A RTE, C ULTURA, S OC IEDAD Y DESTINOS
JUNIO / JULIO
The Business Club Magazine Nº — 81
MODELO PARA EL CRECIMIENTO INTEGRAL DE LA PERSONA Cuarta parte
Como ya analizamos en el anterior número de esta revista, compartirse es el segundo de los movimientos que nos llevan hacia ese crecimiento integral que todos buscamos. Este movimiento consta de cuatro componentes: conectividad, creatividad, calidad y confianza. Retomando el tema donde lo dejamos, veremos aquí los dos últimos componentes de este movimiento e introduciremos el último de los tres pasos fundamentales hacia el crecimiento integral de la persona. 1. Calidad: Se define como el conjunto de propiedades que permiten a un producto o servicio satisfacer las necesidades propias o de alguien más. Es la forma de aportar valor a las demás personas y por ende a la sociedad en general. La calidad, en términos de productos, es apreciada pues genera satisfacción a un precio justo y por el tiempo que es requerido. La calidad en la interacción permite cultivar relaciones que potencian las ligas que se dan entre las personas; se facilita la posibilidad de conocerse y llegar a consolidar la conexión. Sólo a través de la calidad es como se puede generar la excelencia en lo que se hace. Cada día se valoran más los productos y servicios que ofrecen calidad, por lo que quienes no la procuren terminarán por dejar de ser considerados como personas que aportan valor. La calidad la mide quien recibe el servicio o producto. Hoy más que nunca está vigente el enfoque hacia la calidad. Aquello que tiene calidad es apreciado y visto como superior, pues ha logrado establecer diferencias de tipo cuantitativo y cualitativo para satisfacer las demandas. 2. Confianza: En este caso nos encontramos con dos direcciones, la primera en relación a la confianza en uno mismo y la segunda enfocada hacia las demás personas. En la primera forma, la autoconfianza depende de la seguridad que proporciona haberse cultivado, pues es desde ahí desde donde llegamos a estar convencidos de que podemos ofrecer algo que enriquezca a los
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Adalberto José Reiter Elizondo adalberto.reiter@integro.mx
demás. En la segunda forma encontramos a su vez dos variantes. La primera de ellas es la seguridad que alguien tiene acerca de las capacidades de otra persona en un ámbito en particular. Por ejemplo, cuando se sabe que alguien tiene la capacidad y disposición para realizar una tarea; en esta forma la confianza radica en la habilidad que reconozco en el otro. La otra variante tiene que ver con que la confianza hacia alguien está en función de la familiaridad que existe entre los sujetos. Es decir, esto implica que se tiene un cierto grado de cercanía para comunicarle a la otra persona aspectos personales, privados o íntimos. En este caso pueden existir expresiones como: “Contigo me puedo mostrar tal cual soy”. Sólo desde la confianza se puede construir una relación apropiada para compartir y convivir en profundidad y, como consecuencia de haberlo hecho, es que se incrementa la conectividad, reiniciando así el ciclo de compartir. Repetir el ciclo de compartir incrementa la posibilidad de un mayor crecimiento personal. 3. Convertirse: El término hace referencia a la capacidad para transformarse en algo diferente. Consiste en un proceso por medio del cual la persona va cambiando en relación con ella misma. La conversión implica modificar la dirección en la que se va: pasar de ir en un sentido a, de pronto, ir en otro diferente que inclusive pueda ser contrario. También se relaciona con la idea de verter, que es el proceso de sacar, vaciarse, desprenderse. Dicho vaciamiento, despojamiento, lo es de aquello que de alguna forma estorba para cultivarse, para compartir, para crecer. Implica abrir espacios para llenarlos con conocimientos y actitudes de mayor valor. Por ello es que la conversión implica una transformación. En ella está implícito el crecimiento. Es un proceso de profundización en uno mismo. Requiere introspección, ya que es el acercamiento a la propia conciencia. Para lograr la conversión se requiere, al igual que en los dos movimientos anteriores, de cuatro pasos circulares que describiremos en el próximo número de BCM.