Una selección de Valio la Pena! por Sandra Moran y Tania Palencia Prado

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ESCUELA INTERNACIONAL PARA LA ORGANIZACIÓN FEMINISTA “BERTA CÁCERES”

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[ESPAÑOL] ¡Valió la pena!: Articulando la política con las luchas sociales desde el Congreso de la República Por Tania Palencia Prado y Sandra Morán (páginas 50-53) …. Llegar al Congreso de la República es la expresión más alta que un ciudadano puede tener en política, pero tristemente no se cultiva esta cualidad teórica de la democracia. En la historia de la izquierda esa posibilidad ha perdido toda relevancia. Una de las cosas que me pregunté hasta después de ser electa es: “¿Qué agenda, qué ideas levanta la izquierda en el Congreso?” No me pude responder. Más o menos 25 diputados y diputadas de izquierda han pasado por el Congreso desde 1995 y no existe un acumulado de tendencia o de presión alrededor de sus posiciones o ideología. La disolución es tan fuerte como la lucha de protagonismos y, al final, no se puede hacer una batalla fuerte contra las injusticias en el Congreso porque la izquierda no tiene fuerza y ha reproducido su desconfianza y su fragmentación política. Y si no querés llamarle izquierda, lo que es un aprendizaje de gran importancia, es que ya es una alarma que sigamos en la inutilidad del divisionismo entre quienes combatimos a este sistema criminal. Es difícil decir qué hicieron las diputaciones que me antecedieron porque su historia no está presente, esa es la realidad. Yo sé que Lola (Alba Estela Maldonado) tuvo importantes compromisos para frenar la violencia contra las mujeres, y abrió brecha hacia la Ley contra el Femicidio. Para mí, la diputada Rosalina Tuyuc sí fue un referente político; una mujer intachable, una mujer comprometida verdaderamente contra la militarización. Pero es tan débil esta herencia. A la diputada Otilia Lux de Cotí, del partido Winaq, la miraban como diputada de la izquierda, y fue considerada como una mujer muy trabajadora y muy responsable. Pero en resumen debo decir que del montón de diputados que llegaron después de la firma de la paz, ya no hay rastros. La mayoría se pelearon entre sí. Yo creo que nuestra bancada no se enfocó en levantar la imagen de la izquierda; creo que potenciamos nuestra identidad política de izquierda y, a la vez, levantamos la imagen de los movimientos sociales. Por eso entré, con la esperanza de convocar y participar en una Asamblea Constituyente para aprobar una nueva Constitución Política. Yo quería estar en las discusiones de una Asamblea Constituyente, pero ese gran momento no llegó, para eso necesitás otra correlación de fuerzas, necesitás un proyecto político desarrollado y necesitas de un sujeto político con la fuerza necesaria para hacerlo. La coyuntura y las condiciones nos marcaron otras rutas, pero nosotros vimos que, fuera lo que se diera, nuestra acción no podía separarse de dar voz a la gente y eso hicimos.


En el Congreso nadie te obliga a hacer nada. Si querés, llegás a trabajar y si no querés llegar, al final, nadie te dice nada. El único que te puede exigir es uno mismo, tu propia ética. La gente te puede exigir, pero si un diputado no tiene relación con la gente, puede pasar los cuatro años siendo diputado y no hay nada más. Es muy frustrante ver esa impunidad. La mayoría pasa de largo. Y nadie te va a dar un lugar especial, al contrario, el Congreso es un espacio que refleja la gran fragmentación de la sociedad guatemalteca, de modo que aquí encontrás mafias, oligarquía, ejército y otras fuerzas haciendo reacomodos en pugna, en bullying, en todas las formas oscuras. Entonces, ¿qué es lo que tienes que hacer? Hay que crearse su espacio; hay que encontrar el espacio para hacer algo. Y eso se descubre en la práctica, lo vas aprendiendo. Y eso hicimos también. Nuestra bancada se puso tres normas: La primera, “no pasar de largo en el Congreso”. Pasar de largo es lo que hace la mayoría de diputados: no hacen nada, lo que se puede hacer perfectamente. Nosotros hablamos de dos grandes áreas: una, la intermediación, que consistió en ser puentes entre la gente y diferentes órganos del Ejecutivo, para que fuera escuchada. Armamos reuniones con el Ejecutivo, ayudamos a hacer gestiones, informamos y educamos acerca de las gestiones ante el Ejecutivo. La otra área fue la legislación, hacer leyes, la más difícil. La segunda norma que nos pusimos fue “jamás dejar tirado nada”. Si vos te comprometés con la gente para hacer las cosas, lo hacés y llegás hasta donde topás. Y la tercera norma fue “atacar la corrupción”. Eso nos tocó vivir.

