
1 minute read
NUEVO NÚMERO DE EL ECO DE LAS VILLAS
por equipo de redacción El Eco de Las Villas
ElEco de Las Villas ha decidido acercarse en este número, por primera vez, desde voces e investigadores avezados, a la influencia del llamado continente negro en la música de la región central de Cuba. Sin pretender cubrir todo, por su extensión y por humildad ante tan vasto caudal, la revista recorre diferentes tópicos que abarcan desde la construcción de instrumentos, el estudio del lenguaje en los cantos afrocubanos, las tonadas trinitarias, los coros de clave, el testimonio de rumberos y portadores y el registro etnográfico del lombanfula.
Advertisement
Además, abre una nueva sección, «La Atalaya» , con justas reflexiones acerca de la presencia de la campana como patrimonio sonoro e intangible, detenido en el tiempo como eco del pasado. Lo justifican sus funciones primeramente de sumisión y control desde los centrales y las dotaciones de esclavos, y luego, como atractivo turístico de primer orden. Asimismo, nos atrevemos a presentar en nuestras páginas la transcripción musical normalizada de cantos realizados en cabildos y casas templos de la región, como parte de ciertos rituales, a partir de registros in situ realizados en la región de Las Villas a finales del siglo XX.
El elemento negro transversaliza la cultura cubana en toda su dimensión. Constituye un ente mo- derador de dinámicas culturales, de posturas ante la vida, de discursos de poder, y a la vez, constituye un factor singular al interior de las prácticas, los estilos de composición, la interpretación, así como del fenómeno de la resistencia cultural. Varios son los ejemplos en la música de este territorio: José Manuel Jiménez Berroa, Néstor Palma, Catalina Berroa, Benny Moré, Armando Lara, Roberto Angulo, Alejandro Sánchez, Angel Rafael Gómez Mayea (Teofilito) y muchísimos más que serían imposible nombrar. El proceso de coordinación de este ejemplar ha permitido al equipo de trabajo enfrentarse a dinámicas culturales, tradiciones que permanecen intactas en las venas de sus cultores y elementos distintivos de la música cubana, que aún requieren estudio e investigación. Además, invitan a ser revisitados y, más que todo, valorados, socializados y promovidos. Gracias por permitirnos acceder a estos saberes y contribuir, desde las páginas de esa revista, a esta justa labor.
Descargar no. 2 Año 2022
El Eco de Las Villas