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Cuello y tórax
Las masas pleurales se caracterizan por presentar zonas relativamente amplias de contacto con la pared costal, lo que ayuda a distinguirlas de las masas de origen pulmonar o mediastínico en las radiografías dorsoventrales y ventrodorsales. No obstante, no podemos confirmar con seguridad el origen pleural de una masa torácica basándonos sólo en los hallazgos radiológicos. Es muy común, además, que queden enmascaradas en la radiografía por un derrame pleural asociado, por lo que se identificarán mejor tras el drenaje de la cavidad torácica. El desplazamiento de estructuras adyacentes también puede orientar el diagnóstico en caso de derrame asociado a la masa (fig. 2.38). La ecografía permite identificar las masas pleurales habiendo o no derrame concomitante, aunque tampoco diferencia claramente el origen pleural de un posible origen pulmonar o mediastínico. Además, facilita la toma de muestras para citología o biopsia.
La tomografía computarizada definirá mejor los márgenes de la masa, aunque en los casos de mesotelioma el derrame pleural puede ser el único hallazgo reconocible. Es común encontrar en el estudio masas pericárdicas o derrame pericárdico asociados.
Engrosamientos pleurales En animales de edad avanzada se pueden visualizar finas líneas de densidad tejido blando o mineral en la localización de las fisuras interlobulares que se deben generalmente a engrosamientos de la pleura sin significación clínica. Las mineralizaciones pleurales también pueden aparecer en las imágenes torácicas como pequeñas áreas repartidas por los campos pulmonares (fig. 2.39). Los engrosamientos pleurales patológicos aparecen en la imagen como bandas de opacidad tejido blando de morfología irregular (fig. 2.40). Pueden aparecer como secuela de cualquier tipo de derrame pleural, aunque son más comunes y se forman más
G G
FIGURA 2.36. Proyección dorsoventral del tórax de un perro sano. Los pliegues de piel crean bandas de densidad tejido blando que aparecen a ambos lados del tórax (flechas). En el hemitórax derecho el contraste de grises entre la zona lateral y la zona medial al pliegue es tan marcado que podría confundirse con un neumotórax. A este artefacto se le denomina falso neumotórax o pseudoneumotórax. Examinando el área más radiotransparente con un foco de luz brillante (o subiendo el brillo si la radiografía es digital) la detección de pequeños vasos sanguíneos pulmonares confirma que la imagen se debe a un artefacto y no a un neumotórax real.
FIGURA 2.37. Imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro con
hidroneumotórax (acumulación de gas y líquido en el espacio pleural, aunque en esta imagen sólo se aprecia el gas –G–) asociado a un área focal de infección pulmonar (flecha), posiblemente debida a la penetración de un cuerpo extraño.
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