[ENGLISH] It Was Worth It!: Articulating politics with social struggles at the Congress of the Republic By Tania Palencia Prado and Sandra Morán (pages 50-53)

.... Reaching the Congress of the Republic is the highest expression that a citizen can have in politics, but sadly, this theoretical quality of democracy is not cultivated. In the history of the left, this possibility has lost all relevance. One of the things I asked myself even after I was elected was: “What agenda, what ideas does the Left pose in Congress?” I could not answer it myself. More or less, 25 or so deputies of the left have passed through Congress since 1995, and [they have not left there] any


accumulation of tendencies or pressures around their positions or ideologies. The dissolution is as strong as the struggle for protagonism and, in the end, a strong battle against injustices in Congress is not possible because the Left has no strength and has reproduced its distrust and political fragmentation. And if you do not want to call it Left, which is an important lesson, it is alarming that we continue the useless divisionism among those who are fighting against this criminal system. It is difficult to say what the deputies who preceded me did, because their history is not present, that is the reality. I know that Lola (Alba Estela Maldonado) had an important commitment to stop violence against women, and opened the way to the Law against femicide. For me, Congresswoman Rosalina Tuyuc was a political reference; an impeccable woman, a woman truly committed against militarization. But this inheritance is so weak. Congresswoman Otilia Lux de Cotí, from the Winaq party, was seen as a Left deputy, and she was considered a very hard-working and very responsible woman. But, in summary, I must say that of the bunch of deputies who arrived after the signing of the Peace [Accords], there is no more trace. Most of them fought among themselves. I believe that our caucus did not focus on raising the image of the Left. I believe that we enhanced our leftist political identity and, at the same time, we raised the image of the social movements. That is why I joined, with the hope of convening and participating in a Constituent Assembly to approve a new Political Constitution. I wanted to be in the discussions of a Constituent Assembly, but that great moment did not come. For it to happen you would need another correlation of forces, you would need a developed political project, and you would need a political subject with the necessary strength to do it. The situation and the conditions paved other routes for us to follow; but we saw that, whatever happened, our action could not be separated from giving voice to the people, and that is what we did. In Congress nobody forces you to do anything. If you want to, you come to work and if you don’t want to, in the end, nobody tells you anything. The only one who can make demands on you is yourself, your own ethics. People can make demands, but if a deputy has no relationship with the people, she/he can spend four years being a deputy and nothing else happens. It is very frustrating to see this impunity. Most of them pass by. And nobody is going to give you a special place, on the contrary, the Congress is a space that reflects the great fragmentation of Guatemalan society, In here, you find mafias, the oligarchy, the army and other forces, making rearrangements, [always] in conflict, bullying, [using] all kinds of dark ways. So what do you have to do? You have to create your own space; you have to find the space to do something. And you discover that in practice, you learn it. And that’s what we did as well. Our caucus set three rules: The first one, “do not to simply pass by in Congress”. Passing by is what most deputies do: they do nothing, which can be done perfectly


well. We talked about two main areas: one, intermediation, which consisted of being the bridges between the people and different bodies of the Executive, so that the people could be heard. We set up meetings with the Executive, we helped to make arrangements, we informed and educated people about those arrangements with the Executive. The other area was legislation, making laws, the most difficult one. The second rule we set for ourselves was “never leave anything behind”. If you make a commitment to the people to get things done, you do it and you go as far as you can. And the third rule was “attack corruption”. That is what we had to live with.

