Sala con ventana al mar
Sala con ventana al mar
Exposición 7 de Octubre al 18 de Noviembre de 2007
Avenida Orinoco, Las Mercedes, Caracas 1060, Teléfonos, 993 78 46 - 993 22 59, www.galeriafreites.com
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Casa con ventana 2003 Óleo sobre tela 75 x 100 cm.
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Sala con ventana al mar N° 1 2004 Óleo sobre tela 190 x 218 cm.
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Sala con ventana al mar N° 2 2004 Óleo sobre tela 200 x 210 cm.
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Sala con ventana al mar N° 3 2005 Óleo sobre tela 170 x 220 cm.
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Sala con ventana al mar N° 5 2005 Óleo sobre tela 170 x 220 cm.
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Reflexiones sobre una Sala con ventana al mar antes de ser imaginada “Cuando uno se detiene ante la sucesión de las mutaciones, suelen saltar primero a la vista una o mas constantes generales y luego las variantes y constantes de cada mutación. Señalar las primeras significa ordenar los hitos evolutivos de la pintura de Borges, mientras las segundas tipifican cada una de sus etapas”. (Juan Acha)
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1951 Caracas
“Un día llegó Jacobo Borges, ya no éramos niños, éramos jóvenes ya para hombres, y apareció él. Jacobo había estado allí desde siempre. Y un día consiguió una beca y se fue. Como a los dos años, regresó, después se volvió a ir, ya eso se sabe, pero importa el día en que regresó por primera vez.” (Ignacio Cabrujas, Catia Tres Voces, 1994). 1987 Berlín
“Para la invitación formulada por el predecesor de Joachim Sartorius en el DAAD, Wieland Schmied, el pintor tuvo la idea original de permanecer en Berlín un mes, máximo dos meses, y luego dejar la ciudad como un visitante que siempre está llegando y partiendo. Esa actitud es coherente con su pintura. En ella hay despedidas, y casi todo de lo que uno se ha despedido, vuelve a retornar. Hombres y espacios aparecen, desaparecen de nuevo. Un ir y venir sin cesar tiene lugar una y otra vez. Borges parece ser un pintor de la inquietud, un vinculador constante que sabe desprenderse de lo innecesario.” (Heinz Ohff, Der Taggesspiegel, 28 Noviembre 1987). 1990 Nueva York
“Borges va a todas partes; si no lo hace en persona, lo hace entonces con su imaginación. Con él viajan innumerables historias imaginarias: todos los hechos históricos, las imágenes pictóricas, las frases poéticas que él ha acumulado en su vida de indagaciones. Sus impulsos diversos surgen subitamente, consumen todas las energías durante un tiempo y se apaciguan, pero siempre se relacionan verdaderamente con el lugar donde ha estado, con lo que ha hecho, con quienes ha conocido y con lo que ha leído. Aquello que fluye a través de toda su obra - lo que, efectivamente, hace una obra - es el candor con el que recrea una experiencia vivida. Las ficciones pictóricas de Borges, así como las verdaderas ficciones literarias, emanan de una persona que se ha sometido a los caprichos de la vida real y que ha aprendido de ellos. Ya comenzado ese proceso, no existían límites a las asociaciones de las que podía nutrirse, a partir de su cultura personal”. (En búsqueda del Paraíso Perdido y otros temas. Dore Ashton, 1990).
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1994 Berlín
“En 1989, dije: hace un año, en México, pinté una puerta, pero la terminé en Berlín. Después regresé a México, un amigo estaba restaurando una casa colonial. Al principio fue pura curiosidad, durante un mes estaba allí todas las mañanas y la observaba, y poco a poco se me fue revelando mi relación con aquella casa que estaba en escombros, en ruinas. A mi amigo le preocupaba que viniera un arqueólogo y excavara el piso porque se encontraría con restos de arquitectura azteca… Un día, yo caminaba por esa casa atravesando patios, pórticos sin puertas, salones vacíos, puertas abandonadas… y de repente sentí que todo tenía un significado y que el espacio nuestro es un espacio simultaneo que en nosotros se da como un fluido.” (1994, Conversación con Barbara Wally). 1986 Salzburgo, Austria
“Generalmente yo coloco personajes que están detrás de una puerta. Están viendo hacia adentro y están tachados. En realidad soy yo, que cuando pequeño veía las fiestas desde una ventana. Entonces siempre estuve fuera de las cosas, siempre las vi desde afuera. Y, en realidad, lo que pinto es eso. Incluso me doy cuenta que lo que pinto son sitios en los que nunca antes había estado”. (Entrevista Peter Schumann, La Montaña, 1986). 1994 Salzburgo, Austria
“Estaba trabajando en La Montaña en una serie que llamé “La Materia del Tiempo” y se refería a la materia vegetal descomponiéndose sobre un mueble colonial que tenía un espejo, que era puerta, que miraba hacia AFUERA – ADENTRO. Al llegar a la fortaleza, en Salzburgo, mi asombro fue que las ventanas del salón de clases tenían esa ambigüedad de adentro-afuera que había dejado en La Montaña, y estando en la fortaleza se repetía ese sincronismo y esa unidad como si la distancia no interviniera”. (Conversación con Barbara Wally, 1994). 1989 Berlín
La Ventana. “Siendo niño miraba las fiestas de baile en las casas, en la noche, desde afuera, desde lejos, a través de los mirones, que, pegados a las rejas de las ventanas, veían a los invitados bailando al otro lado de la ventana. Allá. Sentía pena
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por esos mirones, no porque me impedían ver al estar delante de mi, sino porque imaginaba sus caras pegadas a los barrotes de la ventana, mirando hacia adentro con su cara de estar afuera, de no poder entrar, de aceptar que están afuera o de no saberlo, que defendían su identidad criticando a los del otro lado que bailaban. Aquí, desde donde los miraba, imaginaba, es decir, desde adentro, aquí estaba la vida. Yo, colocado a cierta distancia, a salvo de sus miradas, las de allá y aquí, imaginaba que yo podía estar en otro lado, en esa zona oscura, no iluminada por la luz de la ventana, que no era ni allá ni aquí, ni afuera ni adentro”. (La Ventana, Jacobo Borges, Berlín 1989). 1981 Caracas
