Historia del Club Central de Valparaíso by Gran Logia de Chile

OCCIDENTE

HISTORIA DEL CLUB CENTRAL de Valparaíso

26 DE NOVIEMBRE 1870 -2020 RE VISTA O CC I DE N T E

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scribir del Club Central de Valparaíso es recorrer la historia de la Masonería Chilena. Los miembros de la Logia L’Etoile de Pacific construyeron su sede en la calle Aduana Nº 19-B de Valparaíso, hoy calle Prat casi esquina Urriola, vereda sur. Esta sede albergó a todas las primeras logias; allí funcionaban la Logia “L´Etoile de Pacific”, la Logia “Bethesda” en un inicio, la Logia “Unión Fraternal”. Pero según información publicada en diario de Argentina, esta sede sufre un gran incendio en enero de 1862, quedando reducida a cenizas. En el transcendental acto de la fundación de la Gran Logia de Chile, el 24 de mayo de 1862, casi no quedan vestigios de la ubicación del templo en que esta y otras reuniones se celebraron, se cree que pudo funcionar en un local arrendado en el Crucero, hoy calle Blanco donde casi se toca con calle Errázuriz a la altura del Pasaje Ross. Fundada la Gran Logia, promulga su primera Constitución el 16 de diciembre de 1862 y, en el Título V “De las Cotizaciones Generales y Particulares”, con el N° 60 figura un artículo de carácter temporal referente a las cotizaciones “que pagarán los Talleres a la Gran Logia”, y que, “destinará a la creación de un fondo, con el objeto de comprar un local conveniente para construir el edificio que debe ocupar la Gran Logia de Chile, cuya propiedad pertenecerá a la masonería chilena”. Desde la instalación de la Gran Logia de Chile, la Masonería funcionó en locales arrendados, existiendo el afán de comprar una propiedad, lo que se vio frustrado por no tener personería legal para realizarlo. A fines de 1869, la casa que durante muchos años habían ocupado para sus reuniones, fue repentinamente pedida por su propietario y se hizo necesario desalojarla. No teniendo local en donde desarrollar su actividad, la masonería se vio ante la posibilidad de suspender sus trabajos, pero antes de que esto sucediera, la Logia “Bethesda” proporcionó su templo ubicado en la quebrada Elías, hoy calle Wagner, entre subida Almirante Montt y subida Camín, a las logias chilenas. Para ello necesitaba de una personería jurídica, lo que era imposible de obtener como entidad masónica, impedida por la enorme influencia católica y el

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declarado antagonismo del clero hacia el masón, muy propio de la época. Dicha influencia religiosa se neutralizó en gran medida con la creación de una corporación, bajo el nombre de “Sociedad protectora del Trabajo”, que en su artículo Segundo dice: “La Sociedad tendrá por objeto propender hasta donde le permitan sus recursos, a la moralización, a la educación y al progreso de las clases trabajadoras; a cuyo objeto fundará escuelas para adultos”. Tramitada ante el Supremo Gobierno, el 4 de agosto de 1865 se dicta el Decreto Supremo que otorga personería jurídica y que dice: “De acuerdo en el Consejo de Estado y en conformidad con lo dispuesto por los Arts. 546 y 548 del Código Civil, vengo en aprobar la Sociedad Protectora del Trabajo, establecida en Valparaíso y los siguientes estatutos, con arreglo a los cuales se ha constituido”. La reacción del clero no se hizo esperar. Ocho días después, el 12 de agosto, la “Revista Católica” publicó su artículo “Asociaciones de Artesanos”, en el cual exponía: “Debe fomentarse el establecimiento de sociedades

