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Una puesta al día sobre poliartritis inmunomediadas caninas Existen diversos tipos de artropatías inmunomediadas no erosivas, cuya característica común es que la lesión principal se encuentra limitada a la membrana sinovial y el cartílago articular y el hueso no sufren erosión. Por su parte, entre las de tipo erosivo, que suelen ser de carácter grave y de etiología desconocida, destaca la artritis reumatoide. Dr. Fernando Fariñas Guerrero Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas Asociación “Ynmun” para el Estudio de las Enf. Inmunológicas e Infecciosas farinas.inmunopatologia@gmail.com f.farinas@inmucei.com www.inmucei.com Imágenes Argos
Desde el punto de vista de su clasificación, las artropatías en el perro se han dividido clásicamente en dos tipos distintos: • Artropatía no inflamatoria. Enfermedad articular degenerativa u osteoartritis. • Artropatía inflamatoria. Dentro de las que tenemos: - Infecciosas. - No infecciosas. Incluyen las artropatías inmunomediadas, las cuales a su vez se subclasifican en: - Formas no erosivas - Formas erosivas
Artropatías inmunomediadas no erosivas (AIMNE) Las AIMNE constituyen un grupo de enfermedades inflamatorias articulares donde la lesión principal está limitada a la membrana sinovial (sinovitis), y en las que el cartílago articular y el hueso no sufren erosión. Dentro de este grupo vamos a encontrar fundamentalmente las siguientes:
La poliartritis lúpica ocurre en un 70-90 % de los perros con LES. Aparece principalmente en razas puras, especialmente las deportivas como Spaniel, Pointer, Retriever, Pastor Alemán y Doberman. Poliartritis lúpica Esta es una artropatía asociada al lupus eritematoso sistémico. La poliartritis lúpica ocurre en un 70-90 % de los perros con LES. Se trata de una poliartritis no erosiva que afecta más a las articulaciones proximales y menos gravemente a las distales,
a diferencia de la artritis reumatoide, que es una artritis erosiva. Algunos perros pueden mostrar también polimiositis y polineuritis. Ocurre principalmente en razas puras, especialmente las deportivas como Spaniel, Pointer, Retriever, Pastor Alemán y Doberman. Es también común en razas no deportivas como el Spitz y el Poodle. La edad de inicio suele estar entre 1 y 8 años, y la mayoría de los casos se da en el rango de 2 a 4 años. Se han propuesto numerosos criterios para el diagnóstico de LES canino, pero el más comúnmente aceptado es aquel que cumple el criterio de tener al menos dos manifestaciones clínicas de autoinmunidad, junto con un alto título de ANA (anticuerpos anti-nucleares). Ocasionalmente algunos animales no cumplen totalmente este criterio, y presentan dos manifestaciones autoinmunes y serología negativa a ANA (aproximadamente el 10 % de los perros con LES). De forma similar, existe en el Pastor Alemán un síndrome no-LES caracterizado por un ANA positivo, poliartritis inmunomediada y signos sistémicos inespecíficos. Tales casos no deben ser necesariamente diagnosticados de LES.
de autoinmunidad frente a las glándulas lagrimales y salivales. La inmensa mayoría de estos perros presenta hipergammaglobulinemia policlonal, y un porcentaje alto de ellos también son ANA y FR positivos (40 % y 34 % respectivamente). La poliartritis asociada es un rasgo distintivo y frecuente de este síndrome en perros, al igual que en humanos.
