Dunas, Letras en Movimiento Número 3

V O L III AÑO 1 agosep

ENTREVISTAS

EL MUNDO SUFRE DE

ENTRE BIBERONES

LUGARES

HAMBRE DE LIBROS

LA ABUELA TERRÍCOLA

INCLUSIVOS

Y LECTURAS

IMPRECISOS

¿CIELO CON “S”?

Gerardo Cirianni

@josecarmonailustracion

editorial LIBROS Y PAÑALES

¿Lecturas a edad temprana?, ¿Libros para los más pequeños?, ¿Realmente leen?, estas y muchas preguntas se vienen a la cabeza de muchos de los padres y madres cuando se plantea que les hagan lecturas a sus hijos pequeños. La lectura a temprana edad permite un desarrollo del lenguaje amplio, así como un manejo de la comunicación entre pequeños y adultos. Claro que los más peques no leen, sin embargo, pueden percibir los tonos de voz, las inflexiones, las variaciones tonales y eso llena de imágenes sus cerebros, mismas que abren un abanico de escenarios creados entre la lectura, los adultos y sobre todo los más pequeños.

Las imágenes de los libros van adquiriendo forma y fondo, se van nombrando y con ese nombre entonces se crean imaginarios infinitos, aquello que no sabemos que es o como se llama nos provoca miedo o zozobra, recuerden esas noches de plena oscuridad por los frecuentes apagones y vamos recorriendo poco a poco nuestras casas y cosas, las vamos nombrando y así adquirimos confianza para salir de esa oscuridad, pues algo parecido debe suceder en la mente de los pequeños, al unir nombre y figura, color y textura, olor y sobre todo palabras que llenan de confianza su espíritu.

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Cuando leemos toman forma los conceptos, se realizan juicios y se razona del porque de las cosas, a pesar de no estar conscientes plenamente de esto, pero se inicia un dialogo con el autor-lector, lo cual permite una resignificación de nuestra propia cosmovisión. Leer es una herramienta que permite el desarrollo de habilidades fundamentales para el conocimiento; cuando leemos comparamos, definimos, argumentamos, observamos y caracterizamos aquellos que nos puede parecer lejano. Autor-lector tal vez inicia su aventura con textos clásicos como Caperucita Roja o el Patito feo, pero poco a poco las imágenes se irán haciendo más complejas, hasta desembocar en los álbumes de autores como Maurice Sendak, Anthony Browne, Ivar Da Coll y otros, en los que el diálogo entre palabra e imagen propone niveles de interpretación cada vez más creativos, es importante no caer en las trampas de los grandes mercados editoriales, un bebe es capaz de disfrutar un texto con imágenes como una lectura en voz de sus padres, y un consejo más, no solo lea libros, también lea a sus oyentes, el secreto para saber cual lectura les entusiasma y cual no, se refleja en la cara de su oyente bebé, ellos nos irán diciendo que les gusta, que les aburre y que los emociona, pero no olvide, lo mejor de este ejercicio, es el vinculo irrompible de un lector y sus libros y lecturas.

Juan José Monarrez Director Dunas, Letras en Movimiento.

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directorio Equipo editorial

Dirección General: Editor: Diseño Editorial y gráfico:

Juan José Monarrez A. Francisco Barrios Abraham González

Enlace Internacional: Enlace de Recepción de Textos:

Kiko de la Rosa Alejandra Estrella

COLABORACIONES

Gerardo Cirianni, Sebastiana Carrera Cuba, Karla Montiel, Pedro Tovar, Gaby Ordoñez, Juan José Monarrez.

ILUSTRACIONES: José Eduardo Carmona Rosas.: CONTACTO 52 65 6287 5059 correo electrónico: lectoreseneldesierto@gmail.com colaboraciones: colaboraciones@gacetadunas.com Junio-Julio 2021. Dunas, Letras en Movimiento. Todas las colaboraciones son propiedad intelectual del autor, los comentarios u opiniones son responsabilidad exclusiva de cada uno de los autores y no refleja la ideología o postura de ningún elemento del equipo de Dunas, Letras en Movimiento. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente sin citar la fuente. Registro en trámite.

