DA FORMA A TUS IDEAS: EL DISEÑO EDITORIAL COMIENZA AQUÍ
GERMAN OTILIO PEREZ PEREZ
Definición de Diseño Editorial
Elementos gráficos
Formatos de imagen de salida para impresión
Formatos de imagen de salida digital
Tipos de retícula
Características de la tipografía
Características del párrafo
Definición de Diseño Editorial
Diseño Editorial
El diseño editorial es por tanto la rama del diseño gráfico que se dedica al diseño, maquetación y composición de los productos y publicaciones. Es sin duda una parte fundamental del proceso de publicación, pues el cliente suele decidir su compra en función de los estímulos visuales que represente, y es por tanto uno de las ramas más complejas del diseño gráfico.
Una buena imagen de portada y una contraportada atractiva son fundamentales para esta primera impresión en el lector, pero además es de suma importancia la coherencia en los colores, los títulos y la forma de organizar la información.
Sin embargo, el diseño editorial debe estar ligado al contenido, aunque en este caso se deduce que el lector elige una publicación por su línea ideológica o informativa. En ocasiones esto no se cumple, y el lector se ve influenciado únicamente por el diseño.
Tiene por tanto múltiples definiciones, aunque todas coinciden en cualquier publicación que busque transmitir una idea mediante palabras y elementos de diseño gráfico necesita de un diseño editorial para atraer al cliente potencial.
Elementos
A la hora de realizar un diseño editorial hay que tener en cuenta los elementos clave que ayudarán a transmitir la información de forma más efectiva. Esto se aplica a todos los tipos de publicación, son los elementos que unen todos los productos. Entre estos elementos se encuentran la tipografía, el formato, el papel, el color y los elementos gráficos, además de la retícula que se comporta como hilo conductor.
Tipografía: la tipografía es un factor fundamental para la legibilidad y para conectar con lo que queremos expresar a través del texto. Por lo general, la tipografía se elige en función del tipo de publicación, su mensaje, el formato y el público al que se dirige. Es por eso que la elección de la fuente tipográfica es una decisión que puede cambiar la forma de comunicar un mensaje determinado.
Formato: este elemento define la forma y la dimensión de los productos finales, es decir, cómo será presentado al cliente. En este caso, la forma depende del tipo de publicación (una revista transgresora puede publicarse en horizontal, mientras que un periódico es casi siempre vertical). En lo que respecta al tamaño, lo general es guiarse por la serie A, pero también hay pasos intermedios que están representados por la serie B. Así, un formato B4 estará en medio de un A3 y un A4.
Papel: según el papel que se escoja el diseño se ajustará mejor a los colores, hará destacar los elementos gráficos y hará posible una lectura más afín al medio. De esta manera, hay que tener en cuenta su gramaje, si es mate o si tiene brillo, entre otros.
El poder de la imagen es indiscutible. Ya lo dice la frase “una imagen vale más que mil palabras”.
Está comprobado que los seres humanos tenemos una mayor capacidad visual, por lo que a la hora de realizar un diseño editorial, los estímulos visuales son claves para llegar al cliente. Está comprobado que en muchas ocasiones la persona que va a una librería elige un libro en función de una portada atractiva, muchas veces sin conocer el contenido.
Elementos gráficos: además de imágenes, un diseño editorial puede contar en ocasiones con otros elementos como infografías, mapas, ilustraciones, etc. En este caso, suelen ser de gran ayuda para apoyar una idea de forma más gráfica que únicamente con texto.
Retícula: se trata de una de las herramientas más importantes, ya que es el elemento que aporta coherencia al diseño. La retícula es la base de todos los elementos, pues es la herramienta que estructura el contenido y engloba al resto de elementos mediante subdivisiones horizontales y verticales.
Todos los productos parten de una retícula que contiene los elementos dentro de las páginas y su complejidad depende del tipo de producto que se lleve a cabo. No es lo mismo una retícula para una revista que para una novela, pues la primera requiere de un diseño más elaborado.
Reglas de oro en el diseño editorial
Es muy importante que leas todo lo que diseñes, pues es la forma más efectiva de realizar un diseño editorial acorde al mensaje y al contenido que se quiere hacer llegar al lector.
