El futuro del ayer, hoy. Año 1, Número 2

Page 1

CARTA DEL COMITÉ EDITORIAL

Tijuana, Baja California, a 19 de diciembre de 2018

Ha sido un año muy bueno para la revista, hemos crecido considerablemente desde el número anterior y la cantidad de autores, la calidad de los textos y el volumen de obras mandadas nos ha impresionado. Cuando inició este proyecto no consideramos que pudiera crecer tan rápido en el plazo de un año, el producto final para este número cuenta con casi cuatro veces la cantidad de hojas del volumen anterior, nos da mucha felicidad y es un privilegio para nosotros ser quienes presentan algunos de los autores que han depositado su confianza en nosotros, esperamos sea del agrado de nuestros lectores el contenido que aquí se muestra. Personalmente me gustaría dedicar este número a mi padre quien falleció el primero de Diciembre de este año, siempre trabajador y sobreviviente desde su nacimiento a varios incidentes que amenazaron con tomar su vida, incluyendo los incidentes de 1968 en el Distrito Federal (ahora Ciudad de México) y de una gran tragedia que separó a su familia por décadas hasta que se reencontró con ellos en España, pues mi abuelo paterno fue exiliado durante la Guerra Civil Española y jamás volvió a ver a la familia que dejó en un país desgarrado por uno de los eventos más devastadores en memoria reciente. De mi padre tengo un curioso recuerdo, cuando tenía diez años aproximadamente, mi padre tenía una libreta en uno de sus archiveros, desgastada y vieja que posiblemente la tomó de alguno de los hoteles en donde fue contador o administrador, y la leí brevemente para descubrir que mi padre, en secreto, era un poeta, cuando se dio cuenta de lo que yo estaba haciendo tomó rápidamente la libreta y la guardó con arrepentimiento pero no antes de tachar algunas cosas que vio en ella. Encontré esa libreta casi veinte años después y en ella leí nuevamente los poemas que escribió, uno en particular me llamó la atención, una hoja que no pertenecía al cuaderno, donde dejaba una dedicatoria para después de su muerte. El encontrar este texto ha sido una de las cosas que más me ha marcado la memoria de quien fuera mi padre, este poema que nos dejó lo pueden encontrar en la sección de poemas bajo el

1


nombre de Vicente Fidel Tomas Muñoz Olivera, que era su nombre completo y el cual nunca le gusto usar y nunca supe con exactitud porque. También me gustaría agradecer al Comité Editorial, especialmente a mi novia Karen Neahlenia Pérez Medrano, por toda la ayuda en la lectura y selección de textos, por la edición y diseño del libro, manejo de las redes sociales y asistencia con las cuentas de Amazon y Google Books, esta revista es de todos pero no sería nada sin todos aquellos que han ayudado a llevar esto a ser una realidad, tanto autores como miembros del Comité Editorial, a todos agradezco y les deseo lo mejor en este nuevo año 2019. Presidente del Comité Editorial Vicente Manuel Muñoz Milchorena

2


NOTA SOBRE LOS DERECHOS DE AUTOR Y LA REVISTA

Los derechos de autor pertenecen a los autores correspondientes, la revista “El futuro del ayer, hoy” extiende la licencia CC BY 4.0, Licencia de Atribución 4.0 Internacional, para proteger los derechos de autor la cual requiere dar créditos de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia e indicar si se han realizado cambios.

Las obras contienen el nombre o seudónimo que los autores han seleccionado para proteger su identidad, de requerir otra revista, página, editorial o individuo la información de los autores esta petición será consultada con los autores correspondientes de manera inicial ya que creemos en la libertad y el derecho a expresión al igual que creemos en el derecho a la privacidad y anonimidad.

En enlace a la licencia puede ser encontrado por medio de la siguiente liga: Licencia de Atribución 4.0 Internacional.

El contenido de las obras de los autores se ha mantenido tal cual como ha sido mandado a nosotros, las modificaciones que hemos realizado son de índole gramatical y de formato que incluyen tipo de letra, tamaño de letra e interlineado. El Comité Editorial de esta revista mantiene los derechos de autor del producto final, la revista en su formato digital y físico, y reconoce que es un trabajo colaborativo sobre el cual no mantiene ningún derecho.

3


NOTA SOBRE LAS OBRAS PRESENTADAS Las obras presentadas en esta compilación pertenecen a los autores correspondientes, por este motivo no hemos modificado la gramática ni estructura general de esta, únicamente hemos cambiado el tipo y tamaño de letras para cumplir con los requerimientos estipulados en la convocatoria, adicionalmente indicamos que presentamos algunas obras en dos números debido al tamaño final de la obra que se entregó al Comité Editorial.

4


ÍNDICE CARTA DEL COMITÉ EDITORIAL

1

NOTA SOBRE LOS DERECHOS DE AUTOR Y LA REVISTA

2

NOTA SOBRE LAS OBRAS PRESENTADAS

4

ÍNDICE

5

POESÍA Becca Mojada Rachel Valerie Ramos Para la mujer que dio su campo Para el hombre que lo dio todo Como salvar una vida Veronica Crystal Gallegos Castro El tiempo Inevitable Encuentro Alain N’Dalla Impermeables en el Sol Jarra de Corazones Animancera ¡Sigue! Si por besarte otra vez… Luna Evangeline Cursos de mariposas (#6) Una nueva enfermedad (#8) Guerra (#15)

7 8 8 9 9 10 13 15 15 16 17 18 18 20 22 22 24 26 26 28 30

HISTORIA CORTA Rocío Prieto Valdivia. El beso de sal Jusnai* y el navegante. Yessika María Rengifo Castillo El deseo de Eloína El cielo escarlata Carlos Dario Romero Trato cotidiano* Salma Jacqueline Abud Uribe El acompañante del Sr. M José Joel Castro Hernández

32 32 32 34 35 35 37 41 41 44 44 51 5


Tu mirada Jose Luis Pulido Herrera Ella, Clepsidra. Joel Almeida García Juventud en Octubre Mónica Fernández Reyes El último día Carlos Ramirez Zepeda Desamor Melanie Llarin El rostro que fui Gilbert Torres Gómez Las criaturas de Pedro Linares Jesús Raymundo Bernardino Galindo Una última vez Margarita Abigail Cruz Flores Algodón de Azúcar Andrés Chavez La chica de la estación de trenes Alan Ernesto Rodríguez Beltrán Mortem y el mundo de los muertos Fernanda Hb El canto de Dante Vico Androides y el mundo del futuro Ing. Domenikos Ruiz Muñoz Cuando el Sueño despertó ENSAYO Leonardo German Cuamba Villafaña Sistemas APA vs. Chicago Ulises Novo Ruido de fondo, de Don DeLillo, o la escritura que evita el miedo a la muerte Yessika María Rengifo Castillo La infancia: relaciones entre los campos socioculturales desde la palabra, el lenguaje, y el aprendizaje Astrid Marlene Richter Martínez Sobre el dar Sentido Felipe Cardona Pulido La nostalgia del aristócrata: Una mirada a la actualidad del arte

51 52 52 55 55 64 64 65 65 66 66 81 81 90 90 97 97 100 100 103 103 109 115 118 118 132 132 147 147 147 159 159 163 163 173 173 183 183 6


Derrida o la odisea imposible de la amistad

186

7


POESĂ?A

Becca Mojada Quiero respirar sobre tu boca, y no me importa si la multitud nos mira. Soy un meteorito y colisiono sobre vos; quiero cabalgarte, sin desnudarnos, al frente de todos; que se indigne y sorprenda la masa, que sepan que yo no me oculto en el amor, lo sudo y rebalso. No me dan asco ni vergĂźenza mis secreciones, porque chorreo sentimientos, sensaciones y verdad.

Con amor y locura Becca

8


Rachel Valerie Ramos

Para la mujer que dio su campo Ella tenía olas y tormentas en sus ojos. Flores y bosques formaron su cabello. Belleza y pérdida hicieron su estructura ósea. Ella no tenía miedo a nada pero su mente le decía lo contrario. No podía controlar sus emociones pues su mente jamás se apagaba. Ella quería desaparecer de este mundo y, sin embargo, se encogía cada vez que ponía un pie afuera. Ella es y siempre será la torre más grande en esta ciudad menguante. Ella era miserablemente feliz, conteniblemente libre, abrumadoramente ligera. Fue rescatada con amor y compasión cuando solo sabía sobre desesperación y tristeza. La sacó de su locura y la puso bajo su protección. Sembró semillas en el bosque, que se convirtieron en florecientes pétalos de esperanza en su vida. Ella observó cómo su noche se convirtió en día. Como su oscuridad se convirtió en luz. Todavía deambula, de vez en cuando, a la poderosa fuerza de una cascada, pero ya no quiere ahogarse. Todavía deambula, de vez en cuando, en la soledad de un desierto, pero ya no está varada.

El cielo y las estrellas, los pétalos y su rescatista, se convirtieron en su ancla, su salvación, su redención. Porque ella no necesitaba más que ojos, algunas semillas y un corazón.

Ella regó y proporcionó luz a sus crecientes plantas, se ocupó de ellas y las cuidó con dedicación, aún con ampollas en las manos. 9


Cada una de ellas tenía espinas en sus tallos, y la cortaban de vez en cuando, pero cada vez que contemplaba la belleza de su creación, se acordaba de la excelencia de su trabajo y sabía con certeza que todo valía la pena. Ahora, que todos se han transformado en brillantes flores, cada una diferente, ella canta y proclama que cualquier dolor que haya sentido, ahora se reemplaza con alegría y orgullo. Ella canta y proclama al viento que está profundamente agradecida, que perseverá en continuar compartiendo la felicidad que el aire le ha dado. Sus tierras, que alguna vez fueron vacías y solitarias, ahora son un campo lleno de corazones que palpitan por ella.

10


Para el hombre que lo dio todo Su espíritu era fuego. Cuando digo fuego, quiero decir incontenible, descuidado y no le importaba quemar, puesto que el no salía herido. Su mente estaba inquieta. Cuando digo inquieta, quiero decir astuto, inteligente, siempre en busca de más, puesto que no se conformaba con menos. Su alma estaba varada. Cuando digo varada, quiero decir que estaba solo, puesto que aún no encontraba su amor verdadero. Él era un océano que se congelaba lentamente, porque aún no encontraba un sol que le proporcionara calor. Era una rosa ordinaria en busca de una azucena extraordinaria. Él encontró su corazón en los ojos tormentosos de una mujer. Encontró consuelo en la fragancia de flores en su cabello. Encontró fuerza en su rostro, pues quería ser quien la ayudará. Reunió partes de sí mismo y se las dio a la mujer que no quería ser salvada sino entendida. Él se sorprendió al saber hasta qué punto estaba dispuesto a ir, sólo para darle a esa mujer algo de alegría en su corazón dañado. Cuando llegó a conocerla y aprendió sobre sus raíces, sus pensamientos más oscuros, sus momentos más profundos, no apartó la mirada, porque todo lo que vio fueron pétalos en flor, una mente hermosa y una sonrisa contagiosa, porque ella la mujer que a pesar de todo lo malo en su alma, aún le regalaba al mundo su sonrisa. Él vio perfección en ella, cuando todo lo que ella notaba en sí, eran defectos. El corazón de ella era una tierra vacía, por lo que hizo un brillante jardín con semillas. Él la ayudó, pues era el océano de donde provenía su agua, el brillo de su luz, el crecimiento en sus flores. Juntos, eran oscuridad y luz, eran una brisa, eran fuerza. Juntos, hicieron posible que hubiera un campo de flores crecientes. 11


Él era suyo, espíritu, mente y alma. Porque ya no quemaba, sino brillaba. Porque estaba tranquilo, pues había encontrado todo lo que estaba buscando. Porque ya no estaba varado, pues había encontrado su amor verdadero y ahora, juntos, fluían en grandes y hermosas olas.

12


Como salvar una vida Cada defecto estaba marcado como pequeñas pecas por toda su delicada cara. Ella era hermosa, mente y alma, pero ¿cómo puedes hacer creer eso a alguien que una y otra vez ha escuchado que es horrenda? Era una maravilla lo ignorante que era con respecto a su propia exquisitez. ¿Estaba hecha para amar o para admirar puramente?

Sus rasgos artísticos la hicieron encantadora. Ella era abstracta, en el sentido de que tenías que acercarte para comprender su significado.

Su corazón estaba lleno de tejido cicatrizal aferrándose al resto de su ser. Ella había pasado por la guerra, su mente y su espíritu siendo los principales oponentes. ¿Podría mantener su cordura y su carácter espontáneo y salvaje sin perder su existencia?

¿Podría seguir viendo y escuchando si perdiera la vista ante lo cruel y su oído ante la desesperación? ¿La arruinarían o harían que su ignorancia se convirtiera en conocimiento crudo? ¿La obligarían a darse cuenta de lo inadvertido o la dejarían mantener su inocencia? ¿Podrían salvarle la vida haciéndola contemplar el cambio que solo ella podría hacer?

¿Cómo salvar una vida si alguien ya se ha ido? Hazla decidir, dijo la consciencia. Hazla conocer, dijo la mente. Hazla sentir, dijo el corazón. Hazla errar, dijo el espíritu. 13


Hazle notar, dijo el ciego. Haz que respire, dijo la ansiedad. Hazla escuchar, dijo el sordo.

DĂŠjala vivir, dijo el muerto.

14


Veronica Crystal Gallegos Castro

El tiempo Aparecen en mis pensamientos melodías tejidas con las notas de tu guitarra. Esa mueca en tu cara hace del truco algo cierto. Ayer soñaba con tu cabello hoy se enreda entre mis dedos. Tus besos en mis labios tus abrazos en mi pecho. No sé si el mañana sea hoy no sé si dure la eternidad. Grabado estas en mi corazón en el tiempo que hoy es siempre. Sueño de adolescente mi realidad de mujer. No importa por cuanto la sensación soñada en ser. Regalo divino el tiempo que puede convertir el ayer. Inevitable En la oscuridad de la noche, 15


nos perdemos en las caricias de lo intimo Tomándote de la mano te llevo, al encuentro con la pasión y el deseo Acariciarte todo, besarte completo para gozarmelo hasta querer mas antojo de tenerte Mas al antojo no contenido, cabalgo en tan delicioso cuerpo con los brazos extendidos para atrapar el cielo. En un mismo instante sorprendida por el éxtasis placentero, Que me hace desearte por toda la vida. Me excitas el cuerpo, me excitas el alma y el pensamiento Es un desenfrenado deseo de no dejar de tenerte. Es inevitable hundirme en tu mirada y no quererte, es inevitable escuchar tu voz sin que me responda el corazón, es inevitable sentir tus besos sin que me arda la piel; Es inevitable verte y no hacerte el amor

16


Encuentro No dejes que tus fantasmas asusten al amor ni hagas del pasado nuestro presente, la vida inició el día del encuentro yo para no dejarte ir tú para darme lo que es mío. Te encontré para no dejarte te encontré para estar contigo te encontré para perderme en tu mirada te encontré para saber amarte. Nos encontramos para vivir en la locura para decirte que la vida además de sal se condimenta con pimienta. Para hacer de la desdicha una oportunidad de la dicha la felicidad, Te encontré para ser tu ángel y tu demonio para llevarte al cielo y a lo más profundo. Para curarte la soledad sin mí cuando eras niño para que cures como bálsamo mis heridas de mujer. Alain N’Dalla 17


Nota Editorial: Este autor originalmente mando sus obras en Ingles, después de una breve conversación acordamos que mandaría las obras traducidas al Español como lo indica la convocatoria. Impermeables en el Sol

Hablamos de todo debajo del sol Incluso de impermeables; Yo estaba en la sombra; en mi casa del árbol nos acostamos Sundae en Domingo- un encargo que yo haría Y te mal-trataría a cualquier costo a mi propia manera dulce,

Ella hablo de todo bajo el sol Incluso de impermeables; Ella conto su historia, y una fabula Ella hablo de nuestra química; yo la guie Cenamos debajo de luces de neón; para mí una tabla periódica

Yo hable de todo bajo el sol Muy lejos de engañarla con algunas bromas Me apena mi ingenio por la red de decepción que tejí Si los deseos fueran caballos 18


Ella hubiera involuntariamente salido a la puesta del sol a medio galope

19


Jarra de Corazones

Una jarra ligeramente abierta Llena de muchos corazones que robaste Derrama la esencia de rencor El mío Perfumando tus fosas nasales Mantienes la tapa cerrada, y vendes mi alma.

Puse lo que valen mis dos centavos Por lo que vale mi sentido común Y la Revelación del Génesis de mis Actos Que nace de mi amor por ti. Mi corazón late con sangre fría Juro sanidad Tu rompes el hielo Y me das un hombro frío Ay, una vez mordido me mantengo tímido dos veces

Suficiente con decir que sangrara Por que estoy mejor así sin ello

20


Una jarra de corazones Fruto de tu labor que cosechas Una jarra vacĂ­a que estĂĄ por llenarse Debajo de mi manto oculto de ti Mantengo medio sellado

21


Animancera Blog del autor: https://animancera.blogspot.com/ ¡Sigue!

Cuando todo te salga mal, cuando lo vuelvas a intentar y los resultados no sean lo que esperabas. Cuando estés solo, llorando frustrado. Cuando tus amigos te digan que estás loco. Cuando tus familiares no te acompañen o cuando nunca escuches una palabra de aliento de su parte. Cuando tus padres te comparen con tus hermanos o tus primos.

Cuando quizá alguien enojado te diga que jamás vas a lograrlo… Cuando tengas que desvelarte noches enteras para seguir avanzando y al día siguiente no tengas ganas de levantarte, pero aun así lo haces, porque es lo que más feliz te hace… Cuando la vida te coloque a prueba, y tengas que decidir.

Cuando la lluvia golpee tu cara y la tormenta de aire sople fuerte. Cuando creas que ya es suficiente, que lo has soportado todo… Cuando creas que es hora de abandonar y estas a punto de tirar la toalla con todo lo que has logrado alcanzar.

Cuando veas que otros progresan y tú sigues estancado en el mismo lugar. 22


Cuando te digan que no es para vos, que no es lo tuyo. Cuando sientas que ya no te quedan fuerzas, y necesitas descansar.

Cuando un fracaso se presente en tu camino. Cuando te digan que los sueños son solo mentiras de película, que los sueños no se cumplen. ¡No lo creas!

En ese momento... Haz una sola cosa importante: ÁMATE A TI MISMO. No, no renuncies. Nadie dijo que sería fácil.

¡Abrázate, levántate y sigue!

23


Si por besarte otra vez…

Te quiero, te quiero... No sabes cuánto te quiero... Ni siquiera puedes imaginarlo.

No puedo evitarlo. Me gustas mucho, te pienso mucho. Siempre, a cada instante.

Lo siento aquí, ya no me queda lugar en el pecho… Necesito manifestarlo. Siento que voy a morir, si no lo sigo soltando.

Está mal para muchos, pero a mí me haces tan bien. Este error, esto que es indebido… Me hace sentir, me hace girar, me hace bailar, me despierta, me congela, me desarma...

¿Será que me gusta coquetear con lo prohibido? ¿Será que me gusta jugar con los limites? ¿Será lo que la adrenalina me produce? No lo sé. 24


Pero, ya lo dije... Me atrapa, me seduce, me encanta.

Y sí, ya sé que estoy jugando con fuego. Así que… Si por besarte otra vez me quemo. Entonces, no me importa, que arda por completo este infierno. Bésame.

25


Luna Evangeline

Cursos de mariposas (#6)

Cuando menos lo esperas llegan Un grupo de mariposas A hablarte de amor y piensan Que muy inocente estas. De mañana sales y las ves venir Y caes de la ruleta en la que vas Ellas responden ¨no te vamos a herir¨ Te dicen ¨te ayudaremos a llegar A dónde vas¨ Agradecida y en el camino preguntas ¿Acaso está mal tomar? Y responden ¨no, pero no abuses jamás¨ ¿Acaso está mal amar? ¨no, pero debes saber diferenciar Entre querer y amar¨ Muchas dudas corren por tu mente Pero ellas están ahí para ayudar Para decirte cuando es bueno detenerte Y cuando es bueno comenzar a amar. La plática se pone intensa Y ya no sabes que preguntar Pero en travesuras tu mente piensa Y todas creen que estás loca de atar. 26


Aunque lo piensan bien Y saben que es mejor protegerte A que te conviertas en ellas también Así que te cuentan para verte Convertida en algo más. Cada vez se acercan más Y tus dudas cada vez más claras están Tu plan era no enamorarte más Y seguir en la ruleta Donde muy alto vas. Al fin llegas a tu meta final Agradeces a las mariposas Que fueron tu compañía Para no dejarte en algo abismal. Y llevarte a salvo a cumplir Tu sueño ideal.

27


Una nueva enfermedad (#8)

Amar sin ser juzgado Amar sin juzgar Y el precio que he pagado Fue muy caro, solo Por querer amar sin jugar. Yo siendo quien soy lo hice, Me enamore de alguien Fue un sueño que no realice Y ahora solo escucho su nombre. Jamás se lo confesé Siempre me hicieron menos Por ser diferente hoy lo sé, Por llevar al toro por los cuernos. La gente tiene miedo Huyen a lo desconocido Aunque digan ¨yo puedo¨ No logran estar convencidos. Si lo confieso me sentí el Pero también me sentí ella Que soñó con enamorar a aquel Chico que dijo ¨eres bella¨ Cuando admití ser gay Me dieron la espalda Pues creen que hoy hay Una nueva enfermedad. 28


Pero deben entender Que no todos aman igual Y deben comprender Que amar sin juzgar es vital. Poco a poco se abren las puertas A un nuevo mundo y mejor Donde nadie juzga por cรณmo estas Y donde ya no sientes dolor. Ser diferente no estรก mal Mientras sepas lo que es amar Aunque a ellos quieras ser igual Tu buen carรกcter debes formar. Ellos dicen una nueva enfermedad Es la llamada homosexualidad Pero yo digo no es verdad Porque la verdadera enfermedad. Es la intolerancia Y la ignorancia...

29


Guerra (#15) Lo estoy olvidando, Jamás creí hacerlo. Cuando lo creí seguir amando, Me di cuenta que no podía verlo. Guerra tras guerra y hoy caí, Inundaciones, tormentas y se acabo Todo el amor que había ahí, Y se volvió polvo que pasa por debajo de mí. Busque dentro mí y no te vi, Estar cerca ya no me provoca nada, Tantos desprecios que hoy me volví Alguien que a ti ya no se siente aferrada. Me cuesta mucho creerlo, Lo que sentí por ti hoy es cenizas Y que hasta hoy soy capaz de verlo, Ya se fueron esas espinas. Indiferencias, pocas palabras Mataron y enterraron un sentimiento, Ni buenas intenciones hacen que abras Ese corazón de piedra que lástima sin remordimiento. Hoy para bien o para mal Por ti ya no siento casi nada Bajo el manto de mi soledad cubro un anormal Amor que me hizo ser ignorada. 30


Ponerle fin a la guerra Es necesario para seguir una vida Sin ataduras y que no cierra Los ciclos que me tienen tan perdida.

31


HISTORIA CORTA Rocío Prieto Valdivia.