Dunas, Letras en Movimiento. Vicente Guerrero 4300, Fracc. Nogales norte, Ciudad Juárez, Chihuahua, México, C.P. 32340.

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índice

¿CIELO CON “S“?

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EL MUNDO SUFRE DE HAMBRE DE LIBROS INCLUSIVOS

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ENTRE BIBERONES Y LIBROS

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LA ABUELA TERRÍCOLA

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LUGARES IMPRECISOS

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LAS CIUDADES Y LOS PERROS

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Gerardo Cirianni Muchas personas alfabetizadas no escriben o lo hacen poco por temor a “no hacerlo bien”.

“No hacerlo bien” quiere decir casi siempre el miedo a que su escritura tenga errores, que su sintaxis no sea la adecuada y que por eso “ no se entienda”.

El temor crece ante la posibilidad de una “puntuación inadecuada”. También la ortografía suele ser un motivo importante para privarse de la utilización regular de la escritura como herramienta de apoyo a las diferentes necesidades de comunicación y de expresión que cada día se les presentan.

Hay en estos miedos, que sin duda constituyen un gran problema, dos asuntos importantes que quedan afuera o no parecen tener mayor relevancia cuando se indaga sobre los motivos de la no escritura. El primero es que la escritura es, en primer lugar, una herramienta para conocernos y que por lo tanto no necesariamente ha de ser pública. Escribir como una manera de descubrir qué nos pasa o cómo estamos evaluando lo que nos pasa o qué anda escondido por ahí y resulta que se atreve a asomar cuando escribo, es una práctica ignorada por la mayoría de las personas. Si estas escrituras se ejercieran en la vida cotidiana, se guardarán para volver a ellas y se descartaran cuando creamos que ya debemos hacerlo, la escritura tendría otra presencia en la vida social. El segundo temor es el que aparece cuando la escritura se ejerce para que nuestra palabra llegue a otros, el temor a que seamos criticados por los errores formales que ya hemos mencionado.

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Es triste reconocer que cuenta más la forma que el contenido, que nos privemos de escribir sobre el cielo de la mañana por no saber si se escribe con s o con c, que hablar de la luz no pueda ser porque ahora el problema sea la z. Que las mudas haches nos dejen mudos es una verdadera tragedia. Y luego que si el punto aparte o el seguido, que si la coma y sus excesos, que si el mayúsculo error de no haber usado la mayúscula para nombrar el río que conozco tan bien y me gustaría que otros conozcan desde mi escritura. Lo que queremos contar es lo que de verdad cuenta. Lo que queremos que nos cuente la escritura es lo que vale. Lo otro, que si ese punto, que si esas comas, que si ese sujeto perdido, que si un predicado se ha enredado en relatos que no importan demasiado, que si ese párrafo podría partirse en dos, que si habría que hacer crecer algunas cosas y otras sería bueno encogerlas, que no vendría mal una poda de adjetivos y que en especial los calificativos a veces empalagan, que si ese cierre, que si esa apertura, que sin una que otra digresión no molesta y en cambio tal vez enriquece, que los paréntesis pueden ser necesarios y en otras ocasiones molestos, que si el tiempo verbal, que si el modo. Todo se aprende de poco, con la ayuda de los otros, con cooperación y aliento, seguros de que nada se aprende sin afecto y que nadie enseña a otro nada y que todos enseñamos a todos todo.

Descubrirnos en la escritura, saber qué queremos hacer con ella, saber que queremos que les cuente a los otros. Lo demás se aprende, con la prisa que nuestra necesidad lo demande y con la energía que el saber de todos nos alimente.

Gerardo Cirianni

Docente, escritor y narrador.