“Yo colecciono fotos de las cosas. Fotos de los objetos, de los muebles, yo gozo pensando en las épocas, los estilos, en como están realizados los objetos. Me compré un libro de interiores del siglo XIX. Ese falso estilo que imitan y no son nada, dorados, eso que uno piensa que es horrible. Imagino una casa para acumular esas Venus pequeñitas, me gusta la acumulación. Me produce un estremecimiento, como si estuvieras pisando en un terreno movedizo. Es como el sonido que produce la seda, entre sonido y luminosidad, son sensaciones contradictorias. Es como entrar en los secretos: los muebles que componían el cuarto, sientes que estas entrando en una intimidad que te envuelve, que rechazas pero quieres entrar, como un niño con pavor pero con curiosidad. Y avanzas. Eso lo revivo en las imágenes fotográficas, reconstruyo, reencuentro lo que he vivido y lo que no he vivido”. (Entrevista María Elena Ramos, 1981). 1982 Caracas
“Igual, como hace el personaje de García Márquez, que acumula cosas en Eréndida, viaja por todo el mundo y va recogiendo cosas de todas partes y va llenando su casa con todos esos estilos. Si uno mira una casa de Coro, la casa tiene una fachada colonial reconstruida que ya es y no es. Pero tu entras y te encuentras con una nevera, y después con sillas de tipo popular y una reproducción de una pintura renacentista. Eso sucede tanto todo el tiempo que ya no te sorprende.” (Entrevista Ramón Hernández, El Nacional, 1982). 8
1988 Venecia
“Desde esas zonas multiespaciales y multitemporales nos mira Jacobo Borges vestido como un maestro renacentista. Es una de sus tantas alusiones a la historia de la pintura. Porque Borges recurre con frecuencia a la citatoria rindiendo homenaje a muchos maestros, mostrando la importancia de la continuidad cultural, subrayando el contacto con los grandes maestros, señalando la importancia de esas “visitas” al pasado de las que habla Humberto Eco en Apostillas al Nombre de la Rosa. Orgulloso de su sincretismo muy propio de América Latina, deja que reverberen los ecos y las influencias. No les tiene miedo. Se libera así del terrible “resplandor de la herencia cultural”, como diría Harold Bloom”. (Alicia Hager, “Arte en Venecia”, El País, Montevideo, 31 Julio 1988). 1988 Berlín
“Él es el que descubre. Su centro es Venezuela. Un lugar arriba, en la montaña. De allí sale, allí vuelve. Allí puede pintar. Pero viaja mucho, incansablemente por el mundo. Su itinerario de años pasados: Venezuela, Berlín, Nueva York, Venecia, Italia, Ciudad de México, Monterrey, otra vez Berlín, Auvers-sur-Oise, Sur de Francia, la Provence, otra vez Nueva York, Florida, Buenos Aires, Caracas, otra vez Berlín y no se le ve aún un fin a este viaje. Jacobo Borges viaja con los ojos abiertos, dibuja, bosqueja, pinta, lleva su diario de vida, trata de comprender. No quiere ser conquistador, quiere ser descubridor”. (Wieland Schmied, 500 años después de Colón, Reflexiones sobre Jacobo Borges, 1988). 1986 La Montaña, Caracas
“En la casa en que nací, cuando llovía se producía, en la parte de atrás, una especie de quebrada, de pequeño río, cuando el agua se estancaba. Era un agua que no tenía un color determinado, por cuanto desde los bordes hasta el centro se iba modificando el color. Pasaba de un color terroso hasta verdes y era un sitio mágico para mi”. “Por una de las ventanas, cuando yo trabajaba de noche, observaba dos barcos inmensos que estaban en el rio. De día no eran tan significativos, no eran grandes, pero de noche se volvían inmensos. Frente a mí había un edificio que controla un túnel que se llama Holland Tunnel, y que no tiene ventanas. De día 9
es un edificio pero de noche es un bloque negro. Los barcos estaban a la izquierda de ese bloque. Entonces, el bloque y los barcos se convertían en la misma cosa. Dos bloques negros”. (Entrevista Peter Schumann, 1986). 1987 El Rio
“El agua despegó la casa de la tierra y ahora íbamos a la deriva y lentamente o rápidamente, no sé, el agua penetró la casa, mis ropas comenzaron a estar mojadas, se hundía la casa, la cama estaba mojada, no se oía el ruido de la lluvia, un silencio en la casa, todos dormían, abrí los ojos asustado, me toqué, no toda mi ropa estaba mojada, tampoco mi cuerpo estaba mojado, entonces comprendí. Caminé pero entonces sentí piedras que me molestaban en los pies, estaba oscuro, un olor a salitre me penetraba por la nariz, la luz de la luna era tenue, ya no caminaba sobre piedras, era arena suave, al fondo un gran plano negro altísimo, profundo, abajo un pequeño hombre desnudo, rosado, naranja con brillos como los dorados de Rembrandt, o mejor dicho como el anuncio de un plato de mariscos. En aquel espacio yo sentía el universo, quería descubrir una forma, inventar una palabra, decir una frase que construyera algo, que fijara este momento de un hombre corriendo hacia el fondo gris verdoso de piel vieja de elefante, el ruido de las olas empezó a llegarme, caminé más lento y comencé a temblar de frío, corrí”. (Jacobo Borges, El Rio, Nueva York, 1987). 1987 El Rio
“Ahí estaba el mar, por primera vez lo veía, más bien lo presentía, la noche era oscura, el mar era como una respiración de asmático… Me detuve, sentí que algo se movía en el suelo, me agaché, extendí la mano, cerré los ojos, agarré algo, lo acerqué a mi cara, pero no era agradable, abrí los ojos, era un paquetico, estaba envuelto torpemente como los que hacen los niños, lo abrí lentamente, apareció un barquito de plástico rojo, de esos que venden en la quincalla de la esquina de mi casa, lo metí en la batea de lavar de mi mamá, estaba llena de agua de jabón, pegué mi nariz a la orilla, la espuma comenzó a crecer, nadé como un loco, mi respiración era angustiada, me hacían daño los corales, la ola me tiraba hacia las rocas”. (Jacobo Borges, El Rio, Nueva York, 1987).