Poliartritis idiopática Este tipo de poliartritis no erosivas ANA y FR negativas son las diagnosticadas con mayor frecuencia. Es más prevalente en perros machos jóvenes (entre 1 y 3’5 años de edad). Al igual que las anteriores, se trata de una sinovitis crónica de etiología desconocida, aunque existen evidencias de que puede tener origen en una infección pasada con persistencia de antígenos sin necesidad de la presencia del germen completo. Aunque pueden ocurrir en cualquier raza, estas poliartritis se han des-
• Poliartritis tipo III o artritis enteropática/hepatopática. Se asocia con enfermedad gastrointestinal y con el recién descrito Síndrome de Intestino Permeable (SIP). El incremento de la permeabilidad intestinal puede facilitar el paso y contacto de antígenos extraños con el tejido linfoide asociado a la mucosa intestinal, lo que puede inducir fenómenos de sensibilización que pueden degenerar tanto en patologías de tipo alérgico, como de tipo autoinmune. El incremento de esta permeabilidad mucosa puede estar facilitado por numerosos factores (fármacos, estrés, disbiosis intestinal, virus, tóxicos ambientales, deficiencias congénitas de IgA…). • Poliartritis tipo IV o artritis de la malignidad. Asociada con neoplasias de base. Entre las más frecuentes tenemos carcinomas escamosos, carcinomas mamarios, leiomiomas y linfomas, aunque puede darse con otro tipo de neoplasias que estimulen la formación de inmunocomplejos circulantes.
Las poliartritis idiopáticas, unas poliartritis no erosivas ANA y FR negativas, son las diagnosticadas con mayor frecuencia. Son más prevalentes en perros machos jóvenes (entre 1 y 3’5 años de edad).
Poliartritis con polimiositis Esta es una AIMNE que afecta fundamentalmente a perros jóvenes de la raza Spaniel, y produce un cuadro mixto de poliartritis no erosiva y polimiositis negativa a ANA y FR (Factor Reumatoide). La artritis que se da en este caso es simétrica, asociada a atrofia muscular, mialgias y contracturas musculares. Desde un punto de vista histopatológico, esta miositis puede ser tanto neutrofílica como linfomononuclear o mixta. De la misma forma, la sinovitis que se manifiesta está caracterizada por un infiltrado mixto neutrofílico y linfomononuclear con exudado fibrinoso y depósitos de inmunocomplejos a nivel de las paredes vasculares sinoviales.
Síndrome de Sjögren-like (SSJ) Este síndrome, también llamado de “ojo seco, boca seca”, se caracteriza por la presencia de queratoconjuntivitis seca y/o xerostomía debido a la presencia
crito más frecuentemente en razas como los Akita, Weimaraner, Bóxer, Beagle y Bernese de Montaña. Algunas de estas razas pueden presentar, conjuntamente con el proceso inflamatorio articular, signos de inflamación meníngea. Aunque existe una controversia con respecto a la clasificación, actualmente se admite la existencia de cuatro tipos de poliartritis idiopáticas: • Poliartritis tipo I o no complicada. Sólo encontramos afectación de las articulaciones. Supone aproximadamente el 50 % de todas las poliartritis idiopáticas. • Poliartritis tipo II o artritis reactiva. Constituye el 25 % de todas las poliartritis idiopáticas. Se asocia con infecciones articulares o de otros órganos (infecciones respiratorias, urogenitales, endocarditis bacterianas, buco-dentales, dermatitis infecciosas, leishmaniosis, ehrliquiosis, borreliosis y anaplasmosis, entre otras).
Poliartritis posvacunales y por fármacos Se trata de artritis no erosivas transitorias y autolimitantes (duración de sólo unos días), que se dan tras una vacunación (muy descrita en rabia), pudiendo darse tanto en primera administración de la vacuna como en los boosters posteriores. Se han descrito cuadros más graves en algunas razas predispuestas genéticamente como los Akita y Weimaraners. Estos cuadros también pueden asociarse a la toma de fármacos como antibióticos (beta-lactámicos, algunos macrólidos y sulfamidas) y fenobarbital.
Artropatías inmunomediadas de tipo erosivo (AIMES) Las AIME se definen como poliartritis erosivas de carácter grave y de etiología desconocida. La “estrella” de este tipo de
Fc Fab IgG
IgG Fc Fab
IgG RF IgG
IgM RF Figura 1. Factores reumatoides. 162