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Sebastiana Carrera Cuba

eer en libertad es un derecho humano y uno de los principios fundamentales del Programa Nacional Salas de Lectura. Sin embargo, en la actualidad no todas las personas tienen acceso a libros, ni a otros materiales de lectura. Más del 90% de los materiales que se publican son inaccesibles para las personas con discapacidad visual o limitaciones para leer la letra impresa,

por lo que es necesario reproducirlos en formatos accesibles, tales como braille, macrotipo y audio.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo existen aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, el 90% de ellas se concentra en los países en vías de desarrollo.

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En el último Censo del INEGI 2020 se observó un aumento considerable en la población con limitaciones para ver/ discapacidad visual. En México existen 12 millones 727 653 personas con discapacidad visual, lo que representa el 61% del total de personas con alguna discapacidad, ocupando el primer lugar de incidencia en nuestro país.

Las actuales reglas de derecho de autor de muchos países impiden la reproducción parcial o total de las obras literarias. Esto limita el acceso a los libros que los estudiantes ciegos requieren para incrementar su preparación y su educación formal. Ante este panorama surge el Tratado de Marrakech, mecanismo de ayuda creado por la comunidad internacional para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso, siendo su único objetivo poner más libros, revistas y otros materiales impresos al alcance de las personas con dificultad para acceder al texto impreso. Mediante la aplicación del Tratado de Marrakech los países pueden mejorar la educación y aumentar las oportunidades de muchos ciudadanos, llevando a la práctica los principios de las normas internacionales de derechos humanos. El Tratado de Marrakech entró en vigor el 30 de septiembre de 2016. En la actualidad ya hay más de 70 países adheridos y México es uno de ellos.

Si a esto le sumamos que solamente entre 1% y el 7% de los libros se publican en formatos accesibles que puedan leer las personas con discapacidad visual, tal y como lo dice la Organización Mundial de la Propiedad Privada (OMPI), el mundo sufre hambre de libros inclusivos. Estamos ante un problema descomunal. Sin libros, periódicos, ni revistas accesibles, ante este hecho las personas con discapacidad ven sus vidas limitadas y con muy pocas posibilidades de desarrollo personal y profesional, ya que no pueden acceder a una educación de calidad, ni participar plenamente en la sociedad y mucho menos desarrollar todo su potencial.

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El tratado de Marrakech representa un señal histórica, al ser el segundo tratado del siglo XXI en materia de derechos humanos que, de manera específica, hace referencia a los derechos de las personas con discapacidad, lo cual constituye una respuesta ante el hambre de libros que aun en pleno 2021 padecen las personas con discapacidad en todo el mundo. Su trascendencia radica en profundizar en la necesidad de garantizar el derecho a leer mediante formatos accesibles y subraya la relevancia de la cooperación entre países para asegurar que más personas accedan sin dificultad al placer de la lectura y al conocimiento que representa el acceso al libro.

El Tratado de Marrakech tiene un mismo objetivo y beneficio: mejorar el acceso a los libros, las revistas y otros materiales impresos para esa parte de la población mundial formada por las personas con dificultades para acceder al texto impreso, en particular en los países en desarrollo y los países menos adelantados, en los cuales vive la mayor parte de las personas con dificultades para acceder al texto impreso. Para lograrlo es fundamental emprender las siguientes acciones: a) Fomentar la sensibilización 10

sobre los retos que afrontan las personas con dificultades para acceder al texto impreso y las personas con discapacidad: El Tratado de Marrakech es un instrumento que promueve el debate y fomenta la sensibilización con respecto a la necesidad de contar con políticas favorables a las personas con discapacidad. Por ejemplo, la aplicación del Tratado de Marrakech puede facilitar a personas con otros tipos de discapacidad el acceso a las obras, o poner en marcha acciones para aplicar disposiciones adicionales de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en favor del conjunto de la comunidad de estas personas. b) Garantizar el acceso a la educación: No cabe duda de que la educación desempeña una función trascendental en la sociedad y que su incidencia en la vida de cualquier persona es incalculable.