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1987 Nueva York
“La última paradoja: el agua era a la vez, muerte y nacimiento. (Los colores eran agua gruesa y delgada con su propia trama). Era el tiempo pero perversamente prometía la trascendencia del tiempo. El agua elemental es el espacio potencial de Borges en su forma más íntima y compleja”. (Donald Kuspit, 1987). 1987 El Rio
“El barco se mueve mucho, parece que se va a hundir, lo veo detenidamente, parece frágil, tiene un color rojo muy nuevo y esto me inquieta, la vela es muy primitiva, ahora me entra un poco de agua en la boca, la escupo, sabe a jabón, estiro mi mano hacia arriba, crece, crece cada vez más, y el barco se hace cada vez más pequeñito, creo que es la perspectiva, pero cuando dirijo mi brazo hacia el barco, llega allá lejos donde está él, y como un gigante lo agarro, lo saco del agua, veo mi mano con ese barquito rojo a través de la espuma, me duele mi quijada, quizás llevo mucho tiempo apoyado en el borde de esta cosa dura, dirijo mis ojos hacia esa cosa y, lentamente, mi mente va reconstruyendo todos los datos de este material que es cemento, este agua jabonosa, este frío, ese espacio noche alrededor de todo y sobre todo ese dolor en la quijada, tenía que ser la batea que usa mi mamá para lavar la ropa de nosotros”. (Jacobo Borges, El Rio, Nueva York, 1987). 1988 México
“La pared se encogía a medida que el agua se deslizaba sobre ella. La silla oía el ruido que el agua producía a sus espaldas… Los materos escondían a las hormigas asustadas que corrían evitando los pequeños ríos que se estaban formando. Las cebollas encima del fuego, serenas, conocían su destino y no se rebelaban, cubiertas de aluminio como astronautas caminando sobre una planta de fuego. Nosotros esperábamos, veíamos, respirábamos, pero sobre todo sabíamos que día era. Porque esa manera suave en que las cosas, los elementos, tratan a la casa, y la manera que tenía la casa de recostarse contra el aire, era domingo a las cuatro de la tarde, en el número 13 de la Calle Flora, Colonia Roma, entre Puebla y Frontera, cerca de la Redoma de Insurgentes. Estamos en el epicentro del terremoto”. (Jacobo Borges, México 1988). 21
1987 Nueva York
“El descubrimiento de Borges de la paradoja del tiempo-- la madurez que ello promete, es una educación mágica hacia una individualidad engañosa, porque lo que el tiempo comienza resulta destruido antes de terminar fructificante-- está fundamentada en su articulación del agua”. (Donald Kuspit, 1987). 1991 México
“Ni sus largos años de producción ni sus numerosas obras, como tampoco la consolidación cualitativa de éstas, han impedido a este artista venezolano trasmutar los modos de concebir y de ejecutar sus pinturas. Arriesga el prestigio ganado y aprovecha sus experiencias para alejarse de los resultados por éstas logrados o contradecirlos con una nueva búsqueda. Pocos artistas evolucionan como Borges: con variantes desconcertantes dentro de una escondida unidad. La mayoría de ellos lo hacen con variantes embozadas por una notoria unidad formal. Las mutaciones no frenaron el ascenso cualitativo de Borges. Al contrario: lo aceleraron, tanto en lo pictórico como en lo estético”. (Juan Acha, 1991). 1977 Caracas
“Es de ese no-ser, que somos nosotros a pesar de todo, una realidad vieja y nueva, o una realidad nueva a pesar de lo viejo. Es el conjunto lo que le da particularidad, a pesar de las apariencias. Somos, pero la pintura, que se nutre de las apariencias, tiene que atravesarlas. (...) Es así que sólo en una imagen suspendida, ambigua, inapresable, no fijada, como una proyección de cine en una sábana que el viento mueve, puede aprehenderse todo el movimiento histórico, lúcido y al mismo tiempo fantástico. Es decir, una totalidad”. Lo que empiezo a experimentar frente al paisaje es un sentimiento de pérdida, algo así como lo que puede ocurrir en una despedida entre seres queridos que no se volverán a ver, un desgarramiento. En ese espacio quiero colocar el conflicto social, individual: el amor, la soledad. Pintar la memoria y el futuro”. (Entrevista con Arnaldo Acosta Bello, Zona Franca, 1977).
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1987 Nueva York
“Para Borges, el agua definitivamente es el medio ideal para representar la transición del espacio y del tiempo, y como tal es el medio más importante para expresar la duración. El vacío representa el poder del tiempo de eclipsar al ser, haciéndolo parecer vacío; el agua representa el poder de hacerlo engañosamente presente, esto es, el poder de hacer al ser manifiesto, aunque ambiguo”. (Donald Kuspit, 1987). 1986 Nueva York
“Son las tres de la mañana y entonces yo comienzo a pintar. Todos duermen, estoy solo, Nueva York es esa ventana, oscura afuera, un inmenso plano negro de un barco tan grande como uno quiera, sobre un rio negro”. (Jacobo Borges,1986). 1992 Aix en Provence
“Toda la fuerza de la creación del Sur! Perfume de un más allá olvidado, reminiscencia de una edad de oro a revivir que se ofrece más allá del espejo, hacia un espacio-sueño después del espacio-tiempo...hoy, mañana”. “Tonalidades de botes y de fondos marinos tras el vidrio”. (Isabelle de Méré, Nuevo Mundo, 1992). 1991 Caracas
“Las imágenes de los muros, puertas o ventanas, de los troncos u objetos levitando, del agua o el espejo, los temas del espacio ambiguo o del tiempo condensado en un instante inmóvil, los conceptos de la identidad o de la alteridad, no son sino diferentes formulaciones de la cuestión medular sobre el postrer sentido de la vida”. (José María Salvador, 1991). 1992 Aix en Provence
“Y luego Paisaje Final antes del paisaje extremo, mas allá de lo irreal de las sociedades tristes caminando contra la civilización. Este Lado para Ellos. Este Lado para El. Para Ella. Para nosotros. Nosotros¡ Constancia de la duda, constancia de la negación, constancia de la partida….” (Salvatore Lombardo, 1992).
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Postdata 2001 Una Ventana al Mar. “Quizás fue mi pasión por coleccionar casas loque me hizo detenerme. 1980, hace 27 años encontré un libro de fotos de casas inglesas del siglo XIX. Lemere, el fotógrafo, sólo llevaba el record de la decoración. Los espacios estaban llenos de objetos, la mayoría eran pastiches orientalistas, ingleses, franceses, con linternas chinas, tapicerías flamencas, palmeras, orquídeas, falsos chippendale, tudor, alfombras árabes, etc. Cuando había gente en la foto era un mueble mas, al contrario de Torito, en cuyas fotos la gente y los grupos de gente, cuentan historias. Pero, en ambos casos, hay ese silencio que envuelve todo. La colección de fotos de este libro era muy importante en la construcción de la casa imaginaria. El libro se me perdió en la biblioteca, luego en las cajas de libros y por último fue a parar a la memoria. 2001, era invierno y además llovía a cántaros. Una bruma de lluvia cubría todo. Apenas se distinguía la ciudad que estaba ahí. En la calle, la gente, eran apenas sombras de agua. Yo, sentado en el sofá, observaba el salón en que estaba, claro que estaba en un barco, aquí, detenido en el tiempo. Veo hacia la otra ventana y no llueve. Volteo de nuevo a la ventana que tengo al lado y la lluvia está congelada, inmóvil. Otra vez el imaginario me traicionó. Este apartamento en esta ciudad, en un piso 15 o 20, es un barco suspendido en el aire, ese cuadro en la pared, con su lluvia eterna, vaciaba estos objetos del salón de su cotidianeidad y familiaridad y los colocaba en un instante de la memoria, de imágenes presentidas de la casa imaginaria. Y ahora, flotando por esta ciudad, bloque negro gigantesco sobre el río. Esa ventana-cuadro-agua era una ventana al mar, a los sueños… hacia el viaje”. (Jacobo Borges, 2001).