El beso de sal

José Carlos la vio alejarse hasta perderse en la bruma espesa de la tarde noche; aún la cubría el abrigo azul que le había prestado, y sus ojos se inundaron del salino olor que aún le quedaba en los labios. Conoció a la mujer tan solo unas horas atrás, antes de la caída del crepúsculo. Ella tenía el cabello de un color azabache, como las profundidades del mar; en su rostro los pequeños ojos brillaban en la distancia como lo hacen las pequeñas gotas de fósforo ante el oleaje en las arenas. Esos ojos le llamaron tanto la atención a José Carlos como si de un embrujo marino se tratara. La chica parecía tan irreal que, ante la imagen que descuidadamente había aparecido junto a él mientras limpiaba la embarcación, se talló los ojos con los puños. Él volvía de una salida al mar abierto, y cruzando la bahía sonrió al observar a un pequeño grupo de vaquitas marinas que nadaban libres acercándose a su embarcación. Eran tan pocas ya, que no pudo disimular su ternura al acariciarles el lomo; aún cuando su presencia fantasmal, eran quizá una idea de la próxima extinción de su especie, que les hacía aparecerse por cualquier costa, tal vez despidiéndose. Aún así, José Carlos las midió con la mirada, acostumbrado a las tallas de las totoabas y otros peces que acostumbraba siempre capturar en el Mar de Cortés. Les tomó algunas fotografías con su cámara réflex digital. Y mientras apuntaba datos, una de ellas se acercó curiosa a la embarcación. José Carlos se dio cuenta de que tal vez era la última vaquita marina hembra. El fuerte aroma de aquel humano fue lo que la atrajo. Ella se vio reflejada en los ojos del joven biólogo, que irradiaban confianza, y él a cambio le acarició el lomo con tal suavidad como si de una mujer se tratara. Se asomó lo más que pudo desde la embarcación hacia el agua, y le dio un beso en la nariz. - Oh, pequeña; eres un rayo luz. Me gustaría protegerte contra mi pecho, cuidarte para que jamás te extinguieras. La pequeña vaquita emitió un sonido entre áspero y tenue, aflautado; pues fueron las palabras correctas que ella quería escuchar. Desde el mar lo vio alejarse en la lancha que atravesaba el escarpado

32


oleaje. Nadó y nadó queriendo alcanzarlo; pero era tan rápido el motor que la lancha se perdió en la lejanía. La diminuta vaquita se empezó a sentir triste y el llanto de sus ojos salaba aún más el mar. El dios del Océano al ver la grande tristeza le concedió un deseo. Saldría unas horas a buscar el amor terrenal. Después ella moriría y, con ella, toda su especie ingresaría al paraíso de las bestias marinas. Sólo la recordarían en tristes documentales de naturalistas. La vaquita aceptó el trato con el dios, pese al descontento de sus demás compañeros. El dios alzó la mano en un oleaje, y la transformó en bella criatura pedestre. Sus aletas eran unas delgadas manos, su cuerpo con singular gracia nadó muchas horas hacia la orilla de la playa. Iba desnuda, y cansada; al verla, la princesa Jusnai guardiana paipai de la bahía de Ensenada le dio uno de sus vestidos tejidos con sargazos. Ella se lo puso, y camino por la orilla de la playa, apenas mojando sus pies. El agua era tibia, espumosa. Llegó al malecón y de ahí al embarcadero dónde José Carlos dejó la lancha de la facultad de ciencias, lugar donde hacía estudios sobre las especies marinas de la región. En cuánto vio al muchacho se llenó de ternura. José Carlos sin saber qué se trataba de la vaquita marina, se sintió atraído por aquella mujer de cabellos azabaches que se detuvo junto a su lancha. Ella le sonrió y juntos caminaron por la orilla del malecón. La niebla iba adentrándose al puerto, y ella cruzó los brazos, pues sentía un poco de frío; no estaba acostumbrada a tanto viento sobre su piel. El biólogo le prestó su abrigo para cubrirla ya que una bruma espesa empezaba a inundar el ambiente del puerto. Siguieron caminando por el gran malecón agarrados de la mano, cruzaron junto a la imagen de una mujer en roca, y José Carlos le dijo que se trataba de la virgen del Carmen, patrona de los pescadores. Junto al ancla, emblema del recinto portuario, se abrazaron con ternura. Y así José Carlos cumplió la promesa: la tuvo acurrucada en sus brazos, la protegió del frío, y ella le dio un beso con sabor a sal. Entrada la noche se despidió de él, y el biólogo la vio alejarse con su abrigo puesto, brincando sobre las rocas de la playa, hasta que la perdió de vista.

33


Jusnai* y el navegante.

Al sur del municipio de Ensenada, en esa lengüeta arenosa, aún se pueden escuchar sus cantos. Se cuenta que una joven paipai se enamoró de un navegante español, cuando desde los acantilados lo observó descender del barco, con esa confianza en la que asentaba cada uno de sus pasos, en esta tierra que por primera vez pisaba. Jusnai corrió hacia el embarcadero para ver a los extranjeros llegar. En cuanto su mirada coincidió con los ojos de aquel marino, sintió de inmediato el flechazo que nunca antes había atravesado su corazón. Por todos los lugares de esta bendita tierra hay parajes que cuentan de su inmenso amor. Aquella pasión tuvo su mayor auge en San Antonio de las Minas, donde los amantes se encontraban cada luna para inundarse de las risas que brotaban de ella, tan mágicas al grado de hacer florecer las huertas. Algunos cuentan que Jusnai era tan dulce como el almíbar de las naranjas. Con su figura delgadita, los cabellos azabaches, ojos verdes como los sarmientos creciendo en los viñedos. Esa mágica sonrisa cautivó a Sebastián desde que la vio aparecer en el embarcadero. Pero el padre de Jusnai, cuando descubrió sus amoríos con aquel mozuelo, lo mandó matar. Mientras Sebastián trabajaba en el viñedo una lanza atravesó su corazón. Los ríos de sangre cubrieron los surcos labrados por sus manos, impregnando de borgoña las vides. Cuando Jusnai se enteró se quiso volver loca; montó su caballo que corrió desbocado rumbo al mar. Al llegar a esa lengüeta arenosa, donde por vez primera se vieron, decidió lanzarse a las agua del océano, que apagaron sus risas en borbotones de sal sobre las rocas. Conmovido, el dios Neptuno, por verla tan desdichada, decidió convertirla en sirena, y hacerla parte de su corte, como guardia de esta escarpada costa, para que ningún otro navegante pudiera enamorar a las mujeres de esta región. En las noches de tormenta, cuentan los lugareños, aún se le escucha cantar, arremolinando las aguas contra las paredes rocosas. Sus lamentos son tan fuertes y sus lágrimas saltan mojando a todo barco o persona que pasa en sus cercanías. * Ojos bonitos, en la lengua originaria paipái.

34


Yessika María Rengifo Castillo

Semblanza: Yessika María Rengifo Castillo. Escritora colombiana. Docente, licenciada en Humanidades y Lengua Castellana, especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo, y Magister en Infancia y Cultura de la Universidad Distrital Francisco José De Caldas, Colombia. Desde niña ha sido una apasionada por los procesos de lecto-escritura, ha publicado para las revistas Infancias Imágenes, Plumilla Educativa, Interamericana De Investigación, Educación, Pedagogía, Escribanía, Proyecto Sherezade, Monolito, Perígrafo, Sueños de Papel, Sombra del Aire, Plumilla y Tintero, Chubasco en primavera, etc. Ha participado en diferentes concursos nacionales e internacionales, de cuentos y poesías. Autora del poemario: Palabras en la distancia (2015), y los libros El silencio y otras historias, y Luciana y algo más que contar, en el librototal.com. Ganadora del I Concurso Internacional Literario de Minipoemas Recuerda, 2017 con la obra: No te recuerdo, Amanda.

El deseo de Eloína

En ese torrencial invierno de octubre, ella deslizaba su cuerpo sobre la ducha que años atrás, le había construido Miguel. Su cuerpo no era escultural, era un himno al diario vivir y la naturaleza, que incluía vellos y estrías, que la hacían más linda. Sus pechos grandes y caídos, le recordarían que deseaba ser madre, quizás tan pronto pasara el invierno. Esa idea no emocionaba a Miguel, quien había sido padre ocho años atrás, con Lorena su primera esposa. Y detestaba todo aquello que implicara la niñez, e intento que Eloína se olvidara de ese deseo incrementando salidas al cine, los museos, los bares, y las calles solitarias de Estambul. Ella intentaba agradar a Miguel, y sacarse de la cabeza ese deseo que la acompaño desde niña. Y no lograba, su anhelo de ser madre superaba toda expectativa. Al punto que cada noche cuando hacia el amor con Miguel, ya no lo disfrutaba a plenitud. Solo deseaba que alguno de esos granizos de lluvia que salían de su marido, alcanzaran a su solitario ovulo. Ponía las manos en su vientre, y no podía dejar de soñar, ese niño con cabellos rojizos, que pintara con sus ojos amarillos al sol. Su boca tendría que ser tan pequeña como las fresas que la abuela traía al atardecer, y sus manos tan blancas como las nubes, un retrato de Miguel. 35


Esta mañana las náuseas, el mareo, y la falta de apetito, hicieron estragos en el rostro angelical de Eloína. Miguel ha descubierto que su mujer no usa toallas femeninas hace quince días, y esto le generado una ira incontrolable. No deseaba volver a oír ese llanto que alteraba sus sueños, y elimina toda posibilidad de pintar. Por eso no dudo que Eloína se realizara una prueba de embarazo, esa que arrojo las dos rayitas indicando que su deseo se había cumplido. La alegría de Eloína superaron todo malestar, y la partida de Miguel sería inevitable aquel septiembre frío.

36


El cielo escarlata

Para Andrés, mi querido amigo, él de las explicaciones inciertas.

Han pasado doce años, desde que María se conoció con Carlos. Se habían conocido en esa fría estación de invierno, que pintaba la pálida ciudad de Buenos Aires. En aquellos años su amor por el Che Guevara, el movimiento de las madres de plaza de Mayo, la música de Horacio Gurany, y la poesía de Alejandra Pizarnik, eran todo para ella. El amor ese que alguna vez sonrojo sus mejillas, enfrió sus manos, corto sus palabras, de ese no le gustaba hablar, eso era una pérdida de tiempo según ella. Pobre, desde los malos tratos que le dio el infeliz de Ezequiel, no quería saber nada del amor. Siempre le prometía que iba cambiar pero esa madrugada casi la mata, y barrió el piso con ella hasta más no poder. Sus absurdos celos lo hacían pensar, que su mujer lo podría engañar con cualquier hombre de su trabajo, y el barrio, nadie podía negar que María fuera una mujer hermosa e inteligente. Pero siempre le fue fiel a su marido, renunció a la beca que se había ganado en Londres para quedarse a su lado, y Ezequiel nunca puedo apreciar eso, todo lo relacionaba con la supuesta relación que tenía María con su vecino. Relación que nunca existió, o sí; en los fantasmas de inseguridad de Ezequiel. Esa madrugada que María salió de su casa golpeada, y sangrando, juro que no regresaría aunque Ezequiel le pidiera una y mil veces, perdón. De eso hace tanto tiempo, que sus nombres se escribieron en aquella fría pared cuando Cupido jugaba con sus corazones, y hoy se han desvanecido en el aire. Dos meses después, de haber firmado el divorcio tomo la decisión de irse a Buenos Aires, quizás encontraría una oportunidad de volver a estudiar y rehacer su vida. Y la encontró, termino de estudiar artes e ingreso al movimiento feminista argentino, y eso la hacía completamente feliz. Soledad, su gran amiga, le insistía que debía volver a enamorase, no podía culminar su vida sola. Ella aunque perteneciera al movimiento feminista argentino, siempre anhelo tener una familia, un hijo, y llegar a la vejez en ese estado de compañía. En un principio hubo una negativa al planteamiento de Sole, como le decía a su amiga. Esa noche no pudo dormir se repetía una y otra vez: Sole tiene razón, me he condenado a no volver amar desde que me separe de Ezequiel. ¿Y si adopto un niño? O consigo una relación por las redes sociales, vaya que estupideces digo, y mejor sola que mal acompañada. Cerró sus ojos, y se dejó llevar por Morfeo. El canto de los jilgueros anunciaba que el invierno se había instaurado en la pálida Buenos Aires. Esa Mañana, del 6 de octubre, María quien recorría el Obelisco se cruzó con los ojos marrones de Carlos, y comprendería que todavía tenía la capacidad de volver amar. Tal vez era muy apresurado pensar, que 37


aquel extraño podría llenar nuevamente su corazón, y sintió que con esos ojos había caminado un trayecto de su vida. Se decía, quizás estoy enloqueciendo ante la insistencia de Sole porque rehaga mí vida amorosa, eso pensó en un instante, cuando Carlos se acercó a ella, para preguntarle la hora. En ese instante ella contesto que eran las ocho de la mañana, y la intención de Carlos, no se resumía a la hora. Deseaba saber de su vida, desde que la había visto sus cabellos negros, y rizados, lo habían cautivado. Opto por decirle; quizás pensarás que estoy loco, y es verdad un poco. Por favor, quisiera saber tu nombre y si es posible que tomáramos un café. María quien no había perdido la costumbre de sonrojarse ante los halagos que los hombres hacían sobre ella, no haría la excepción esta vez. Lo que Carlos le pareció un gesto de dulzura ante ese rostro angelical, que le despertaba sentimientos que hace mucho tiempo no sentía. María acepto aquel café, que la abrió las puertas al paraíso del amor, ese paraíso del que llevaba alejada hacia cinco años, aproximadamente. María siempre había sido una mujer silenciosa, y apreciaba escuchar el dialogo de los otros, pensaba que el acto del habla debía hacerse cuando los pensamientos salían de lo cotidiano, e iban a las estrellas. Esa mañana se entero que Carlos era un pintor de inmuebles, y de cuadros, no ganaba mucho dinero pero era feliz haciéndolo. Tenía tres hijos que eran la luz de sus ojos, se había separado hacía mucho tiempo, y vivía en una casita muy pequeña cerca al centro de Buenos Aires. Amaba esa casa que la había pintado como las estaciones de Vivaldi, y quizás lo que le hacía falta era una musa, aunque con lo poco que tenía era feliz. Estaba convencido que esos ojos color tinto, que se habían cruzado con los suyos esa mañana, le volverían hacer amar. Ante esas últimas palabras, nuevamente las mejillas de María se sonrojaron, y ese rojo contrastaba con sus labios carmesí, esos que Carlos añoraba. Esos que le pertenecerían aunque María no había dicho nada, y ya lo anhelaba. Él quiso saber quien era ella, esa mujer que había robado su corazón, y despertado una ternura indescriptible. María le contó; que era artista, miembro del movimiento feminista argentino, y se había divorciado hace aproximadamente cinco años. Vivía en un pequeño departamento en el barrio los Patricios, con su amiga Sole, y se había negado a la posibilidad de volver amar porque su exesposo Ezequiel, la golpeaba. En un principio pensó que la culpable de esa situación era ella, y después descubrió que el del problema era su exmarido, y antes que terminara matándola prefirió irse, y divorciarse. Pero hoy ha sentido que puede haber un segundo tiempo, que puede volver a tener melodía de amor en su corazón. Ante los hechos que le había narrado María, Carlos estaba tan sorprendido que no podía comprender como aquel hombre, perdió a una mujer tan hermosa. Habían transcurrido las dos de la tarde, de ese 38


frio día de invierno, entre las conversaciones de María y Carlos. Ella recordaría, que tenía que pintar el cuadro de la desolación en casa de Maximiliano, ese hombre que era su amigo, y con el que había tenido sexo años atrás. Se despidió de Carlos, y prometió que en la noche se volverían a ver. Él que no quería dejarla ir, y acepto que se verían en la noche en su pequeña casa, ella sonrió, acepto, y se fue. Durante toda la tarde, estuvo pintando el cuadro de la desolación al lado de Maximiliano, quien noto un brillo distinto en los ojos de su amiga, y no quiso saber el porqué. Había aprendido amarla en silencio, y no deseaba fragmentarse el corazón ante otra negativa. María termino el cuadro, beso la frente de Maximiliano, y se fue. Al llegar al Obelisco, noto que Carlos estaba esperándola con un abrigo gris, y esos tennis azules que tanto le gustaron en la mañana. Hablaron de todo un poco, y se fueron a casa, que era tan llena de colores, y vida. En el estante de una de las mesas se encontraban las fotografías de los hijos de Carlos, quien se emocionaba cada vez que los mencionaba no sin recordar, que una bebita le hacía falta a su lista. María se emocionó ante aquellas palabras, y le dijo; que quizás la nena vendría pronto. Él se acercó a ella, y beso sus labios rojos, no pudo contenerse en verdad la quería. Desabrocho su vestido rosa, beso la cicatriz que había acompañado su vientre, y las estrías que el paso de los años pintó en ella. En medio de gemidos, y sudor, habían sido uno solo. Han pasado tres meses, y María no quería saber nada de Carlos, el temor que un hombre la volviera golpear se había apoderado de ella. No pudo seguir evitando ese encuentro con Carlos, ante las continuas náuseas, mareos, y la ausencia del periodo menstrual, que indicaron que la nena vendría en camino. María busco Carlos y le contó, que en cinco meses serían padres de una nena. Él se alegró profundamente, seguía amándola como el primer día, aunque le molestaba un poco su actitud. Ella le explico; sus temores frente al intento de iniciar una vida juntos, y el porqué de su partida. Carlos comprendió lo que hacía tres meses, atormentaba su cabeza en noches taciturnas. La tomo de la cintura, beso su frente, y prometió que el cielo sería escarlata en ellos. Ese era el himno que su viejo le había enseñado años atrás, sobre el amor.

39


Carlos Dario Romero

Trato cotidiano* *Texto encontrado en un escritorio, al costado del cuerpo de un hombre de aproximadamente cuarenta años. Fue hallado hace unos días; se estima que el texto fue escrito en los últimos días de su vida. El titulo puesto, y tachado, es “Trato cotidiano”. Figura un subtítulo, también tachado, “Compendio de variadas reflexiones sobre la impronta del papel de la mujer a lo largo de la humanidad en pocas palabras (con mucho cariño y respeto)”.

El contenido, a continuación: I La mujer, a lo largo de la historia, ha demostrado ser la guerrera por antonomasia (consta representar a aquella que padeció a causa de malinterpretadores, o aquella figura entusiasmada con el manto, o aquella erudita de la época medieval; y muchísimos más ejemplos). II Teniendo en cuenta la alegoría cristiana —creatio — se percibe, a la vista de los ojos, la manifestación más monumental: la creación de lo hermoso a través de lo viejo. Luego, la primera guerrera libró su batalla más épica contra la arrastrada y testificadora dando así lugar a lo conocido. “La-Lo”: la primera relación lógica en una experiencia explicativa-poética. Libertadas por si las mujeres huyeron a sí mismas, el lugar más placido que podrán encontrar: grandes creadoras de lo futuramente creado. III Pregúntate sin dejar pasar ningún momento: ¿Es acaso hoy el día en el que se debe dejar de luchar? Esto nunca lo pensó mujer alguna. La mujer al luchar como en el acompañamiento nunca dejará de estar allí. Boecio, en sus últimos momentos de vida —consolatio— se encuentra con Ella: Sophia. Sigue luchando y acompañando, aunque los ropajes de Ella, hoy en día, sean usados por bicéfalos — que no hacen que usarlos en vanas misiones—; realizando no otra cosa más que caminar en el mundo comparándose con peripatéticos. Oyese cierta volición: ¡Vé en cada mujer aquello que quieras ser

40


algún día, deviene en ti mismo a través de ella! ¡Si tienes la oportunidad de conocerla a Ella —dice el sabio — hazle saber el cariño que le tienes a esa madre de madres…! IV Belleza, baile y carisma son característicos de los espíritus danzantes, quedados en el mundo… (¡Para generar alegría y amor!) V La narración es otro lugar en donde intentar plasmar la belleza femenina por siempre juvenil, aún a cuestas de que los amantes de estas bellas féminas perezcan en la locura: ¿Se siente el olor a pólvora del arma del joven Werther? Nadie es alérgico. VI ¡Qué raro eso de soñar con calles repletas!: ¿Qué significará? Sí, eso: Conciencia. VII *Ilegible* VIII “Oda sin nombre” De toda la tierra arrojada, la más bella flor nacerá sin temor de un Dios que la pise… Tendrá la conciencia limpia ya que en ella se sembró la empatía… Vivirá libre de tormentos nocturnos, pensará abiertamente… Y al final, como todos, morirá libre, finalmente libre. IX Seres demasiado perfectos para ojos viejos. ¿Qué cosa ven los “ojos jóvenes” en el amor por “lo viejo”? 41


X Y se escuchรณ de aquella gran mujer: Yo soy. (ยกGran respuesta!)

42


Salma Jacqueline Abud Uribe El acompañante del Sr. M

Resumen: Un chico despierta exaltado en un escenario muy peculiar donde no posee conocimientos previos de su vida, y enfrentándose a la dura verdad de que está muerto; ahí, conoce a la misma ‘muerte’ reencarnada en una forma humana que viene a llevar a su alma al descanso, sin embargo, él tiene demasiadas dudas sobre todo como para aceparlo todo como si nada. Es entonces cuando se relata el viaje de un alma en pena junto al dios de la muerte, conociendo las reglas secretas que rigen mundo, sus dioses, y lo que hay más allá de la muerte pero un poco antes del ‘paraíso’, donde los espíritus sensibles todavía habitan en soledad y tristeza. Palabras claves: Dioses, muerte, reencarnación, paraíso, soledad, espíritus, tristeza.

43


A los que han perdido a alguien y descansan en el regazo de la muerte. -S.J Abud Uribe. Negro, borroso, vacío, indistinguible, solo eran unas cuantas palabras para describir el lugar donde había despertado Elliot, desorientado y con una sensación rara en su cuerpo, se sentía ligero, como si hubiera sido liberado de todo el dolor del mundo de golpe; y sin mencionar que por más que intentara recordar la razón de su estadía en ese sitio, no había nada más en su cerebro que humo, a duras penas recordaba su nombre y tenía que repetirlo una y otra vez para que no se esfumara de igual manera que todo. Literalmente. Unas pisadas resonaron ligeramente en el recinto detrás de él, interrumpiendo su murmuración de inmediato al verlo. Se trataba de un joven de cabellera negra al igual que sus profundos ojos oscuros sin vida que le hacían competencia a su alrededor y contraste a su piel pálida casi enfermiza; se detuvo a una cierta distancia y se quedó ahí, mudo y observándolo por una –al menos para él

prolongada

cantidad de tiempo. ̶ Eh... Titubeó un poco, luego carraspeó en voz baja ¿Quién eres? Solo recibió silencio como respuesta, haciendo crecer su incomodidad. En lugar de una respuesta ‘normal’, el azabache solo estiro su mano hacia él, ¿Estaba esperando a que la estrechara? Elliot debía admitir que estuvo tentado en un principio a hacerlo, pero no era la clase de persona que iba por la vida estrechando manos de desconocidos mudos. Hizo una mueca y negó con la cabeza repetidamente rechazando su gesto. Era tan rara la situación, que su cabeza repetía las mismas preguntas e hipótesis tontas. ̶ ¿Estoy muerto acaso? Preguntó la más tonta para ir descartando opciones. En cuanto la pregunta salió de sus labios, le entró un miedo y un escalofrío casi indescriptible; y la reacción tan despreocupada y curiosa de aquel tipo que solo lo preocupó más. ̶ Que raro, la mayoría de las almas no se dan cuenta de que murieron…tal vez te deje mucho tiempo reflexionando… Musitó él en respuesta, ladeando la cabeza. ̶ Oh…ya veo Dijo en compañía con una risa nerviosa. El miedo y la preocupación le abandonaron muy rápido y en seguida fue remplazada por curiosidad Así se siente estar muerto eh…Entonces, si yo estoy muerto, ¿Tu eres ‘la muerte’, o alguna cosa así?

44


Nuevamente, un silencio lo volvió a cubrir, e insistió con la misma mirada vacía a que lo tomara de la mano, Elliot seguía negando con el ceño fruncido, tenía ahora nuevas preguntas e información que procesar, Su contrario pareció cansado de insistirle que rechistó a la idea, bajó su brazo y se preparó para irse por donde vino. Su expresión carente de emoción parecía tenerle lastima, cosa que le molestó un poco más que el hecho de rendirse sin hacer su trabajo e irse dejándolo ahí sin ninguna respuesta o indicación. Y en su necedad, fue tras él, caminó por detrás en otro silencio al que ya iba acostumbrándose como algo normal. Nunca le puso alto la muerte a su decisión de seguirlo, solo camino con tranquilidad mientras el escenario pasaba a ser oscuro y desértico a transformarse en un pasillo de hospital. Las paredes blancas con dibujos enmarcados en las paredes para dar una impresión más amigable, y un fuerte olor a medicina o a los químicos bien cuidados para limpiar todo el lugar. Mientras Elliot admiraba el lugar, su mudo compañero entró a la habitación más cercana sin dudarlo, lo siguió de igual manera, viendo a su alrededor a una pequeña niña agonizando que posiblemente no pasaba de los siete años y a su madre llorando en silencio por su pequeña; no pasó mucho para que la habitación se envolviera en un tono más fúnebre y opaco, la madre desapareció completamente y la niña estaba parada enfrente suyo mirando con una curiosidad visible en sus enormes ojos cafés al Sr. Muerte. ̶ Señor… ¿Podría guiarme a la salida? ¡Tengo que regresar antes de que mi mamá se preocupe! Pidió jugando con el filo de su bata de hospital sin apartar su mirada de él. ̶ Seguro. Te llevaré en seguida Acarició su cabeza calva, cosa que le arrancó una risilla a la menor; luego, le ofreció su mano e inocentemente ella la tomó creyendo que el mentiroso Sr, M la llevaría con su madre. Desapareció. O eso fue lo que pensó en un principio antes de ver levitando en su palma extendida una diminuta esfera que brillaba con un glamuroso fulgor dorado, cerró su mano atrapándola entre sus largos dedos pálidos y al abrirlos, no había nada. ̶ Megan, siete años, cáncer pulmonar. Tercera vez. Susurró para él mismo como hablando para una grabadora. ̶ ¿A dónde fue? Preguntó con un nudo en la garganta. ̶ Reencarnará, no ahora pero lo hará en algún momento. Tiene una última oportunidad. ̶ ¿Última oportunidad? ¿Qué quieres decir con eso? 45


̶ Los humanos tienen cuatro reencarnaciones en diferentes años o épocas, luego de eso, el alma, esa esfera luminosa, se va al descanso eterno, una manera linda de decir que desaparece. Explicó reanudando su viaje. En ese rato, contempló el mismo proceso por lo menos como veinticinco veces en todo el hospital, no solo en el pabellón infantil y estaba seguro que no era el mismo hospital tampoco. Y después de eso, sin descanso alguno, el espíritu fue testigo de tantos diagnósticos dados por la muerte: enfermedades, accidentes, asesinatos, suicidios, ataques; es ahí donde comprendió lo vulnerable que era el ser humano promedio, todo lo podía matar. Pero también fue testigo de las millones de almas que llegaban a la palma del Sr. M, tantos niños inocentes, adolescentes, y adultos histéricos, desorientados, furiosos o llorones, y ancianos resignados o preparados con toda la calma posible para irse; las almas todavía sentían aun después que abandonaban su cuerpo. Pero todos compartían algo, ninguno recordaba específicamente su vida, o muy poco o nada, las emociones seguían más los recuerdos. ̶ ¿Por qué no recordamos nada? Es…raro, Sr. M, algunas ni saben que murieron. ̶ Es más sencillo, si recordaran todo sería más doloroso para las almas partir dejando atrás a sus seres queridos o cosas por hacer. Nadie quisiera irse así, y yo no los puedo obligar al 100% a tomar mi mano. ̶ Nadie quiere irse pero continuas haciéndolo, ¿No te cansas? Eres el villano y el miedo para todos. ̶ Es mi trabajo, mi existencia misma fue creada como el final del ciclo para cualquier vida, humanos, animales o plantas. Ustedes mismos me crearon siendo el menor de los tres, soy la consecuencia de su pecado. ̶ Eso es duro, ¿Llevas haciéndolo desde el principio? ¿Cómo decides que persona debe morir? ¿Cómo eres el menor y quienes son los otros tres? ̶ Yo no decido quien muere o no.