Otra regla importante tiene que ver con la legibilidad, la tipografía y el tamaño. Es fundamental conocer los tipos de tipografías que se van a utilizar, y sobre todo saber cómo se comportan una vez impresos o digitalizados, por lo que el tamaño de una tipografía puede variar mucho y perjudicar el diseño.
Para que el diseño editorial funcione es muy recomendable utilizar sólo un tipo de fuente, para que sea un producto homogéneo. Así, puedes variar todo lo que rodea a los párrafos, pero es poco aconsejable abusar de distintas tipografías en los párrafos.
La ortografía es la gran olvidada del diseño editorial, y sin embargo es una de las más importantes, pues no sólo es la imagen lo que cuenta, sino cómo está escrito el texto que pretende comunicar un mensaje al lector.
Elementos gráficos
¿Para qué sirven?
Los elementos gráficos son una parte fundamental del diseño en todas sus modalidades, introduciendo en las composiciones información visual que complementa en gran medida el mensaje que se desea transmitir, y que a veces es tan importante en el diseño como los contenidos textuales del mismo.
Libros, folletos, carteles, revistas, tarjetas y páginas web incluyen elementos gráficos en mayor o menor medida, debiendo el diseñador conocer los diferentes objetos gráficos que puede utilizar en cada trabajo, su significado y sus utilidades, pues cada uno de ellos está orientado a unas tareas concretas.
Los elementos gráficos se usaron inicialmente poco en la web, sobre todo debido al peso de los ficheros gráficos necesarios, que con las conexiones a Internet que disponían los usuarios medios hacía que las páginas tardaran demasiado en descargarse desde el servidor.
Con el aumento de los anchos de banda y la aparición de avanzados algoritmos de compresión de las imágenes, los gráficos fueron introduciéndose cada vez más en las páginas web, siendo raro en la actualidad encontrar una que no los use en mayor o menor medida.
Existen diferentes objetos gráficos que podemos usar en nuestros diseños, entre los que podemos citar logotipos, banners, iconos, bullets, fotografías, ilustraciones, etc.
Cada uno de ellos posee unas características de diseño y unas capacidades de comunicación propias, jugando un papel diferente en la composición.
Ya conocemos los tipos de ficheros gráficos, su naturaleza y sus propiedades. Vamos ahora a estudiar los diferentes elementos gráficos existentes y cómo podemos utilizarlos de forma adecuada en nuestros trabajos.
La calidad de los componentes gráficos se puede medir mediante la coherencia con la marca, su capacidad para transmitir el mensaje deseado, su estética visual, la originalidad y su efectividad para atraer la atención del espectador.
Ilustraciones
Por otro lado, el tiempo necesario para crear elementos gráficos varía según la complejidad del diseño, el número de componentes requeridos y los procesos de revisión. Puede tomar desde horas hasta semanas, dependiendo del proyecto. La ilustración es uno de los recursos más usados en diseño clásico, pues al no estar sometidas ferreamente a un modelo natural, permiten al ilustrador dibujar libremente el motivo que más se adapte a la composición.
Si se eligen de forma adecuada al sentido del diseño, las ilustraciones son bellas, adecuadas a cada contexto y muy explícitas, siendo pr tanto una de las misiones del diseñador encontrar un ilustrador cuyo estilo se adapte al del proyecto que tiene entre manos.
Hay muchas técnicas disponibles para crear bellas ilustraciones para imprenta a un solo color (grabado, linóleo, xilografía, rasqueta, siluetas, dibujos a la pluma y a trazos, etc.). En estas ilustraciones, con aspecto de grabado en madera o xilografía, hay una intrigante ambigüedad entre la técnica clásica del grabado en madera y el estilo ultramoderno de la ilustración.
Logotipos
Los logotipos, también conocidos como logos, son uno de los trabajos más importantes y difíciles que puede realizar un diseñador gráfico, y representan un ejemplo perfecto de la esencia misma del diseño, pues en un objeto único se concentran todas las consideraciones de comunicación, estilo y técnica que se manejan para proyectos de mayor envergadura.
Para una empresa, producto o institución, el logotipo es una pieza clave de su identidad pública, ya que la representa en todos y cada uno de los elementos comunicativos de la misma (sobres, tarjetas de los empleados, publicaciones, publicidad, etc.). Es por lo tanto muy importante que el logotipo simbolice lo más acertadamente la esencia e identidad propia de la empresa o producto.