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Detalle de Sala con ventana al mar N° 6
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Sala con ventana al mar N° 6 2005 Óleo sobre tela 150 x 170 cm.
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Sala con ventana al mar N° 7 2005 Óleo sobre tela 142 x 168 cm.
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Sala con ventana al mar N° 9 2006 Óleo sobre tela 142 x 168 cm.
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Sala con ventana al mar N° 10 2006 Óleo sobre tela 142 x 178 cm.
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Sala con ventana al mar N° 11 2006 Óleo sobre tela 142 x 178 cm.
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Sala con ventana al mar N° 12 2006 Óleo sobre tela 143 x 178 cm.
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Sala con ventana al mar N° 13 2007 Óleo sobre tela 140 x 160 cm.
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Sala con ventana al mar N° 14 2007 Óleo sobre tela ... x ... cm.
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15 Sala con ventana al mar N° 15 2007 Óleo sobre tela 142 x 167 cm.
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Se vino abajo el cielo, 1996-1998
JACOBO BORGES Nace en 1931 en Caracas, Venezuela. En su infancia estudia por un breve período en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, donde cuenta entre sus profesores a Alejandro Otero. Trabaja en distintos oficios: litógrafo, dibujante, asistente de Carlos Cruz Diez en McCann-Erickson. Participa en el Taller Libre de Arte. Conoce al pintor Armando Reverón, está en contacto con el poeta Aquiles Nazoa y el escritor cubano Alejo Carpentier. 1952 Recibe el primer premio en el Concurso de Pintura Joven promovido por el diario El Nacional, la MGM y la Embajada de Francia en Venezuela, que consiste en una beca de estudios por diez meses en París, donde permanece por varios años desempeñando todo tipo de trabajos. Expone en el Salón de la Joven Pintura en el Museo de Arte Moderno de París. 1956 De regreso a su país, trabaja intensamente y expone en el Museo de Bellas Artes de Caracas, en la Bienal de Venecia y en la Bienal de Sao Paolo donde recibe Mención Honorífica. 1957 Realiza muestras individuales y colectivas en distintas galerías. Colabora con los grupos Tabla Redonda y El Techo de la Ballena, agrupaciones literarias y artísticas activas en Caracas a principios de los 60. Trabaja regularmente en la creación de escenografías para obras de teatro: Soga de Niebla de César Rengifo; El día de Antero Albán de Arturo Uslar Pietri; Hernani de Victor Hugo; Esperando al zurdo de Clifford Odets; Noche de Reyes de León Felipe y Calígula de Albert Camus. En los años siguientes, en paralelo con su obra pictórica, continua su investigación escenográfica con El zoológico de cristal de Tennessee Williams; Bodas de sangre de Federico García Lorca; El tintero de Carlos Muñiz; El testamento del perro de Ariano Suassuna, dirigida por Álvaro de Rosson.
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1960 Recibe el Premio Arturo Michelena, XVIII Salón Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, Venezuela. 1961 Recibe el Premio Nacional de Dibujo y Grabado en el XXII Salón Oficial. 1963 Recibe el Premio Nacional de Pintura en el XXIV Salón Oficial y el Primer Premio de Dibujo en la V Exposición Nacional de Dibujo y Grabado, Facultad de Arquitectura, Universidad Central de Venezuela. 1964 Es invitado a exponer en el Guggenheim International Award en The Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. 1966 Es seleccionado por Thomas Messer para formar parte de la exposición La Década Emergente-Pintores Latinoamericanos y Pinturas en los años 1960 en The Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. A partir de este año abandona la pintura por un período y se dedica al estudio y experimentación de nuevos medios de comunicación visual: cine, video, fotografía, performance e instalación, entre otros. Concibe y dirige el espectáculo multimedia Imagen de Caracas, que se realizó en 1967 en ocasión de los 400 años de la fundación de la ciudad capital. El espectáculo tuvo lugar en un inmenso espacio construido con tubos de andamios, dentro del cual el público caminaba e interactuaba con las imágenes proyectadas y objetos que se movían. Trabaja en la dirección del material cinematográfico así como en las instalaciones teatrales de este espectáculo. Dirige la película 22 de Mayo y forma parte del movimiento Cine Urgente, que impulsaba el uso de la cámara de cine como medio de comunicación y de socialización. 1970 Regresa a la pintura sin abandonar sus búsquedas con otros medios visuales.
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1972 Expone por primera vez en la Galería Estudio Actual donde expondrá su trabajo regularmente en los próximos años en Caracas. Participa en otras exposiciones en el continente 1975 Organiza la exposición itinerante Visión de Venezuela, conformada por murales, fotomontajes, audiovisuales y textos. 1976 El Museo de Arte Moderno de México realiza una exposición retrospectiva de su obra: Magia de un Realismo Crítico, que se exhibe posteriormente en el Museo de Bellas Artes de Caracas y participa en Arte hoy en América Latina en el Instituto Hispánico, Madrid. 1979 Realiza las escenografías para Los ángeles terribles de Román Chalbaud. Su obra, junto con la de Max Ernst, René Magritte y Robert Rauschenberg, es incluida en el calendario de este año de la editorial alemana Du Mont. Su obra gráfica, inspirada en la ciudad y la montaña, es recogida en el libro La Montaña y su Tiempo, publicado junto a textos de su autoría por Armitano Editores, Caracas. 1981 Inaugura la exposición La Comunión en la Galería de Arte Nacional, Caracas. 1982 Se publica el libro Jacobo Borges de Dore Ashton, por Armitano Editores, Caracas. 1984 Es invitado especial a la Primera Bienal Wifredo Lam, junto a Roberto Matta y Francisco Toledo, La Habana, Cuba. 1985 Recibe la beca de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation y pasa un año en Nueva York, donde trabaja intensamente. Realiza la escenografía para Lo que dejó la tempestad de César Rengifo, dirigida por José Ignacio Cabrujas, desarrollando grandes instalaciones con materiales novedosos. Recibe el Premio Nacional de Escenografía. 1986 Es invitado por la Deutscher Akademischer Auschtausdienst (DAAD) para trabajar en Berlín, donde permanece por varios meses. A partir de ese momento su relación con la
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1991
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ciudad de Berlín es intensa e inspiradora. Durante los años siguientes divide su tiempo, viviendo y pintando entre Nueva York, Berlín, Ciudad de México, el sur de Francia y Caracas. Su obra es seleccionada en Art of the Fantastic: Latin America, 1927-1987, exposición itinerante organizada por el Indianapolis Museum of Art. Ese mismo año presenta una gran muestra individual itinerante, titulada De la pesca al espejo de aguas, 1956–1986, compuesta por 60 obras, organizada por el Museo de Monterrey, México, que se inaugura en esta institución y de allí viaja al Museo de Arte Contemporáneo Rufino Tamayo de México, D.F., al Staatliche Kunsthalle de Berlín, al Museo de Arte Moderno de Bogotá y al Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber. Sus obras forman parte de la exposición Fifty Years of Collecting: an Anniversary Selection. Paintings from Modern Masters en el Guggenheim Museum de Nueva York; así como de la muestra itinerante The Latin American Spirit: Art and Artist in the United States, 1920-1970, organizada por el Bronx Museum of Arts, Nueva York y de la exposición de la Olympiad of Arts, que tuvo lugar durante los Juegos Olímpicos de Seúl, Corea; además de ser artista invitado a la XLIII Bienal de Venecia. Expone Itinerario de Viaje en la Galería del Centro Consolidado, Caracas y A Propos de Romantisme Barroque, en la Fondation Vassarely, en Aix en Provence, Francia. Es invitado a participar en la exposición Latin American Artist of the Twentieth Century, exhibida en el Museum of Modern Art, Nueva York.