El acceso a los materiales educativos en formatos accesibles es esencial para que las personas con dificultades para acceder al texto impreso tengan la posibilidad de aprovechar las oportunidades que brinda la educación.

de entretenimiento y de información, y desempeñan un papel importante en la manifestación y la divulgación de la cultura local. No es menos importante que las personas con dificultades para acceder al texto impreso tengan acceso a estos materiales que les confieren la posibilidad de participar plenamente en la evolución cultural como consumidores o creadores.

Al mismo tiempo, las instituciones educativas solo están en condiciones de ofrecer sus servicios a personas con dificultades para acceder al texto impreso si también tienen acceso a los materiales en formatos accesibles.

El Tratado de Marrakech ampliará la oferta de material educativo en formato accesible al objeto de que las personas con dificultades para acceder al texto impreso puedan disfrutar del acceso a la educación en pie de igualdad. c) Garantizar la integración social y la participación cultural: Acceder en condiciones de igualdad a las fuentes habituales de conocimientos e información es fundamental, no solo para el aprendizaje, sino también para la inclusión social y la participación en la esfera cultural. Mediante la mejora del acceso a los materiales educativos y de ocio, el Tratado de Marrakech facilitará una mayor integración y participación de las personas con dificultades para acceder al texto impreso en la vida cultural y social de sus comunidades. Los materiales de ocio, como los libros, los periódicos y las revistas, tienen una clara función

Al hacerse más evidente la necesidad de que las obras estén en formato accesible y ofrecer mayores garantías en la producción y distribución de esas obras al amparo de la legislación nacional en derechos de autor, el Tratado de Marrakech reforzará las industrias editoriales locales y fomentará la inversión en las industrias culturales, factores esenciales de impulso al crecimiento económico y el desarrollo.

Sebastiana Carrera Cuba Sala de Lectura Inclusiva El Dulce Canto de Dzitbalche.

San Francisco de Campeche, Campeche.

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KARLA MONTIEL La primera bebeteca en Guasave comenzó en el parque de Hernando de Villafañe un 27 de Noviembre del 2013, fue una iniciativa de la mediadora Karla Montiel León apoyada por Beatriz Camacho Gaxiola quienes juntas se instalaron en el parque, Karla Montiel con servicio de bebeteca y ludoteca y Beatriz Camacho con sala de lectura Vagabunda que fue registrada en 2013, comenzó como un plan piloto que surgió cuando se hizo un proyecto social por parte de un grupo de 15 ciudadanos sinaloenses llamados “Ángeles Poderosos” que deseaban hacer una bebeteca en la Biblioteca Dr. Raúl Cervantes Ahumada, de la misma ciudad, pero no fue posible. Sin embargo, se recaudaron los recursos necesarios para comprar los enseres que servirían para instalar una ludoteca, así que el servicio comenzó en el parque, al aire libre y de manera gratuita, fue un espacio abierto para los niños y la ciudadanía, esto fue antes de que se uniera oficialmente al Programa Nacional de Salas de Lectura.

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En ese mismo año las pioneras recibieron una capacitación en la Biblioteca Pública “Morelos” en los Mochis, Sinaloa, de parte de la Maestra Eva Janovitz, sobre taller de bebeteca. Karla Montiel se registró en el PNSL en 2014 con la sala de lectura “EL MACAPULE” en San Pedro de las Árguenas, una comunidad cercana a Guasave , el coordinador responsable era Raúl Francisco Quiroz Milán responsable del Programa de Salas de Lectura en el Estado de Sinaloa, fue quien hizo registro de varias Sala de Lectura de Guasave en la “casa de los Cervantes” , posteriormente presentaron un proyecto en conjunto al Consejo Ciudadano de Cultura del H. Ayuntamiento de Guasave, entre diciembre de 2014 y enero de 2015 el cual fue aceptado y consistía en llevar servicio de bebeteca a las bibliotecas de la red del municipio y 10 comunidades rurales cercanas. se logró trabajar en conjunto con la Red de Bibliotecas Públicas donde se les brindó capacitación a las bibliotecarias sobre lo que era una bebeteca y en zona rurales con el apoyo de CONAFE y educación inicial, cuyos líderes educativos eran los encargados de formar los grupos de los bebés y niños menores de 4 años acompañados de sus mamás.