Respondió como un leve suspiro resignado

Todo tiene un

proceso. Desde el inicio de los tiempos, la primera en ser creada fue ‘la vida’, ella es la responsable de crear cada una de las almas, luego fue ‘el destino’, él es quien se encarga de lo que va a suceder con ellas, es alguien cruel y muy impredecible, le encanta jugar con ustedes, es cosa suya de quien muere y cuando lo hace. Y luego estoy yo, recojo las almas cuando llegan al final de su destino y las envió de nuevo a ‘vida’ a su próxima reencarnación si todavía le quedan oportunidades. Ahí paro la plática, como siempre, el espíritu ya sabía que su acompañante no era alguien de muchas palabras por lo que poco que hablaban Que era para responder las muchas incógnitas que tenía era lo suficiente para romper ese silencio que ya había dejado de ser totalmente incómodo. 46


̶ Entonces… ¿Qué pasa con todos los fantasmas o entidades que espantan?

Preguntó a lo que el

ceño fruncido del Sr. M fue su respuesta. Usualmente la expresión de la muerte era inexpresiva pero siempre fruncía las cejas con irritación cuando no se callaba o dejaba de preguntar. ̶ Son almas necias, llenas de odio hacia los que siguen vivos. En vez de tomar la oportunidad de reencarnar o descansar, prefieren vagar o convertirse en espíritus que hablan y hablan, preguntando cada cosa. ̶ Oye, entendí esa indirecta, ¿Acaso hiciste un chiste? ¿Quién habría adivinado que el Sr. M podía hacer bromas? Sonrió y el otro rodó los ojos y lo ignoró como de costumbre. No negaría que había considerado nuevamente en tomar su mano, pero en seguida el miedo y la duda lo atacaban, ¿Y si era su última reencarnación? ¿Desaparecería sin más? ¿Dolerá? ¿Alguien lo recordaba en su vida pasada o fue simplemente olvidado? Prefería no pensar en nada de eso, se divertía acompañando al malhumorado y nada carismático Sr. M pero sabía que pronto tenía que retomar su lugar en el ciclo. Y el trabajo de la muerte no era muy alegre, a menudo se cuestionaba de como seria la salud mental de alguien que ha pasado siglos entre muertos y si al Sr. M le afectaría, pues, no era humano…no estaba seguro de lo que era. De todas formas, era triste. Mas en los desastres naturales o atentadas; solo había presenciado una vez el paisaje de una guerra en lo que estaba con siguiéndolo. Todos los edificios estaban destruidos o a punto de colapsar si todavía no lo habían hecho, los cuerpos apilados en un solo sitio, debajo de los escombros o en otras posiciones, era un panorama tan cruel que le cerró la garganta en un espantoso nudo pero al Sr. M no le inmutó en lo más mínimo, se posicionó en el centro de todo con brazos extendidos y manos abiertas. De repente, el lugar se opacó como de costumbre pero no aparecieron uno por uno, era imposible, en cambio, una cantidad incontable de almas en su forma primaria se elevaron en el aire tan luminosas como siempre. Se unieron en un enjambre tan brilloso que dolía verlo, e iban flotando directamente a las manos del azabache. El aire se llenó de murmullos y sollozos sobre lo injusto que eran las cosas, querían vivir, y algunas cuantas esferas se fueron por otros lados en un brillo enrojecido por la ira. ̶ Lo siento…no puedo hacer nada por ustedes…lo sé, es injusto… Murmuró a medida que delgadas lagrimas escurrían de sus ojos aunque se secaban tan pronto como se deslizaban. El espectáculo tan hermoso pero tan trágico cesó después de un rato, el espíritu talló sus ojos en vista de que de igual manera lloraría; la muerte acaba de romper por cuenta propia una de sus reglas de no 47


poder llevarse a la fuerza totalmente las almas pero tampoco podía quedarse en un mismo lugar intentando convencer a una masa de almas de tomar su mano. Empezó a andar no después de mucho, se imaginó que ha de ser horrible para él, alguien que registraba los nombres, edades y causas de los muertos tener a cientos sin identificar bajo su manto, todos creyendo que serían olvidados por el mundo siendo un digito más en el periódico diario. Una vez más él no supo que habría en una mente del Sr. M. Lo siguió en silencio, ¿Qué escenario seguiría que fuera más impactante que eso? El lugar era sombrío sin necesidad de que el Sr. M cruzara por ahí, entonces, lo reconoció, fue en ese mismo lugar donde había despertado hace mucho tiempo, y había tomado la decisión de seguirlo para resolver sus dudas. Ya es hora. Anunció fúnebre. ̶ ¿Qué? ¡No! ¡Aún tengo demasiadas preguntas! Gritó exasperado. ̶ No puedes, ni siquiera recuerdas tu nombre. Posiblemente estás a un paso de ser un errante como los demás. ¡Si lo recuerdo! Es…es… Tapó su rostro con un grito ahogado ¡¿Cómo me llamaba?! ̶ Sé cómo te sientes, por eso mismo de̶ ¡No lo sabes! Interrumpióó ¡No quiero desaparecer y ser olvidado! ¡No quiero morir! ̶ Pero tú ya estás muerto. Contraatacó sin perder la calma. Haciéndolo sentir vacío Debes seguir con tu ciclo, alma. Un nudo en la garganta le impidió hablar, sollozaba en silencio imitando a todas esas almas que le tocó ver en sus últimos momentos. ̶ No quiero…por favor… Y fue abrazado por la misma muerte, fue un gesto raro pero reconfortante, se notaba a lenguas que nunca lo había hecho. - Lo hiciste bien mientras vivías, te aseguro que nunca serás olvidado por todas esas personas Murmuró Lamento que tu primera vez en este mundo haya acabado así. Se sentía más tranquilo que nunca. Las lágrimas salían despacio sin saber de si el motivo era del miedo, la tristeza o la calma o un conjunto de todo. - Al menos me iré con una despedida especial, me supongo… Esbozó una muy sutil sonrisa algo descompuesta. 48


- Espero no verte en bastante tiempo. La mano del Sr. M era delgada y fría pero a la vez transmitía tanta tranquilidad y calidez: no sintió nada de dolor. - Eliot, diecisiete años, atentado en subterráneo. Primera vida.

49


José Joel Castro Hernández Tu mirada

Mirada suave, cadenciosa, profunda que no envidia a ninguna diosa; mirada dulce, mirada hermosa, mirada que encierra sueños, ilusiones, mirada que inspira el primer amor, el amor más fuerte, oculto en el silencio de mi mente, en el silencio de mis sueños, en el grito de mi corazón pero contenido de emoción, evocando su mirada, mirada intensa, mirada apasionada resguardo de mi jornada, refugio de mis sueños. Ojos profundos, intensos, con promesa de no olvidarlos, ojos transparentes, canal de tu alma, ventana al cielo de tu mirada. Mirada que me siguió cual estrella en el firmamento, siempre presente, latente surge hasta hoy, aunque parecía oculta, escondida en el rincón de mis anhelos, pero siempre brillante, cerca en el cielo, tan lejana como el sol. Oculta a la luz, tan visible como mi mirada, cuando tiembla la voz. Mirada intensa, mirada apasionada, resguardo de mi jornada, refugio de mis sueños. Apareces en el momento justo de mis anhelos, mirada hermosa, mirada orgullosa, no esconde a la diosa que resalta en su cara, resalta tu alma, corazón anhelado, rincón de mis sueños, motor de mis desvelos, fortaleza de mi alma, conectada a mis ojos en mi ventana del alma. Cual mirada encontrada hasta hoy en mi jornada, cuanto quise que se cruzara más yo sólo hice que se quedaran atrapadas; oculto para no descubrirme pensando que al verme quisiera irse la dulce mirada de mi reina soñada. Mirada intensa, mirada apasionada, resguardo de mi jornada, refugio de mis sueños. Mirada única, mirada anhelada, la de ayer niña la hoy preciosa mujer divina, mujer hermosa, tú la der mirada cristalina, la de la mirada grandiosa que guardó mi sueño, para surgir como una estrella, la siempre presente y nunca escondida; hoy que te necesito apareces con esa mirada, mirada única, mirada anhelada, la de ayer niña la de hoy preciosa, mujer divina, mujer hermosa.

50


Jose Luis Pulido Herrera Ella, Clepsidra. Estaba enfrente de mí, mirándome fijamente. Yo no sabía que significaba esa mirada, nunca supe y si las cosas siguen así, tal vez nunca lo sabré. -No te estoy pidiendo nada.

Dijo eso mientras revisaba su reloj de arena. -Lo sé.

Esa ha sido una de las pocas veces, que he mentido sin gusto. Siempre que digo una mentira, es para diversión, ya sea mía o de los demás. Me gusta pensar que algún día el tiempo cambiara esta historia y esa mentira se transformara en una anécdota graciosa. Hasta el día de hoy no ha pasado. Los recuerdos traen los nervios de regreso, como si el tiempo fuera relativo y por lo tanto manipulable. Un sonido de tic-tac interrumpió mis divagaciones y ya sin poder pensar, solo pude ver con atención el lugar en el que estaba. Era un cuarto con varios relojes colgados, unos en la pared, otros en cuerdas... unos digitales. Y el de arena, justo en el centro, enfrente de mí. -Hay... varios relojes aquí dentro… -No son míos. Yo no soy la que está midiéndote el tiempo.

Ni mentira, ni verdad. Ni teniendo un diccionario completo en la cabeza, ni así hubiera encontrado una sola palabra para contestar. Creo que balbucee algo, dudo que haya sido alguna palabra completa. Y si lo fue, no creo haber dicho alguna frase coherente. -No quiero revolución. No sé... No tengo la menor idea de cómo cambiar. Lo que sea. 51


Recordé mi sueño. --------------------------------------------------------------------------------------------------¿No quieres estudiar conmigo? -No. El latín es una lengua muerta. -No es ese libro. -Ya me sé todo Arlt de memoria.

Cerré la puerta. Siempre que estaba cerca, tenía esa sensación de vomitar, estaba tan lleno, que sentía que solo vomitando podía hacer un poco de espacio para esto. Pensándolo bien ahora no se si yo estaba lleno, o ella lo hacía a propósito.

Ni quiero saber. El mismo 31 de octubre, se acercó una vez más a mí y me dijo que se iba. -Pero me llevo un recuerdo.

Quise dejarla, que se llevara algo, pero no pude moverme. Me empape de sudor y de temor. No quería que se fuera sin nada, me daba miedo dejarla ir sin nada, me daba miedo ser egoísta, pero ser egoísta salva vidas. Alguien me dijo eso una vez. Alcance a poner un espejo en mi pecho. Y todo paso al revés. Metió su mano dentro pero todo estaba volteado, creo que saco su propio corazón. No me dejo nada, y no se llevó nada. Pero me había cambiado. --------------------------------------------------------------------------------------------------¿Para bien o para mal?

Su pregunta me hizo abrir los ojos. Estaba en el cuarto de los relojes de nuevo. Muchos de ellos habían dejado de funcionar. -No importa. De todos modos, volveré a cambiar. 52


-¿Cuando? -No sé.

Mis manos sudan mientras escribo esto. El reloj dio vuelta una vez más. Ojalá la arena se saliera.

53


Joel Almeida García Juventud en Octubre El relato trata sobre las memorias de un adulto mayor quien vive en una casa de retiro y, al sentir que sus recuerdos comienzan a abandonarlo, él decide escribir los últimos momentos de su infancia, durante los eventos de aquel octubre rojo de 1968 en la Plaza de las tres culturas, así como las repercusiones producidas de dichos sucesos en su vida adulta, así como el destino que sufrieron sus seres queridos tras esos momentos. Palabras claves: 1968, Tlatelolco, memoria, octubre, juventud, infancia, recuerdos El subdesarrollo es no poder mirarse en el espejo por miedo a no reflejar Carlos Monsiváis

54


Mi infancia fue interrumpida. No recuerdo mucho. Aún despierto por las noches, sudando, gritando porque sueño, aunque realmente son pesadillas. Esos ojos mirándome, con las venas gruesas e inyectadas de sangre preguntándome “niño, ¿estás bien?”; Es para mí una pesadilla revivir aquella tarde en la tienda de don Apolonio. Con el tiempo me he acostumbrado. Uno termina acostumbrándose a sus demonios y miedos. Tengo más de 65 años pero siento que he vivido dos siglos, es asombroso cómo unos breves minutos pueden parecer una eternidad. Y más cuando eres un niño de tan solo 9 años. Mientras comienzo a escribir este relato viene a mi mente mi madre. ¡Cielos!, aún recuerdo su perfume, el último aroma que pude percibir cuando se despidió de mí. Mi mamá era una madre soltera. Bueno, en este caso se aplica el término soltera cuando la figura paterna se comporta como otro hijo. Ella a veces lavaba ropa ajena y su último trabajo fue que se había registrado como voluntaria en una clínica, aunque por lo que sabía ella recibía como paga lo que los pacientes podrían pagarle, que estaba a 15 minutos de nuestro hogar; más tarde supe que fue una mentira. Sin embargo la clínica era real pues ahí se atendían casos de emergencias, una vez me llevó mi mamá de emergencia porque de pequeño, según me contó, comí el pasto verde del jardín de la casa porque, según sus palabras, le dije que pensaba que eran fideos verdes. Mis ojos se humedecen al revivir ese momento. Recuerdo, tal como mirar a través de una neblina matutina, que en algunas ocasiones ella cambiaba y limpiaba a mi padre cuando llegaba borracho, su vómito y la orina de sus pantalones. Cuando lo hacía me miraba y aunque era pequeño recuerdo que sus ojos decían e irradiaban un anhelo fortuito: “no te hagas como él”. En ese último día que vienen a mí los recuerdos, mi madre se despidió de mí no sin antes dejarnos el desayuno listo. Mi desayuno favorito era avena caliente con rebanadas de manzana, canela y pasas. Mientras me devoraba el plato, el primero de tres de hecho, en las noticias informaban de movimientos violentos por la zona llamada “Plaza de las tres culturas”. En esa plaza solía ir con mi madre a caminar por las tardes. Recuerdo lo feliz que me sentía con ella, ir tomados de la mano, ver los palomos volar a nuestro camino, los locales de comida, la paz que se vivía; la paz que ambos sentíamos de compartirnos el momento uno del otro como si ambos fuéramos un par de tontos disfrutando de su juventud. Juventud, como la palabra de mi canción favorita. Es como si un terrible presagio nos daba la oportunidad de disfrutar los momentos que pronto serían quitados. 55


No puedo evitar que mis ojos continúen húmedos, el recuerdo aún persiste y vive a través de los años. Estoy seguro que si perdiste a tu madre o padre entenderás a lo que me refiero. En el hogar, en la última mañana que disfruté de un plato de avena, mi mamá echó una mirada, antes de partir a la clínica, a mi padre quien se encontraba plácidamente roncando en el sillón dejando que el alcohol circulara plácidamente por sus venas. Puso los ojos en blanco y se volvió hacia mí, me dio un beso en la frente y me dijo “me voy al trabajo, te portas bien y no salgas. Puede ser peligroso.”, me persignó, salió con su uniforme de enfermera y desde la puerta me guiñó con su ojo izquierdo y se puso su cofia. Irradiaba de hermosura, su cabello café claro lucía espectacular con los primeros rayos solares. Esa fue la última vez que mi madre me persignó; esa fue la última vez que la vi. Después de que nos despedimos, regresé a la cocina y prendí la radio. La música no era mala, llevo en el alma la década de los sesentas aunque la música de los ochentas no está mal. Estaba enamorado de Lorenza Lory, “juventud juventud”, me encantaba esa canción, cázala llevando en los labios un canto de amor. En mi mente es nítida la imagen de aquel niño sentado en la cocina, desayunando un suculento plato con avena escuchando a su artista favorito. Pero mi hermano se ha despertado (recuerden que mi padre era como hijo más para mi pobre madre) - Buenos días, padre.- dije cortésmente. - ¿Qué tiene de buenos, estúpido?- Respondió crudamente porque precisamente pasaba por una de esas, cruda. Como ya estaba acostumbrado a lo frecuente de su estado, no le di mucha importancia. - Hace rato dijeron por la radio que de ser posible no saliéramos, que permanezcamos en nuestras casas, ¿sabes algo al respecto?- Le pregunté sin ver su rostro. A veces la vida te hace madurar a temprana a edad. Hay cosas que un niño debería hacer antes de entrar a la adolescencia: jugar con yoyos, andar en bicicleta, jugar a las escondidas y las tradicionales como comer tierra (o pasto de la casa), beber agua por la manguera, rasparse, trepar árboles y darse buenos porrazos. Cosas por el estilo. En mi caso tuve que aprender a convivir con una madre trabajadora que salía a las 7 de la mañana y regresaba a las 8 de la noche y también, pues, lidiar con mi hermano. - ¡Delincuentes!, eso es lo que son. Todos y cada uno de esos que andan bloqueando las calles. Deberían de castrarlos. Sí, ese es mi padre-hermano. Aunque su pensamiento revolucionario ya no me impresionaba, algunas veces me preguntaba cómo un ser humano podría llegar a terminar así. 56


Mi padre trabajaba de albañil. Hacía bien su trabajo por lo que constantemente era contratado para hacer varios arreglos. Una vez nos presumió que destapaba los lavabos de varios artistas y políticos de la localidad, que a cambio de su silencio le permitirían recomendarlo con otros más clientes de igual o mayor alcurnia. Verdad o mentira, comida siempre había en la mesa. Y alcohol. Como dije, la vida te hace madurar rápido pero aún para un niño, desde mi perspectiva, sabía que las cosas no estaban bien tanto en casa, pues recientemente mi padre pasaba más horas sin hacer algo y una madre que las últimas veces ya no lo miraba. Los movimientos en las calles: habían militares y policías por las colonias, algunas veces se escuchaban detonaciones y gritos. - Tú cabroncito- giré en mi silla para mirarlo pues era su momento de padre cual maestro oriental de montaña- jamás seas como esos revoltosos y piojosos, son unos flojos, no quieren estar en la escuela, el sistema existe y es por una razón. Si no hubiera sistema, esto sería un caos, fuéramos gobernados por burros e ineptos. Por eso todo vale pura madr… Mis ojos miraban al vacío mientras: a) recibía la sabiduría de una persona que las 20 horas al día se la pasaba detrás de una botella o en coma etílica y b) vomitaba lo que fuera que tenía en sus entrañas. - Iré con don Apolonio- dije sereno e indiferente a la escena - regreso antes del mediodía. Me levanté y esquivé a la figura paterna que aún no recuperaba de las contorsiones estomacales. Don Apolonio era dueño de la tienda de la esquina. Era joven con bigote poblado, piel morena, según recuerdo no mucho mayor que mi madre. Era de espalda ancha, llevaba levantadas las mangas de su camisa hasta los codos, una me vez me dijo que era para impresionar a los delincuentes potenciales pues era asaltado frecuentemente. Se decía que tenía una escopeta guardada en algún lugar del local. Nunca me atreví a preguntarle. Siempre que iba a comprar refrescos me obsequiaba alguna fritura o chicle bomba para el camino de regreso. No recuerdo que haya sido mala persona conmigo, o con alguien para ser precisos, porque siempre tenía algún buen consejo para mí; además porque el local de enseguida tenía una zona de lectura que me encantaba. Bueno, está bien tengo que aceptarlo, me gustaba la chica que atendía. Me recordaba a Lorenza Lory. - Buenos días, don Apolonio.- dije muy efusivamente. - Hijo, ¿qué haces aquí?, ¿no escuchaste las noticias?, no debes salir a la calle. Puede pasarte algo con 57


todo eso de los movimientos estudiantiles y la policía. - Sí, escuché en la radio pero, bueno, quise alejarme un poco de la casa, me entiende, ¿cierto? - Claro que sí, tu santo padre. - Santo padre de la bebida- dije sonriendo. - Pero no debes salir. He escuchado que habrá fuertes movimientos, los militares están saliendo y cada vez son más, la policía aún permanece en la zona, pero cuando ves a cientos de los verdes es que habrá problemas. Mientras me decía esto don Apolonio y pagaba una gaseosa, a lo lejos se escucharon gritos, gritos de jóvenes. Solo pude distinguir «...rno corrupto» - Sí, creo que esto ya me está dando miedo, don Apolonio. Creo que mejor me voy a mi casa. - Es lo mejor, pero antes de que te vayas, toma esto. Una medallita (después supe que era la imagen de San Luis Gonzaga). Pude ver cuando la sacaba del bolso de su pantalón, tomó mi mano derecha y la puso en ella. Brillaba, no era nueva, pero aun así el esplendor era espectacular. - Gracias, don Apolonio. - Cuídala y cuida de tu madre, hijo. - Lo haré. - Bueno, también de tu padre, no será perfecto pero tu padre al fin es. Sonreí con su último comentario y salí corriendo mirando la medallita. Esa fue la última vez que vi a don Apolonio. Es triste para mí en estos momentos pensar que a las personas las puedes dejar de ver en cualquier momento. Me produce una profunda melancolía pensar que mañana no esté aquí y no pude decir lo que tenía que decir (o hacer): ¿cómo me despedí de mi padre?, ¿cuáles fueron las últimas palabras?, ¿dije algo por el cual me arrepiento?, ¿cuántas oportunidades tuve para decir te quiero a esa persona?, ¿cuántas oportunidades tuve para ser y hacer feliz a las personas? Al llegar a la casa encontré a mi padre dormido en el sillón con el televisor encendido mientras transmitía un partido de fútbol. Me asomé a la cocina y efectivamente había mucho que limpiar: platos sucios, mesa manchada y un charco de vómito que permanecía ahí esperando generar vida propia. Puse los ojos en blanco, suspiré y me puse en acción. A la mañana siguiente, parece que el tiempo de un niño con vida adulta pasa rápido, fui despertado por gritos y disparos, mi padre entró a mi habitación (aún siento su tufo alcoholizado en mi cara) 58