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religiosas para obreros... que son benéficas porque proporcionan el consuelo y la esperanza, y porque recuerdan al pobre que después de esta vida recibirán centuplicado el contento de que carecen...” Coincidentemente, en la misma fecha el Gobierno dice haberse equivocado aprobando los Estatutos de la “Sociedad Protectora del Trabajo”, en vez de la “Sociedad de Artesanos de Valparaíso”. En consecuencia, dicta un Decreto de rectificación con un artículo único que deja sin efecto y valor alguno la personalidad jurídica otorgada. Vista la situación, el 23 de diciembre de 1969 la Gran Logia nombra una Comisión para adquirir un bien raíz, lo que hace efectivo el 21 de junio de 1970 por un valor de $17.754 y una superficie de 755.20 m2, pagados con aportes de la Gran Logia de Chile, R:.L:. Unión Fraternal, R:.L:. Progreso y aportes de los socios. Inmediatamente y en base a su poco feliz experiencia con la Sociedad anterior, dispone la creación de una institución que, bajo el nombre de “Club Central de Valparaíso”, destina “para el solaz y esparcimiento de sus socios”; escribe sus estatutos y solicita al Supremo Gobierno la respectiva personería jurídica, quien con

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fecha 31 de mayo de 1871, dicta el siguiente Decreto: “Vista la solicitud que precede y los Estatutos que se acompañan y lo informado por el Fiscal Supremo de Justicia con acuerdo del Consejo de Estado y de conformidad con lo dispuesto en los Arts. 546 y 548 del C.C. decreto: “Se declara Personería Jurídica al “Club Central de Valparaíso” y se aprueban los Estatutos siguientes por los que debe regirse esa asociación (Fdo. Pérez, Eulogio Altamirano)”. El acta de fundación tiene fecha 26 de noviembre de 1870, a solo ocho años de haberse separado la naciente masonería chilena del Oriente de Francia. El objetivo de esta organización, como lo señala su artículo 1°, manifiesta: “El Club Central establecido en Valparaíso, es una asociación de individuos que, admitidos según las reglas que provienen de estos estatutos y rigiéndose por ellas, se juntan para su solaz o sus negocios y contribuyen con una cuota fija destinada para el sostén y desarrollo del establecimiento. Su número de socios es ilimitado”. Su primer Directorio quedó constituido por las siguientes personas:

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Presidente: Sr. Francisco Smith. Directores; Srs.: Manuel A. Guzmán, Ramón Allende Padín, Francisco Gandarilla, Pedro Gudde, Antonio Barrena y Manuel A. Velásquez.

han venido a efectuar la presente declaración, con el fin que se considere radicado el dominio del terreno mencionado en el Club Central de Valparaíso. Frente a esta situación el notario Sr. Escala procedió a dar fe de la declaración aceptada por el Directorio del Club Central y de estar en posesión del terreno referido”. En 1871 se solicita al Congreso un permiso para poseer los bienes raíces que había adquirido en calle de la Victoria Nº 19, en calle La Libertad y en calle de la Merced. Permiso que se aprueba tras un duro debate, por 16 contra 10 votos. A su vez, la Cámara Alta lo aprueba por 33 contra 12 votos. Después de un año de ingentes esfuerzos, en el mes de abril de 1872 se termina y habilita el primer piso de la nueva casa masónica, procediéndose a poner en arriendo los dos locales comerciales que se habían habilitado a ambos costados de la puerta principal. El resto de la construcción, es decir el segundo y tercer pisos, fue terminada a fines de octubre y el 30 de noviembre se procedió a la instalación del templo principal, que fue ubicado en el último piso. Tal como se tenía dispuesto, en el segundo nivel se ubicaron las oficinas de la Gran Logia, la oficina del Supremo Consejo del Grado 33°, las Secretarías de las Logias “Unión Fraternal” Nº1, “Progreso” Nº 4 y “Aurora” Nº 6.

Según el acta de constitución, figuran también como socios fundadores, entre otros, los Srs. Diego Dublé Almeyda, Juan Rafael Molina, Blas Segundo Cuevas, Benicio Álamos G., José Miguel Faéz, y otros prohombres de la época. El 30 de junio de 1871 los HH:. Juan de Dios Arlegui, Guzmán, Gandarilla, Barrena y otros se apersonaron en la Notaría del Señor Escala, de Valparaíso, para dejar establecido que “el 22 de julio de 1870 habían adquirido un bien raíz ubicado en la calle de la Victoria, de este Puerto, con fondos perteneciente a una institución llamada Club Central de Valparaíso y que en dicha oportunidad no lo habían establecido en el contrato de compraventa, en razón que dicho Club estaba en proceso de formación y adquisición de su personalidad jurídica. A esta fecha, 30 de junio de 1871, todo se ha legalizado, ya que el 31 de mayo de 1871 sus estatutos han sido aprobados y su personalidad jurídica otorgada por el Ministerio de Justicia y es por esta razón que