Los logotipos no son elementos de diseño estáticos, fijos, sino que evolucionan con el tiempo para adaptarse a las tendencias sociales, comerciales, culturales y técnicas de cada época concreta. Estos cambios deben ser siempre muy sutiles, modificando apenas pequeños elementos del diseño del logotipo (pequeños cambios en las formas o en la tipografía), ya que la personalidad propia del mismo debe mantenerse siempre.
Textos como imágenes
La inclusión de textos en una composición se ve limitada muchas veces por las familias tipográficas disponibles, pues si bien es cierto que existen multitud de ellas para impresión, hay que tener en cuenta que para muchos trabajos podemos precisar de unos estilos de textos específicos que no se ven reflejados en ninguna de las fuentes existentes.
Esta limitación se hace más evidente en las composiciones destinadas a medios digitales, y mucho más en los textos destinados a la web, donde las familias tipográficas que se pueden usar son muy limitadas. Además, y como ya vimos en el tema sobre Tipografía, uno de los principales problemas que encontramos a la hora de incluir textos en trabajos destinados a pantallas de ordenador es al aumentar su tamaño se producen efectos de escalado indeseados, como el efecto de dientes de sierra, que pueden estropear el diseño final.
Una forma de solucionar estos problemas es introducir esos contenidos textuales como imágenes, no como textos normales, ya que con ello podremos beneficiarnos de todas las ventajas que ofrecen los gráficos.
Formatos de imagen de salida para impresión
En el mundo del diseño gráfico, es esencial conocer los formatos de impresión más utilizados para garantizar que tus diseños se vean tan bien en papel como en pantalla. A continuación, te presentamos una lista de los formatos de impresión más comunes que deberías conocer.
Formatos de imagen de salida para impresión
La impresión es una técnica que ha evolucionado a lo largo de los años para ofrecer una gran variedad de opciones en cuanto a formatos de impresión se refiere. Cada formato de impresión tiene sus propias características y ventajas, lo que lo hace ideal para diferentes propósitos y necesidades. En este artículo, exploraremos los diferentes formatos de impresión que existen y te ayudaremos a identificar cuál es el mejor para tus necesidades.
Comenzaremos por definir qué es un formato de impresión y cómo se diferencia de otros tipos de formatos. Luego, nos centraremos en los formatos más populares, como PDF, TIFF, JPEG, EPS y PNG, explicando sus características, ventajas y desventajas.
También te proporcionaremos algunos consejos prácticos para elegir el formato de impresión adecuado según tus necesidades y objetivos, y te enseñaremos cómo convertir tus archivos a diferentes formatos de impresión utilizando diferentes herramientas en línea. Al final, tendrás una comprensión sólida de los diferentes formatos de impresión disponibles y cómo utilizarlos correctamente.
formatos de impresión más utilizados
PDF
El PDF es uno de los formatos de impresión más populares debido a su capacidad para preservar la calidad y el formato del diseño original. Este formato es ideal si necesitas imprimir diseños que contengan imágenes, gráficos y texto.
JPG
El JPG es otro formato de impresión popular que se utiliza para imágenes de alta calidad. Es ideal para imprimir fotografías y diseños que contengan muchos detalles y colores.
EPS
El formato EPS es utilizado principalmente por diseñadores gráficos y profesionales de la impresión. Este formato es ideal para diseños que contienen vectores y gráficos, ya que permite una alta calidad de impresión sin perder resolución.
TIF
El TIF es otro formato de impresión popular que se utiliza para imágenes de alta calidad. Es ideal para imprimir fotografías y diseños que contengan muchos detalles y colores, al igual que el formato JPG.
AI
El formato AI es utilizado por Adobe Illustrator y es ideal para diseños que contienen vectores y gráficos. Este formato permite una alta calidad de impresión sin perder resolución.
PSD
El formato PSD es utilizado por Adobe Photoshop y es ideal para diseños que contienen imágenes y capas. Este formato permite una alta calidad de impresión sin perder resolución.
diferentes tipos de impresión
Impresión offset
La impresión offset es el método más común utilizado en la industria de la impresión. Este proceso utiliza planchas de impresión y tinta para transferir la imagen a una hoja de papel. Es ideal para imprimir grandes cantidades de materiales de alta calidad, como revistas, catálogos y folletos.