- Cabrón, vámonos. - ¿Qué pasa?- dije adormilado. - Son disparos, se acercan los polis, arréglate y vámonos. - Mi mamá, ¿dónde está mi mamá? - ¡Qué te levantes con una…! No terminó la frase porque lo hizo callar un disparo seguido de grito ahogado. Me recuerdo poniéndome un calzado deportivo y la mano de mi padre apretando mi muñeca, sacándome de la cama y con mi ropa para dormir aún puesta; mis ojos entreabiertos buscaban a mi madre. No la encontraba. Mis ojos al fin se despertaron y vieron a decenas de personas corriendo por las calles, caras de miedo huyendo. Niños, como yo, padres como el mío, buscando refugio de aquello que producía miedo y horror. Una persona cayó. Todos nos detuvimos, había sangre, ojos abiertos cuya miradas se dirigían hacia el cuerpo inerte de Luisa, la hija de nuestra vecina de tan solo (según recuerdo) 6 años. El grito ensordecedor de los padres ante el cuerpo de su hija fue de ultratumba. La madre también cayó. «Nos están disparando, directamente a nosotros», pensé. Mi cerebro no terminaba de procesar lo que estaba pasando, como había dicho un niño puede madurar rápido, pero ser testigo de cuerpos cayendo y charcos de sangre es algo que daría a cualquier psicólogo una buena jubilación. Mi padre rompió mi estado catatónico al tomarme de nuevo por las muñecas y retomar la huida. A lo lejos vi a unas mujeres con uniforme de enfermera, me solté de mi padre y gritando me dirigí a ellas: “mamá”. Pero fue un error. Ninguna de ellas era mi madre. Mientras enfrentaba a mi error, mi padre-hermano caí al suelo. De repente me sentí solo ante el mundo, todo me daba vueltas, me sentí como un espectador dando giros de 360 grados observando la obra de arte digna de un artista medieval. «¡Don Apolonio!», pensé y me dirigí hacia su local. El lugar estaba abierto y olía a algo quemado, como a carne chamuscada o carbonizada. Ignoraba los llantos de la gente, mi mente trataba de no escucharlos. Entré sin darme cuenta el bulto oscuro que descansaba en la entrada, pues solo me oculté detrás del mostrador con una vista perdida y sin dirección solo viendo hacia un solo punto. Me deslicé y mis rodillas las tenía en el pecho, aún recordaba el momento, fue ayer cuando don Apolonio me dio la medallita…¡La medalla! Metí mi mano izquierda, la saqué de mi bolso y me tapé con ambas manos mis oídos. Quería que todos esos ruidos desaparecieran. Incluso, recuerdo, tararear la canción “juventud juventud” una y 59


otra vez “juventud juventud”. Cerré mis ojos, me balanceaba como péndulo, mi mente estaba enfocada en una canción cázala llevando en los labios un canto de amor, pensaba en mi madre, cerraba con fuerza mis ojos para callar los ruidos de afuera. Mientras, sin percatarme, entraron algunas personas al local haciendo ruido a lo que más tarde supe que eran militares con sus rifles y cuarteleras, creía que esos ruidos venían de la calle. Unas fuertes manos me levantaron y lancé el alarido más grande de mi vida. Miré unos ojos inyectados de sangre que tenían frente a mí y me preguntaron, “niño, ¿estás bien?”. Sentí como mis ojos se abrieron como platos. Me oriné encima. Todo se puso negro y hubo silencio. Mi infancia fue interrumpida como inicié a escribir esta memoria. Terminé en casas hogares, en familias que perdían la esperanza en mí y me volvían a abandonar, pues solo estaba en silencio, aislado de aquella realidad, esperando que me dijeran que mi madre me buscaba. Psicólogos platicaban conmigo, cuestiones de duelo, no es tu culpa y adelante, tiempo al tiempo y cosas por el estilo me decían. Los años pasaban y yo seguía siendo el mismo niño que se ocultó tras ese mostrador y que a veces lo despertaban los gritos y...aquellos ojos inyectados de sangre que preguntaban: “niño, ¿estás bien?” Y así cuando, en efecto, el tiempo hizo lo suyo y tenía la edad lo suficiente para conocer la verdad, más o menos a los 18 años, se me acercó el Dr. Rey, un viejo psicólogo, calvo y lentes redondos, quien nunca perdió la esperanza en mí. Me explicó el resto de la historia que ignoraba. Recuerdo que fue franco pero con un tacto como solo alguien allegado a uno puede ser. Tu madre no era enfermera, era una lideresa del movimiento estudiantil. Había ciertos grupos que usaban “códigos” para hacerse identificar entre ellos, por ejemplo: plomero, bolero, enfermero o algún otro oficio que no llamara la atención de los demás. Murió cuando en el salón que estaban reunidos estalló una granada. Según voces, se piensa que alguien avisó a cambio de un puesto en el gobierno. Tu padre murió instantáneamente tras recibir un balazo en la parte posterior del cráneo, la bala no salió. La razón por la que pudiste entrar al local de (recuerdo que buscó bruscamente entre hojas de papel) Apolonio Méndez es porque varias granadas fueron lanzadas mientras él cerraba su negocio. Algunos testigos afirmaron que traía una escopeta al momento de bajar la cortina metálica que, según informes, “pensaron que iba a disparar contra las personas”. 60


El soldado que te rescató, después de todo no todos fueron iguales, entregó esto al doctor que te atendió y la guardé para dártela cuando estuvieras listo… La medalla. Después de todo este tiempo sigue conmigo. Me acompaña en esta casa de retiro. Debido a mi edad y mis traumas de infancia, me declararon una persona mentalmente inestable y el gobierno paga mi hospedaje. Mi medalla. La limpio frecuentemente para evitar que el sarro oculte la imagen. San Luis Gonzaga. Patrón de la juventud. De mi juventud. Pero no todo es malo. Aunque a veces despierto gritando y con las sábanas mojadas de sudor, no todo está mal. Me refugié en los libros, tomé amor a la literatura e historia (tengo especial fascinación por los temas del 68). Aquí las personas han sido buenas conmigo. Tengo de vecino de cuarto a un viejo ex oficial de una caseta de policías, Octavio; el pobre pierde su memoria y está atrapado en el pasado reviviendo el momento cuando sus compañeros fueron acribillados por un delincuente; es una historia que vale la pena contar en otra ocasión. Sin embargo Octavio no es el único. Mi mente también comienza a fallar. Por eso escribo en este cuaderno todo lo que recuerdo de ese octubre. En estos momentos que termino estas líneas, El Haragán canta diciendo que la culpa es de la sociedad y del medio y por eso el niño no lo mató. Sonrío y pienso que los niños jamás serán los culpables. Jamás seremos culpables. Y de esta manera concluyo mi memoria. Dejo el lápiz a lado, cierro el cuaderno y mis ojos para sentir la tenue brisa que proviene de la ventana; sentir que acaricia las arrugas de mi rostro, mientras en mi mente se reviven de nuevo las imágenes que acabo de escribir. Recuerdo una dulce melodía, “juventud juventud”, y empiezo a tararear cázala llevando en los labios un canto de amor. FIN

61


Mónica Fernández Reyes El último día El día del fin del mundo salí de mi casa por la mañana para mirar por última vez las nubes, los árboles y las casas circundantes. Las calles estaban vacías porque las personas desconcertadas se guarecían en sus viviendas. Los pájaros no cantaban y los perros y gatos yacían silenciosos y asustados en los rincones. Abrace a mi esposo y a mis hijos, mientras nos decíamos cuanto nos amábamos. Departimos con la misma tranquilidad y amor de todos los días. Incluso hicimos planes porque sabíamos que la esperanza sólo termina cuando se concluye la vida y en ese momento no había acabado aún. Reflexioné acerca de lo que hubiera cambiado, la apatía de todos los días, el voltear la cara a las desigualdades e injusticias por temor a evidenciarme y exhibir una impotencia que me rebasaba. Ese transcurrir cotidiano realizando acciones superfluas contrarias a mi forma de sentir y de pensar. Pensaba en mis hijos, me conmocionaba la espera del trágico desenlace, de esa situación que no podía revertir ¡Han vivido tan poco! ¡Cómo quisiera tener la oportunidad de cambiar el momento del día final para que ellos pudieran seguir disfrutando de la vida! Curiosamente consideraba también la brevedad de mi propia existencia, porque en pensamiento casi siempre estaba en otro lado, mientras me hablaban y me miraban sólo fingía estar presente. No disfrutando del momento, no viéndolos sonreír emocionados comiéndose un helado o jugando con sus amigos. Además estaba asustada, constantemente huía del dolor y de la felicidad. Sobrevivía sin grandes emociones ni impredecibles sorpresas. Lo habitual constituía una barca a la cual asirse para no caer en la tentación de lo extraordinario y para evitar aquello que consideraba que no podía manejar. ¿Rezar, orar, maldecir para qué? Me sentía triste por mí, la familia que con tanto afecto y esmero habíamos formado y en la que creíamos, los demás seres y el mundo. Finalmente decidí que cuando todo terminará, abrazaría a mis hijos y a mi esposo, les cantaría con ternura y amor como lo hago en las noches en que me lo piden. Dejaría de fijarme en mi corazón herido para sumergirme en sus almas y en sus corazones. Miraría sus rostros y recordaría cuando me decían que querían llorar de felicidad al percibir lo agradable de un sabor, un olor o una textura, con la simpleza de extasiarse en el goce de lo sencillo y de la naturaleza. En cierto instante, al igual que ellos, moriré con el mundo, pero también renaceré con él.

62


Carlos Ramirez Zepeda Desamor Hermoso atardecer en el mes de otoño, las hojas de los árboles caen, un olvido del aquel amor, el cual no funcionó, hermosas melodías escucharé, historias fracasadas olvidaré, un desamor para olvidar los viejos capítulos. viejas canciones escucharé día a día, un verso del olvido escribiré, te dejé de olvidar por la relación, te eliminé de todas mis redes sociales, y no quise saber nada de ti. Un desamor para olvidarme de todo, cartas y fotografías fueron quemadas, aquella noche te dejé de amar, aquella noche ya no quise saber nada. Hermosa noche con una copa de vino, recuerdos fueron tirados a la basura, un amor que no funciono por estupideces, ya no quise nada de ti, confianza ya no era la misma pero un desamor fue justo y necesario, un desamor para olvidarte completamente, días y noches dejándote de amar.

63


Melanie Llarin Nota Editorial: Debido al tamaño de la obra esta se presentará en dos números, la primera parte se encuentra en esta revista y la segunda aparecerá en el numero uno del año dos.

El rostro que fui

Prólogo: Felici y Marion… ellos eran uno en dos. Ella lo amaba, pero luego de su propio engaño quedo despiadada. Él ya nunca volvería a perdonarla siendo que aún por las noches soñaba con ella, es solo que el dolor lo cegaba, ella se dejó llevar por un momento de deseo y sus labios a otro pertenecieron, pero aún estaba enamorada solo de él, solo del primero, él era el único por el que suspiraba sin consuelo. Él lo sabía, por eso la castigaría, sabía que ella por él la vida daba, pero quería esta vez cobrar venganza. La decisión ya se había tomado, la suerte había sido echada; Francia estaba a punto de quemarse ante la rabia y el dolor, la rabia de los dos y el dolor que no cesaba, aún no podía soportar el recuerdo de ver a su mujer acariciando otro rostro, mirando otra cara, tocando otras manos, besando otra boca, perdiéndose en otra mirada. Las apariencias lo engañaron, ¿pero como culparlo?, ahora ella tenía que hacerse cargo, y cargar con el peso de este amor tan profundo, tan grande, de este amor y su precio. El precio era el propio peso de su decisión, cambiarse el rostro por su amor, para volver a estar con él, para que la vuelva a querer. Capítulo 1: Miramientos: Día 13, mes 12, año 1950. Felici y Marion habían discutido de nuevo, esta vez por el asunto de las cuentas, ella quería trabajar, pero él no se lo permitía, era absurdo, era intolerable que siendo profesional no pudiese hacer lo que amaba tanto, ya era suficiente para él que ella fuera médica cirujana plástica, y no tenía porque salir a trabajar, pero ella quería su independencia y no lo podía soportar. Después de todo, se habían conocido en la Universidad, ahora estaban casados hace seis años y él debía de respetarla y quererla tal y como ella era. Además, ya eran maduros y responsables para lograr entender a la perfección que era lo que querían los dos, ella tenía 30 años y él 38; no estaban para jugar a esta altura de su vida, no tenían hijos y llevaban una vida tranquila. No se comprometían a 64


nada que no fuera de su agrado, eran bien parecidos, lo que al principio los había unido tanto, ahora a veces parecía separarlos, pero de algo no había duda, se amaban, estaban completa y totalmente enamorados, la rutina jamás había vencido su amor, cada uno siempre intentaba de una u otra forma encender la llama de la pasión, sea manteniendo relaciones sexuales, mirando una película, o simple y sencillamente conversando. Lo que tenían de bueno estos dos eran que podían hablar durante horas sin aburrirse, tenían demasiadas cosas en común, su amor por el arte, la pintura, la decoración rústica, ir juntos a conciertos de la Ópera de París a escuchar el piano y deslumbrarse con el violín. ¡Qué triste era que por solo un error se rompiera todo el amor!, o mejor dicho, se quebraría la relación, porque el amor, jamás moriría entre los dos. Tenían una pareja amiga que siempre los acompañaba; eran dos excelentes concertistas, Edward y Marlin, renombrados músicos de la música lírica clásica, eran algo mayores que ellos, buenas personas y magníficos en su labor. Los habían conocido en el primer concierto de la mujer, él la presentó como su esposa y ambos deslumbraron al público, uno tenía lo que al otro le faltaba, él era técnico y ella artista de alma. Él, era el típico que estudia los partituras de piano por horas y ella la que le sale tocar el violín como si hubiera aprendido a hacerlo ayer, por las calles de Francia; Felici y ella eran bien parecidas y se habían vuelto muy unidas en los últimos meses, tanto como Edward y Marion, solo que ellos desde hace más tiempo. Las mujeres siempre somos las que tenemos de que hablar y contar, solo que desconfiamos más, para que alguien sea nuestra amiga tiene que saber nuestros secretos más profundos y eso uno no lo comparte con cualquiera, pero con ella sí podía hacerlo, le daba confianza y al ser más madura que ella podía aconsejarla, no como las otras amigas que le habían quedado de la preparatoria que aún se comportaban como si tuvieran quince años, con ella se sentía bien distinta, su vida con Marion así lo era y así lo había sido desde el principio. Felici también tenía un amigo, su nombre era Charles, bastante más joven que ella, lo había conocido en las prácticas de medicina hace cuatro años, siempre habían sido eso, solo amigos, pero Marion desconfiaba no de ella, sino de él. Él tenía apenas 23 años, aún no se recibía de médico y parecía (a los ojos de Marion) sumamente interesado en ella. No estaba bien visto que una mujer casada ande del brazo de otro hombre, pero a ella no le interesaban los formalismos, y lo hacía porque consideraba que él era su amigo, pero a su esposo le molestaba, no por desconfianza, sino por el qué dirán, estaba loco de amor por Felici y no quería malos entendidos. En ocasiones él la llevaba a la casa o adonde Felici le pidiera, pero ella no veía nada de malo en eso, jamás confundía los tantos, ella sabía muy bien el lugar de cada quien. Pero los problemas no tardarían en llegar… Felici amaba a Marion, estaba completa y totalmente enamorada de él, pero ya estaba cansada de su actitud con respecto al trabajo. Después de todo, ellos se habían conocido en la Universidad, él era abogado, por eso no era nada justo que él 65


pudiera ejercer de su profesión, pero ella no, fue justo en ese momento que Charles llegó, la iba a llevar a una charla y en ese momento, todo cambió. -¿Cómo estas hoy Felici?, el muchacho le preguntó. -Estoy bien, solo que algo molesta, Marion y yo seguimos con los mismos problemas, él no lo entiende; pero vamos a la entrega del chico de tu Universidad, Michel Foucault, me interesa saber que pueda decir de la medicina teórica, aún más siendo un estudiante de Filosofía, con sus 24 años lanzarse a hacer eso, ¿quién se atrevería?, en fin, como te decía, sabes que amo a Marion, pero él no entiende mi punto de vista y ya me colma la paciencia, sentenció. -Felici, ¡valórate!, mírate, tus ojos marrones, tu cabello oscuro, tu piel tan blanca, eres hermosa…e inteligente, vales mucho, quizás él no te merezca, y no pueda ver que tú no quieres ser como todas las mujeres de hoy, que necesitas ser diferente… -Ya no sigas, te dije que estoy enamorada de Marion, ¿vamos a la conferencia?, le preguntó. -Sí, vamos, dijo él, echando un suspiro. Durante la conferencia pudo notar como él no dejaba de observarla, tal vez le había parecido, pero eso al menos era lo que ella presentía, sus ojos posados en ella; sin embargo, Felici estaba sumamente interesada en la conferencia que estaba escuchando y no le prestaba la menor atención. Capítulo 2: La catástrofe: Salieron de allí y Felici se encontraba molesta porque todos habían preguntado por su esposo, ella dijo que tenía otros asuntos, pero le molestaba que todo el mundo tratara de meterse en su vida, o que no entendieran la independencia de una mujer. -Te noto tensa, repuso su amigo. -Repudio que la sociedad sea así, me gusta mi libertad, también es un derecho, eso no significa que no ame a mi esposo, sentenció. -No te preocupes, ¿y qué te pareció la conferencia de Foucault? -Me interesó la medicina social como una forma de bio-política. Según lo que dijo el caballero 66


Foucault hay que buscar el origen de la medicina social (y del control social del cuerpo) en la sucesión y confluencia de tres fenómenos, que se dan alrededor del origen del capitalismo: el desarrollo del estado, de la urbanización y finalmente la necesidad de controlar a las nuevas masas de pobres y obreros urbanos. -En relación a la historia también había datos interesantes. -Secuencialmente, y en base a los desarrollos históricos y predominio de cada uno de estos tres fenómenos en diferentes países europeos, van surgiendo formas diferentes de medicina social; la medicina del estado, la medicina urbana y la medicina de la fuerza laboral. Esta última es la forma que dominaría sobre las otras y la que sobrevivirá al paso de un siglo a otro; como lo es del siglo XIX al siglo XX. Sin embargo, la medicina social convivio ¡y conviene! y formó ¡y forma! parte del mismo sistema de control social que la medicina privada. La medicina social, además, al enfrentarse a nuevos retos, es un motor importante hoy. Para él, la higiene pública sería solo una forma de la medicina social, específicamente la desarrollada como medicina social urbana para hacer frente a la insalubridad de las ciudades. Parece que con el fin de desmontar la falsa visión histórica de la medicina permanente hasta ahora. La medicina de la fuerza laboral entonces depende del Estado, la cuidad, los pobres, los trabajadores son objeto de medicalización. Los pobres, la plebe, el pueblo, los obreros no se consideran como una fuente de peligro. Me recordó a la epidemia de cólera de 1832; allí se cristianizaron una serie de temores políticos y sanitarios respecto a la población proletaria y plebeya. El miedo a las epidemias se había sumado a la inseguridad asociada a grupos atraídos a la cuidad y que se vivían como peligrosos, degenerados y apartados de las normas. Me gusta porque me ha sorprendido, no refiere a una forma medicinal, sino social, porque habla de las prostitutas, los homosexuales, los gitanos, los judíos, los inmigrantes. Se entiende también porque lo hace, ha mencionado que es homosexual, y a mucha honrra, sin titubeos. -Así es, fue muy bueno, pero yo me quedé pensando en lo que hablamos hoy, eres mi amiga y me interesas, le dijo, al tiempo que la besó. Ella se quedó intacta, sintió cierta pasión por la forma como la besó, pero también asco, como si un gusano se hubiera pesado en su regazo, se sintió extraña, por un momento tembló de miedo, no podía creer la situación que estaba ocurriendo, pero seguía sin poder moverse y hasta por un momento cerró sus ojos, no entendía nada, pero cuando lo quitó ya era demasiado tarde… Marion la estaba observando, ella salió corriendo del auto, pero él la rechazó sin pensarlo, le dijo que se fuera, que se 67


largara de su vida, que quería el divorcio y ya no volver a verla, ella le suplicaba, le rogaba, le imploraba, pero él ya no quería saber nada, ella estaba desesperada, jamás había buscado esa situación, simplemente había sucedido, ella no sentía nada por Charles, solo había sido un momento, ella amaba a Marion, estaba enamorada de él, no tenía corazón para otro amor, era su esposo y lo respetaba, por él la vida daba, pero él ahora tan solo se alejaba, se marchó en su auto, la lluvia no cesaba, Felici corría, pero no lo alcanzaba, su vestido se mojaba, al igual que su rostro, al igual que su cara, Marion ya se había marchado, correría a su casa, pero quizás jamás volvería a verlo y realmente lo amaba… Capítulo 3: Procuración: Felici llegó a la casa empapada a pesar de haber tomado un taxi; apenas entró pudo notar como toda su ropa estaba en el suelo, le dijo a Marion que pensara las cosas, que ellos se amaban y que todo había sido un malentendido, pero él no dejaba de reprocharle y de decirle que siempre había tenido razón para cuidar las formas porque después pasaban estas cosas, que no quería saber más de ella, ya no más, ella rogaba y le suplicaba que razonara las cosas, que ellos estaban enamorados, destinados, que no se podía terminar así, que su amor era muy grande, que su amor era muy fuerte, que ellos estaban casados y que así debía de seguir siendo, que su amor era y había sido siempre una bendición, pero él no entraba en razón, era como si ya no hubiera caso, le dijo que era una golfa y le dio una cachetada. También le dijo que no tenía porque aceptar como esposa a una cualquiera, en ese momento el orgullo de Felici entró en acción, de modo que ella misma fue la que se marchó, le dijo que si de verdad eso quería se iría y no la volvería a ver en la vida, justo en ese instante sus amigos tocaron a la puerta, Marlin y Edward. En aquel momento Marión habló… -Bienvenidos amigos, les presento a la prostituta de mi esposa, o mejor dicho ex esposa, la encontré besándose con quien dice ser su mejor amigo, sentenció. En ese momento Felici lloró, se había sentido tan humillada, jamás había tenido esa sensación, lo miró a Marion y una lágrima cayó, observó a su amiga quien la miraba en principio con tristeza, pero luego su mirada fue cambiando con crudeza, Edward la veía con asco, y ella sin decir más, se marchó. Firmaría los papeles de divorcio, haría lo que tendría que hacer, aunque por dentro se muriera, amaba a Marion con cada parte de su corazón roto, él le había dado la vida que siempre había soñado y a su lado había vivido los más maravillosos momentos, había tenido los más placidos besos, le había hecho el amor como nadie; Felici no era en nada convencional y había tenido otras experiencias sexuales en su 68


adolescencia, pero ninguna como con su esposo, su amor era único y sabía que a pesar de todo se amaban con cada parte del alma y con cada parte del cuerpo, así sería siempre… Capítulo 4: El pensamiento como acción: Felici pasó la noche en un albergue de mala muerte, no dejaba de pensar, se sentía tan sola, pensó en la conferencia que había dado Foucault y por su cabeza pasó que si él hablaba de medicina social como una forma de bio-política en relación a la higiene pública y en relación al cuerpo, ¿por qué no llevarlo al plano estético?, ella era médica cirujana plástica y empezó a fantasear con una idea. No podía, ni quería perder a Marion, sentía que sin él se moriría, lo amaba demasiado, él había sido su fortaleza y su compañero por tantos años… que ahora estar sin él sería como darse un escopetazo, aunque tenía que pensar las cosas bien y andarse con calma, nadie vale más que tu propia vida, pero él era como si lo valiera… ya lo tenía decidido, conocía a Marion y sabía que no la perdonaría, iría a hablar con su padre, a decirle que le prestara dinero, ella podría y debía devolvérselo, ejercería medicina, debía, tenía que hacerlo, esta vez nadie podría impedírselo, aunque tampoco estaba dispuesta a perder a Marion, jamás, jamás lo estaría, él era el amor de su vida y estaba decidida a volverlo a tener a como de lugar… Felici se levantó a la mañana siguiente con la frente en alto y fue directo a la casa de sus padres, le pediría dinero a su padre, él era millonario y no se dignaría en decirle que no a su hija, ella juró devolvérselo, aunque él le dijo que no le hacía falta, le dijo que era por un negocio que estaban llevando a cabo con Marion, jamás se les ocurriría contarles lo que en verdad pasó, aunque ellos tampoco indagaron en preguntarle sobre su vida, ella le dio un cálido beso a su madre y se marchó. Los quería, pero la relación con sus padres siempre había sido así, fría. Se marchó decidida, se fue al hospital, a hablar directamente con el profesor que la había apoyado con su carrera, y allí le pidió lo que ya había decidido. Le temblaban las manos, las piernas, los pies y hasta el rostro, pero sabía que podía confiar en él, era la única persona a la que podría decirle, explicarle, contarle, él había sido su mentor desde el primer día que había pisado la Universidad de París hacia trece años atrás, ahora se había recibido hace seis meses, pero jamás habían perdido la relación, Felici estaba aterrada, pero le dijo lo que quería hacerse, cambiarse el rostro… Capítulo 5: La decisión: 69


