POEMES.qxp
23/09/2008
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AL
SOSTENERTE
AL SOSTENERTE mis manos sudan, dejan de ser indiferentes. Un cierto temblor, casi imperceptible, se apodera de todos mis estambres. Yo he sostenido otros tallos, yemas, troncos, primorosas pulpas. La savia del deseo se deslizó por mis ramas sin sembrar temores, sin propagar suspense. Y sin embargo en ti mis manos yerran, no resuelven, se retractan, regresan a los bolsillos húmedas y humildes, dicen que se ocultan por miedo a desarmarte.
CARTAS A MIRANDA