Magia de un Realismo Crítico, 1976 De la pesca al espejo de aguas, 1987 La Comunión, 1981
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1995 El Gobierno de la ciudad de Caracas inaugura el museo que lleva su nombre en Catia, vecindario donde creció. El Museo Jacobo Borges es concebido como un eco-museo donde se impone un criterio antropológico de la cultura. Desde este año y hasta 2006 es profesor invitado en la Internationale Sommerakademie fur Bildende Kunst, Academia Internacional de Artes Plásticas en Salzburgo, Austria, donde expone Es ist die Seele ein Frendes auf Erden…(Es el alma cosa extraña sobre la tierra…). 1996 La muestra Es ist die Seele ein Frendes auf Erden… (Es el alma cosa extraña sobre la tierra…) viaja a Caracas y se expone en la Galería Freites. Realiza una gran instalación para el museo de la Residenz Galerie en Salzburgo, Austria, Der Himmel senkte sich (Se vino abajo el cielo). A lo largo de mil metros cuadrados crea un espacio de pinturas, esculturas y objetos, basado en el tema del diluvio universal. Se edita el catálogo producido por la Sommerakademie fur Bildende Kunst, con textos de Wieland Schmied y Barbara Wally. 1998 La instalación, Se vino abajo el cielo, se lleva a Caracas y se muestra en las ruinas de lo que fuera la cárcel del Retén de Catia. 1999 Forma parte de A Rebours, The Informal Rebellion (1939 - 1968), exposición curada por Dore Ashton para el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, el Centro Atlántico de Arte Moderno, Las Palmas de Gran Canaria y de la exhibición América Latina, las Vanguardias de Fin de Milenio, Culturgest, Lisboa, Portugal. Desde su taller y residencia en las montañas al sur de Caracas diseña y siembra un bosque–jardín de bambúes y otras especies tropicales y realiza desde allí un conjunto de obras con el tema de la naturaleza, titulado Aproximación al Paraíso Perdido, que muestra en la Galería Freites en Caracas.
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Es el alma cosa extraña sobre la tierra….,1995 -1996 Los Falsos Rembrandts de Jacobo Borges, 2000
2000 Exhibe El Bosque en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber; en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia; en la Galerie Adriana Schmidt, Colonia, Alemania y en el Instituto de Cultura Hispánica en Madrid, España. A partir de este año hasta el 2005, trabaja en dos series: Sueños, pinturas al óleo que trazan una épica del mundo femenino y Los Falsos Rembrandts de Jacobo Borges, un proyecto de instalación sobre un coleccionista de obras de Rembrandt. 2001 Realiza la escenografía para Ballet Contemporáneo Sand con música de Phillip Glass, para Buglisi–Foremann Dance Company, en el The New Victory Theater, 42nd street, Nueva York. Participa en la muestra Kunst kaufen des Landes Salzurg 2001-2003, Salzburgo, Austria. 2002 A partir de este año y hasta el 2005 realiza en fotografía, video y reproducción digital el Armory Project. De este proyecto surgen en 2004 las exposiciones Room of Memory y Time Passes para la Galerie Eva Poll en Berlín y Latin Collector en Nueva York, respectivamente. Realiza la instalación The Matter of the Matter para la muestra Aquaria en Linz, Austria. 2004 Realiza Rain, video-escenografía para Buglisi-Foreman Dance Company, en el Joyce Theatre, Nueva York. Comienza a pintar la serie Sala con Ventana al Mar, proyecto que prosigue actualmente y que representa una de sus series más ambiciosas, se trata de pinturas que nos muestran una ventana abierta al mar por donde pasan objetos, personas, fotografías, entre muchas otras cosas. Un viaje por el presente, pasado y futuro, una reflexión sobre la pintura y a su vez, una suerte de memoria pictórica personal. Al mismo tiempo continúa su investigación con la fotografía digital que desarrolla en gran formato. 2005 Expone la instalación escultórica con el poema La Libertad de Paul Eluard en homenaje al maestro Jesús Soto, Mega Exposición, Museo de Bellas Artes de Caracas.
Aproximación al paraíso perdido, 1999 El Bosque, 2000
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2006 Inaugura el mural-instalación Del Sol o de la Luz en Ciudad Banesco, Caracas, que inició en el año 2003. Obra de 420 metros cuadrados en la que se utilizó una diversidad de materiales y técnicas, trabajo que como lo expresa el reconocido crítico Lucie-Smith, trata “sobre la luz del mundo combinada con la luz del espíritu”. 2007 Inaugura en la Galería Freites de Caracas, la exposición de pinturas que componen la serie Sala con ventana al mar, comenzada en el año 2004. Continua trabajando en diversos proyectos para Venezuela y el extranjero. Publicaciones (selección): •La Montaña y su Tiempo, Armitano Editores, 1979. Texto de Jacobo Borges. •Jacobo Borges, Dore Ashton, Armitano Editores, 1982. •América Latina, Iordan Chimet, Editura Meridiane. Bucarest, 1984. •Art Diary 1989. The World’s Art Directory, Giancarlo Politi Editore. •La Peinture de L’Amerique Latine au XX Siecle, Damián Boyon, Roberto Puntual, Ediciones Mengès, París, 1990. •Artistas Latinoamericanos en su estudio, introducción de Carlos Fuentes. Textos Marie-Pierre Colle. Noriega Editores, 1994. •Art today, Edward Lucie-Smith. Phaidon, London, 1995. •Movements in Art since 1945, Issues and Concepts, Edward Lucie-Smith, Thames and Hudson, New York, 1997. •Art at the Turn of the Millenium, Burkhard Riemschneider, Uta Grosenick Editors, 1999. •Petit Dictionnaire des Artistes Contemporains, Pascale LaThorel-Daviot, Larousse, 1999. •Twenieth-Century Art of Latin America, Jackeline Barnitz. Austin University of Texas Press, 2001.