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El 30 de noviembre de 1872 fue solemnemente inaugurado el templo masónico que la Gran Logia de Chile había hecho construir en la calle de la Victoria No. 19, muy cerca de la plaza del mismo nombre, en Valparaíso. Fermín Vivaceta fue el encargado de la construcción del templo. En 1903 se produce un cisma en la Masonería. Por una parte el Q:.H:. Buenaventura Cádiz Patiño y por otra el Q:.H:. Guillermo Múnich. La elección de la Asamblea de la Gran Logia dio como electo a Cádiz Patiño por 12 votos contra 8 de Múnich. Este objeta la calidad de miembro de la Asamblea de los 12 que votaron en su contra y decide formar una organización aparte de la Gran Logia de Chile, pero lo importante para esta historia fue que Múnich y sus seguidores tenían la presidencia y el directorio de Club Central y no permiten el acceso de la Gran Logia al edificio del Club Central. En dicho lugar funcionaron todas las logias de Valparaíso hasta el 6 de agosto de 1906, en que un terremoto de grandes magnitudes dejó literalmente en el suelo el templo de calle de la Victoria, un incendio posterior terminó por destruir completamente dicho edificio. Aun cuando los archivos del Club ardieron junto con el edificio de la Gran Logia, inmediatamente después del terremoto de 1906, con las notas recopiladas de aquellas actas del Club que han logrado conservarse hasta la fecha, se ha procurado recomponer los acontecimientos más importantes que destacan su trayectoria como institución. El 12 de noviembre de 1906 se junta por primera vez el directorio del Club Central de Valparaíso en el cual se da cuenta de lo ocurrido en el terremoto y del voraz incendio de los días 18 y 19 de agosto que redujo a cenizas toda la propiedad, además se informa del fallecimiento del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Q:.H:. Buenaventura Cádiz Patillo. Esta reunión se realiza en la Calle Prat 70, dirigida por el Q:.H:. Juan H Mora. Reunidos en la calle Tubalcaín Nº 115 (hoy calle Almirante Montt), el 22 de diciembre de 1908, presidida por el Q:.H:. Juan H Mora, en la que se da cuenta de la permuta del terreno de la primera cuadra de calle Victoria, vecino a la casa de la Sra. Ross de Edwards, por otro ubicado en la segunda cuadra de la calla Victoria que es de mayor dimensión. El 11 de agosto de 1909, en calle Condell Nº 160, presidido por Q:.H:. Juan H. Mora el directorio del