Impresión digital
La impresión digital es un proceso de impresión que se utiliza para imprimir documentos directamente desde archivos digitales. Este método es ideal para impresiones pequeñas y medianas, y es conocido por su rapidez y flexibilidad. La calidad de la impresión puede variar según el tipo de impresora utilizada.
Impresión de gran formato
La impresión de gran formato se utiliza para imprimir materiales de gran tamaño, como vallas publicitarias, pancartas y carteles. Este proceso utiliza impresoras especiales que pueden imprimir en materiales como vinilo, lona y papel fotográfico. La calidad de la impresión puede variar según el tipo de material utilizado y la resolución de la impresora.
Impresión flexográfica
La impresión flexográfica es un proceso de impresión que se utiliza para imprimir en materiales como plástico, papel y cartón. Este proceso utiliza planchas de impresión flexibles y tinta líquida para transferir la imagen a la superficie de impresión. Es ideal para imprimir grandes cantidades de materiales de embalaje y etiquetas.
Impresión de serigrafía
La impresión de serigrafía es un proceso de impresión que se utiliza para imprimir en materiales como tela, plástico y papel. Este proceso utiliza una malla de seda o nylon y tinta para transferir la imagen a la superficie de impresión. Es ideal para imprimir en objetos con formas irregulares y superficies texturadas.
Es importante tener en cuenta el tipo de impresión que se necesita para cada proyecto y elegir el método adecuado para obtener los mejores resultados.
Formatos de imagen de salida digital
Formatos de imagen de salida digital
Formato jpg
El formato jpg es el más conocido y el más utilizado para guardar imágenes aunque debido a su elevada compresión la imagen pierde calidad. Este formato es perfecto para cuando no necesitamos una imagen pesada y con detalle o también, para uso digital.
Formato png
El png está recomendando para fotografía digital ya que, no tiene pérdida de información cuando realiza la compresión y las imágenes tienen más calidad que el jpg. Se recomienda usar el png si tus imágenes están compuestas por una gran masa de color plano o con pocas variaciones de color.
A parte de todos estos tips, también es importante que sigas las instrucciones de la plantilla y siempre trabajes incrustar siempre todas las imágenes.
Resolución de las imágenes
La resolución de una imagen es el número de píxeles por pulgada, cuantos más tenga más precisa será la imagen. En términos más coloquiales, la resolución indica la cantidad de detalle que puede observar el ojo humano en una imagen.
La resolución se expresa en píxeles por pulgada (ppp o ppi) pero no los debes confundir con los dpi, que se refieren a la resolución de la impresora (cuantas gotas de tinta imprime en una pulgada). Así pues, para que tu imagen tenga una resolución adecuada para la impresión lo habitual es enviar los archivos de tu roll up publicitario, lona impresa… en 300 ppp.
Formato pdf
Este es el formato más utilizado para las imprentas ya que no distorsiona la calidad de la imagen y se puede guardar en capas para editarlo posteriormente. Además, se puede abrir desde cualquier sistema operativo.
Formato tiff
Este es el formato por excelencia si no quieres perder calidad ya que no utiliza ningún sistema de compresión como el jpg. Por eso, es uno de los formatos perfectos para enviar tu archivo a imprimir aunque, hay algunos sitios que prefieren otro tipo de formato porque este pesa mucho.
sobre esta para asegurar las sangres y la zona tranquila. Además de rasterizar o vectorizar todas las fuentes e
Modelos de color
La configuración del modelo de color es uno de los aspectos más importantes a la hora de crear, guardar e imprimir tu archivo. En Jumboprinters, imprimimos en CMYK por eso debes revisar que tus archivos estén en ese modelo de color porque sino, los convertiremos y los colores de tu archivo pueden sufrir variaciones.
Tipos de retícula
Los márgenes son los espacios que conforman los bordes del formato. Son los que marcan la zona de disposición de elementos. Las proporciones de los márgenes requieren una profunda consideración, ya que contribuyen a establecer la tensión general dentro de la composición. Estos espacios sirven como espacios de descanso para la vista o bien para contener información secundaria.
Las líneas de flujo atraviesan el espacio horizontalmente. Estas alineaciones guían a la vista por el formato y pueden servir para imponer paradas adicionales y crear puntos de inicio para incluir imágenes o textos.