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Del Sol o de la Luz, 2006
•Viendo Visiones, Carlos Fuentes, Fondo de Cultura Económica, México, 2003. •Jacobo Borges, La Rebellion ou le XI Commandement. Salvatore Lombardo, Transbordeurs. París, 2005. •Jacobo Borges, Del sol o de la Luz. Edward Lucie-Smith. Banesco, Caracas, 2007. Catálogos de muestras individuales (selección): • Jacobo Borges. Pintor venezolano. Magia de un realismo crítico. Museo de Arte Moderno, México, julio-agosto, 1976. Textos de Roberto Guevara, Fernando Gamboa y el relato “Encuentro con un círculo rojo” de Julio Cortázar. • Jacobo Borges. La Comunión, Galería de Arte Nacional, Caracas, 1982. Texto de María Elena Ramos. • De la pesca al espejo de aguas. 1956-1986. Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, 1987. Textos de Carter Ratcliff y Marta Traba. •Jacobo Borges, Staatliche Kunsthalle, Textos de Wieland Schmied. Berlín, 1988. •Berliner Bilder l y ll, Galerie Eva Poll, Berlín, 1989 y 1992. Textos: Wieland Schmied. •Es Ist Die Seele Ein Fremdes Auf Erden… Internationale Sommerakademie fur Bildende Kunst, Salzburgo, 1995.
Textos: Wieland Schmied y conversación entre Jacobo Borges y Barbara Wally. •Der Himmel senkte sich, Internationale Sommerakademie fur Bildende Kunst, Salzburg, 1996. Textos: Wieland Schmied, Marena Marquet y Barbara Wally. •Aproximación al paraíso perdido. Galería Freites. Caracas, 1999. Conversación entre Jacobo Borges y Maritza Jiménez. •Sala con ventana al mar. Galería Freites, Caracas, 2007. Introducción de Jacobo Borges.
Room of Memory , 2002 Los Sueños, 2000
Catálogos de muestras colectivas (selección): •Guggenheim International Award 1964. The Solomon R. Guggenheim Museum. New York, 1964. Texto de Lawrence Alloway. •The Emergent Decade. The Solomon R. Guggenheim Museum, New York, 1966. Texto de Thomas M. Messer. •A Rebours-The Informal Rebellion / La Rebelión Informalista (1939-1968). Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 1999. Texto de Dore Ashton. •Das Vanguardas ao Fim do Milenio. Culturgest, Lisboa, Portugal, 1999. Texto de Jorge Glusberg. •Aquaria,The Fascinating World of Man and Water, Landes Museen-Kunstsamm Lugen, 2002. Texto de Barbara Wally. •Die 5 Dekade, Internationale Sommerakademie fur Bildende Kunst, 1993-2003. Salzburg, 2004. Texto de Barbara Wally.
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Reflections on “Room with a View to the Sea” before being imagined “When one pauses before the succession of mutations, usually they jump at first sight, one or more general constants, and, then, the variants and constants of each mutation. To indicate the first means to order the evolutionary landmarks in Jacobo Borges’ paintings, while the second typify each of his stages.” (Juan Acha)
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1951
Caracas
experience. Borges’ pictorial fictions, like true literary fictions, spring from a person who has submitted to, and learned from the vagaries of real life. Once that process had begun, there were no limits, to the associations he could draw upon from his personal culture”. (Jacobo Borges: In search of the Lost Paradise and other
“One day Jacobo Borges arrived, we weren’t children anymore, we were young men, and then he appeared. He had always been there. One day he won a scholarship and left. About two years later, he came back, then he left again, that is known, but what matters is the day he came back for the first time.” (Ignacio Cabrujas, Catia Three Voices, 1994)
matters. Dore Ashton, 1990). 1989
1987 Berlin
“When I was in Mexico in 1989, I said: A year ago I painted a door, but I finished it in Berlin. Then I returned to Mexico, and a friend was busy restoring a colonial house. At first it was pure curiosity – for a month I was there every morning watching him, and gradually my relationship with that house- which was completely dilapidated and in ruins- became clear. My friend was worried about having and archeologist come and excavated the floor, because he might discover remains of Aztech architecture… One day, I was walking through the house, crossing patios, corridors without doors, empty halls, abandoned doors… and suddenly I felt that everything had a meaning, and that our space is a simultaneous space which exist within us like fluid.”
“Due to the invitation made by the predecessor of Joachim Sartorius at the DAAD, Wieland Schmied, the painter had the original idea of remaining in Berlin for one month, two at the most, and then leaving the city like a visitor who is always arriving and departing. It is an attitude coherent with his painting. In it there are farewells, and most of what one has bided farewell from, comes back. Men and spaces appear, and disappear again. A coming and going takes place endlessly. Borges seems to be a painter of the unquiet, a constant connector that knows how to detach himself of what is unnecessary.” (Hein Ohff, Der Tagesspiegel, November 28th, 1987) 1990
New York
“Borges goes everywhere, if not in his tense, quick person, then in his capacious imagination. With him go innumerable imaginary dossiers: all the historical, pictorial images, poetic phrases he has accumulated in his life of inquiry. His varied impulses rise swiftly, consume all his energies for a time, and subside, but they are always truly connected with where he has been, what he has done, whom he has known, and what he has read. What runs through his entire oeuvre – what in fact makes it an oeuvre – is the candor with which he recreates a lived
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Berlín
(Conversation with Barbara.Wally. 1994,) 1986
Salzburg, Austria
“Generally, in my paintings, I place people behind a door. They are watching towards inside but they are erased. In truth its me. When I was a child I use to watch the parties in the neighborghood through the windows. I was always outside. I always saw from afar. So, what I paint is that. I even realize that what I paint are places where I have never been.” (Interview, Peter Schumann, La Montaña, 1986)
1994
Salzbur, Austria
1981
“I collect photos of the things. Photos of objects, of furniture, I enjoy thinking about the epochs, the styles, in how the objects were made. I bought a book of interiors of the 19th Century. That false style that is just imitation and is nothing, all gilded, one thinks that is horrible. I imagine a house where to accumulate those tiny Venuses. I like the accumulation. A shudder produces me, as if were stepping in a loose land. It is like the sound that produces the silk, between sound and brightness, they are contradictory sensations. It is like to enter the secrets: the furniture that composed the room, you feel entering an intimacy that wraps you, that you reject but you want to enter, as a child with fear but with curiosity. And you advance. This I revive it in the photographic images, I reconstruct, I encounter, what I have lived and what I have not lived.” (Interview. María Elena
I was working in La Montaña on a series called The Matter of Time, which concerned vegetable matter decomposing on a piece of colonial period furniture with a mirror that was a door looking towards OUTSIDE-INSIDE. On arriving to the Fortress in Salzburg, I was amazed to see that the classroom windows had also this ambiguity of inside-outside that I had left in La Montana, and while I was in the Fortress that synchronism and that unity were repeated as if distance was no important.” (Conversation with Barbara Wally, 1994) 1989 Berlin