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Beatriz y Karla eran las responsables de coordinar las sesiones de bebeteca, este proyecto se llamó “Bebetecas vagabundas”. Las dos Salas de lectura participaron en el Pabellón de Lectura Expo Educa Guasave, organizado por el Periódico El Debate, con servicio de bebeteca durante los años del 2014.

2015 y 2016, de manera voluntaria, con un “pabellón de la lectura” que incluía sala de lectura y talleres. Después Karla Montiel León se trasladó al edificio de la Asegurada del IMSS Guasave, Clínica Número 32, donde dio servicio de bebeteca del 2014 hasta el 2019.

La sala de lectura EL MACAPULE siguió dando servicio a niños de todas las edades en la Comunidad de San Pedro las Árguenas hasta la fecha bajo ciertas normas de seguridad por las restricciones de la Pandemia del Coronavirus.

Karla Montiel participó como mediadora de lecturas, animadora y cuenta cuento en el área infantil con servicio de bebeteca en la Primera Feria Del Libro en Guasave 2015.Mientras que Beatriz Camacho comenzó con un programa piloto de bebeteca en la guardería “Mi primer Estación” durante unos meses.

En el 2015, en la casa hogar Nuestra Señora del Rosario, en Guasave se construyó una Aula de usos múltiples, Sala de lectura para Primer infancia y Ludoteca, patrocinada por Las Damas Voluntarias de la Casa Hogar, presidida por Ilen Orrantia Cantú Y Cristina Leyson de Mascareño, que trabajaron en conjunto con 16 mujeres que fueron las patrocinadoras financieras para esta Aula, que quedaría como un legado a su trabajo bajo la dirección de la mediadora de lectura Karla Montiel León, esta sala es una extensión de la Sala de lectura El Macapule, aportando los mismos servicios.

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En el 2015, en la casa hogar Nuestra Señora del Rosario, en Guasave se construyó una Aula de usos múltiples, Sala de lectura para Primer infancia y Ludoteca, patrocinada por Las Damas Voluntarias de la Casa Hogar, presidida por Ilen Orrantia Cantú Y Cristina Leyson de Mascareño, que trabajaron en conjunto con 16 mujeres que fueron las patrocinadoras financieras para esta Aula, que quedaría como un legado a su trabajo bajo la dirección de la mediadora de lectura Karla Montiel León, esta sala es una extensión de la Sala de lectura El Macapule, aportando los mismos servicios.

Karla Montiel ha participado en varias ferias de libro como tallerista de la primera infancia, como: Primera feria del libro en Guasave 2015,FELIMAZ 2016,2017, FELIUAS 2019, FILIJ-38 Taller Ussin y Espumario, FEPPI Morelia 2019, Del 2019 al 2020 se siguió trabajando con talleres para la primer infancia en comunidades Rurales a través de proyectos de Alas Y Raíces llamado Brotes, de la Secretaría de Cultura Federal en colaboración con maestras de Educación Inicial y Directoras de Jardines de Niños, servicio que se fue a proporcionar a las comunidades cerca de las casas de los niños, al aire libre y siguiendo los lineamientos de seguridad para evitar contagios por SARS-COV2.

Karla es actualmente Auxiliar en el Departamento de Cultura y Educación donde a través del H, Ayuntamiento participa en proyectos del Programa Municipal “Por el Rescate a Guasave y su cultura”, visitando escuelas como cuenta-cuentos, llevando cuentos clásicos, narrando historias de identidad cultural de las comunidades indígenas Yoreme- Mayo, como la Danza del Venado. su significado e instrumentos; así como narradora oral, contadora de cuentos para los más pequeños en Jardines de Niños y Primarias Públicas ubicadas dentro del Municipio de Guasave. En marzo cuando comenzó la pandemia es que empecemos a trabajar en línea con el programa “Quédate en casa”, contando cuentos para la primera infancia por la página virtual del Instituto de Cultura de Guasave.