Los módulos corresponden a las unidades individuales de espacio que están separados por una distancia regulada cada lado. Su repetición lleva a la formación de columnas o filas.
Las columnas se generan a partir de varios módulos en formación vertical y sirven colocar piezas de texto. Su anchura puede variar según el texto que vaya encima.
Llamamos zonas espaciales al grupo de módulos que juntos forman campos visiblemente localizables. Estas zonas suelen reservarse para un determinado grupo de elementos como imágenes.
Por último los marcadores, son los encargados de señalar la posición de textos subordinados como los números de páginas, los títulos de sección o cualquier elemento que ocupe una posición única dentro de la estructura de la página.
Este elemento no es más que el conjunto de líneas y guías que distribuyen el espacio compositivo de manera organizada. Encima de ella se sitúan los elementos compositivos de cualquier producción gráfica: títulos, subtítulos, texto, imágenes, etc. El sistema de retículas debe proporcionar uniformidad, armonía y coherencia a cualquier proyecto editorial. Las páginas permanecen, así, bien estructuradas, funcionando como base para la maquetación, logrando una estética correcta y ordenada.
El empleo de la retícula es la parte fundamental de la composición, ayuda a seleccionar los elementos del diseño. Por ejemplo, si queremos colocar una pieza tipográfica, al usar la retícula será mucho más sencillo ubicarla. La retícula está basada en el concepto de alineación, entendiendo este término como la colocación en línea recta de varios elementos. Asimismo, es un concepto clave para confeccionar prototipos equilibrados, estéticos y usables en diseño UX.
Tipos de reticulas
Retícula Manuscrito
Las retículas de manuscrito es la más sencilla que existe. Mantiene una disposición grande y rectangular, ocupando de esta manera la mayor parte de la página.
Su finalidad es albergar textos largos y seguidos, tal y como podemos ver en un libro. Su estructura base está compuesta por el bloque de texto y los márgenes. Además, dispone de una estructura secundaria dónde se ubican la numeración o foliado de las páginas, títulos de los capítulos y las notas al pie en caso de que existan.
Siendo esta una estructura aparentemente simple es preciso tomar las decisiones que sean oportunas para favorecer la lectura cómoda de cada página. Es vital crear un interés visual con la finalidad de motivar al lector evitando que la vista se fatigue.
Una de las soluciones para aportar interés visual es dotando de márgenes generosos para que la vista se centre en el texto. Por otro lado, un adecuado cuerpo tipográfico, interlineado y el espacio entre palabras igualmente son muy importantes para favorecer la lectura.
Retícula Modular
Retícula de Columnas
Las retículas de columnas son útiles cuando se presenta información discontinua. Esta se dispone en columnas verticales con la intención de separar los tipos de información. No obstante, las columnas pueden depender unas de las otras o bien cruzarse para generar columnas más anchas. En ese sentido, este tipo de retícula, usado especialmente en revistas, es muy flexible.
El ancho de las columnas depende directamente del cuerpo tipográfico. Por lo tanto, debemos proporcionar un ancho en el que entren todos los caracteres posibles siempre que la lectura resulte cómoda. De esta manera evitamos que existan demasiadas particiones de palabras que dificultarán la lectura en el caso de columnas estrechas y en columnas demasiado anchas al lector le costará más trabajo encontrar el principio de las líneas consecutivas.
En definitiva, si realizamos un estudio exhaustivo de las alteraciones del cuerpo tipográfico, el interlineado y el espaciado, podemos determinar un ancho de columna adecuado.
La retícula modular se usa principalmente para proyectos de mayor complejidad. Una retícula modular es una retícula de columnas con un gran número de líneas de flujo horizontales que subdividen las columnas en filas creando una matriz de celdas que se llaman módulos.
Cada módulo es una pequeña parte del espacio informativo y que una vez agrupados crean áreas llamadas zonas espaciales. Los tamaños de los módulos se pueden determinar de varias formas. Por ejemplo se puede tener en cuenta la anchura y longitud de un párrafo de tamaño medio a un tamaño de cuerpo tipográfico determinado.
Características de la tipografía
Características de la tipografía
Legibilidad: La tipografía adecuada garantiza que el texto sea legible y fácil de leer. Una tipografía bien diseñada facilita la identificación de las letras y palabras, lo que mejora la comprensión del contenido.