The Window. “As a child I would watch the dancing parties in the houses, at night, from outside, from afar, in between the onlookers who gazed through the bars of the windows, watching the guests dancing on the other side of the window. Over there. I felt sorry for those onlookers, not because they impeded me to look, but because I imagined their faces stuck to the window bars, looking inside with their faces of being-outside, of not being able to go in, of accepting that they were outside and not knowing it, defending their identity by criticizing those who danced on the other side. Here, from where I looked, I imagined, I mean, from inside, here was life. I placed myself at a certain distance, safe from their stares, the ones from there and here, I imagined I could be on the other side, in that dark zone, not brightened by the light of the window, that was neither here nor there, neither outside nor inside.” (The Window, Jacobo Borges, Berlin, 1989)
Caracas
Ramos, 1981) 1982
Caracas
“As the character from Garcia Márquez’s short story, who accumulates things in Eréndida, travels everywhere and goes collecting things, and filling its house with all those styles. If one sees a house at Coro, (a city by the sea in Venzuela), it has a colonial facade reconstructed that already is and is not. But you enter and you find a refrigerator, and chairs of folk style and a reproduction of a Renaissance painting. That happens so much all the time that no longer surprises you.” (Interview. Ramón Hernández, El Nacional, 1982) 1988
Venecia
“From those ‘multiespace’ and ‘multi-temporal’ zones Jacobo Borges looks at us dressed as a Renaissance
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master. Is one of his many references to the history of painting. That is because Borges resorts frequently to the citatoria yielding homage to many teachers, marking the importance of cultural continuity, underlining the contact with the great masters, indicating the importance of those “visits” to the past of which Umberto Eco in comments in “Apostillas al Nombre de la Rosa’. Proud of his syncretism, typical of Latin America, he allows the echoes and the influences to reverberate. He is not scared at them. He frees himself of the terrible “brilliance of the cultural inheritance”, as Harold Bloom would say. (Alicia Hager, “Arte en Venecia”, El País, Montevideo, 31 Julio 1988) 1988
Berlín
“It is he who is doing the discovering. His centre is Venezuela. A place up in the mountains. This is where he starts from and where he returns. Here he can paint. But he travels tirelessly. His itinerary over the past few years looks like this: Venezuela, Berlín, New York, Venice, Italy, Mexico City, Monterrey, Berlin again, Auvers–sur–Oise. The South of France – Provence. New York again. Florida, Buenos Aires, Caracas, Berlin yet again, and no end to the journey in sight. Jacobo Borges travels with his eyes open; he draws, sketches, paints, keeps a diary, tries to understand. He seeks to be not a conqueror but a discoverer.” (500 years after Columbus –Reflections on Jacobo Borges, Wieland Schmied, 1988) 1986 La Montaña, Caracas
“In the house where I was born, when it rained, there was a little creak where the water sank. That water had a non-fixed color, from the borders to the core the color was modifying itself. It turned from an earthy into a greenish color and it was a magic place for me.”
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“One night, while I was working, I looked out of the window and saw two enormous ships out there, on the Hudson River. They did not look so impressive during the day, but at night they were simply too big. Opposite to me was the building housing the control rooms for the Holland Tunnel, a building without windows. In daylight it looked like any other building, but at night it became a black block. The ships were at the left of that block. Then, the block and the ships turned into the same thing. Two black blocks.” (Interview. Peter Schumann, 1986) 1987
The River
“The water detached the house from the ground and now we were going adrift and slowly or quickly, I don’t know, the water entered the house, my clothes became wet, the house was sinking, the bed became wet, the house was sinking, the sound of the rain was inaudible, the house was quiet, everyone slept, I opened my eyes, scared, I touched about, not all of my clothes were wet, nor my body, then I understood. I walked but then I felt stones bothering my feet, it was dark, a smell of sea salt entered my nose, the moonlight was dim, I no longer walked on stones, it was soft sand, at the end of a great black surface, deep, below there was a small naked man, pink, orange with golden reflections like Rembrandt, or better yet, like the announcement of a seafood dish. In that space I felt the universe, I wanted to discover a form, to invent a word, to say a phrase that would build something, that would fix this moment of a man running towards a gray green background like the skin of an old elephant, the sounds of waves began to reach my ears, I walked slowly and then started to shudder, I ran.” (Jacobo Borges, The River, New York, 1986)
1987
The River
“The ocean was there, I was seeing it for the first time, I could feel it, it was dark, the ocean was like an asthmatic’s breathing…I stopped, I felt something moving on the ground, I bend over, extended my hand, closed my eyes, grabbed something, pulled it close to my face, but it was not pleasant, I opened my eyes, it was a little package, it was wrapped awkwardly like children do, I opened it slowly. A small, red, plastic boat appeared, like the ones they sell at the supply store around the corner from my house, I put it in my mothers washing sink, it was full of soap water, I put my nose on the edge, the foam began to grow, I swam like crazy, my breathing was desperate, the corals hurt my skin, the waves threw me against the rocks.” (Jacobo Borges, The River, New York, 1986) 1987. Nueva York
“Borges’s uncovering of the paradox of time – the maturity it promises is a magical lure to a delusive selfhood, for what time starts it does not so much fruitfully end as destroy – is embodied in his articulation of water.” (Jacobo Borges’s Creation of Potential Space. Donald Kuspit, 1987) 1987. The River.
“The boat is moving too much, it seems as if its going to sink, I see it clearly, it seems fragile, it has a very new red color and that worries me, the sail is very primitive, now I swallow some water, I spit it out, tastes like soap, I stretch my hand up, it grows, grows, grows more each time, the boat is smaller each time, I think it is the perspective, but when I reach my arm towards the boat, it reaches far where it is, like a giant I grab it,
I pull it out of the water, I watch my hand with this small red boat through the foam, my chin hurts, maybe I have spend too much time leaning on the edge of the hard sink, I look towards it, slowly, my mind reconstructs all the details of this material that is cement, then the soapy-water, this cold, this nightly space around everything and most importantly this pain on my chin, it had to be the sink my mother used to wash our clothes. (Jacobo Borges, The River, New York, 1986) 1988. Mexico.
The wall shrank as the water slid over it. The chair listened to the noise the water produced behind it… The flowerpots hid the ants that ran scared avoiding the small rivers that were being shaped. The onions on the fire, serene, knew their destiny and did not rebel, covered by aluminum foil like astronauts the walked over a plant of fire. We waited, watched, breathed, but above all we knew what day it was. Because of that soft way in which the things, the elements, treated the house, and the way in which the house leaned against the air, it was Sunday at four o’clock in the afternoon, at N.13 Calle Flora, Colonia Roma, between Puebla and Frontera, near the Redoma de Insurgentes. We are at the epicenter of the earthquake. (Jacobo Borges, Mexico 1988) 1987. Nueva York.