Y desde noviembre del 2020 sigue abriendo la sala de lectura EL MACAPULE hasta hoy Julio del 2021 los sábados por las mañanas, dando sala de lectura al aire libre bajo la sombra de los árboles, en la comunidad de San Pedro Las Árguenas con préstamo a Domicilio y actividades presenciales guardando la sana distancia, usando cubrebocas o careta y solución antiséptica.

KARLA MONTIEL

Sala de Lectura El Macapule.

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@josecarmonailustracion

LA ABUELA TERRÍCOLA ENTREVISTA A:

Josefina González Rodríguez

LECTURA

LECTURA A

l contar acerca de sus inicios como mediadora de lectura, Josefina1 dice que una tarde abrió uno de los libros que le había llevado a su nieta y comenzó a leer en la plaza. Sin darse cuen ta, otros niños fueron reuniéndose en torno a ella para escuchar la historia. Cuando notó el pequeño grupo que ya tenía enfrente, los niños se miraron unos a otros preocupados. Pensaron que tal vez habían hecho mal acercándose a oír una historia tan interesante, pero Josefina sonrió y les preguntó si querían escuchar el final. “¡Sí!”, gritaron casi a coro. Algunos se preguntaban si aquella abuela sería terrícola, ya que todas las abuelas que conocían no leían libros a los niños en las plazas… sólo ella.

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Los niños se acostumbraron tan rápido a la presencia de Josefina que incluso se pusieron de acuerdo para verse una vez por semana en un lugar diferente. Las tardes eran como un gran recreo en Gómez Palacio, Durango y el patio era la colonia Fidel Velázquez “Chapala”. Cuando ya no le quedaban más historias para leer con los niños, Josefina fue a la biblioteca a pedir nuevos libros en préstamo. Los guardó en una mochila y se dirigió con su nieta al lugar acordado aquella semana. Cada vez la esperaban más niños para oír sus historias y pensó que aquello no era normal. Sentía que no podía defraudarlos. Después de todo, tal vez ella no era una abuela común y corriente; una abuela terrícola.

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LECTURA

1 Josefina González Rodríguez es mediadora del Programa Nacional de Salas de Lectura en Gómez Palacio, Durango desde 2011. Se dirige a niños principalmente y realiza sus actividades a pie o sobre ruedas en espacios públicos como plazas y centros comunitarios. Es creadora y directora de Ciudadanizarte, A.C. Actualmente es divulgadora de la ciencia astronómica.

LECTURA

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LECTURA

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Un día alguien le habló a Josefina sobre la existencia de un programa de gobierno que entregaba libros para que personas de todas las edades leyeran por gusto. Inmediatamente fue a inscribirse y al cabo de un tiempo le enviaron un paquete lleno de hermosos libros para compartir con los niños. Tal y como lo había recibido, lo transportó hasta la plaza que correspondía aquel día.

Llena de entusiasmo se acomodó bajo la sombra de un árbol e invitó a todos los niños a abrir cuidadosamente la caja. Sus ojitos se iluminaron con un brillo de alegría, como cuando se abren los regalos en nochebuena.

A cada nuevo libro seguía una exclamación de asombro.

Al final, liberados como aves fuera de su jaula, los libros descansaron abiertos en las manos de los pequeños. Juntos podían seguir soñando despiertos en aquel rincón de la comunidad.

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Los niños se convirtieron en una segunda gran familia para Josefina; una que la recibía con alegría cada vez que se encontraba con ella y su nieta. En consonancia con su naturaleza no terrestre, Josefina dice que durante esos momentos parecían entrar en un tiempo infinito lleno de aventuras en las que acababan siendo más grandes por dentro, aunque por fuera se vieran igual.

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LECTURA LECTURA LECTURA

¿Y de qué más se pudo valer Josefina para hacer mediación de lectura? La respuesta es sencilla: para apoyar sus actividades comenzó a emplear toda clase de materiales.

