Lo que se come el cambio climático España se juega su papel como huerta de Europa por la escasez de agua y las temperaturas extremas Los bancos de semillas son el Arca de Noé de nuestro tiempo para la diversidad de cultivos. Su función no es salvarlas de una tormenta apocalíptica, sino de lo contrario: de la falta de agua, el mayor riesgo ocasionado por el cambio climático al que se enfrenta el campo español. Para salvaguardar la riqueza vegetal, el Centro de Recursos Fitogenéticos (CRF) del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), perteneciente al CSIC, ha depositado 1.080 variedades españolas en el mayor almacén del mundo: el Banco de Semillas de Svalbard. El CRF ya dispone de sus propios bancos: “guardar una parte en Svalbard es un recurso adicional de protección”, explica José Luis Gabriel, científico titular del INIA. “Los cultivos que necesiten más agua, ya sean extensivos como el maíz o intensivos como los hortícolas, son los que más van a sufrir”, afirma Gabriel. “Igual España pierde su posición de ser la huerta de Europa en un futuro medio-largo”. Este calificativo no es solo un lema publicitario: somos el país que más productos hortofrutícolas frescos exporta de la UE. El año pasado salieron rumbo a Alemania, Reino Unido y Francia, entre otros, 5,7 millones de toneladas por un valor de 6.576 millones de euros, según los datos de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex). La mayoría fueron pimientos, cítricos, lechugas, tomates o aguacates. “Todas esas producciones lo normal es que se vayan moviendo al norte. Lo que está en Almería seguramente dentro de unos años termine en Barcelona y, en unos pocos más, en Francia o Alemania, porque van a tener unas temperaturas más suaves que las nuestras y agua”. INFOGRAFÍA
¿Pimientos por mangos? España es el segundo país de Europa con mayor huella hídrica, aún siendo el más árido de la UE, según un estudio del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos
Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM) de la Universidad Politécnica de Madrid. Este es un indicador del volumen total de agua dulce que se usa para producir los bienes y servicios de consumo. Según esta publicación, nuestra huella es de 6.700 litros por persona y día. El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 (PNACC) contempla entre los efectos de la crisis climática la disminución de las lluvias, de los caudales medios de los ríos y de la recarga de los acuíferos. Entre 1961 y 2010 los territorios con clima semiárido han aumentado en 30.000 km2 (el 6% de la superficie), según especifica el PNACC. Castilla-La Mancha, el valle del Ebro y el sureste peninsular son las áreas más