The Borges discovery of the paradox of time-- The maturity that is promises is a magical education towards a deceptive individuality, because that the times begins. is destroyed before finishing fruitful-
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is based on the joint of the water (Jacobo Borges’s Creation of
1987
“For Borges, water is clearly the medium ideally emblematic of- embodying- spatiotemporal transition, and as such the mayor means of articulating duration.” “The emptiness signifies time’s power of absenting being, making it seem empty; water signifies its power of making speciously present, that is, making being manifest, however ambiguously.” (Jacobo
Potential Space. Donald Kuspit, 1987) 1991
México
Neither his long years of production nor his numerous artworks like as neither the qualitative consolidation of these, have prevented this Venezuelan artist to trasmutate the ways he conceive and execute his paintings. He risks gained prestige and takes advantage of his experiences to move away from the results or to oppose them with a new search. Few artists evolve like Borges: with amazing variants within one hidden unit. The majority of them does it with variants muffled by a well-known formal unit. The mutations did not restrain the qualitative ascent of Borges. On the contrary: they accelerated it, as much in the pictorial as in the esthetics”. (Juan Acha, 1991) 1977
Borges’s Creation of Potential Space. Donald Kuspit, 1987) 1986
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New York
“It is three in the morning and I begin to paint. Everyone sleeps, I am alone, New York is that window dark outside, an enormous black surface of a boat as big as one wants, over the black river.” (Jacobo Borges, 1986) 1992
Aix en Provence
“All the strength of creation of the South! Perfume of a forgotten faraway, reminiscence of a golden age to be relived offered beyond the mirror – towards a dream-space after a time-space…today, tomorrow.” (Isabelle de Méré, Nuevo
Caracas
“It is from that “not-to be’ that we are we in spite of all. A reality, old and new, or a new reality in spite of the old. It is the group which gives the particularity, in spite of the appearances. We are, but the painting, that is nourished by the appearances, must cross them. (….) It is so that only in an image suspended, ambiguous, unreachable, not fixed, like a projection of a movie in a sheet moved by the wind, it can be apprehended all the historic movement, lucid and fantastic at the same time. That is to say, a totality.” “What I begin to experience infront of the landscape is a feeling of loss, something as what occurs in a farewell among beloved friends that will not meet again, a tearing. In that space I want to place the individual, social conflict: the love, the solitude. I want to paint the memory and the future.” (Interview with Arnaldo Acosta Bello, Zona Franca, 1977)
Nueva York
Mundo, 1992). 1991
Caracas
“The images of walls, doors or windows, of trunks or flying objects, of water or a mirror, the themes of ambiguous space or condensed time in a still instant, the concepts of identity or alternation, aren’t but different formulations of the essential question of the meaning of life.” (Jose Maria Salvador, 1991) 1992
Aix en Provence
And then Final Landscape before the extreme landscape, beyond the unrealness of sad societies walking against civilization. This side for Them. This Side for Him. For her. For us. Us! Perseverance of doubt, perseverance of denial, perseverance of departure…(Salvatore Lombardo, 1992)
Post data. 2001
A Window towards the Sea. “Maybe it was my passion for collecting houses what made me halt. 1980, twenty-seven years ago, I found a book of pictures of English Houses in the XIX century. Lemere, the photographer, was only recording the decoration. The spaces were filled with objects, most of them a jumble of oriental, English, French with Chinese lanterns, Spanish tapestry, palm trees, orquids, Tudor, Arabian rugs, etc. Whenever there was a person in the picture they seemed like another object, as opposed to Torito’s photography, in whose photos people and groups of people tell stories. But in both cases there is a silence that surrounds everything. The picture of this book was very important in the formation of my imaginary house. The book was lost among boxes of books and finally it remained only in my memory. 2001, it was winter and pouring outside. A mist of rain covered everything. The city was barely distinguishable. The people in the street were only just shadows of water. From the couch, I observed the living room I was in, of course I was on a boat, detained in time. I looked towards the other window and there was no rain. I looked again to the window beside me and the rain was frozen, still. Again my imagination betrayed me. This apartment, in this city, on a 15th or 20th floor, is a boat suspended on air. That painting on the wall, with its eternal rain, emptied the objects in the room of all their mundane ness and familiarity and placed them in a remembrance of pre-felt images on the imaginary house.
And now, floating around this city, gigantic black block on the river. That window – painting – water was a window towards the sea, towards the dreams… towards the voyage.” (Jacobo Borges, 2001)
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That window – painting – water was a window towards the sea, towards the dreams… towards the voyage.” (Jacobo Borges, 2001)
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Esa ventana –cuadro – agua era una ventana al mar, a los sueños… hacia el viaje.” (Jacobo Borges, 2001)
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Casa con ventana 2003 Óleo sobre tela 75 x 100 cm. Colección particular Sala con ventana al mar N° 1 2004 Óleo sobre tela 190 x 218 cm. Sala con ventana al mar N° 2 2004 Óleo sobre tela 200 x 210 cm. Colección particular Sala con ventana al mar N° 3 Portada 2005 Óleo sobre tela 170 x 220 cm. Sala con ventana al mar N° 4 2005 Óleo sobre tela 151 x 151 cm. Sala con ventana al mar N° 5 2005 Óleo sobre tela 170 x 220 cm. Colección particular
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Sala con ventana al mar N° 6 2005 Óleo sobre tela 150 x 170 cm. Colección particular
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Sala con ventana al mar N° 7 2005 Óleo sobre tela 142 x 168 cm. Colección particular
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Sala con ventana al mar N° 9 2006 Óleo sobre tela 142 x 168 cm. Colección particular
10 Sala con ventana al mar N° 10 2006 Óleo sobre tela 142 x 178 cm. Colección particular 11 Sala con ventana al mar N° 11 2006 Óleo sobre tela 142 x 178 cm. Colección particular 12 Sala con ventana al mar N° 12 2006 Óleo sobre tela 143 x 178 cm 13 Sala con ventana al mar N° 13 2007 Óleo sobre tela 140 x 160 cm. 14 Sala con ventana al mar N° 14 2007 Óleo sobre tela ..... x ....... cm. 15 Sala con ventana al mar N° 15 2007 Óleo sobre tela 142 x 167 cm.
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Avenida Orinoco Urb. Las Mercedes Caracas - 1060 Venezuela Teléfonos: 58-212 993 78 46 58-212 993 22 59 galeriafreites@cantv.net www.galeriafreites.com
Sala con ventana al mar
Coordinación María Jaume Selección de extractos literarios Jacobo Borges Fotografía de las obras Diana Carvallo Carlos Sánchez Diseño gráfico Ingrid Padrón Impresión Litografía ImagenColor S.A. Depósito Legal lf27420077003447 ISBN 978-980-6904-07-1 ©Galería Freites, C.A. Caracas, septiembre 2007
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