Personalidad: Cada tipo de letra tiene su propia personalidad y estilo. Al elegir una tipografía que se alinee con el tono y el tema del contenido, se puede crear una identidad visual coherente y transmitir el mensaje deseado de manera efectiva.
Jerarquía visual: Mediante el uso de diferentes tamaños, pesos y estilos tipográficos, se puede establecer una jerarquía visual en el diseño editorial. Esto ayuda a resaltar información importante y guiar al lector a través del contenido de manera estructurada.
Atmósfera: La tipografía también puede contribuir a crear una atmósfera específica en una pieza editorial. Por ejemplo, una tipografía serif clásica puede transmitir un sentido de tradición y formalidad, mientras que una sans-serif moderna puede evocar una sensación de limpieza y contemporaneidad.
Consistencia: La elección cuidadosa y consistente de la tipografía en todo un proyecto editorial ayuda a establecer una identidad visual sólida. Esto garantiza coherencia y facilita la asociación del diseño con una marca, revista o publicación específica. 01 02 03 04 05
Está demostrado que a los lectores les resulta más atractivo un libro si tienen una portada divertida o llamativa que uno que no lo sea, sin importar la temática del mismo.
importancia de la tipografía
La tipografía es uno de los elementos más importantes en el diseño editorial de un libro. En Imaginante editorial, nos esforzamos por asegurarnos de que la tipografía de cada libro sea cuidadosamente seleccionada y diseñada para mejorar la legibilidad y hacer que el libro sea atractivo.
La tipografía puede influir en la forma en que los lectores perciben el libro. Una fuente mal seleccionada o mal diseñada puede dificultar la lectura y hacer que el libro parezca poco profesional. Por otro lado, una fuente bien diseñada y seleccionada puede hacer que el libro sea fácil de leer y atractivo para el lector.
Además de mejorar la legibilidad, la tipografía también puede ayudar a establecer la identidad visual del libro y de la editorial. Una fuente cuidadosamente seleccionada puede ser reconocida por los lectores como un sello distintivo de Imaginante editorial y del autor. Esto puede ayudar a crear una marca reconocida y respetada en el mercado de los libros.
Otro aspecto importante de la tipografía es su capacidad para mejorar la experiencia de lectura del lector. La elección de la fuente correcta puede mejorar la velocidad y la comprensión de lectura del lector, lo que puede ser esencial en la transmisión de información y en la experiencia de lectura en general.
Al elegir la tipografía para un libro, es importante tener en cuenta varios factores para asegurarse de que la elección sea adecuada para el contenido y atractiva para los lectores. Aquí hay algunos consejos para elegir la tipografía adecuada para tu libro:
Considera el género y el tono del libro: la tipografía debe ser coherente con el género y el tono del libro. Por ejemplo, un libro de historia puede requerir una tipografía más formal y clásica, mientras que un libro de ciencia ficción puede permitirse una tipografía más futurista y moderna.
Características del párrafo
Los párrafos en maquetación
Si nos dijeran que descompusiéramos una obra editorial (ya sea un libro, una revista o cualquier otra pieza similar) una de las primeras cosas que anotaríamos en esa desfragmentación serían los párrafos.
La página de un libro, como ya dijera Jorge de Buen Unna, es como un cuadro: una vez que terminamos de definir la caja tipográfica con todos sus márgenes y distribución del espacio acorde a las proporciones de la página, no tendríamos compuesto más que el marco; los párrafos son la verdadera obra de arte.
En una misma pieza editorial todos los párrafos que, a priori, podríamos percibir como independientes, pasan a formar parte de un todo que da la consistencia necesaria para tener unidad y no parecer desequilibrada.
En el estilo antiguo de escritura romana, el denominado scriptura continua, no existía una separación entre palabras y apenas se empleaban signos de puntuación. Por supuesto, el párrafo era algo inexistente. Según palabras de Paul Saenger, «los romanos eran reacios a emular otras prácticas que pudieron haber ayudado a los escribas griegos en el control del texto no separado.
La foliación, la paginación y el uso de lemas, todos presentes en los códices griegos en papiro, nunca fueron empleados por los romanos, y la separación en párrafos se recibió en el latín solo con vacilaciones y a menudo confinada a ciertos géneros»,
Finalmente, los textos con palabras separadas, vinculados principalmente a la lectura silenciosa (aquella que realizamos sin pronunciar las palabras en voz alta), empezaron a tomar forma a partir del siglo VII, aunque no fue hasta el siglo XII aproximadamente cuando la escritura espaciada logró imponerse.