Club Central decide otorgar a la Gran Logia de Chile una cantidad de $3.000 para gastos de instalación en Santiago. En Junta General extraordinaria del 16 de marzo de 1910, presidida por el Q:.H:. Julio Zillezuelo, se decide comprar mobiliario para la propiedad arrendad en calle Blanco 256. El 4 de abril de 1913, en junta extraordinaria, presidida por el Q:.H:. Juan H. Mora, funcionando en calle Prat 58, se informa de una considerable alza en el canon de arrendamiento y la absoluta falta de comodidad del local, se decide la adquisición de un bien raíz que llene las necesidades del Club y de las Logias, situado entre la plaza de la Victoria y Av. Francia, barrio Almendral. Se solicita a Q:.H:. Eduardo Bugge, ingeniero, una tasación de la propiedad de calle Victoria, la que asciende a la suma de $411.580, acordándose buscar un bien raíz que se pueda comprar con esos dineros. En Junta General, presidida por el Q:.H:. Manuel Geisse, el 15 de julio de 1913, se acuerda comprar la propiedad de calle Blanco 969, vecina a la Asociación Cristiana de Jóvenes, donde se efectuarán algunos arreglo a cargo del Q:.H:. Giocondo Favero, arquitecto, a la vez se informa de la compra de sillas al Teatro de la Victoria. En reunión del 30 de diciembre de 1913, presidida por Q:.H:. Manuel Geisse, se acuerda la compra de los elementos necesarios para decorar el templo en la propiedad recientemente comprada. El 7 de septiembre de 1914, en Junta presidida por el Q:.H:. Buenaventura Cádiz González, se da cuenta del incendio del Teatro Valparaíso ubicado en los terrenos del Club Central, de calle Pedro Montt (ex Calle Victoria), lo cual lesiona los intereses de la institución. Se decide subir las cuotas de la Logias a $100 mensuales. En reunión presidida por Ezequiel Camus, el 11 de diciembre de 1915 se aprueba la venta del terreno que ocupaba el Teatro Valparaíso. El 22 de diciembre de 1916, en reunión presidida por Ezequiel Camus, se da cuenta de la venta del terreno ubicado en la segunda cuadra de calle Pedro Montt (ex calle Victoria) en la suma de $186.444.70. En Junta General Extraordinaria del 20 de noviembre de 1919, presidida por Buenaventura Cádiz González, se somete a consideración la compra de la propiedad ubicada en el costado Norte de Av. Brasil (ex Gran Ave-

Y por fin, el 20 de marzo de 1920 se inicia la construcción del Club Valparaíso bajo la presidencia del Sr. Buenaventura Cádiz González y la dirección del arquitecto Sr. Giocondo Favero. RE VISTA O CC I DE N T E

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nida), esquina de calle Carrera que tiene una superficie de 360 metros y 32 centímetros. El arquitecto Q:.H:. Giocondo Favero presenta anteproyecto que puede servir de base para el proyecto definitivo. Se decide la compra en $75.000. Y por fin, el 20 de marzo de 1920 se inicia la construcción bajo la presidencia del Sr. Buenaventura Cádiz González y la dirección del arquitecto Sr. Giocondo Favero. Se termina el primer piso el 11 de diciembre de 1921 y se hacen trabajos de terminaciones en el segundo piso, que se arrienda a los tres Talleres existentes. En Junta del 21 de febrero de 1921, presidida por el Q:.H:. Buenaventura Cádiz González, se decide contratar un crédito de $100.000 para la terminación del edificio. El 20 de diciembre de 1921, el presidente Q:.H:. Buenaventura Cádiz González, da cuenta que los trabajos están bastante avanzados y el arquitecto Giocondo Favero que los trabajos terminarán en enero de 1922 según contrato. En 1923 se arrienda al primer piso para un almacén y posteriormente se amplía a Capitanac cuyo contrato caducó en 1952. También, en relación con sus ingresos, en Junta Extraordinaria de 24 de diciembre de 1923, se fija el arriendo de las secretarías capitulares en $ 50. Se aumenta el arriendo a las tres logias que pagan la suma de 6.000 al año. El 30 de mayo de 1925 se reforman los estatutos y el Art.22 “Aprueba ingresos de miembros transeúntes” presentados por un socio introductor y pagarán cotización correspondiente: El Art. 32 fija las siguientes cuotas: Introductor del Socio $200. Reincorporación $100. Cotización anual $100.En 1948 el Club contaba con 398 socios y en la Asamblea General del 13 de diciembre de ese año se aprueba la adquisición de un terreno colindante (Carrera con Blanco) en $550.000. En 1954 se adquiere la Bóveda ubicada en el Cementerio de Disidentes de Valparaíso. Los terremotos del 22 de mayo de 1960 y el del 8 de julio de 1971 causaron grandes destrozos en el edificio. Como anécdota, el 8 de julio de 1971, a las 23.05 hora del terremoto, en el Templo del tercer piso se realizaba una cámara en conjunto de Aprendices de las Logias del Valle de Valparaíso; afortunadamente todos abandonaron el templo, a pesar que se cortó la iluminación, pero el templo contaba con dos estatuas de 1,8 m. de altura, una de Hércules al lado del Secretario, y otra de Venus al lado del Orador. Con la fuerza del sismo la estatua de Hércules cayó sobre el pupitre del secretario destrozando todo a su paso. A lo largo de su trayectoria, el Club Central de Valparaíso ha sufrido cambios y transformaciones, tanto en su fachada como en sus dependencias. Se