Ella se quedó mirando con un aire de desesperación. -¿Qué?, ¿estas loca?, le preguntó sin poderselo creer. -Loca de amor doctor, le respondió. -¿Qué fue lo que pasó, Felici?, la interrogó. -Engañé a Marion, él no va a perdonarme, pero yo lo amo, tú me haras la transformación, sentenció. -¿Estas demente?, soltó. -Claro que no, confio en ti, eres la única persona de confianza a la que le pidiría esto, pero si te niegas a hacerlo conseguiré a alguién más que si lo haga, estoy decidida, dijo con firmeza. -Felici, piensalo… -No, no tengo nada que pensar, solo dime que si o no, pero dame una respuesta, porque el tiempo corre, sentenció. -Esta bien Felici, dime que quieres hacerte. Ella sonrió y pensó… en principio, cambiaré mi cabello, me haré un rubio brillante y platinado, mi nariz será algo chueca, sé que eso les gusta a los hombres y va a enamorar a Marion, el color de mis ojos marrones esta bien, pero quiero cambiar la forma, deben estar un tanto más separados, la pera debe tener forma y los labios no tan gruesos, sé que puedes hacerlo, jamás has deformado un rostro, bromeó. -¿No tienes miedo?, le preguntó. -Tengo terror, pero debo hacerlo, respondió. El médico suspiro con temblor. -Jamás me hecho para atrás. -Lo sé, respondió, observando la nada. -Ayúdame por favor, dijo, y lo abrazó. -Quédate tranquila, pero llevará tiempo. -¿De cuanto tiempo hablamos? 70


-Dos meses cuando mucho. -Empecemos cuanto antes, sentenció. -¿Sabes que temporalmente te puede quedar paralizado el rostro? -Lo sé, pero no sucederá, dijo confiada. -Perderas a tu familia Felici, dijo de pronto, desesperado. -Mi familia es Marion, lo es así desde hace mucho tiempo, sino mi familia soy yo, pero él lo es todo, él es la persona más importante de mi vida, el único ser que verdaderamente amó, suspiró. -Ya lo creo, dijo asombrado. -Así es, gracias Peling, concluyó. -¿Tanto lo amas?, volvió a preguntarle con asombro. -Sí, tanto, respondió. Capítulo 6: La transformación: Felici estaba devastada de pensar en lo que haría y en lo que pasó, su mente se destruyó, sentía como caía en perdición, pero aún así no se dejaría derrotar por el dolor, lucharía por su meta con pasión, aún si muriera por recuperar a su amor, pero no se dejaría sumergir en un mar de lágrimas, respiraría hondo y calmaría su rencor, ahora se observaba, se miraba en el espejo y sentía que no veía nada, que no era nadie, pero eso cambiaría pronto, porque se había jurado su vida recuperar, comenzaría a trabajar de médica y volvería con Marion, nadie más que ella y su doctor deberían saber su secreto más profundo. Jamás se lo diría a él, ni a nadie más, guardaría ese secreto en su tumba hasta la muerte finalmente encontrar, pero nunca contaría ni sus formas, ni sus métodos, ni sus penas, se las guardaría para ella hasta volverse fuerte y su camino encontrar. Sus dudas extirparía ya, es ahora que quería encontrar su fortaleza y ponerse a luchar, llevar su plan a cabo y su rostro cambiar. Su amor por él era tan grande que nadie lo podía imaginar, y aunque su ruina fuera grande, sin él no lo podría soportar. Sentía que sin su presencia tenía los días contados ya, y eso, para ella, era difícil de superar. Sus ojos lagrimeaban y sentía que se hundía en la desesperación pero no se dejaría vencer, ese no era su cometido, por mucho 71


que le doliera el corazón. Aquel mismo día, Peling fue a la antigua casa que era de sus abuelos, donde ella se estaba hospedando. De allí se fueron al hospital a coordinar los arreglos, ella observó sus manos y supo que ahora tendría que seguir a la moda vigente en París de colocarse guantes, porque tal vez le quedaran algunas cortadas en las manos, pero nadie más que ella y Marion (en caso de que pudiera acercarse a él) lo sabrían. En aquel instante, él comenzó con un fibrón a marcarle la cara, le hizo un pequeño punto en su nariz, le marcó una distancia considerable entre sus ojos, marcó un tanto el ancho y grosor de su boca, un poco también en sus manos para cambiar la forma de sus dedos y apenas en su cuello para agudizar sus cuerdas vocales, su cuerpo seguía intacto, allí no se haría ninguna modificación, solo moderadamente en algunas circunstancias se doraría la piel. Luego de esta deducción, Felici se marchó a donde vivía hoy; tomó el carro que Marion le había regalado y sin si quiera verlo, firmó los papeles del divorcio. Se marchó de allí devastada, y también por orgullo, el carro devolvió, nada cambiaría ni su llanto, ni su dolor. En el momento en que se marchó, fue Marion quien salió. Sintió su presencia, su olor, su perfume, que algo en él se conmovió, aún la amaba tanto, con cada fragmento de su corazón. Fue a la casa, donde se sentía solo, tan solo, ya no oía su voz, ni escuchaba su risa saliendo de cada rincón, ya no podía hacerle el amor, ni volvería a verla a los ojos, él sabía que no iba a perdonarla, aún sintiendo que su alma se quebraba y que su ser se ahogaba; extrañaba tanto su cuerpo, su piel, sus caricias, el placer que con tan solo verla sentía, Felici había sido, era y sería siempre el amor de su vida, lo que había sentido por ella no lo había experimentado jamás, él si se había enamorado antes, pero no de esa forma tan única, fuerte y pasional. El amor que los unía era de esos que una vez que lo pierdes son difíciles de encontrar, en donde una vez que amas tanto ya no hay vuelta atrás, ¿cómo fingir que su amor no seguía vivo?, ¿cómo matar ese sentimiento que le daba vida en cada respiro?, ¿cómo no ver a esa mujer sin perderse en esos ojos marrones que reflejan el otoño en las hojas del atardecer? Ya no sabía qué hacer, estaba desesperado, pero sabía que no podían volver, así que se resignó, fue al cuarto de la casa y allí encontró las pocas pertenencias que de Felici quedaban y ya no pudo contener el dolor. Mil lágrimas derramó aferrándose a sus prendas, sentía su aroma, le parecía que aún su perfume estaba en la casa, en el tualet, en el dormitorio, en el living, en el jardín, en la piscina, en cada mínimo rincón… Felici ya había programado el día para la operación, sabía que era riesgoso, pero por amor quien a locuras no se atreva no merece la pena. 16 de enero de 1951. La operación ahora daría su marcha fuera lo que fuera a pasar, Peling le había hablado por casi un mes, pero ella ya había dado su fallo, le había mentido a sus colegas con que ella tenía un asunto muy grave 72


pura y exclusivamente confidencial, sino estaría en problemas. La operación había comenzado, Peling cambió una cuerda vocal y su cuello con mucha delicadeza abrió, sus manos también apenas y abrió, su delicadeza y precisión eran admirables, se veía que el prestigio que tenía era bien merecido, esperaba que la anestesia de Felici pudiera ser tolerable, sino él sería el responsable de todos los problemas causantes. Ella parecía soportarlo bien, su sangre era la normal, su pulso parecía no acelerar, los ayudantes solo pasaban los utensillos sin si quiera poder hablar. Los instrumentalistas solo miraban asombrados, sin poder creer lo que tenían entre sus ojos y a la mano. Mientras hacían todo esto sobre el cuerpo de Felici, ella recordaba cosas en su mente, las humillaciones, los arrebatos, la ira, la cólera, el odio, el rencor. Desde un primer momento, siempre así había sido, desde la primera vez, su madre contra ella, su padre tan ausente, su vida siempre había sido un desastre hasta que lo conoció a Marion, en su adolescencia era golpeada y aún luego de estar con su amor no dejaban de intervenir en su vida, esto le molestaba tanto a él, que muchas veces lo enfurecía y Felici se molestaba, pero podía entenderlo. Luego despertó; comenzó a sentir el tic-tac del reloj, estaba aturdida, su migraña era muy grande, su tumbó de la cama y vomitó. Peling estaba allí y le dijo que se quedara tranquila, que era normall por la anestesia, pero que la operación había sido un éxito y había durado doce horas. Ella apenas y podía escucharlo, pero al observar su sonrisa sentía que todo estaba bien, o sino, pronto, pronto lo estaría. No sentía dolor, solo un malestar general y el rostro extraño, suspiraba, era todo lo que podía hacer, se encontraba sumamente nerviosa, necesitaba sentirse segura. Marion, Marion, Marion… comenzó a repetir, era lo único que decía. Solo se imaginaba caminando de su mano, no podía más, solo quería volver a sentir ese amor tan profundo, tan grande, tan único e inigualable. Sentía ganas de llorar pensando en su nombre, lo extrañaba con cada parte y esencia de su ser, quería amarlo y ya no fallarle nunca más. A pesar de todo y la forma como la había tratado, él era el amor de su vida, la cosa más bella, el principe de sus sueños, eso era él para ella. Él en su vida había sido el único que la había podido despertar, estar sin él era como empezar a morir, antes jamás había conocido la felicidad, si otras manos llegaran a tocarla sería como una cortadura en su piel, de todos modos ya no le quedaba nada, ni tenían hijos, ni mascota, no había necesitado de nada si solo lo tenía a él. Perder el amor de la vida parecía que así se sentía, de pensar en sus besos podía sentir como se quemaba su piel; sentía el alma atormentada. Amar entonces era así, no podía con él dejar de soñar; se estaba jugando las cartas por él, solo esperaba que valiera la pena, aunque pase lo que pase, jugarsela por amor siempre vale la pena. Su vida había sido tan perfecta, él había sido quien siempre le había dado fuerzas, su efecto jamás podría romperse, ni cortarse, ni superarse. Aún seguía muy mareada, Peling volvió a entrar a la habitación, le llevó agua y le dijo que podía andar en silla de ruedas, que él la llevaría, ella dijo que sí, 73


aunque sus palabras parecía no escuchar y se asustó al no reconocer su voz. Pero no dijo más nada y se calmó, lo único que podía ver eran sus ojos y sus labios, ahora los sentía muy hinchados, pero ya pronto pasaría, estaba muy agradecida. Como médica sabía que las posibilidades de sobrevivir eran de un 15% y lo había logrado, ¿cómo no estar contenta?, aún no podía creerlo, aunque no se había visto el rostro, tendría que esperar, esperar a que pudiera pasar, acontecer, ocurrir, no quería que fuera a demorar mucho tiempo su recuperación, pero debía ser paciente a como de lugar. Podía notar como las personas la observaban, se preguntaba si daría pena o sí se vería mal su cara, aunque confiaba en lo que Peling le había dicho, que la operación había salido aún mejor de lo que pensaba y que en diez días ya podría quitarse las vendas, con lo cual ella estaba más que satisfecha. Luego de una semana el cansansio ya había pasado y comenzó a caminar por la sala de estar, estaba feliz, y ya no tenía miedo de hablar, le gustaba su nueva voz, después de todo no era tan diferente. Ya no sería frágil, su decisión la había hecho fuerte; el kinesiólogo la venía a ver y le masajeaba las piernas, pero aún no se había quitado la venda, tenía comeson y se sentía molesta, pero que va, ya faltaba poco, tan solo tres días y volvería a verse. Los últimos tres días solo daba vueltas por la sala, estaba a la espera de verse y poder volver a encontrarse. Ya no podía esperar más, comenzaba a sudar de los nervios, no sabía ya como reaccionar, de lo que seguraba estaba es de que quería verse el rostro ya. Dejar de pensar un poco en Marion también era lo que debía, después de todo, la que estaba en juego era su vida, ¿qué podría ser más importante que eso?, ¿qué su propia vida?, sin su vida tampoco podría regresar a él, y quería cumplir su meta, ser médica, ejercer, debía a como de lugar ponerse bien y su vida recuperar. No podía dejar que nada lograra hacerla sentir mal, tenía que salir, salir de esa situación, ser una mujer valiente y fuerte… Tolerante, paciente, pero muchas veces uno se cansa de las cosas, de las cosas que se esperan día y noche, pero no pasan, de las cosas que se esconden en las sombras, de las luces que se apagan, el amor no se cansa, da pelea, pero a veces no avanza. Entonces, ¿cuál es la solución cuando morimos de pena y parecemos hundirnos en el dolor?, tal vez sea solo soportar y seguir soportando hasta el final, hacernos fuertes y pensar que debimos seguir adelante sin dar vuelta la página, a fin de cuentas solo nos tenemos a nosotros mismos. Y Felici estaba aterrada, de perder por siempre a Marion, de perder por siempre su vida, pero como sea, confiaba en Peling y todo esto lo hacía por Marion, pero no por eso era que no tuviera miedo, cada vez faltaba menos y su rostro tendría que enfrentar, no era nada fácil lo que ahora tenía que afrontar, ya no había marcha atrás, aunque tampoco estaba arrepentida, es solo que ella era muy linda y tenía pánico de que su naturaleza se invirtiera y acabaría con el rostro deformado, esa sería su peor condena. Luego de los tres días haber pasado el momento había llegado, Peling estaba con ella y con sutileza quitó la venda de su rostro; él sonrió y ella se tranquilizó un poco más, se observó y 74


le gustó lo que vio, sus ojos estaban algo hundidos, pero solo era un poco de hinchazon, su nariz tenía un toque muy bonito, su boca, el grosor exacto, sus mejillas, un rosado gratificante, entonces ahora lo sabía, su rostro había quedado como quería, le costaba llorar, quería hacerlo de la felicidad, pero tenía un poco de dolor, las lágrimas querían caer, pero aún le costaba del todo su rostro mover, parecía quedarse sin aliento con facilidad, eso era por la cortada que tenía en su cuello, también tenía otras cortadas en la mano, pero no tan visible como las de su cuello. Aún así, seguía manteniendo la sonrisa, por nada del mundo la quitaría. Fue a su casa después de 20 días, o mejor dicho, donde se hospedaba, la antigua casa de su abuela escondida en los suborbios de París, por suerte podía contar con Peling hasta para que la llevara, él se hospedaría con ella hasta que estuviera bien, él no tenía familia y era como un padre para ella; el padre que tenía, pero a quien no parecía importarle. Apenas pudiera iría a devolverle a su padre los cien francos que este le había prestado, por más que él le había dicho que eso era un regalo. Pero lo que ellos no comprendían era que el dinero no era lo que Felici quería, sino amor, apoyo y comprensión. Algo que por parte de su familia nunca había tenido, ¿su familia?, bueno, sus parientes, porque ahora que ya no tenía a Marion quien sí era su familia, su familla era ella misma. Sus padres siempre habían predicado amarla, pero a la hora de demostrarlo no sabían como, porque siempre le echaban la carga de todos sus pesares, de todas sus desgracias, de todas sus penurias, de todos sus problemas, siempre le decían a Felici que si algo les ocurría sería por su causa, por sus desplantes, por su rebeldía, si eso era amar, vaya, ¡que buenos padres eran!, también la habían acompañado, aunque luego fuera para aventarlo en su cara, pero como fuera, le devolvería el dinero a su padre y tenía ganas de volver a ver a su madre, así fuera una vez más, un último beso, un último abrazo, un último susurro, tampoco era que los odiaria, los quería, pero ya estaba cansada. El tiempo finalmente transcurrió y después de un mes y medio pudo notar como ya estaba lista, lista para salir y enfrentarse con el mundo, volver a encontrarse nuevamente con el, con ese mundo al que tiempo atrás había abandonado y jamás volvería a ser la misma; hasta su rostro atrás había dejado, guardaría su foto en un cajón para así poder recordar siempre a la que murió, a la que mató por su amor. Hacia dos semanas Peling se había ido porque ella ya estaba bien, de todos modos Felici ya tendría que buscar algo que hacer, ya no tenía francos y había renunciado por completo al dinero de Marion, le parecía lo más correcto, sensato y algo que también era una prueba de su amor. Porque el amor no espera, solo da, lo entrega todo, sin recibir, sin nada más que el sentimiento, simple y sencillamente porque así es el amor, el verdadero sentimiento que puede unir dos corazones. Se fue al hospital a agradecerle a Peling una vez más y allí se encontró con una excelente noticia, comenzaría a trabajar de médica, ahora que ya había cambiado su nombre en aquel mes y medio con la ayuda de Peling; ya no era Felici Girald, sino Angelique Gulmas. Cobró el 75


mes de anticipo para así poder llevarle el dinero a su padre, aunque él no supiera que era ella. Y sin pensarlo un segundo más tocó a la puerta. -¿Sí?, salió su madre. Ella la observó con un gesto de amor, pero su madre no lo notó. -¿Puedo ayudarla señorita?, le preguntó. -Sí señora, mucho gusto, soy Angelique, amiga de Felici, vine a entregar un dinero que me pidió, concluyó. -Sí, claro, pasa, sentenció. -Vine a traerle a usted y a su esposo los cien francos que prestaron a Felici, dijo ella misma. -Muchas gracias, dijo de repente el hombre que estaba en el rincón. -Bien, eso es todo, muchas gracias, dijo a punto de marcharse. -¿Felici esta bien?, le preguntó su padre. -Sí, dijo la muchacha. -¿Puede ser que te conozca?, le preguntó su madre. -No lo creo señora, mucho gusto a los dos, dijo y se marchó… Cuando salió de allí el llanto la irrumpió, pero luego de un rato se calmó… Ahora ya solo le faltaba ir a buscar a Marion… Capítulo 7: Parálisis: Cuando estuvo a punto de ir a buscar a Marion, algo pasó, iba caminando y sintió como su rostro se paralizó, se asustó y fue directo al hospital, Peling le dijo que era normal, pero que quizás podría un tiempo pasar hasta que se recuperase por completo, si bien le molestaba oír eso, la reconfortaba porque creía en su médico, pero tenía que mejorarse, por ella, por Marion, además si ahora debía comenzar a ejecer su profesión debería estar bien, aún sino recuperase su amor ella debía ser quien se prometió. 76


Aquella tarde en la sala estaba desesperada, sentía como sino pudiera moverse, se sentó en la silla y cayó desmayada. Peling y los otros médicos fueron inmediatamente a asistirla, no era nada grave, sino solo nervios, le pusieron algo de suero y ya pronto podría irse. Debía esperar a la próxima semana para comenzar a trabajar en el hospital, no podía en esas condiciones, cayéndose, estando así, de ese modo, tan débil… en todos los sentidos. Aquel día volvió a la casa y se recostó, miró la foto de Marion y todo de nuevo recordó. Es como si se enlazaran los sueños con la realidad,recordó el primer día que se habían visto, él estaba en la librería comprando el libro de Hegel; “Filosofía del Derecho”, ella miraba libros de medicina, apenas hacia dos años que había comenzado la carrera. Él y ella se habían mirado con fascinación, sus ojos parecían envolverse en pasión, a los pocos días ya habían pasado bastante tiempo juntos, a él le había llamado la atención que ella fuera la única mujer de su clase. Su rebeldía lo pareció enamorar, Felici estaba en contra del sistema que anula a la mujer, pero con ella no había podido y así había sido la mejor de su clase, fue de ese modo como se ganó el respecto de Peling, se sintió bien con ella, aún mejor que antes y comenzó su relación con Marion, mientras él ya estaba por recibirse de abogado, luego se hicieron amigos de Edward y Marlin y después se casaron, aún podía recordar sus ojos empañados de la felicidad y su vestido blanco, su moño azul en el cabello, la mirada de Marion, sus dulces ojos mirándola y sus labios posándose en los de ella al dar el sí. Sus dos amigos habían sido los padrinos de la boda; y pensar que ahora ninguno quería volver a verla, pero ya no debía pensar en nada más, solo tendría que levantarse y por su camino andar…

77


Gilbert Torres Gómez

Las criaturas de Pedro Linares

Resumen Las Criaturas de Pedro Linares habla sobre el viaje onírico e ignoto de este reconocido artesano mexicano, en el cual fueron concebidas sus creaciones más famosas, “los alebrijes”. Dicho viaje, atraviesa etapas en las cuales trasmutan sus sentidos hasta distorsionarlo todo. Tiempo, espacio, vivencias y recuerdos familiares, se funden en una fantasía que lo llevará por caminos inesperados

78


Habían reído y hablado tanto que discurrió el tiempo sin que se dieran cuenta, tanto que pasaron por alto los repetidos avisos del agua hirviendo en el fogón. La risa y la charla disolvían los dolores, pero el remedio que indudable sanaría a Pedro estaba danzando entre burbujas en un cazo de peltre azul. Su abuela advirtiendo el vapor, se levantó de la silla para servirle un poco, apagó el fuego y se colocó en el extremo opuesto mirándolo beber. Mientras su tasa de té humeaba, notas dulzonas producían un efecto un tanto adormecedor. Un silencio invadió la cocina que era tan amarilla y cálida, que casi se pudieran haber olvidado del mal clima afuera. Pasó el primer trago y de inmediato pudo sentir la canela tibia por su garganta, bajar hasta su estómago e inundarlo con una sensación que lo hacía sentir bien. Apartó el vaso colocándolo en su extremo derecho sin decir nada y exactamente así, se quedaron los dos. Por un buen rato permanecieron reservándose a escuchar la lluvia que barría las calles llevando a rastras el polvo, las hojas caídas y las vocales de una tarde que parecía más taciturna de lo normal. La mujer sirvió otro poco de infusión con el pedrusco de la nuez moscada y los restos de hierbabuena del fondo del cazo. «Era deliciosa» y aunque lo pensaron, ni él ni ella lo quisieron decir. Un segundero hacía labor de arrullo como un eco infinito que se disfrutaba grave y sordo en la serenidad, fue entonces, cuando la materia en la habitación pareciera haber cambiado. No como si se tratase de un cambio muy notorio y radical. Sino más bien a un paso que se desvaneció entre su inicio y aquella nueva realidad que se abría camino. Una sacudida tan suave que se manifestó omnipresente y que en ese momento lo remplazó todo con efectos extraños, confusos y hasta burlones. Sea lo que estuviese pasando, no tenía ganas de comprenderlo o de preocuparse siquiera un poco. Inclusive a sabiendas que la cocina ya no era la misma, que la estufa y el horno ya no estaban correctos, ni el lavatrastes, ni las cajoneras, ni los utensilios y los muchos detalles comunes de toda la vida tampoco parecían coincidir muy bien. Hubo tanta inseguridad en ese pensamiento que estuvo a punto de exclamar un comentario en alusión a ese desperfecto. Al color violáceo en la habitación y las paredes cerúleas, blancas y grises que atmosferizaban el ambiente aplastando su vitalidad con una fuerza invisible. No obstante, había un efecto placentero parecido a los estragos de un letargo incipiente. Recordándole esa sensación de cuando se quedaba frente a la nocturna luz de la luna hasta muy tarde en horas que él por lo regular acostumbraba dormir. Pero su curiosidad era más grande que su sueño. Se puso de pie para observar mejor la lluvia por la ventana pero no pudo hacerlo con facilidad. Fue como si al levantarse su propio peso lo impulsara hacia el aire en un intento que le mortificó aferrándose a la mesa para evitar flotar. Sacudió la cabeza y comprendió que aún continuaba aturdido muy posible por el malestar que aún sometía su cuerpo, doblándole las rodillas y arremolinando su equilibrio. 79


La mujer atendiendo su instinto protector se apresuró a sostenerlo pero apenas y fue necesario. A cambio, una sonrisa bastó para expresar; «estoy bien abuela», y así ella lo entendió sabiendo que todo estaba en orden, no obstante… la idea de ese mismo orden y aparente estado de tranquilidad no era del todo cierta. Así mismo se percibía más alto, quizá un centímetro o dos. También más delgado, descoordinado y un poco ausente de lo que estaba ocurriendo para variar. Sentía ganas de saborear el aire que venía de afuera, el aire frio, húmedo, con ese olor a tierra mojada que tanto le gustaba respirar al llover. Ganas de entender cosas absurdas, como preguntarse si a los peces les da sed, o si a cada segundo el tiempo se congela como la cinta de una película, inmóvil por segundos hasta que de manera inexplicable funciona de nuevo otra vez. «¿Es que nadie notaba esas cosas?» Y acaso de ser así, ¿habría manera de confirmarlas? Quizá se abrumaba con detalles sin importancia y ahora, lo único que se le antojaba era desplomarse en la cama para dormir. Despidió a su abuela, la besó y lento retornó a su habitación que terminaba precisamente en el extremo opuesto de la casa, atravesando el pasillo, subiendo la escalera y vuelta a mano izquierda hasta topar con una puerta de madera obscura. Sabiendo que era una distancia considerable, la mujer se levantó de la silla para encaminarlo y ser de auxilio en caso de que sus fuerzas fallaran otra vez. Se negó aunque no sirvió de nada, su abuela en esas cuestiones era muy obstinada y lo hizo seguir por el trayecto hasta subir el último escalón. Antes de despedirse y tomar cada cual el destino que la noche designa, un estrepitoso crujido los sorprendió. Supieron de inmediato, que habían estrellado uno de los cristales de abajo. no solo fue eso, porque antes de que pudieran comprender lo que ocurría, escucharon como alguien forzaba la puerta de entrada. La anciana lo observó en una expresión que él jamás había visto en sus ojos. Con un terror que quiso ocultar llevándolo sin perder el tiempo a la otra habitación contigua en la que pocas veces estuvo ahí, y así, entre aquella angustia de saberse alcanzados por quien estuviese afuera, ella corrió directo al tocador buscando algo desesperadamente entre las curiosidades de las cajoneras. Pedro dejó de poner atención en lo que hacía su abuela y salió de nuevo al pasillo colocándose tras la baranda. Su corazón latía fuerte y entonces comprendió aquellas cosas que la gente solía explicar acerca del miedo, de poros hipersensibles y de esa incómoda electricidad que intenta liberar el cuerpo, por el dorso y por las palmas de los pies. Afuera no se escuchaba ruido alguno, como si aquel delincuente hubiera preferido retirarse en plena tormenta solo para dejarlo así, para dar un susto sin hacerles daño. Tan pronto como había creído que la amenaza se disipó entre el agua de lluvia, un fuerte sonido metálico azotó en la parte de abajo. «¡La puerta!» 80