[PORTUGUÊS] Valeu a pena! Articulando a política com as lutas sociais no Congresso da República Por Tania Palencia Prado e Sandra Morán (páginas 50-53)

… Chegar ao Congresso da República é a expressão máxima que um cidadão pode ter na política, mas, infelizmente, essa qualidade teórica da democracia não é cultivada. Na história da esquerda, essa possibilidade perdeu toda a relevância. Uma das coisas que me perguntei até depois de ser eleita é: "Que agenda, que ideias a esquerda levanta no Congresso?" Eu não pude responder a mim mesma. Mais ou menos 25 deputados e deputadas de esquerda passaram pelo Congresso desde 1995 e não há tendência ou pressão acumulada em torno de suas posições ou ideologias. A dissolução é tão forte quanto a luta pelo protagonismo e, no final, uma batalha forte não pode ser travada contra as injustiças no Congresso porque a esquerda não tem força e reproduziu sua desconfiança e fragmentação política. E se não quiserem chamar de esquerda, o que é uma lição muito importante, já é um alarme que continuamos na inutilidade do divisionismo entre aqueles de nós que lutam contra este sistema criminoso. É difícil dizer o que fizeram as delegações que me precederam porque a sua história não está presente, essa é a realidade. Sei que a Lola (Alba Estela Maldonado) teve compromissos importantes para acabar com a violência contra as mulheres e abriu um caminho para a Lei do Feminicídio. Para mim, a deputada Rosalina Tuyuc foi uma referência política; uma mulher irrepreensível, uma mulher verdadeiramente comprometida contra a militarização. Mas essa herança é tão fraca. A deputada Otilia Lux de Cotí, do partido Winaq, era considerada deputada de esquerda, e foi


considerada uma mulher muito trabalhadora e responsável. Mas, em resumo, devo dizer que do amontoado de deputados que chegaram depois da assinatura do acordo de paz, não há mais vestígios. A maioria lutou entre si. Acredito que a nossa bancada não se concentrou em elevar a imagem da esquerda; Acredito que valorizamos nossa identidade política de esquerda e, ao mesmo tempo, elevamos a imagem dos movimentos sociais. Por isso entrei na esperança de convocar e participar de uma Assembléia Constituinte para aprovar uma nova Constituição Política. Eu queria estar nas discussões de uma Assembléia Constituinte, mas esse grande momento não chegou, para isso é preciso outra correlação de forças, é preciso um projeto político desenvolvido e é preciso um sujeito político com a força necessária para fazê-lo. A situação e as condições marcaram outros rumos para nós, mas vimos que, acontecesse o que acontecesse, a nossa ação não poderia ser dissociada de dar voz ao povo, e assim o fizemos. Ninguém no Congresso te obriga a fazer nada. Se você quiser, você vai trabalhar e se não quiser, no final, ninguém te fala nada. A única pessoa que possa exigir de você é você mesmo, sua própria ética. As pessoas podem exigir de você, mas se um deputado não tiver relação com o povo, pode passar quatro anos sendo deputado e não tem mais nada. É muito frustrante ver essa impunidade. A maioria passa direto. E ninguém vai te dar um lugar especial, pelo contrário, o Congresso é um espaço que reflete a grande fragmentação da sociedade guatemalteca, de modo que aqui você vai encontrar máfias, oligarquia, exército e outras forças se reorganizando no conflito, no bullying, e de todas as formas escuras. Então o que você tem que fazer? Você tem que criar seu espaço; você tem que encontrar o espaço para fazer algo. E isso é descoberto na prática, você aprende. E nós também fizemos isso. Nossa bancada estabeleceu três regras: a primeira, "não simplesmente marcar presença pelo Congresso". Comparecer é o que a maioria dos deputados faz: não fazem nada, o que perfeitamente poderia ser feito. Estamos falando de duas grandes áreas: uma, a intermediação, que consistia em ser pontes entre as pessoas e os diferentes órgãos do Executivo, para que fosse ouvida. Marcamos reuniões com o Executivo, ajudamos a realizar gestões, informamos e educamos sobre os procedimentos perante o Executivo. A outra área foi a legislação, produzir leis, a mais difícil. A segunda regra que estabelecemos para nós mesmas foi "nunca deixe nada jogado fora". Se você se comprometer com as pessoas para que as coisas acontecerem, você o vai até onde consegue. E a terceira regra era "atacar a corrupção". E isso tivemos que viver.