El precedente de la escritura con espacios tuvo lugar en el siglo V, cuando el papa Dámaso I encargó a san Joaquín una Biblia que consiguiera acercar las enseñanzas de esta obra editorial a los profanos. Se la conoció por vulgata editio precisamente por esto. San Joaquín introdujo dos importantes novedades que marcarían un antes y un después en la historia de la escritura: por un lado, se alejó de la elegante sintaxis de Cicerón para reducirla a una sencilla estructura de sujeto-verbo-predicado, que resultara más fácil de comprender, y que propició la aparición de espacios entre palabras. Por otro lado, aisló las oraciones per cola et comata, es decir, en párrafos aparte. Todo esto resultó en un sistema que facilitaba la lectura y el recuerdo por parte del lector.
La separación de los párrafos
Antes de que se impusiera la costumbre del párrafo y aparte, durante la Edad Media era muy común encontrar manuscritos escritos en renglones seguidos cuyos párrafos se separaban con un calderón o algún ornamento similar, normalmente pintado en rojo.
Esta parte del proceso de elaboración de un manuscrito, que solía realizarse después, recibía el nombre de rubricación (proveniente de la palabra latina rubrico, que significa «colorear en rojo»). Se acostumbraba a dejar los espacios en blanco que el rubricador más tarde tendría que ornamentar con calderones.
Sin embargo, en muchas ocasiones los manuscritos quedaban sin rubricar, lo que propició que el lector se acostumbrara a ver espacios en blanco al inicio de cada párrafo. He aquí el origen de la sangría, de manera accidental y casual, pero que pronto se convirtió en la norma que llega hasta nuestros días.
Los tipos de párrafo
Principalmente se suelen utilizar dos tipos distintos: el párrafo ordinario o normal, que es aquel cuyos renglones llegan de margen a margen; y el párrafo quebrado, que puede estar compuesto en bandera a izquierda o a derecha. Sin embargo, en esta lista voy a incluir el resto de tipos de párrafos existentes para hacer más completa la información.
Párrafo ordinario
También conocido como párrafo normal, es uno de los más complicados de maquetar, puesto que depende de la elasticidad de los espacios. Su característica principal es que el texto cubre toda la línea de un margen a otro. Para poder evitar ciertas irregularidades, hay que ser meticuloso en el manejo del espaciado entre palabras.
Una característica de este párrafo es su sangría, la cual sirve para establecer la diferencia entre un párrafo y su predecesor. En ocasiones se afirma que una línea corta al final del párrafo es suficiente para establecer el fin de uno e inicio de otro, pero esta marca a veces resulta imposible en ciertas publicaciones en las que la línea final de un párrafo ocupa casi todo el reglón, dejando un espacio en blanco al final poco visible y que dificulta la diferenciación de párrafos. Por ello siempre resulta preferible incluir una sangría de primera línea.
Párrafo en bloque
Consiste en un ir paso más allá del párrafo alemán En este caso todas las líneas (incluida la última) están completas de texto de margen a margen.
Este es, sin duda, el párrafo más difícil de maquetar. Si no disponemos de cierta flexibilidad (por ejemplo, cambiando algunas palabras por sinónimos que se ajusten mejor al espaciado), maquetar un párrafo en bloque puede convertirse en una auténtica pesadilla. Un incorrecto tratamiento del texto podría dar lugar a ríos y calles, entre otros efectos indeseables.
Párrado quebrado
El párrafo en bandera o quebrado es el que se encuentra alineado por uno de sus lados. Aunque es uno de los párrafos más habituales a día de hoy, los amanuenses lo evitaban a toda costa y hacía lo posible por crear bloques de texto regulares. Esta costumbre también fue común en las obras editoriales de la imprenta, llegando a perdurar durante mucho tiempo.
PRINCIPIOS BASICOS ES UNA REVISTA QUE EXPLORA EL FASCINANTE MUNDO DEL DISEÑO EDITORIAL, COMBINANDO PROFUNDOS DE TIPOGRAFÍA, ANÁLISIS Y COLOR CON ESTUDIOS DE CASOS REALES DE PROYECTOS EXITOSOS.
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