Desde piedritas, trocitos de madera, semillas de árboles o plástico reciclado, hasta revistas de divulgación científica (National Geographic y Nomádica), diccionarios o enciclopedias. Algunos extraños le regalaban estas colecciones para que los niños investigaran más sobre lo que leían. Al cabo de unos años Josefina se vio rodeada de cosas tan inimaginables como un telescopio, filtros solares, objetos para realizar actos de ciencia, dulces y hasta una bicicleta para llevar libros a domicilio a quienes no pueden salir de casa. También se hizo acompañar de autoras inspiradoras para ella como Michel Petit, Julieta Fierro y Nadia Contreras.

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De las calles, las plazas y los parques, Josefina pasó a las aulas llegando a visitar escuelas desde preescolar hasta preparatoria. También fue a centros comunitarios en su colonia donde sus actividades tuvieron muchos asistentes y todavía más personas leyeron con ella. Luego se fue por una temporada a Saltillo, Coahuila donde siguió realizando promoción de lectura. Sin embargo, en 2020 el mundo se detuvo con la pandemia y también Josefina tuvo que parar, aunque no para siempre. Ahora participa también en espacios virtuales en lugares tan diversos como San Luis Potosí, Querétaro, Oaxaca, Estado de México y Puebla. Con todo esto puede notarse el gran impacto que una sola abuelita terrícola puede tener a lo largo de una década.

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Al preguntarle sobre lo que más le gusta de hacer mediación lectora, Josefina dijo que es sorprenderse y compartir su sorpresa con otras personas a través de los libros. Especialmente con los más pequeños porque ellos comprenden bien que jugando se puede vivir, aprender y sorprenderse al mismo tiempo. Los adultos a veces perdemos esa capacidad, como un señor que una vez le preguntó si había sido despedida de su trabajo como mediadora de lectura en su municipio, a lo que ella respondió que nadie podía despedirla, ya que era voluntaria, no empleada municipal. Josefina sabe bien que su mayor recompensa es la satisfacción de convivir con cada lectura, la curiosidad al hacer una investigación o el motivar a sus vecinos a conocer, reconocer y reinventar su mundo de una manera divertida. Eso no tiene precio.

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¿Habrá por ahí más personas como ella? Parece ser que sí. En su comunidad hay otras personas que tampoco parecen terrícolas, como un joven que invita a otros jóvenes a patinar o una señora que se reúne con adultos mayores para bordar. Por lo visto hace falta muchas más personas como Josefina (que en el fondo no sean terrícolas) para transformar nuestro mundo empezando, desde luego, por su propia comunidad.

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PEDRO TOVAR

Sala de Lectura Letras de arena.

Ciudad Lerdo, Durango.

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I. Casa La casa cruje, como mis huesos deshabitados por el sueño, cruje en silencio, cuando la hora de la cena llega; ha veces la escucho rugir como león en selva plana, o como loba entre las rocas del llano.

Por las mañanas lloran los niños, El mediano, derrama el vaso de leche, Y los perros no dejan de perseguirse uno al otro, ladrando, Siempre ladrando…

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En esta casa, no habita el silencio No calla No muestra respeto por el muerto…

Por las tardes cruje cuando las campanas se escuchan y los tacones de las abuelas van de prisa para orar las veinte plegarias “del alma a Cristo”.

Esta casa es necia, pasillos

Y Grita, en el hurgar de los

que son como piernas entre santos y crucifijos.

La casa llora, lecho de sus jardines

se humedece se sonroja en el

que florecen entre los rosales de adviento.

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De adobe gris es la casa gas, y estrellas de enero, el silencio en ella,

tiene luciérnano habita no calla

no muestra respeto por el muerto… los niños siempre lloran, los perros siempre ladran, el niño mediano el vaso de leche derrama.

El niño mediano me ha dicho que en otra tierra existen las caracolas Azules, mañanas son eternas

Que las

Y el mar se asoma por los techos de las casas vacías me ha dicho que las personas cargan camellos en sus espaldas y van desiertas hacía el otro lado de la existencia.