Ella hizo la señal de guardar silencio e indicó que ingresara al vestidor y de manera consecutiva, que se introdujera por otra pequeña puerta disimulada a manera de fondo tras los ganchos, la ropa y abrigos dejándola imperceptible a cualquier extraño. Apenas lo intentó y supo que sería complicadísimo para la pobre mujer, que no era ni tan pequeña, ni tan joven, ni tan flexible. Con dificultad dio una vuelta en ese espacio de aplastante estrechez y levantó la vista en busca de un indicio de que ella lo seguiría también, claro; no sería así. Premurosa deslizó la ropa colgada y cerró con llave la puerta del vestidor. Luego, la obscuridad inundó la habitación siendo la única que lo acompañaría en ese compartimiento que reusaba todavía a sellar desde el interior, sirviendo la delgada línea de luz que se filtraba desde el ingreso como una inquietante visión de lo que ocurría afuera. Toda su inteligencia se puso a prueba en ese instante; «La puerta no podrá resistir. Este cuarto es muy pequeño. ¡Me encontrará! La portezuela es muy pequeña, quizá no la vea. La verá, sabe que estoy aquí, la verá y vendrá por mí». De un momento a otro, un estridente sonido lo hizo volver en sí. El extraño pateaba la puerta del vestidor y forcejeaba el cerrojo con fúrica determinación. Su aliento asemejaba el respirar de una bestia estocada e impaciente por darle fin a su propósito. Pedro se sintió acorralado, como un bicho en una caja de cerillas. De nuevo un incómodo y detestable silencio. Sin gustarle nada lo que ahora este representaba, aguzó el oído para recibir alguna información del exterior. Con gran horror pudo notar dos sombras de pies al asecho. El flujo de sangre se agolpó en su cuello junto con un violento dolor en el vientre. La incertidumbre lo embargó de tal manera, que aun estando más lúcido que nunca, soportó aquella espera como si hubiese dado mil vueltas completas al reloj. Sin mucho o nada que hacer, se enclaustró en su último escondite atrancando finalmente la portezuela con la aldaba en su lugar. Retrocedió cuanto pudo sin sentir el fondo, que a su desconcierto, se había prolongado demasiado. Arrastrándose trató de profundizar en el ducto lo más que le fue posible llegando a un punto en el que se detuvo dudando si internarse en un lugar como ese, en aquella penumbra que guiaba a un sitio incierto, sería lo correcto. Sus pupilas dilatadas no divisaban nada en absoluto, incluso si el peligro lo 81


tuviera a un palmo suyo sería incapaz de verlo. Era como un topo acorralado en su propia madriguera, lo más sensato sería esperar. De pronto, aquella primera barrera, la puerta del vestidor, se abrió en un ruido seco y crujiente tan típico de la madera trozada. Otra vez su corazón pegó un golpe que se pudo sentir mover incluso por encima de su camiseta. «Si la puerta no sirvió de nada, la portezuela tampoco lo hará, no resistirá» —pensó—. Le faltaba el aire haciendo difícil su concentración, aun así, optó por la última medida, continuaría hasta tocar fondo. Al avanzar se podía escuchar el forcejeo del intento por abrir la diminuta puerta. Con una mano extendida frente a él rogaba por encontrar una salida de escape, pues de lo contrario moriría de una manera horrible en aquella oscuridad. A paso torpe extendió sus dedos en busca de un picaporte, de un hueco, inclusive de un muro, pero nada. El ducto en apariencia era infinito y la única alegría en ello, era el saber que así podría huir hasta la eternidad. De nuevo el golpe en su corazón, ¡la portezuela se había abierto! Una diminuta figura de un hombre con algo en la cabeza parecido a un sombrero de plumas se asomó con siniestra curiosidad. Sin pensarlo dos veces apresuró su paso hasta donde quiera que llegara el agujero. Con la misma velocidad, el extraño lo siguió sin pronunciar palabra o sonido alguno. Pedro gateó veloz hasta sentir dolor en sus rodillas magulladas, sólo pensando en huir. El hombre por su parte lo tenía más difícil, en un espacio reducido ser pequeño significaba bastante, aunque no lo era todo. Finalmente, a mucho andar, sus dedos se estrellaron con lo que por el sonido del impacto parecía ser una tabla de madera. Pasó saliva y sin pensarlo dos veces recargó todo el peso de su cuerpo sobre un hombro hacia la única salida. Un primer intento fue suficiente para derrumbar una apolillada tabla que se hubiera caído de vieja de todos modos. Estaba en otro sitio, así lo entendió cuando esa nube de polvo lo recibió en una habitación grande, abierta e iluminada. Una especie de mezzanine que lucía inacabado e industrial proveía muy pocos escondites bañados bajo una luz brillante de medio día. Era complicado comprender el horario, el lugar, la escenografía e incluso el antagonista que seguía tras de él. “¡El hombre del extraño sombrero!” Al recordarlo, echó un vistazo rápido en busca de algo con que bloquear el paso y así ganar algo de tiempo. Un contenedor enorme yacía perfectamente colocado a su izquierda ampliándose vertical por todo el muro. Muchas lonas de manta parecían servir de contención resistiendo tensas entre varias hiladas de soga. Valía la pena usar su contenido a su favor. Lo observó de arriba abajo y tan fácil como 82


eso, descifró la respuesta. El hombre lo tenía tan próximo a la salida que podía escuchar su penoso e inhumano respirar. Brincó tan alto como pudo para jalar una soga sobre su cabeza. Un intento, dos, tres y otro más. La soga seguía tan elevada como inmóvil, mientras que “aquella cosa” trataba de salir. Lo que antes parecieron plumas ahora se figuraba a una cresta, una fibrosa y descomunal cresta le dificultaba emerger, asemejándolo más a un animal atrapado que a una persona. De inmediato le pasó por la mente que aquello podía ser un nahual. Una criatura mitad humano, mitad hombre, como aquellas historias que su abuela solía relatarle en días lluviosos como el de hoy, o ¿el de ayer?, que más daba, a estas alturas era difícil explicar todo lo que estaba pasando. Pedro tomó distancia en dirección hacia el único lugar posible, muy junto a la grotesca carnosidad que luchaba esforzándose por salir. Retrocedió un poco, pero lo necesario para impulsarse, brincar lo suficientemente alto y alar de la soga. ¡Lo había logrado! Como un hilo que va descociéndose, el atado tomó una estrepitosa dirección zigzagueante desde arriba hasta el suelo y antes de quedar sepultado entre toneladas de maíz, se apartó de un salto cayendo por muy poco entre latas y metales oxidados. Los granos cubrieron el ducto, un océano amarillo golpeó implacable inundando cualquier hueco en el que una migaja pudiera caber. De manera simultánea, una parvada de palomas se abalanzó desde las vigas de la estructura inquietas por el hermoso regalo que, al igual que ellas, también había caído del cielo. Incrédulo, Pedro observó el espectáculo absorto entre el cúmulo de circunstancias que lo habían llevado ahí. Lentamente volteó a su izquierda intentando averiguar dónde se encontraba. Era un lugar peculiar, desde su posición se apreciaba un jardín grande y bien cuidado en el cual los árboles resguardaban gran parte de la vista del patio. Pero… «¿A quién pertenecía esa propiedad?» Una horrible calma pesó sobre su adormecido cuerpo, ni las aves, ni insectos, ni propios ruidos del campo ni la ciudad se escuchaban allá afuera. Al bajar, la sonoridad de sus propias pisadas sobre los mohosos escalones era el único invisible indicio de algo aún vivo en aquel lugar. Después lo acompañó el ruido de la grava, que crujió al comenzar su lento recorrido. Hojas chocando perezosas con otras hojas, como hojuelas que provocaban rumores que no entendía bien. Una ramita fracturada pareció entrometerse casi de manera prevista. Más crujidos en cada pisada de aquel jardín olvidado. “¡crash, crash!”, se detuvo y observó un resbaladero junto a un par de columpios desvencijados que le hicieron sentir todo menos ganas de jugar. Avanzó y aceleró el paso, pues también temía del “monstruo”. Sin detenerse de nuevo, caminó en busca de reconocer bien ese lugar. «¿Era parte de la casa? ¿Seguía en ella?» El jardín se prolongaba tanto al frente suyo que ahora parecía más un prado que otra cosa. El olor a hierba, la frescura de la 83


sombra junto con los inesperados espasmos de un viento balbuciente, hacían del recorrido una hipnótica y agradable experiencia, como si no hubiera temor, angustia o peligro, como cuando las notas de té bajaron hasta su estómago. Quizá, habían florecido de nuevo, justo ahí, entre la magnificencia de todo ese follaje, bajo la calidez del sol. Y esta vez, sintió alegría queriendo ser liberada desde su interior, como algo bello que crecía de poco a poco en su pecho hasta querer reventar como un fuego artificial. Sin saber porque lo hacía, Pedro corrió. Esta vez corría de alegría, de una inmensa felicidad que lo impulsaba como aquellas lanchas de motor a través de los manglares, tal y como su abuela le había narrado en el pasado. Surcando pastizales en vez de canales y dejando atrás las verdes copas de ese inmenso jardín. Corrió y corrió y su rostro se llenó de luz. Sonrió y dio un gran salto para bajar una loma. Relinchó como un potro y brincoteó cual liebre en las mañanas de primavera, alzó los brazos para alcanzar el cielo y suspiró como nunca lo había hecho. Luego se tumbó sobre el suelo en una voltereta para rodar cuesta abajo sobre una pendiente tapizada por tréboles y dientes de león. Cruzó un riachuelo de un salto y subió un montón de rocas apiladas, trepó hasta la más grande de todas cual caparazón de tortuga y desde ahí, contempló un vasto bosque tan perfecto como una postal. Admiró las nubes, la grama, los altos pinos, la fila azul de montañas en el horizonte y las motas de fino terciopelo que danzaban oscilantes formando bucles en el viento. Dio un gran salto de rana y jugó con el agua que era limpia y brillante como un vaso nuevo de cristal. No era ni muy tibia ni muy fresca y al descubrir que era agua pura, bebió de ella para calmar su sed. Caminó un poco siguiendo el angosto riachuelo seducido por el sonido de los guijarros, chapoteos y la maravillosa senda que más adelante formaba un enraizado túnel de plantas flores y árboles que le daban forma entre sí. La hojarasca contra sus suelas le pareció de todos el más bello de los sonidos, armonizando con un eco suave y sonoro que se extendía envolvente al igual que un espiral. De nuevo, el encanto de la luz jugaba con las sombras, cientos de finos haces inundaban cada centímetro del túnel con magníficos destellos que resplandecían por todas partes como magia blanca, brotando desde las hojas sobre un cielo que palidecía nuevamente con la caída de la tarde. Fue así como sin darse cuenta, los naranjas se posaron sobre los azules y los rosas sustituyeron el color de las algodonadas nubes. La calma seguía imperando, sólo que desde ese momento, pareciese que dejaba de agradar. Sin más sonido que el viento, Pedro se detuvo para merodear un poco. Descubrió un lugar muy lindo sin duda alguna pero impregnado de soledad. «¿Cómo era posible una fauna por completo inexistente? ¿Acaso no era extraño no encontrar al menos un pequeño bicho en un lugar así?» Desde su percance en el mezzanine, la parvada de palomas fue su único referente de seres vivos interactuando en la zona. Se preguntó también como era espacialmente lógico las dimensiones de un predio tan grande 84


justo a espaldas de casa y peor aún, la usencia de gente o más viviendas en las cercanías. Se hacía tarde y era urgente salir de ahí. Siguió por el túnel a trote para salvar tiempo y ayudarse a sí mismo antes del anochecer. La pregunta del cómo lo embargó en sobremanera al encontrarse con más de lo mismo. Un verde que continuaba incansable al mismo paso que él. Por instantes se sintió intranquilo, como si desde fuera alguien lo observara y a pesar de que se sabía solo, algo extrasensorial le decía que no era así. Las plantas formaban ojos, hocicos y garras que estaba seguro no existían, se detuvo incluso para constatarlo escudriñando la gran cortina silvestre pero nunca fue verdad. Había muy poca luz y su mente se volvió confusa presa del pánico que le provocó el anochecer. Ralentizó el ritmo, «¿aquello era una piedra o un enorme lomo erizado?», se preguntaba cauteloso, pasó de largo sin saber a cuál forma debía pertenecer agradecido por la aparente indiferencia del objeto. Se volvía difícil aseverar sus conjeturas y esta incertidumbre le provocó en sus entrañas un nuevo malestar. Tratando de avivar sus sentidos, observó a lo alto para encontrarse con otro ser de los que él sabía no eran nada. Tenía un abdomen enorme y extremidades que se movían lentas y serpenteantes como colas de gatos pardos que descansan sobre un sofá. La dejó atrás del mismo modo con el temor que se le fuese encima, sólo que en esta ocasión su intento por esquivarla le resultaría mal. Una afilada mandíbula mordió su tobillo solo para degustarlo, causándole una herida geométrica que no pudo ver. Tropezó y cayó de costado e inmediatamente miles de pequeñas vetosas como abismales fauces marinas treparon hasta su brazo con bastante agilidad. Exaltado, sacudió su cuerpo apartándose nervioso hacia otro lugar. “¡Alebrijes, alebrijes!” Se escuchaba a la distancia en voces que no alcanzaba a reconocer. El coro clamaba una sola cosa, alebrijes, cual cánticos tribales de una ceremonia en busca de algo que ofrendar. Su cabeza dolía, sus heridas empeoraban y sus oídos no podían asimilar nada que no fuera esa canción. ¡Alebrijes, alebrijes, alebrijes!, se pasó las manos por el rostro y desde las cienes tiró de sus cabellos. La confusión aunada a un estado de gravedad en su cuerpo lo orilló hasta el borde de sentirse enloquecer. Alzó la vista con lágrimas de legítimo sufrimiento luchando por no ser presa en su última batalla y así fue como lo encontró otra vez. La criatura, el hombre, aquel esperpento lo había acorralado hasta ahí. Era muy grande, más de lo que recordaba, una corona protuberante florecía desde una cabeza emplumada y deforme que no era humana ni tampoco animal. Una lengua bífida le salía por aquello que tenía por boca y unos ojos amarillos y espeluznantes orbitaban sobre su asquerosa faz. Apéndices de otros seres le germinaban acuestas y aunque era penumbroso, vio que poseía cola y garras como un reptil descarnado que acababa de mudar la piel. 85


¡Alebrijes, alebrijes! Una y mil veces fue lo único que tortuoso les escuchó decir. La presencia se acercó y con ello supo que el final por fin había llegado. Contrajo todo su cuerpo hasta quedar compacto, pétreo e inmóvil. En ese instante, sintió como “él”, introdujo un filoso objeto que desgarró su piel justo por debajo de su caja torácica y en un máximo e insoportable dolor, Pedro murió. De pronto nada. Un soberano mutis gobernó una oscura esfera en la cual ahora sentía asfixia. ¿Qué sitio le aguardaría?, ¿el cielo?, ¿el infierno?, era espantosa la zozobra pues llegó a pensar que ya había pisado los dos. ¡Alebrijes, alebrijes!, permaneció porfiado en su mente. No era importante recordar una palabra como esa antes de comprender los misterios y tribulaciones de la muerte, equiparaba a sostener un puñado de arena entre las olas del mar. Pero no podía, no quería, no lo haría. Pedro Linares no la soltó por ningún motivo, ni siquiera cuando volvió a nacer. ¡Alebrijes, alebrijes, alebrijes!

86


Jesús Raymundo Bernardino Galindo Una última vez En medio de una habitación se encuentra un chico acostado mientras sostiene un teléfono, observando el techo dice con una voz débil -Dime, ¿cuanto tiempo ha pasado ya?. Del teléfono se oye una voz de una mujer joven que responde con una voz seria -un año, ya ha pasado un maldito año y todavía sigues aquí, ¿tan posesivo eres?. Apretando el puño que sostiene su teléfono respira profundamente y contesta -no soy mas posesivo de lo que tu lo fuiste, ¿que,es que acaso te es difícil no reemplazar a las personas, niña? Gritos llenos de furia se oyen del teléfono, solo para dar paso a una furiosa respuesta -¿¡ QUE SABES TU PEDAZO DE IDIOTA!?, ¿¡crees que voy a estar perdonando a las personas que me decepcionan!?. Con

una

voz

mas

tranquila

y

seria

tomando

aire

responde

-¿y tu crees que tu no has decepcionado personas?, ¿cuantas de ellas no te perdonaron y se quedaron ahí para ti?, pero claro tu solo puedes ver lo malo, por eso eres ciega, eres incapaz de ver lo bueno dentro de lo malo? Se escucha un silencio por unos instantes, silencio que se rompe por un fuerte grito agudo seguido de una contestación ante aquellas palabras -¿¡ Y QUE SABES TU!?, tu solo eres un idiota inmaduro, que no sabe lo que tiene hasta que lo pierde,tu que me vienes a reclamar si te quejas de tu propia existencia. El chico se levanta un momento a tomar agua, se espera unos momentos, respirando hondo contesta 87


-si es cierto me quejo de mi mera existencia y si podre ser un idiota, pero no soy el inmaduro que tu dices y te equivocas, al contrario que tu, yo si se lo tengo y lo que tenia, pero a diferencia de ti, nunca creí que lo perdería. Un grito mas fuerte que el anterior, junto a una profunda respiración,son la antesala de una furiosa respuesta -NO ME COMPARES CONTIGO, NO SOY, NI ME PARESCO A TI, YO SOY MUY DIFERENTE A TI La habitación se vuelve mas oscura a la vez que el joven responde lo mas calmado posible -¿Y que es lo que te hace diferente a mi?, claro si es que al menos te has puesto a pensar en ello, pero después

preguntate:

”¿que es lo que me hizo igual a el?” Respiraciones profundas, acompañadas de graves y cortos gritos responden -¿¡ES QUE ACASO NO PUEDES VER LO MUCHO QUE TE ODIO!?... Simplemente...OLVIDAME Un leve grito se oye un fuerte golpe hacia una pared cercana al joven mientras responde -Sinceramente no se que decir para que entiendas lo que digo, tu solo quieres creer lo que vez, no tomas en cuenta a los demás cuando tomas una decisión, acaso pensaste en las consecuencias de alguna de

tus

decisiones.

Un respiro se oye y saliendo una respuesta con una voz altera pero con un tono de voz bajo y agudo: -Que no pienso en los demás?, que no pienso en los demás?, que no piense en ti no significa que no piense en los demás al tomar las decisiones, me lo dices como si tu pensaras en los demás cuando tomas un decisión. El silencio se oye por unos minutos hasta que la joven dice: -Ey aun estas ahí, colgare si no contestas. 88


Con voz baja y deprimida contesta -¿así que no pienso en los demás?, realmente has olvidado todo lo que alguna vez hice, tu me sigues sorprendiendo, no puedo creer que olvides lo que las personas hicieron por ti y los que te rodeaban, realmente me siento decepcionado de ti, no puedo creer que has llegado al punto de renegar de tu pasado. Enojada, conteniendo lagrimas, responde: -Quien eres tu para decirme eso, crees que te voy a perdonar solo por unas palabras,¿que tu estas decepcionado de mi?, no me hagas reír, hace mucho que yo estoy decepcionada de ti, y de tu estúpido perdón hacia todos. Casi llorando, se limita a responder: -Parece que nunca te pude enseñar el verdadero significado de mi perdón, y no tienes que decirme lo decepcionada que estas de mi yo mismo lo estoy, mi vida no ha sido mas que fracaso tras fracaso. Con respiración profunda y agitada pregunta -Y cual es el maldito dignificado tu estúpido perdón Decepcionado y triste ante el cuestionamiento responde -Ya veo... bueno, no queda de otra... NO TE LO DIRE, ME OISTE NIÑA TONTA Sorprendida por aquellas palabras, enojada, pero confusa del cambio tan repentino, pregunta de forma temerosa -¿Por... que el interés en seguir aquí?... ¿por que sigues tratando de que el lazo que tuvimos aun se mantenga? Aun enojado, pero tratando de responder de manera serena y tranquila. -¿por que lo hago?, vaya, realmente lo has olvidado, no me sorprende pero me deprime ver como olvidaste esas palabras tan sinceras, pero estas si te las recordare, ¿acaso olvidaste que me quedaría sin 89


importar lo que hicieras?, que te ayudaría a pesar de que no me quieras a tu lado, realmente me decepcionas, jajaja...jaja...ja... es triste ver como te quedaste en tu burbuja, pero mas triste es ver que no te pude sacar de ella. Conteniendo las lagrimas, enojada y confusa, sin saber que decir la joven se queda callada, ocultándose, entre sus sabanas dando gritos contra su almohada, hasta el punto de no poder contener sus lagrimas, esperando alguna palabra que la aliente, pero nada, solo escucha un silencio que la atormenta, sin poder hacer nada, solo grita mas fuerte, hasta que escucha una melodía conocida, una melodía que no había oído desde hace un año, seguido de una amable voz. -Vamos seca esas lagrimas, sabes que odio ver a una mujer llorar, ¿por que lloras por el pasado?, el pasado no lo puedes cambiar, solo queda aceptarlo y vivir el presente por un mejor futuro. Llorando aun,sollozando, tratando de contener su llanto, respirando agitadamente responde: -¿Por que sigues aquí, preocupándote por mi?,.....¿por que pones esa melodía?, ¿¡por que no te vas y me dejas sola!?. Con un pequeña risa, suspira dejando caer un par lagrimas -Jeje... Te lo prometí niña tonta... parece que tambien a ti te trae recuerdos esa melodía, no me iré hasta que sepa que la niña que dejo estará bien si mi, y aunque lo este, la verdad...... Dejando caer lagrimas, riendo un poco se queda callado, solo dejando el sonido de sus lagrimas que ya no puede contener, dando golpes hacia la pared de impotencia, riendo mientras deja caer sus lagrimas deseando que todo fuera una pesadilla, que al despertar todo sea como antes, deseando algo pero... ya no sabia que era lo que deseaba, desde ambos teléfonos se oían los llantos de los jóvenes, de un lado, un chico que habia perdido lo que tanto busco, que se vio obligado a dejar de ser aquel chico inocente con una sonrisa en su boca, por aquel mártir que decidió ayudar a quien lo necesitase y por el otro una chica que no conoció la felicidad hasta que alguien fue amable con ella, y al igual que el joven ayudaba sin mirar a quien, ahora solo quedaron recuerdos de eso, recuerdos que salen con cada lagrima en silencio, hasta que el joven dice unas palabras: -Tu y yo nos hemos hecho tanto daño como bien, pero iniciamos con el pie izquierdo y cada paso que 90


dimos lo iniciábamos con el pie izquierdo pero... Teníamos y tenemos de sobra lo que al otro le faltaba, confianza, perdon, madures... pero no vimos lo que teníamos en común. Tratando de sostener las lagrimas responde -Eramos unos niños que trataban de ser adultos Sollozando, responde -Te equivocas eramos y somos unos niños que tuvieron que madurar muy rápido Tratando de guardar la calma, mientras las lagrimas caen por sus mejillas dice -tal vez tengas razón, pero... ya es tarde, no podemos hacer mucho mas Mirando al techo toma una vieja carta del pasado mientras dice -”Siempre juntos” he, que mentira mas bella y cruel, ¿no crees? Sorprendida, mientras aun caen lagrimas por sus mejillas dice -Puede que así sea, la mentira mas bella y cruel, así como que el tiempo no regresara jamas, el tiempo perdido o invertido, buenos o malos momentos, no se puede hacer nada por detenerlo Mientras toma un vaso de agua, secándose las lagrimas, dice -es triste ver en que nos convertimos Saliendo de sus sabanas, mirando hacia la ventana -Parece que se te acaba el tiempo, ya es tarde, debo dormir mañana tengo escuela. Mirando una vieja foto, con lagrimas en los ojos, dice -No te detendré esta vez, ya estoy cansado de perseguirte y ver que no te detienes, parece que fallamos en esta vida, espero y que... Interrumpiendo al chico, -Basta, ¿realmente no puedes hacerlo fácil para ambos ?, ¿es que acaso te gusta sufrir?

