Festival
Educacine Publicación elaborada por el periódico MAGISTERIO y decine21.com
Concluida la primera edición de Educacine, Festival Internacional de Cine y Educación de Madrid, hacemos balance de una cita con vocación de seguir y crecer en un futuro próximo. La intención es no conformarnos con lo logrado e impulsar otras actividades que liguen Cine y Educación a lo
5 de febrero de 2014
largo del año. Actividades para nuestro público, estudiantes deseosos de ampliar sus conocimientos a través de las películas, y educadores ávidos de usar el cine como herramienta educativa en el aula. Porque las películas sin público no son nada.
Un festival educativo con vistas al futuro José María Aresté Director de Educacine
B
ien está lo que bien acaba. Y Educacine, Festival Internacional de Cine y Educación de Madrid, no ha podido acabar mejor. Aunque en realidad no ha acabado. Educacine ha empezado, lo que ha terminado es la primera edición de un festival con vocación de seguir y crecer. Ahora mismo es una criatura recién nacida, que ha echado a andar con inusitada soltura. Y deseosa de impulsar a su alrededor otras actividades que liguen cine y Educación a lo largo del año. Un amigo con amplia experiencia festivalera me comentaba que “es un primer festival, pero cualquiera diría que vais por la cuarta edición”. Ver en determinadas sesiones largas colas aguardando para entrar al cine Palafox, que llegaban hasta la glorieta Bilbao, resultaba muy estimulante. Porque un festival necesita público, y nosotros hemos tenido el mejor: estudiantes deseosos de ampliar sus conocimientos a través de las películas proyectadas en Cineteca, y educadores ávidos de usar el cine como herramienta educativa. Creo que no exagero si digo que con este festival y todas nuestras iniciativas en el ámbito del mundo de la enseñanza, hemos venido a aportar nuestro granito de arena a una necesidad, la alfabetización audiovisual, una cuestión que ocupó la jornada profesional con que empezó el festival, y que resulta muy querida para Susana de la Sierra, directora del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales. Pensamos que es necesario fomentar el espíritu
José Mª de Moya, director de MAGISTERIO, el actor Víctor Clavijo y José Mª Aresté. JORGE ZORRILLA crítico a la hora de ver películas –hay que pensarlas, no sólo verlas–, a lo que ayuda un mejor conocimiento de los mecanismos de la narrativa cinematográfica. Y en tal sentido la alianza establecida entre la web de cine que dirijo, decine21.com, con el periódico MAGISTERIO, se ha revelado perfecta. Para pensar las películas, nada mejor que contar con ponentes de altura con los que mantener un animado co-
loquio. Hemos tenido en algún caso al guionista o a los directores de las películas proyectadas. O a expertos en historia contemporánea, diplomacia, música, arte, ciencias de la naturaleza, orientación familiar, cuidado de mayores, personas con Down y enfermos de cáncer. Representantes de ONG han ayudado a sensibilizar a los más jóvenes y a los profesores acerca de cuestiones como la de los niños de la guerra o la in-
migración. Definitivamente relacionar las películas con asignaturas del plan educativo y dar algunas claves pedagógicas ha sido un acierto. También la proyección en versión original subtitulada ha sido una opción positivamente valorada, no sólo por cuestiones puristas y de integridad artística, sino como recurso para el aprendizaje de idiomas. Que los títulos programados han sido apreciados por los espectadores lo
prueban las altas puntuaciones del Premio del Público, al que optaban cinco películas. La ganadora se ha acercado al sobresaliente –8,91 para Al encuentro de Mr. Banks–, pero es que las demás han obtenido un merecido notable alto. Por supuesto que no todo ha sido perfecto, he tomado buena nota de los aspectos susceptibles de mejora, y he agradecido los comentarios sinceros y constructivos de tantas personas. En cualquier caso, más allá de aspectos de comunicación y de llegar mejor a nuestro público, o elementos organizativos que podían haber sido mejor planteados, considero que el resultado ha sido netamente positivo. Si hubiéramos pedido a los espectadores que hicieran su valoración, pienso que también habríamos obtenido ese notable alto. En una primera edición hay que dar las gracias a los que han creído en ti cuando el festival era sólo un proyecto sobre el papel que algunos tachaban de utopía irrealizable. Por supuesto al apoyo institucional del Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento, a nuestros patrocinadores, la Escuela TAI y Canal Historia, a tantas entidades colaboradoras, a los ponentes que nos han dado generosamente su tiempo y ciencia para los coloquios, y a nuestro padrino, el actor Víctor Clavijo. De un modo especial debo dar las gracias al equipo del festival, que ha puesto una ilusión y empeño extraordinarios en todo lo relativo a la organización. La tranquilidad ha sido la tónica general, incluso en los momentos más "emocionantes". Y por supuesto gracias, gracias, gracias al público, porque un festival sin público no es nada.