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han reforzado sus pilares y vigas maestras. Con el levantamiento de nuevos Talleres se han creado nuevas secretarias, distribuyendo los espacios. El billar y el bar fueron trasladados al subterráneo, en un ambiente más apropiado y privado. Se habilitó un espacio para el funcionamiento de los Centros Femeninos. Con el terremoto del 3 de marzo de 1985 el edificio sufrió daños importantes, la escala que sube al tercer piso se cayó. El Q:.H:. Luis Carvajal Pistono, arquitecto, asumió la reparación completa del edificio, proyectó elementos resistentes y reparó todos los daños. El 27 de octubre de 1993, se inaugura la sala multiuso “Francisco Bilbao”, financiada por la Logia Amanecer N°71 y asesorada por el Q:.H:. Luis Córdova Ossa, arquitecto. Se moderniza la cocina, comedores y baños, haciéndolos más acogedores y elegantes. La Ilustre Municipalidad de Valparaíso donó la estatua de Francisco Bilbao, que se encontraba en la Plaza Aduana, a la Masonería. El Club Central financió el pedestal y el traslado de la estatua, que se ubica en el bandejón central de la Av. Brasil frente a la propiedad del Club Central. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para mantenerlo, este edificio envejece, sus maderas resecas son una constante amenaza, sus pisos superiores pueden convertirse en una trampa mortal. Por ello los directorios hacen empeño para obtener el financiamiento para un recinto nuevo, asísmico, incombustible. En el 30 de marzo de 2004 el presidente del Club Central de Valparaíso, el Q:.H:. Juan Torres Aycinena y su directorio, presenta al Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, el Q:.H:. Jorge Carvajal, un proyecto de construcción de un edificio de hormigón armado de cinco pisos por un valor de 400 millones de pesos, el cual es rechazado. Muchos directorios del Club Central se habían planteado la necesidad de trasladar el templo del Tercer piso al primero para mayor comodidad del acceso de los QQ:.HH:. mayores, que debían subir al tercer piso por las escaleras, además la cocina del Club se encuentra en el Primer Piso y el edificio es completo de madera, ante un incendio es muy peligroso. Finalmente se decidió construir en el galpón un Templo y transformar la sala multiuso en un templo, con la propuesta e insistencia del Q:.H:. Guillermo Berdichevsky Rosinzky miembro de la Logia Progreso Nº 4. El Q:.H:. Berdichevsky, ingeniero constructor, inicia la construcción del nuevo templo, con la ayuda del Q:.H:. Luis Cano Fillipi, Arquitecto y el cálculo de ingeniería del Q:.H:. Ricardo Luna. Asumiendo riesgos de financiamiento, el cual era muy acotado y el aporte de los QQ:.HH:. del valle, que cuando vieron los avances de las obras se entusiasmaron en participar.

