Santiago Cárdenas y Jorge Stever son figuras claves en el afianzamiento de la pintura en sus más depurados aspectos conceptuales. Sobrepasan el dominio del oficio y la representación de lo real porque, para ellos, no se trata de copiar los objetos o engañar el ojo, sino de crear un espacio entre las fronteras del realismo y la abstracción. Cada uno mantiene la fuerza de un lenguaje original que dialoga entre sí y genera reflexiones en el espectador.