ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
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b
FIGURA 2.42. Representación del mediastino craneal (coloreado en rojo) en radiografías del tórax en proyección lateral (a) y dorsoventral (b) de un perro sano.
De las estructuras anatómicas que contiene, sólo se distingue en la imagen la tráquea por su contenido gaseoso, mientras que el resto (parte del esófago, ganglios, vena cava craneal, tronco braquiocefálico, arteria subclavia izquierda, conducto torácico y timo) forman una silueta global de densidad tejido blando, a la que nos referimos como silueta del mediastino craneal.
FIGURA 2.43. Imagen ampliada del tórax en proyección ventrodorsal de un perro sano. El receso mediastínico caudoventral se identifica en algunos casos en la proyección dorsoventral y ventrodorsal (con mayor frecuencia en esta última), como una fina banda de densidad tejido blando que conecta la silueta cardiaca con el diafragma (flecha).
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FIGURA 2.44. Proyección lateral del tórax de un perro obeso. Se observa una marcada
acumulación de grasa mediastínica en situación ventral a la silueta cardiaca, lo que provoca su elevación. No se debe confundir este hallazgo con derrame pleural. Un derrame enmascararía la imagen del vértice cardiaco, mientras que en este caso mejora la definición de todo el margen ventral del corazón por el contraste entre la densidad radiográfica del tejido blando y la grasa.