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No faltaron QQ:.HH:. que criticaban la iniciativa, pero al ver el templo terminado se sumaron a las felicitaciones para quien había asumido la responsabilidad de llevar a cabo el proyecto. Hoy contamos con un templo para 150 QQ:.HH:. y otro más pequeño para 50 QQ:.HH:. y además el impulso le alcanzó al Q:.H:. Berdichevsky para habilitar el subterráneo transformándolo en un salón o comedor para 150 personas. Se mantuvo el templo del Tercer piso. El Q:.H:. Sergio Díaz Pérez, abogado, en 1996, se da cuenta que los estatutos y la personalidad Jurídica del Club Central deben ser reactualizados a través de la Municipalidad, del Registro Civil y la inscripción en el Ministerio de Justicia, según las nuevas disposiciones legales. Asume la tarea de redactar nuevos estatutos considerando todas las nuevas disposiciones legales y la tramitación correspondiente, lo que se realiza salvando un sinnúmero de dificultades. El Club Central ha tenido numerosos presidentes que han dirigido la institución con mucho sacrificio, esfuerzo y dedicación. Varios de ellos ya están fallecidos y como una manera de recordar a aquellos socios que tuvieron que asumir la presidencia, los antecedentes solo nos permiten recordar a alguno de ellos: Francisco Smith Guillermo Múnich Buenaventura Cádiz Patiño Juan H. Mora Julio Zillezuelo Juan H. Mora Manuel Geisse Buenaventura Cádiz González Ezequiel Camus Buenaventura Cádiz González Alberto López Buenaventura Cádiz González Miguel Marín Federico Cortés Henríquez Rolando Conteras A. Gabriel Videla Carlos López Salinas. Gregorio Pizarro R. Norman Cortés L. Fernando Chinchón H. Pedro Muñoz C. Luis Carvajal Pistón Sergio Díaz Pérez Juan Torres Aycinena Guillermo Berdichevsky R. Gustavo Peralta Durán Javier Rivadeneira Varas Guillermo Berdichevsky R.

(1870) (1902-1904) (1905-1906) (1906 1909) (1910 1912) (1913) (1913) (1914 1915) (1916 1918) (1919 1922) (1923 1924) (1925 1927) (1928 1939) (1970 1973) (1974) (1975) (1976 1977) (1978 1979) (1980 1981) (1982 1983) (1984 1986) (1987 1995) (1996 1997) (1998 2004) (2005 2010) (2010 2014) (2015 2016) (2017 2020)

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Todos ellos han tenido diferentes tipos de problemas, que han salvado con éxito, las tareas y metas que se han fijado han sido cumplidas, todos ellos han dejado una huella indeleble y ejemplarizadora en la conducción del club, acompañados siempre por el cuerpo de directores, que orientan y ayudan a conseguir las metas que se fijan. Actualmente el Club Central con su casa en Av. Brasil Nº 1817 alberga a las Respetables Logias, “Progreso” Nº 4, “Independencia” Nº 38, “Amanecer” Nº 71, “Marina” Nº 82, “H. Molina L.” Nº 161, “Valparaíso” Nº 202, “B. Cuevas Z.” Nº 232.; los Centros Femeninos “Armonía” y “Renacer”; los Clanes “Elefantes” y “Eslabones”; los Capítulos “Perseverancia”, “Cultura”; “Democracia” y el “Comité de Estudios de Valparaíso de los Grandes Inspectores Generales Grado 33º” y al Consejo de Beneficencia de la Gran Logia de Chile. Todos los años se realizan reparaciones y mejoramientos, como por ejemplo el cambio de cubierta de toda la techumbre; la habilitación de una biblioteca o sala de multiuso; la transformación de comedores y cocina en el primer piso; mejoramiento en los comedores del subterráneo; incorporación de aire acondicionado al templo principal y a los comedores. Cabe hacer notar que el Club Central pertenece a todos sus socios, que son miembros de las diferentes Logias de Valparaíso, los integrantes de las nuevas Logias pasan a formar parte de los socios del Club Central de Valparaíso y su propiedad es de todos sus socios, no existiendo diferencia alguna entre los socios de las Logias Fundadoras con los socios de las Logias de más reciente fundación. Tienen una cuota de incorporación y una cuota para cada uno de sus integrantes. Se mantiene tres encargados en turnos y una persona para la limpieza. A cargo de la cocina y de los servicios de alimentación existe un concesionario que todos los años negocia, con los directores del Club, los valores a cobrar por los ágapes y los almuerzos. Esta es una tarea de todos sus socios, quienes deberán trabajar unidos y con el mismo entusiasmo con que el 26 de noviembre de 1870 fundaron el Club Central de Valparaíso y el 20 de mayo de 1921 se colocó la primera piedra de nuestra casa de Av. Brasil 1817 en Valparaíso, cuna de la Masonería Chilena, de la Gran Logia y sus Talleres. Alfonso García Vega Respetable Logia “Progreso” No. 4 Jurisdicción de Valparaíso Valparaíso, 26 de noviembre de 2020.

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