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El niño mediano

No ha dejado

de pedir su leche Y en la oscuridad me dice que sueña con la vía láctea

cuando se queda dormido en la ventana.

El niño mediano no existe… en esta casa

que se derrumba y se disuelve como el café de la media tarde entre el sueño y el desvelo.

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Busco por

II. Un jardín

la mañana en

Busco por la mañana en la sábana de mi cama, un jardín…

Pero ha de ganarme el sueño que es como un pájaro verde acurrucado en el nido del árbol taciturno que toca en mi ventana.

Busco por la mañana el tiempo, que corre detrás de mis pasos al levantarme, corre detrás de la sombra que nunca está lista para salir de la casa, ni del silencio.

Busco una linterna para fingir que el sol ha salido, Que mis huesos son un manantial de vida Y mis brazos las ramas de un álamo caído en el invierno Por las mañanas busco un jardín, Pero la ciudad y su ruido hacen esconderme en la ausencia del sueño que es como un pájaro verde acorrucado en el nido del árbol taciturno que toca mi ventana.

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III. Pasos Andar a pasos cortos deshabitando al muerto cantando en la memoria, una y otra vez aquí no tenemos silencio.

Andar sin mañanas

sin el santo cristo de la noche, andar por las tardes buscando el jardín los ojos y la suerte de un Dios que no vuelve.

Andar a pasos cortos cuando el muerto esta en casa buscando la puerta y el agua.

GABY ORDOÑEZ

Sala de Lectura SL08019011.

Delicias, Chihuahua.

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LAS CIUDADES Y

Por Juan José Monarrez

Cuántas veces dedicamos nuestros escritos a la persona amada, a nuestros hijos, a los padres, incluso a la naturaleza o la sociedad. Laura Jiménez se lanza a una aventura mayor. Un homenaje a Drakken, su mascota por más de 16 años y que es la inspiración cuando dejó ese espacio vacío en los corazones de Laura y de aquellos que la conocemos.

Un libro sencillo de fácil lectura, con innumerables referencias literarias que deben captarse ante la traviesa escritura.

En la primera revisada al libro mis ojos no podían separarse, viajaban junto a la narradora a esos espacios visitados, esperando lo que pasaría con la Golfa o el hermoso can que subió al ferry y los lugareños respetaban de manera singular.

La portada y el nombre nos recuerda a un Vargas Llosa actual, comprometido con los desvalidos, los invisibles de la calle, aquellos que cuando encuentran el espacio perfecto se aferran a él con sus ladridos y muestras de afecto, los perros

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LOS PERROS callejeros. Las ciudades cada vez se han inundado por estos seres que pierden el amor de aquellos que los acogieron en sus hogares y simplemente los desechan, vaya pues este homenaje a los “callejeros”.

Las Ciudades y los perros es un libro que además de deleitarnos con una serie de escritos vivaces, anecdóticos, llenos de vitalidad también nos llena de esperanza, se hizo con todo el amor a los canes, pues la ganancia de la venta de los ejemplares será donado a los albergues de cachorros y perros, los “sinhogar”, abandonados a su suerte pero con la suerte de contar con una autora comprometida, humana, y sobre todo cariñosa con todo ser vivo, incluso sus amigos.

@josecarmonailustracion

La portada nos muestra el caos de la ciudad inundada de esperanzas para los perros, de espacios escondidos que albergan en sus rincones a estos seres que no pueden defenderse a los embates de los automotores o las botas y patadas de los inconscientes.

Laura jimenez zapata es una escritora juarense, dedicada, con esa escritura juguetona y pícara que te permite leerla sin descanso, misma escritura que te atrapa en Las ciudades y los perros, Vaya entonces el reconocimiento a este libro, que me hace recordar a nuestro príncipe del hogar, quien hace poco también juega con nosotros desde el cielo, Slinki, nuestro compañero, amigo, confidente y sobre todo amoroso miembro de nuestra familia.

Juan José Monarrez A.

Sala de Lectura Kokopelli.

Ciudad Juárez, Chihuahua.

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