LA BATALLA dE LAS
DRO GAS
Lucas Leys y Gabi Morales
una mujer. Un adulto o un joven cristiano. Cuéntale tu problema. La iglesia te puede ayudar mucho más que cualquier centro de rehabilitación que no cuenta con los recursos y la fuerza de Dios. Te puede orientar para encontrar alguna organización cristiana que te ayude a reponerte y a ser libre, pero sobre todo, va a orar por ti, y a acompañarte con amor hacia el triunfo.
Si las drogas son la batalla de un ser querido...
Si estás leyendo este libro porque quieres ayudar a alguien, también te invito a que cuentes con la fuerza de Dios y pongas tu esperanza en él. Empieza a orar para que Dios te dé creatividad para saber cómo ayudar a ese ser querido. Después de haber orado, dialoga con firmeza con la persona que padece el problema, teniendo en cuenta los siguientes consejos: Como ya dijimos, no sermonees a la persona con cosas que ya sabe. • Muéstrale tu amor incondicional y demuéstrale que tu interés primordial está puesto en ella y no en ti. (Algunos buscan que otros dejen de drogarse por sus propias necesidades, ya sea por el qué dirán o por cualquier otro problema que les cause la enfermedad de esa persona. Escucha lo que tenga que decirte, y ponte en su lugar. Ten empatía. • En el momento oportuno, háblale de su propia «responsabilidad» frente al problema. Es muy común que quienes se drogan le echen la culpa a otras personas o a la sociedad. • Invierte en esa persona (decídete a dedicar un tiempo determinado a cuidarla y ayudarla). •
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