91


Dejando la foto a un lado, bebiendo agua responde tranquilamente -Cierto no puedo hacerlo por lo fácil, después de todo eso no tendría nada de divertido Enojada, mientras lagrimas vuelven a caer por sus mejillas. Le replica -¿¡Es que acaso para ti todo es un juego!?, por que siempre tienes que ser así, ¿es que no me entiendes? Estrellando con todas sus fuerzas el vaso contra la pared, volviendo a dejar caer lagrimas, suspirando le dice: -te equivocas, siempre te he entendido, hasta me volví un mártir para poder ayudarte y comprenderte mejor, me hice amigo de todo quien te conocía, acepte el odio de madre hacia mi, soporte a tu ebrio padre, te cuide a ti y tus hermanas sobre todo,acepte e hice muchos de tus caprichos,¿ pero tu que es lo has hecho por para comprenderme? Callada por unos momentos, intranquila responde -realmente fui una mala amiga al igual que una mala novia, al final me sentí atada y no pude evitar huir, eres una gran persona me ayudaste a pesar de pasabas por un momento difícil, incluso ahora te preocupas por mi, no hay manera en que te agradezca lo que has hecho por mi, realmente lo siento, perdonarme, por que yo no te puedo perdonar......y..... mucho menos a mi.... Buenas noches.... Llorando la joven cuelga el teléfono, dejando al chico solo, mientras ella se envuelve en sus cobijas llorando hasta quedar dormida, sabiendo que nada cambiara lo que dijo y pensando que nada remendara lo que hizo, se va quedando dormida mientras se pierde en sus pensamientos, mientras el joven sale de su cuarto tomando una taza de café de la mesa, se redije hacia la calle, caminado en la oscuridad pensando en todo lo que habia pasado hasta ese momento,hasta el momento en el que llego a las puertas de la casa de la chica, mirando por ultima vez al gato que juntos cuidaron mientras le dice. -Lo siento pequeño parece que esta sera la ultima vez que nos veremos, por favor cuida de esa niña tonta Diciendo eso mira por ultima vez aquella casa dejando caer dos lagrimas, se aleja de aquel sitio mientras la luna se va ocultando por las nubes dejando caer la oscuridad sobre el joven mientras se dice a si mismo

92


-Parece que en esta vida fallamos niña, espero que funcione en la siguiente, jeje, niña tonta, realmente nunca lo entendiste, perdonar no es solo dar una segunda oportunidad olvidando el pasado, perdonar es aceptar el pasado, para poder vivir el presente, dando la oportunidad de redimir el daño hecho, y yo siempre estaré esperando el momento en que lo entiendas, aun te amo pero... nos falta mucho por aprender, perdóname por no poder quedarme mas tiempo contigo. Mirando hacia el cielo, pidiendo un deseo a las estrellas, regresa a su cuarto, mientras se acuesta mientras mira la foto con un mensaje en su reverso, “hay buenos momentos así como malos, por eso me alegro de poder superarlos a tu lado”

93


Margarita Abigail Cruz Flores Página del autor: https://www.wattpad.com/user/MargaritaAbigailCruz

Algodón de Azúcar

RESUMEN. En la actualidad existen padres que aun intentan proteger a sus hijos de los diferentes problemas que aquejan a esta generación de jóvenes, pintándoles que el mundo es de color de rosa y que nada saldrá mal si no salen de la burbuja en donde se encuentran claramente a salvo. Pero no todo es esta manera, pues existen personas que sufren por no poder tener la calidad de vida que desean como el poder llegar a casa y recibir un cálido abrazo de tu madre o un beso de buenas noches de tu padre o también están aquellas a las que hemos aprendido que en la vida puedes sufrir pero también reír y por esas personas que sufren por la falta de cariño en sus vidas o que llegamos a experimentar el trato de la vida por la que escribo este pequeño relato. Porque no todo puede ser de algodón de azúcar. Palabras claves: algodón de azúcar, hogar, familia, apatía, color de rosa, vida y malicia.

94


Una ligera brisa empezó a impactar directamente contra su rostro haciendo que por un momento cerrara los ojos; pudiendo disfrutar del aquí y del ahora; dejando todo su turbio pasado en el lugar que le correspondía, trasladándose a una dimensión en donde únicamente podría existir ella y una completa paz. Sabía que en cuanto emprendiera el camino de regreso a su “hogar” todo volvería a ser exactamente igual. La indiferencia de sus padres, los abusos de sus compañeros de clases y sus constantes burlas. Estaba harta del ritmo que había adquirido su vida. Solamente deseaba volver atrás, al tiempo en donde aún se encontraba en el orfanato; aquel desgastado edificio en donde dio sus primeros pasos, conoció el valor de la amistad, le habían educado el valor de una familia, le enseñaron la bella luz que irradiaba su alma y la llenaron de sueños que… nadie podría destruir. Probablemente hubiera querido permanecer por más tiempo en todo ese mundo de algodón de azúcar; ajena y oculta a la malicia de la raza humana aquella que tiene el poder de tomar tu ser y manipularlo a su antojo, aquel mundo realmente cruel que no le importará que seas una criatura “indefensa” con tal de destruirte y dejarte totalmente en la ruina, pero… no le dieron la capacidad de decidir. De poder tomar las riendas de su joven vida. Simplemente la habían mandado a llamar esa tarde lluviosa a la oficina de la madre superiora sin prepararla para el nuevo futuro que le esperaba. Uno en donde sus recursos económicos sobreabundaban, pero el cariño y calor familiar escaseaba peor que el agua en un desierto. Aborrecía profundamente ese círculo vicioso que se había formado a su alrededor, llegar a esa gigantesca mansión y pasar todo el día en soledad, sin un abrazo, un beso o caricia por parte de sus “padres” y toda esa apatía se sentía como si su corazón se estuviera partiendo en millones de pedazos y pequeñas estacas de cristal se incrustaran en su pecho. Provocándole un dolor que aun suele cargar consigo. Muchos dirían que no le importaba en lo absoluto lo que le ocurriera; pues mostraba fastidio ante todo y todos. Pero eso solamente era una pequeña fachada que aprendió a crear. Poco a poco se alejó de la tierna niña que era y se empezó a transformarse en esa chica que llegaba a la preparatoria manejando a toda prisa su nueva motocicleta; vestida con la ropa más ceñida que podría encontrar y con la nueva manía de fumar donde fuese sin importar en que sitio se encontrara. 95


La habían transformado sin mostrar un mísero gramo de clemencia y todo por falta de atención, amor y cariño de una verdadera familia. Y tristemente aprendió que no todo es puede ser de algodón de azúcar.

96


Andrés Chavez La chica de la estación de trenes Aquella era una chica fantástica, era tan agradable a la vista, como si miraras un atardecer eterno, sus ojos infinitos te invitaban a ver las estrellas reflejadas en ellos pero si algo te deslumbraba era su sonrisa, la cual te contagiaba como la alegría del primer beso. La chica de la estación de tren, vivía sus días trabajando por las tardes, cuidando de la gente en la estación los ayudaba cuando estaban perdidos o les decía la hora a los despistados, era en definitiva un ángel del servicio al cliente. Pero también tenia sentía un poco de soledad. La gente que bajaba del tren iba toda presurosa y la que subía solo tenia ojos para sus celulares. Y así sus días pasaban como las gotas en un día lluvioso. Hasta que conoció a un maquinista, aquellos hombres que manejan los trenes. Era muy guapo y a la distancia se veía tan agradable, la chica quedo encantada con la fugaz presencia de aquel hombre, ya que solo podía verlo cuando el tren dejaba pasajeros. Se intercambiaban miradas que decían mil palabras, por lo menos la mirada de ella de verdad cantaba a todo pulmón lo que sentía y cuando debía marchar el tren, le daba la señal con la mano como si una princesa de estuviera despidiendo de la muchedumbre. Pero a nuestra chica le faltaba el valor para dar el siguiente paso, en lo que llevaba trabajando en la estación nunca le había dirigido la palabra a su romeo de las vías, Pero ella se conformaba con solo mirarlo a través de la ventana de la locomotora del tren. Hasta que un día pasó algo diferente, en la estación apareció esperando el tren con dirección al sur, un chico que bestia de negro, polera, zapatillas y pantalones todo a juego con el color de la noche, hasta su pelo daba indicios de que lo coloraba del negro color. Tenía una mirada juguetona como la de los niños pequeños y sus ojos brillaban en una inteligencia que parecía de una persona muy vieja, aunque no pasaba de los veinticinco años. Este chico paseaba entre la línea amarilla que separa el anden de las vías. La chica de la estación de trenes le dijo amablemente -detrás de la línea amarilla, por favorEl chico la miro con un tono de broma en sus pupilas. -tranquila no quiero conocer como son por debajo los trenes, dicen que son horriblesLa chica esbozó una tierna sonrisa y comenzó a hablar con el. Conversaron de temas muy triviales, 97


desde la gente que se lanza a las vías y uno que otro chiste. Pronto el tren que esperaba entro a la estación. El chico de negro se despidió amablemente y lo tomo aprisa, una vez dentro del vagón se despidió con la mano y una tierna sonrisa. A la chica le agradó mucho aquel muchacho, se veía interesante y era raro encontrar gente como el en la estación. La tarde siguió en calma y aunque no vio a su Romeo de las vías se fue a casa con el corazón tranquilo. El tiempo paso y su romero de las vías y sus furtivas visitas le llenaban el corazón de una alegría tan sincera que le florecía la sonrisa en los labios. Empezó a hablar mucho con le chico de negro, el pasaba por su estación solo los lunes por la tarde pero le era suficiente, encontró en el un amigo sincero y le contó lo de su romeo de las vías -si yo fuera tu, le diría- respondió el - claro que lo harías te creo capaz de eso y de muchas cosas mas – le dijo con un tono de burla infantil. El chico se puso a reír y le dijo: - las impresiones que tienes de mi, pero si estas en lo correcto, yo le hago un cartel escribiendo todo lo que siento y se lo mostraría al pasar su tren y asunto resuelto- termino con un aire triunfante. Era todo un payaso pensó la chica del muchacho de negro. Pero le agradaba eso de el, hacia parecer todo tan fácil. - bien- dijo ella - encontrare una forma de decirle pero no tan de novela romántica como la que me dices tu- oh vamos le quitas la magia, seria una gran historia- le respondió el chico de negro entre cerrando los ojos al reír. El chico tomo su tren se despido de la chica de la estación y le hizo un gesto con el dedo índice tocándose la frente en señal de que recordara lo conversado, ella le devolvió el gesto con una risa traviesa. Pasaron las semanas, el chico de negro se presentaba mas seguido por la estación, hablaban de tantas cosas, filosofía del amor, la gente que pasaba y uno que otro personaje digno de una risa descontrolada. También tocaban el tema de su romeo de las vías el siempre le decía que se arriesgara, que el a mundo pertenecía al que se atreve, que vale mas un no dicho que una duda eterna. Siempre le daba ánimos para que viviera una vida digna de ser contada.

98


Y así paso el tiempo, y el gusto por aquel romeo de las vías floreció como un tímido amor, era como si le hubiera brotado una hermosa rosa en el pecho. Estaba decidida y se decía a si misma que pronto tendría el valor de confesar lo que sus ojos ya no podían callar. Su ya fiel amigo, el chico de negro le aviva el fuego de su valor y la apoyaba con todo lo que podía. Pero un día aquel chico de negro no apareció como solía hacer, por la estación. Y así pasaron los días y semanas y el chico no aparecía. Y pasaron las semanas. Extrañaba a su amigo pero el amor que ya maduraba en su corazón por su romeo de las vías le dio el coraje para vivir su día a día, siempre recordaba con cariño cada frase que le decía su amigo pero una siempre le resonaba en su cabeza con mas fuerza en especial cuando ya no sentía ganas de seguir. -si tienes un por que, siempre enconaras un como para vivirEsta se había vuelto su mantra y se prometió así misma que le diría sus sentimientos a su dulce romeo de las vías. Por su amigo, que tanto le animo el tiempo que compartió con el.

99


Alan Ernesto Rodríguez Beltrán Mortem y el mundo de los muertos ¿Cuanto tiempo debo seguir haciendo esto? ¿Hasta que termine muerto? Me he hecho estas preguntas durante 2 años de estar en el ejército. Cuando me uní, no imaginé que habría una guerra 1 año después, fue muy repentino. Tanto tiempo disparando a personas que ni siquiera conocía, no sabia que es lo que habían hecho, ni sabia si tenían familia, seguro la tenían, pero desgraciadamente ese es mi trabajo, y tanto tiempo efectuándolo me han hecho insensible, pero no soy una maquina de matar, mas bien soy carne de cañón. Hoy se me ha asignado la misión de eliminar a un cartel de narcotraficantes, o eso es lo que me han dicho, realmente no me importa. No llego a socializar con mis compañeros, no debería hacerlo, ya que en cualquier momento podría recibir un tiro en la cabeza. Pero no pude evitar acercarme a Laura, en ella he utilizado la poca sensibilidad que me queda. Mientras estamos en el helicóptero aprovecho para hablar con ella: --¿Qué te pasa?-- Le pregunto. --¿No es obvio? Tengo miedo. --Es la quinta vez que hacemos algo como esto, pero la primera que te noto así. Dime ¿Qué te pasa? --No lo entenderías. Problemas de mujeres. Sé que tiene algo pero prefiero esperar a que esto termine, ahora hay que concentrarnos. Al bajar del helicóptero noto algo extraño en el paisaje, me recuerda a esos documentales de la guerra en Irak o Arabia saudita. Es obvio que esto no tiene nada que ver con el narco. Aunque nos dieron equipo limitado, con esto ni siquiera podremos defender nuestras vidas. Esto no tiene sentido, porque nos sacaron de México, o talvez solo estoy siendo paranoico. A los segundos de pensar en esto veo como un compañero es alcanzado por una bala mortal y la lluvia de balas empieza. ¡¡¡Esto es horrible!!! Apenas el helicóptero se retira, ya perdimos a un hombre y estamos en gran desventaja, estoy cubriéndome con un automóvil viejo, trato de levantar la cabeza pero la velocidad de las balas me obliga a bajarla de nuevo, no tenemos esperanza, sea quien sea detrás de esto, va a 100


eliminarnos, solo es cuestión de tiempo. De repente todo queda en silencio, el arma deja de disparar, pero no oigo a mis compañeros, ni al enemigo, por 10 largos segundos solo hay silencio, lentamente salgo de mi escondite y busco a alguien vivo, pero al dar unos pasos siento como si algo me alcanzara a dar en la nuca y al instante todo se pone oscuro. Todo es oscuro y frio durante largo tiempo hasta que siento que alguien toma mi mano y me libera de las tinieblas, siento un intenso dolor repentino en todo el cuerpo que al instante desaparece, el dolor, las heridas, el cansancio, de hecho, no siento nada, como si mi cuerpo se hubiera apagado pero mi mente no.

En ese momento trato de asimilar todo, abro mis ojos y una luz blanca me obliga a cerrarlos, no sé donde estoy, pero, me siento mas vivo que nunca. Cuando todo esta mas tranquilo vuelvo a abrir mis ojos, mas sin embargo, no existe luz alguna, me encuentro varado en un desierto, ¿Qué fue todo eso? ¿Acaso la oscuridad, el dolor, el alivio, y la luz eran parte de un sueño del cual tuve que despertar? Pero ¿Dónde estoy? Intento buscar ayuda, pero mis armas, equipo táctil, y hasta mi vestimenta me fue arrebatada. A lo lejos puedo ver una silueta de alguien, no puedo identificarlo, pero al acercarme un poco mas logro detectar que no lleva ningún arma, es seguro, al menos para mí. Al darme cuenta de lo seguro que es, corro hacia la silueta, pidiéndole ayuda a gritos, pero ni siquiera voltea, cuando logro alcanzarlo trato de hablarle lo suficientemente amable para no asustarlo, pero otra vez me ignora, así que lo tomo del hombro para girarlo, pero al verlo, veo mi propio rostro con un agujero de bala en la frente. Me caigo entre la arena por el susto, simplemente me quedo sin palabras, ¿Sera una alucinación? Si, eso debe ser. Observo como cada partícula de ese extraño ser se vuelve polvo y el viento se lo lleva, en pocos segundos se forma un remolino de viento alrededor mío y al instante parece que el desierto entero se levanta llevándome a otra ubicación extraña. Ni siquiera me fijo en donde estoy esta vez, tan solo debo cerrar los ojos y dejar que pase el efecto de lo que sea que me hayan metido, me arrincono en una esquina y trato de contar hasta 100 para tranquilizar a mi cerebro. 101


Mientras trato de calmarme escucho que alguien me grita: --¡Oye¡¡ No es divertido si no pones atención a tu alrededor. —Escucho. Al voltear puedo ver a alguien extraño; un hombre adulto, delgado , vistiendo de negro, lo veo pálido y extraño, como si estuviera loco. --¿Quién eres?—Le pregunto, aun sabiendo que es una alucinación. --Eso no importa ahora, pero para expandir nuestra confianza puedes llamarme “Mortem”, un nombre raro lo sé, pero por el momento podemos dejarlo así. — --¿Dónde estoy?— --En ningún lugar realmente, el limbo no tiene un lugar en el espacio/tiempo, y no, no estas alucinando, todo lo que esta pasando es completamente real. Bueno… todos tienen una percepción diferente a la realidad, pero puedo asegurarte que esto no esta pasando en tu cabeza, así que disfrútalo o aguántalo, eso depende de ti. Al terminar estas frases Mortem desapareció entre la oscuridad dejándome sorprendido por su extraña explicación la cual solo me dejó con mas dudas, esto no es una alucinación, es algo peor, estoy en el limbo, eso quiere decir que estoy muerto. Al darme cuenta de todo, mi alrededor comienza a distorsionarse, ahora me encuentro en el ultimo lugar en el que estuve con vida, junto a Laura. Cuando veo a Laura trato de tocarla pero al primer roce con mis manos su cuerpo se vuelve sal que se resbala en mis dedos, en eso, Mortem regresa: --¿Qué acaso no lo entiendes? Ya no eres parte de esta realidad, no puedes interferir en ella— --Entonces ¿Por qué me has traído aquí?— --Simple, mi trabajo es enseñarte todos tus problemas y la razón por la cual… Bla, Bla, Bla, sabes mi trabajo es muy aburrido, envidio el tuyo—Dijo Mortem, burlándose. --¡Ya no importa! Sé lo que hago y cual es mi problema, solo dame mi sanción y terminemos con esto —Se lo grito entre lagrimas. --Mmm…Talvez te importe ver esto— Mortem cambia un poco el escenario, todo es igual solo que esta vez, puedo ver a Laura tirada en el suelo, todo el equipo la esta atendiendo, observo como sale sangre de su cabeza, además en la dirección 102


del arma que nos atacó, puedo ver a un hombre tirado en el suelo con una bala atravesándole el ojo, pero este hombre no es de por aquí, tiene una complexión latina, otra cosa sin sentido, regreso a ver a Laura, ella no responde. --¿¡Que demonios fue lo que pasó!?—Pregunto con desesperación. --Como puedes ver, ella fue a salvarte, con su buena puntería logró darle al tirador, pero, al parecer el arma no se detuvo alcanzando a tu chica, matándolo de la misma manera que a ti, trágico pero romántico, tal como romeo y Julieta—Mortem se sigue burlando. --Un momento, si ella también murió, ¿Por qué no esta aquí con nosotros?— --Porque ella aun tiene salvación, mírala bien, cuando estas en el limbo también puedes ver mas allá del ojo humano, puedes ver lo abstracto y lo difícil de encontrar— Trato de encontrar la forma de ver mas allá, hasta que logro ver las almas de mis compañeros, todos alrededor de Laura, todos tienen heridas, impurezas, y deseos, pero en ella puedo ver un alma débil, Laura esta muriendo, sin embargo, justo a ella puedo ver un alma nueva, pura y sin heridas, eso quiere decir que: --Laura esta embarazada—Lo digo en voz alta, como si tuviera que sacarlo de alguna manera. --Exacto, pero en poco tiempo ninguna de esas almas quedará, que feo desperdicio, no lo crees?— --Por favor, debes dejarme hacer algo, no puedo dejarla así-- Le ruego --Lo siento, pero no puedo romper la ley de la vida, además no puedo hacer nada, amenos que…---¿! Qué, qué ¡?—Le pregunto con desesperación. --Laura se sacrificó para salvarte, así que tú le debes tu vida, sin embargo, tu estas muerto, así que en conclusión, tu alma debe fusionarse con la suya para salvarse, pero solo funciona si en vida hubo conexión entre ustedes dos— Al solo escuchar estas palabras me acerqué lo más rápido posible a Laura y con todas mis fuerzas traté de salvarla, yo solo abrazaba su cuerpo en el suelo con la esperanza de que funcionara, pero nunca lo había intentado, oh! soy un idiota, por mi culpa Laura va a morir y ni siquiera sé como salvarla, hago todo lo que puedo y con desesperación le grito que no se vaya. --No iré a ningún lado—Dijo ella. 103


--¿¡Laura!?—Pregunto con lágrimas en los ojos. --¿Dónde estoy? Solo recuerdo oscuridad y mucho dolor— --Te sacrificaste por mí, pero ya era demasiado tarde, sin embargo, gracias a eso podré salvarte— --Espera ¿Cómo que demasiado tarde? ¿Qué va a pasar contigo?— --Ya no estaré contigo, ya no soy parte de este mundo, pero ten por seguro que siempre tendrás una parte de mi, yo te debo mi vida y ahora te la estoy regalando— --NO¡¡ No puedes irte, te necesito, estoy embarazada¡¡¡---Ella me grita mientras llora. --Lo sé, puedo ver su alma, es muy pura, es una niña, debes cuidarla mucho y te juro que esté donde este voy a estarte cuidando.---Mi cara se llena de lagrimas en ese momento---Te voy a extrañar. Te amo-Solo terminé de hablar y al instante la bese con todo el amor que aun tenía, sentí como mi energía se transmitía hacía ella, ese fue el ultimo beso, después de eso me siento vacío, ya no estoy con Laura, siento como mi cuerpo flota en la oscuridad, hasta que alguien me toma de la espalda y me despierta. --¿No quieres ver como se salva tu chica antes de que te mande al otro lado?—Dijo Mortem. --Gracias— Observo a Laura, cuando despierta, al parecer la bala que le dio quedó en un punto en el cual no le afectaba, se la pudieron quitar con facilidad, otro helicóptero llegó a recogerlos, el piloto dice que ellos no deberían estar ahí, que el helicóptero anterior era un farsante, entonces eso quiere decir que intentaron matarnos, o bueno, lo lograron conmigo, no contaron con que Laura tendría buena puntería, todo concuerda, excepto una cosa: --Mortem ¿Por qué me dejaste intervenir? Tu dijiste que no podía hacerlo, que no podías romper las leyes de la vida, que yo ya no era parte de esa realidad. ¿Por qué?---Lo interrogo --Como te dije antes. Estoy aburrido— --- ¿Eso fue lo que hizo que un ser tan poderoso como tú rompiera sus propias reglas? ¿Un entretenimiento?--Mortem exhala como si se hubiera rendido a mi pregunta: 104


--- ¿No se te hizo raro que el helicóptero los hubiera dejado justo en el lugar donde se encontraba el tirador, el cual tenía un arma lista para matar y que ese tirador fuera latino?-----Pero esos eran farsantes que lograron infiltrarse al ejército y crearon esta misión falsa para eliminar a su equipo elite. ¿Qué tiene que ver eso contigo?-----En parte tienes razón, pero esto no es solo una guerra entre humanos, esto es mucho más grande, algo que involucra a los mismos dioses del orden y pronto tu me ayudaras en eso, pronto, por ahora, solo duerme por la eternidad.

