiales cerámicos para compensar estos sobrecostes en las facturas, debido a que están en vigor contratos de suministro con los precios cerrados tanto para obras en marcha como todavía no iniciadas. Solo las medidas aprobadas por el Real Decreto-ley 29/2021, que contempla una flexibilización en las condiciones contractuales del suministro de gas para la industria, nos dan un respiro”, apuntan desde Hispalyt. Estas medidas permitirán que las empresas de la industria cerámica estructural que se vean obligadas a parar sus procesos productivos por el alto precio del gas natural no tengan que pagar el término fijo del contrato de suministro.
Fondos europeos, un revulsivo
A corto y medio plazo, todas las miradas están puestas en la aplicación de los Fondos Next Generation EU y en su capacidad para activar la demanda de renovaciones de viviendas y rehabilitaciones energéticas de edificios. Para la rehabilitación se destinará un total de 3.420 millones de euros, que a nivel de renovación integral del edificio supondrá el 60% del total (1.994 millones de euros). En este sentido cabe resaltar que, aunque la inversión máxima subvencionable para el caso de edificios plurifamiliares, publicada en el Real Decreto y que deberán aplicar las distintas CCAA según sus bases reguladoras, “es aceptable”, en opinión de Hispalyt, también consideran que la subvención destinada a las viviendas unifamiliares y aisladas “es insuficiente, ya que no llega para cubrir, por ejemplo, la rehabilitación de una cubierta”, por lo que esperan que, “a medida que se vayan gastando y aprobando otros fondos, el importe de estas ayudas aumente para este tipo de viviendas”. Con todo, la llegada de estos fondos es considerado en general un revulsivo para nuestra economía, y cómo no, para la industria cerámica; y en Hispalyt, como asociación prescriptora y entidad referente en el sector de la edificación, afrontan su llegada con optimismo: “Sin duda, estas ayudas suponen una gran oportunidad para que se potencien medidas de eficiencia energética en el parque inmobiliario, y se consolide el subsector de la rehabilitación como motor económico y generador de empleo estable y de calidad. La industria cerámica será testigo de esta renovación de los edificios antiguos, consciente de la importancia que tendrán las amplias familias de productos cerámicos para alcanzar las condiciones de confort, sostenibilidad y eficiencia energética que demanda Europa para nuestros edificios”. Por su parte, el Observatorio Tecnológico del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), con el fin de identificar aquellos ejes estratégicos en torno a los que se alinean los avances tecnológicos detectados en el contexto de la industria cerámica, ha puesto en marcha recientemente la iniciativa “Rumbos”, en la que se enmarca la publicación de un informe que sintetiza un conjunto de cuatro tendencias o “rumbos tecnológicos” de interés estratégico para las empresas del sector cerámico. De acuerdo con este informe “Rumbos Tecnológicos”, publicado con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) de la GVA, son principalmente cuatro las tendencias tecnológicas o ámbitos hacia los que la industria cerámica está dirigiendo sus esfuerzos de innovación y desarrollo, y presumiblemente seguirá haciéndolo en los próximos años: la descarbonización de la industria cerámica, la economía circular, la adopción de la estrategia 4.0 y la creación de espacios más seguros y asépticos.