[FRANÇAIS] Cela en valait la peine ! Articuler la politique avec les luttes sociales au Congrès de la République Par Tania Palencia Prado et Sandra Morán (pages 50-53) .... Atteindre le Congrès de la République est la plus haute expression qu'un citoyen puisse avoir en politique, mais malheureusement, cette qualité théorique de la démocratie n'est pas cultivée. Dans l'histoire de la gauche, cette possibilité a perdu toute relevance. L'une des choses que je me suis demandée jusqu'après mon élection était : "Quel programme, quelles idées la gauche soulève-t-elle au Congrès ?" Je n'ai pas pu me répondre. Plus ou moins 25 députés de gauche sont passés par le Congrès depuis 1995 et il n'y a pas d'accumulation de tendance ou de pression autour de leurs positions ou de leur idéologie. La dissolution est aussi forte que la lutte pour le protagonisme et, à la fin, vous ne pouvez pas faire une bataille forte contre les injustices au Congrès parce que la gauche n'a pas de force et a reproduit sa méfiance et sa fragmentation politique. Et si vous ne voulez pas l'appeler la gauche, ce qui est un apprentissage de grande importance, c'est déjà un signal d’alarme que nous continuons dans la futilité du divisionnisme parmi ceux d'entre nous qui combattons ce système criminel. Il est difficile de dire ce qu'ont fait les députés qui m'ont précédé car leur histoire n'est pas présente, c'est la réalité. Je sais que Lola (Alba Estela Maldonado) a pris des engagements importants pour mettre fin à la violence contre les femmes, et a ouvert la voie à la loi contre le féminicide. Pour moi, la députée Rosalina Tuyuc était une véritable référence politique ; une femme impeccable, une femme réellement engagée contre la militarisation. Mais cet héritage est si faible. La députée Otilia Lux de Cotí, du parti Winaq, était considérée comme une députée de gauche, et elle était considérée comme une femme très travailleuse et très responsable. Mais pour résumer, je dois dire qu'il n'y a aucune trace des nombreux députés qui est arrivée après la signature de la paix. La plupart d'entre eux se sont battus entre eux. Je crois que notre groupe politique ne s'est pas concentré sur l'amélioration de l'image de la gauche ; je crois que nous avons renforcé notre identité politique de gauche et, en même temps, nous avons amélioré l'image des mouvements sociaux. C'est pourquoi j'ai adhéré, avec l'espoir de convoquer et de participer à une Assemblée constituante chargée d'approuver une nouvelle Constitution politique. Je voulais participer aux discussions d'une Assemblée constituante, mais ce grand moment n'est pas arrivé, pour cela il faut une autre corrélation de forces, il faut un projet politique développé et il faut un sujet politique avec la force nécessaire pour le faire. La conjoncture et les conditions ont tracé d'autres voies pour nous, mais nous avons vu que, quoi qu'il arrive, notre


action ne pouvait être séparée de celle de donner une voix au peuple et c'est ce que nous avons fait. Au Congrès, personne ne vous oblige à faire quoi que ce soit. Si tu veux, tu viens travailler, et si tu ne veux pas, au final, personne ne te dit rien . La seule personne qui peut avoir des exigences envers toi, c’est toi-même, ta propre éthique. Les gens peuvent t'exiger des choses, mais si un député n'a pas de relation avec les gens, il peut passer quatre ans en tant que député et il n'y a rien d'autre. C'est très frustrant de voir cette impunité. La plupart des gens ne font que passer. Et personne ne va vous donner une place spéciale, au contraire, le Congrès est un espace qui reflète la grande fragmentation de la société guatémaltèque, de sorte qu'ici vous trouvez des mafias, l'oligarchie, l'armée et d'autres forces qui font des réarrangements dans le conflit, dans l'intimidation, dans toutes les formes obscures.Alors, que dois-tu faire ? Tu dois créer ton espace ; trouver l'espace pour faire quelque chose. Et cela se découvre dans la pratique, on l'apprend. Et c'est ce que nous avons également fait. Notre groupe politique s'est fixé trois règles : La première « ne pas faire qu'acte de présence au Congrès ». Faire acte de présence, c'est ce que font la plupart des députés : ne rien faire, ce qui peut être parfaitement bien fait. Nous avons parlé de deux grands domaines : le premier, l'intermédiation, qui consistait à être des ponts entre le peuple et les différents organes de l'exécutif, afin qu'ils pour qu'ils puissent être entendus. Nous avons organisé des réunions avec l'exécutif, nous avons aidé à prendre des dispositions, nous avons informé et éduqué sur les démarches à entreprendre auprès de l'exécutif. L'autre domaine était la législation, la législation, faire des lois, le plus difficile. La deuxième règle que nous nous sommes fixée était de "ne jamais rien laisser derrière nous". Si vous vous engagez auprès des gens à faire avancer les choses, vous le faites et vous allez aussi loin que possible. Et la troisième règle était "attaquer la corruption". C'est avec ça qu'on a dû vivre.


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