el caso
Por José Rodrigo Pozón
Director de Comunicación Institucional
Universidad Anáhuac México Sur
La historia de Ingenia Muebles es una historia de familia. En sólo cuatro años, lo que surgió como una idea sencilla es un negocio rentable, innovador y en crecimiento
Revolucionando la industria de los muebles
C
omienza en 1968, cuando Ernesto Vidal (padre) dejó Chile para venir a México, donde cinco años después cofundó la fábrica de muebles Capellini. Sus tres hijos crecieron pasando veranos y fines de semana ayudando en la fábrica y aprendiendo sobre el negocio. Años más tarde, Christian (Economía empresarial, gen. ’97), Ernesto (Ingeniería Industrial, gen. ’98) y Patrick (Administración de empresas, gen. ’00), estudiaron en la Universidad Anáhuac México Sur. Tras concluir sus respectivas carreras y probar suerte más allá del negocio familiar, Ernesto se enfrenta a la falta de oportunidades en el mercado laboral, y en 2007 decide regresar al ramo que mejor conoce. Decide aprovechar su tesis de titulación (un estudio de factibilidad para montar una fábrica de muebles tapizados), abre un pequeño taller con una inversión de 50,000 pesos que tenía en una tarjeta y 84,000 pesos de un crédito bancario, y comienza fabricando seis sofás al mes. Lo dif ícil de atraer a los clientes lo anima a innovar y decide vender los muebles por internet, revolucionando los modos propios de la industria. Poco después se sumaron al proyecto Patrick y Christian. El éxito fue inmediato, y tras los primeros seis meses Ingenia Muebles se convirtió en líder en ventas en Mercado Libre, sumando 100,000 dólares mensuales. No obstante, la desconfianza que en ese momento aún despertaban en México las compras por internet hace que abran su primera tienda f ísica, respetando su gran diferenciador: muebles modernos y a la moda, a bajo costo, especialmente dirigidos a gente joven. Se trata de un poderoso concepto que los ha consolidado en poco tiempo, con resultados espectaculares.
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