105


Fernanda Hb Sitio del autor: https://www.instagram.com/hbfer

Velo involuntario El respaldo de la cama era terriblemente incómodo. Escuchaba el tic tac del reloj más fuerte de lo normal. Se sentía muy sola y temerosa en la habitación del hospital. Enfrente de ella se encontraba una enfermera dormida en un sofá, sosteniendo un par de papeles sobre sus piernas. La señora Elisa cavilaba con tristeza en memoria de sus padres, recientemente asesinados en un atraco. Le costaba ver que hubiera tanto odio alrededor. De eso era de lo que todo se trataba. Y no del odio hacia otros, sino a uno mismo. Si realmente no tuvieran ese sentimiento, no harían daño a nadie. La puerta se abrió bruscamente, interrumpiendo así sus pensamientos. Gael entró sigiloso al percatarse de que la enfermera estaba dormida. Y le dio a Elisa un beso tierno en la frente, mientras que ella asentía a todas las preguntas que él le hacía. No tenía ánimos de hablar. La enfermera despertó al abrirse la puerta por segunda vez. Se levantó a checar a la paciente dejando de lado los papeles, y salió enseguida. A Elisa le brillaron los ojos al ver a Ariana. Como una mamá amorosa y preocupada, no solo cuidaba a su hija, sino que la sobreprotegía. Y lo hacía más desde hace algunos años, cuando los médicos les habían dicho que su hija sufría una especie de amnesia, siendo exactos, un Estado de fuga. Estaban seguros de ello, por algunos episodios que Ariana había tenido con anterioridad. Y que, por fortuna para sus padres no llegaron lejos. Les explicaron que es cuando alguien se ausenta de uno mismo inesperadamente, haciendo que no recuerde su vida pasada, ni lo que hizo en ese lapso de ausencia al volver a ella. Es un estado que puede durar desde minutos hasta años. Ariana abrazó a ambos, los sentía tan vulnerables, que sintió, por primera vez, que podía cuidar de ellos sin ayuda de nadie. Se retiraron del hospital, después de que Elisa había pasado las últimas veinticuatro horas ahí. Era un día nublado con mucho viento. Para cuando llegaron a su apartamento la lluvia ya se hacía presente. Durante la cena hablaron de cosas peculiares. Ariana no quería volver a ver a su mamá llorar. Sólo 106


deseaba que pasara un rato sereno. Aunque fuera uno muy corto. Por eso, evitaba a toda costa el tema de sus abuelos. Los cuales iban a ser cremados al siguiente día. No habría ningún tipo de ceremonia religiosa. Y como última petición, sus cenizas permanecerían en la casa donde vivieron juntos toda su vida. Si la demolían, la vendían, o hacían cualquier cosa que quisieran con ella, no les importaba, sólo querían permanecer allí. La cama no estaba hecha, y había olvidado su teléfono en el tocador detrás de su loción. Lo buscaba, pero no lo veía por ningún lado. Se rindió y se acomodó para dormir. Al cabo de un rato, escuchó el sonido del timbre de su celular. Lo encontró enseguida. Pero no tomó la llamada, porque no tenía guardado el número, y por tal razón, se imaginó de quien podría tratarse. Volvió a sonar, pero Ariana cortó la llamada inmediatamente. Después le entró un mensaje. << Te extraño. >> Leyó. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Siempre se las arreglaba para conseguir su número. No importaba que lo bloqueara o que ella cambiaria de número. Y sólo se le acercaba cuando la veía sola, pues era cuando más vulnerable le parecía a él. El último día de clases para salir de vacaciones de la Universidad, la empujó para meterla al baño de hombres tapándole la boca. Allí intentó besarla, pero ella lo pateó al tiempo que gritaba. El director con llave en mano abrió la puerta, porque un alumno que quería entrar al baño en ese momento, la escuchó gritar, y fue en su ayuda. Jamás se había atrevido a contarles nada a sus padres acerca de él. Porque la tenía amenazada con hacerles daño si lo hacía. Usualmente, lo veía por la ventana asomándose detrás de un árbol, o simplemente parado frente al apartamento fumándose un cigarrillo. Tiraba las colillas afuera del edificio, y un vecino que ya lo había visto hacerlo en repetidas ocasiones, siempre le decía que iba a llamar a la policía si seguía así. Este lo ignoraba, y se marchaba después de fumarse otro y de tirar la colilla. Ariana batalló para conciliar el sueño, pensaba temerosa en Sebastián. Era una tarde de viernes ventosa. Las amigas de Ariana, la habían invitado al teatro desde hace meses, por el cumpleaños de Renata. La obra en escena era una de las favoritas de su amiga, la cual se había estrenado hace sólo unos días. Ciertamente, no se sentía con ningún ánimo de abandonar su cama, pero tampoco sabía cómo disculparse con sus amigas por no ir, aunque ellas sabían el estado actual de su familia y no se molestarían. Pero, aun así, Ariana se sentía mal por no asistir, y ni siquiera había respondido a sus mensajes de la mañana. Elisa tocó su puerta, cosa que regularmente no hacía, y entró sin esperar respuesta. Contempló a su 107


hija con el semblante triste. Recordaba que ese día tenía una cita para ver “El baile de la percepción”. La animó a que fuera, ya que ella y Gael tenían asuntos que atender. Ariana bufó, parecía que su mamá se quería deshacer de ella. Y le parecía algo ingrato, ya que la había estado apoyando demasiado con la muerte de sus abuelos. Estuvo con ella toda la noche sin dormir en el hospital, velando por que no la volvieran a atacar los nervios. Y ahora, que se sentía culpable por abandonarla en una situación así, quería que se fuera. Eso la molestaba, pero sin más, aceptó ir. La dejaron en el teatro alrededor de las cinco. Renata y Gabriela ya estaban ahí. Ariana había envuelto el regalo en una caja morada. Luego de abrazos y felicitaciones, entraron al teatro. Ninguna de las amigas se animó a sacar el tema del asesinato. Pensaron que de nada serviría, sino solo la empeorarían más, pues la conocían, y ya que en ocasiones así era mejor hablar, con Ariana pasaba lo contrario. La función finalizó al minuto ochenta. Subieron al carro de Gabriela donde estuvieron detenidas un rato charlando sobre la obra. Antes de arrancar, Ariana salió del auto para ir al baño, caminó dos manzanas para llegar al teatro, y se detuvo en la entrada de este, volteando a ambos lados. Se cruzó de brazos tratando de disimular que no sabía en dónde estaba, ni que hacía ahí. Le pasó por la mente la idea de que iba a entrar al teatro, por lo obvio de en donde estaba plantada, pero para nada le sonaba aquello. Se hizo a un lado para no estorbar a la gente que pasaba. Observó detenidamente a su alrededor. Estaba muy confundida, y por tal razón, no sabía qué hacer. Al cabo de unos minutos, decidió caminar en dirección opuesta del lugar en donde se encontraban sus amigas. Anduvo varias manzanas, y se detuvo frente a un café. Entró y escogió una mesa del fondo para sentarse. Era un lugar colonial. Un mesero se le acercó a tomarle la orden, pero Ariana aún no se decidía, ni siquiera se había dado cuenta de si traía dinero. Cuando se alejó, tuvo la sensación de voltear a la entrada del lugar, pues se sentía observada. Un joven no le quitaba la vista de encima. Se sintió incomoda y desvió la mirada hacia el estante en donde se encontraban los pasteles. Después se paró para ir baño, casi olvidaba que por ese motivo había entrado al café. Al volver a su asiento. El joven se le acercó. Le hizo una seña con la mano que significaba si podía sentarse. Ella negó vehemente. Sebastián ignoró su respuesta y se sentó sin decir nada. Se prolongó un silencio que parecía no tener final. Ariana tentó en irse. << Pero ¿por qué habría de hacerlo? Fui yo quien eligió aquí. >> Pensó. Sebastián esperaba impaciente a que dijera algo, lo que sea. Y ciertamente, estaba muy sorprendido 108


de que ella no había huido. Así que, le pasaba por la mente lo que le podría estar pasando, no quería arruinarlo. Tomó valor para presentarse y titubeó antes de hacerlo, solía ser muy seguro de sí mismo, sólo que, con esta nueva fase de Ariana no sabía cómo podían presentársele las cosas. Ella también estaba insegura, pero no quería que se le notara. El mesero volvió a acercarse, y ambos pidieron un vaso de agua. Luego de sus respuestas, se guardó su pequeña libreta en el pantalón, y de mal modo les avisó que si no ordenaban algo del menú se tendrían que retirar. Dicho eso, fue por sus vasos de agua. Sebastián le hizo una confesión a Ariana, diciéndole con una sonrisa que la verdad en ese momento no contaba con dinero para un lugar como aquel. Aunque Y con timidez, ella le confesó que tampoco traía. Entonces, él la invitó a salir de ahí. Se fueron sin que el mesero se diera cuenta, así que, al llevarles los vasos de agua y no verlos, se irritó. Renata y Gabriela ya no sabían en dónde buscar, ni qué hacer. Ya habían ido al teatro, y a los alrededores. Se encontraban desesperadas, su amiga no había vuelto en dos horas. No se les ocurría como podrían localizarla, pues su teléfono estaba en el coche dentro de su bolsa. Ya se imaginaban lo que le habría pasado, o tal vez exageraban respecto a eso, y sólo era una coincidencia, y Ariana se entretuvo con alguien en algún lado. También creían que la pudieron haber secuestrado, y entonces se asustaban aún más, pensando que estaban exagerando de nuevo. Como última alternativa y para no estar perdiendo más tiempo, Gabriela le dijo decidida a Renata que tenían que hablar con la mamá de Ariana. No querían hacerlo hasta tener algo claro, y también porque a ratos tenían la vaga esperanza de que ella regresaría. Renata estaba nerviosa y no se animó, así que lo hizo Gabriela. A Elisa le acababan de entregar la urna con los restos de sus padres. Y en ese momento, su celular empezó a vibrar, se alejó para atenderlo. Y cuando respondió, su mirada se perdió en ningún lado. Gael se acercó a preguntarle que qué pasaba. -Se fue. –respondió secamente. Su esposo comprendió enseguida lo que acababa de decir. Llamó a la policía, quienes le dijeron que no podían hacer nada hasta que pasaran veinticuatro horas. Elisa se sentía tan culpable, no solo por haberla dejado ir, sino por insistirle a que fuera. Siempre la protegía demasiado, y por un instante en que quiso soltarla un poco. Pasó lo que más temía que le pudiera ocurrir. Pensó que jamás volvería a verla. Sebastián y Ariana caminaban por las calles bajo la noche mientras hablaban de sus pasatiempos, en 109


particular. De hecho, era ella la que escuchaba, pues no estaba preparada aún para mencionar algo de lo que en realidad no estaba completamente segura. De vez en cuando dejaba de escucharlo, poniendo atención a su alrededor. Empezaba a dejar de sentirse un poco perdida cada reconocía lugares. Sebastián era un buen amigo. Y estaba agradecida con él porque le había devuelto su nombre. Ya no se sentía como una extraña consigo misma. Todo le parecía natural, o eso quería creer. Quizá estaba creyendo ciegamente, por la impaciencia de saber quién era, y de dónde provenía. La central estaba cruzando. El pueblo se encontraba a cuarenta minutos de ahí.

Martes, 2 de marzo 1989. Hoy desperté en este parque, y escribo esto sobre una servilleta ya usada que encontré tirada, le pedí prestada una pluma a una señora muy amable. Tal vez podría tener la edad de mi mamá, si la conociera. Traigo puesta ropa limpia, pero no recuerdo qué hago aquí, y mucho menos quién soy. Quizá me golpeé fuerte la cabeza. No lo sé. Ya estuve caminando cerca de aquí, tratando así, de despabilar mi mente y poder recordar algo, cualquier cosa, por insignificante que fuera. Vi un café que robó mi atención. Ya no estaba en funcionamiento. Le pregunté por el al señor de la florería de junto. Y me comentó que lo habían cerrado hace tres años porque había quebrado. Por dentro parecía como que había sido un lugar agradable. Estoy escribiendo esto porque quiero guardar mis memorias. Y espero recordar pronto quién soy, sino pasa, continuaré mi vida así, pero mientras, permaneceré sentada un rato en esta banca.

110


El canto de Dante -Te querré mañana, y así, cada día, mientras estemos aquí. - repitió, Carlo, una vez tras otra. Parado afuera del granero se frotaba las manos nerviosamente, le sudaban tanto que constantemente se limpiaba en el pantalón. << El inagotable deseo de permanecer cerca de ti. >> Pensó. Y se sintió un tanto ridículo. Caminó despacio y con vacilación hacia su casa. Sólo tenía que dar unos cuantos pasos para llegar. Al otro lado de la calle, un hombre gordo y demasiado rubio, con buen aspecto de aseo, comía un pan en forma de trenza. Levantó su mano desocupada en forma de saludo hacia Carlo. Este lo ignoró y siguió caminando. Giró despacio la manija de la puerta, pero no entró enseguida, se detuvo mirando al fondo de la casa, era a donde se dirigía. Sus tristes cavilaciones fueron interrumpidas por un golpe en el hombro. Se trataba de su papá. A quien no podían quitarle la sonrisa. Lo tomó del cuerpo, y le lanzó una mirada que Carlo sabía lo que significaba. << Eres un buen chico. >> El joven le sonrió esperanzador. Ya no era un adolescente, pero su papá amaba tratarlo como tal. No lo dejo entrar, antes le pidió que hiciera un par de cosas, pues él tenía que cocinar. Carlo asintió de buen modo, sin mencionar palabra alguna. Julio se había ido. Y con el se había llevado a los vacacionistas que visitaban cada año el pueblo. Pero aun siendo verano, el camino a la residencia de la señora Po siempre era solitariamente agradable. El tiempo del recorrido era lo suficiente para una buena caminata. Según, Carlo. En aquel lado solo había una casa verde con el mejor jardín que hasta ahora él había visto. Al faltarle medio tramo para llegar, reconoció a la nieta de la señora Po. Ella no lo había visto porque estaba de espaldas en cuclillas, a su lado había una canasta decorada con pequeñas flores. No quiso interrumpirla, pasó de largo sin saludarla. Pero, Isel, le saludó gritando e hizo que se devolviera. Se sentó a su lado apenas sonriendo. Ella le dio un amistoso golpe en el pecho. A veces se preguntaba porque las personas para ser agradables tendían a ser violentas. Sin haber dicho algo aun alguno de los dos, Isel sacó un pequeño papel doblado de una bolsa de su vestido, el cual lo entregó a Carlo, quien lo leyó en silencio. La tristeza esta ahí 111


hasta cuando no debería detrás de ti como una sombra pegada y sigilosa que nunca abandona. Leerlo sólo lo inquietó más. Isel nunca le había agradado. Pues siempre, aunque inconscientemente. Como un chiste trágico. Ella lo desmoralizaba de diferentes maneras en diferentes situaciones. Se levantó y se despidió deprisa. La puerta estaba abierta. Las ventanas del segundo piso resplandecían por la luz solar. Se dio la vuelta para ver a su alrededor. Y pensó en lo dichoso que sería el vivir ahí. A la redonda de nada y teniendo todo. Entró sigiloso para no asustarla. Y no fue difícil hallarla. Traía puesto un delantal muy colorido. Se percató de que el joven había llegado, pero no levantó la vista, continúo sirviendo el té en dos tazas y sacando panecillos del horno. Y haciendo sus cosas, le preguntó sobre la salud de Dante. Carlo titubeo sobre qué responder, porque ni él sabía con exactitud cómo seguía su amigo. Le pareció oír su canto, ciertamente en su imaginación. No lo escuchaba desde el accidente, y por tal razón pensaba más en su muerte que en su vida. No creía que viviría. Eso lo ponía nervioso. Respondió con un sencillo “bien”. Sus miradas se encontraron, la de ella era cálida y familiar. De un estante sacó semillas que puso en una bolsita, y se la entregó. No sabía por qué había ido a aquel lugar, hasta ahora. Pero la señora Po ya lo esperaba. Ambos se sentaron en una mesa del jardín trasero de la casa. Un par de silenciosos. Sin darse cuenta uno del otro del sentimiento grato de estar sentado con la persona que tenían enfrente. Detrás de un árbol, apenas visible desde donde él se encontraba, permanecía una antigua estatua tallada al finalizar la guerra. Se trataba de una niña sonriendo con las manos extendidas al cielo, sosteniendo un reloj de arena quebrado por la mitad. Para algunos significó otro comienzo con un nuevo porvenir. Miraron el hoy con valentía, sin apuración del tiempo. Era todo lo que tenían. Y para otros, solo fue parte de los escombros. Carlo creía 112


frustrado que podía pensarse lo que uno quisiera de cualquiera cosa, y significar nada. Terminó todo lo que la señora Po puso cordialmente en su plato. Y como una abuela preocupada porque su nieto haya quedado satisfecho, le preguntó si deseaba más pan, té o alguna otra cosa. Salió sin apuración de ahí, aunque deseaba llegar rápido a casa. De regreso en el camino no volvió a encontrarse con Isel. Solo que, al entrar al pueblo, si con Pibe Rosco, el hombre gordo al que había ignorado con anterioridad, y en otras ocasiones también. Lo hacía porque no soportaba su compasión desde que su mamá había muerto en el incendio del granero, eso lo hacía sentir más miserable. Pero estaba agradecido con él, y con las demás personas que ayudaron con la reconstrucción de el en tan poco tiempo. Parecía ser el mismo. Con paso decidido se encaminó a él. Le dio un fuerte apretón de manos, y un abrazo que no se esperaba, Pibe. Después, sólo tenía que hacer una parada en casa del doctor. Al tocar la puerta, su esposa salió y le dijo que tenía poco que había salido, y no sabía a donde se dirigía. Un poco decepcionado, volvió a casa, luego de hacer un par de cosas de parte de su papá hacia su amigo herido. Su progenitor lo recibió calurosamente a su regreso, como siempre. Carlo sonrió al reconocer una voz que estuvo buscando antes de llegar. El médico se le había adelantado, y se escuchaba mejor que en días pasados, pues Dante había sido un paciente difícil. Más tranquilo, abrió la puerta de la habitación, y escuchó su canto. La pequeña codorniz seguía viva.

113


Vico Androides y el mundo del futuro ATTN: DPhelps12 te ha mandado el pin de su locación. Una maraña de calles, vías y métodos de transporte al igual que la situación del tráfico local aparecieron en la parte interior del visor que portaba Michael79. MSG [DPHELPS12]: Estoy aquí con PChang107, date prisa por que ya lleva suficiente alcohol como para no poder comunicarse con sus cuerdas vocales- El mensaje venia del Sargento III Comisionado Alterno DPhelps12. -Casi nunca usa sus cuerdas vocales, Sargento- Respondió por mensaje Michael79 mientras dejaba su equipo en la armería de la comisaria donde trabajaba, se quedó con su uniforme gris de servicio, un traje de una pieza que le cubría todo el cuerpo, botas de combate negras y su visor con el cual se comunicaba con DPhelps12. -Estos turnos de 96 horas me van a matarVOZ [DPHELPS12]: Ya, ya, eso no es nada, la mayor parte del tiempo te la pasas detrás de un escritorio- Respondió DPhelps12 con un mensaje de voz en el cual se escuchaba ligeramente la música de fondo, una combinación de sonidos retro de mediados del siglo XXI con música popular de Europa del Este, el sonido era posiblemente intenso pero el sonido no venía de la boca, venia del hueso de la mandíbula y de esa manera prevenía la mayor cantidad de ruido incluso en zonas de combate pesadas. MSG [PCHANG107]: LOLOL PUSSY- Los mensajes de parte de PChang107 siempre contenían alguna clase de incoherencia o estupidez, el efecto de la red había afectado la habilidad para comunicarse de la humanidad en general pero en algunos casos el extremo era tanto que las corporaciones debían reeducar a sus empleados con un léxico más amplio o lo que ahora se conocía como léxico Corporativo. -Los veo en unos minutos- Michael79 salió del decrepito edificio de treinta pisos a la calle a nivel de suelo, teniendo dos salidas más por las calles superiores a los diez y veinte pisos; paso a una de las esquinas donde podía rentar un vehículo, se montó en uno que era una rueda metálica con un asiento en la parte central, cargo la locación a la que quería ir y comenzó a moverse, no necesitaba manejarlo y 114


aunque quisiera no podía, la inteligencia artificial que controlaba el tráfico no se lo permitiría pero siendo parte de la fuerza de seguridad de la ciudad se podía dar el lujo de mandar un código de alerta y pasar altos, intersecciones, de un nivel a otro e incluso parar el tráfico para continuar su camino. No había mucho que se pudiera hacer al respecto cuando existían abusos de poder de ese tipo, podían confrontarle y al menos de que alguien se atreviera a ponerle una bala en el cráneo la justicia no llegaría, ciertamente no era por ineficiencia de las compañías libres, justo como el Batallón del Coronel Eduardo Casanova en la cual Michael79, DPhelps12 y PChang107 trabajaban, más bien era culpa del sistema que había buscado la privatización de todas las funciones del gobierno, cambiaban los contratos cada dos a cuatro años perdiendo así continuidad en proyectos, experiencia y potencial para resolver cualquier clase de retraso o pendientes, en los casos de justicia se volvía imposible, una vez fuera de los límites territoriales la compañía libre no podía ser perseguida. A esto se le conoce como el ciclo de Grimwald y su compañía libre militar, fue el primero en darse cuenta que podía abusar de sus poderes, brincar a otro país por otro contrato y repetir, la idea parecería cerrarle la puerta a posibles clientes pero después de unos veinte años ya el caso estaba frio y olvidado, la memoria publica ya era demasiado corta y le daba poca importancia a estos hechos. El ciclo de Grimwald también funcionaba a la inversa, los gobiernos, ciudadanos libres e ilegales podían hacer lo mismo a menor nivel, se podían evadir ciertos cobros y gastos, desaparecer materiales o víveres, matar a alguien sin consecuencia, claro que se debía tener moderación en lo que se hace o de lo contrario el llamar mucho la atención lleva a los gobiernos Federales o Corporaciones a tomar cartas en el asunto. Acabada la carrera de Michael79 el vehículo paro en la esquina más cercana, se dedujo el costo automáticamente de su cuenta de la compañía, avanzo unos metros por la atascada calle y entro a un lugar que llamaban BARRA o “-”, los reductores de ruido se activaron inmediatamente debido a los altos volúmenes de música y en un recuadro le marco una advertencia debido al nivel de sonido presente a la cual le indico que no había problema, paso por un mar de carne y metal intercalado, ciudadanos, trabajadores de varias Corporaciones y compañías, algunos naturales y otros modificados casi hasta los dientes con metal y polímeros, cables saliendo hasta por los ojos a algunos, el pin comenzó a sonar y le indico dos figuras en una mesa de un metro cuadrado, el veterano DPhelps12 con sus brazos de metal flexible y cables que le entraban a los hombros, frente a el PChang107, ambos ojos cubiertos por un visor oscuro y la mandíbula de metal, incluyendo los dientes inferiores, ambos 115


portaban el mismo uniforme de una pieza y botas que Michael79. -Pensamos que no llegabas, pide rápido que el mercado está a la alza- Dijo DPhelps12, el sonido que salía de su boca llegaba perfectamente los oídos de Michael79 teniendo ya configurado el no mitigar el sonido proveniente de miembros de la compañía. Se acercó a la mesa, paso su mano derecha encima de la mesa y solo a su vista apareció un menú frente a él con los servicios disponibles, las bebidas tenían nombres extravagantes y rudos pero realmente eran todas lo mismo, sabores artificiales a diferentes niveles con la misma cantidad de alcohol etílico rebajado con agua, lo que atemorizaba más que los posibles efectos secundarios de las bebidas era los precios que incrementaban continuamente minuto a minuto, conforme se reducía la disponibilidad de los productos que se requerían para producir las bebidas más alto era el precio de estas al igual que impuestos y tarifas requeridas conforme entraban a altas horas de la noche, esto no impedía de ninguna manera que los clientes pudieran consumir, se les podía descontar de sus siguientes tres pagos con intereses moderados para compensar por los precios del mercado, sorpresas como estas mantenían a la gente a raya de cuanto y como consumían pero aquel descuidado o pudiente siempre era abusado por sus contemporáneos, “por todos paga uno”. Michael79 pidió una de las bebidas, la que fuera ya que a final de cuentas eran lo mismo, el cobro se hizo de inmediato y el centro de la mesa desapareció para revelar un tubo del cual apareció un vaso de plástico transparente con un líquido ligeramente café y un olor muy cercano al alcohol de 96 grados. Ya en posesión todos de una bebida los tres alzaron los vasos y tomaron hondo, Michael79 sintió el ardor bajar de la garganta al estómago y de vuelta hasta la garganta, ya había considerado seriamente adaptar su sistema digestivo a uno artificial pero los costos se lo impedían y a la compañía no le competía ni le pagarían los cambios por que no entraban en la descripción de trabajo, adicionalmente el costo de un estomago artificial y el costo de operación podía cubrir la mitad del salario de la Compañía. -A tu salud y a tu aumento de salario- DPhelps12 soltó una carcajada mientras trataba de contener los movimientos involuntarios de su rostro, Michael79 no sabía si esto era por alguna clase de trauma o el continuo consumo de alcohol. MSG [PCHANG107]: LOLOL GRATZ GG. No era extraño que Pchang107 mandara mensajes así, sobrio o no el mandar mensajes cortos sin sentido, al menos para la mayoría así lo parecía, era su manera de comunicarse, las pocas veces que se comunicaba de manera oral eran debido a que su ya 116


limitado léxico no le permitía transmitir una idea correctamente. -No es la gran cosa pero de igual manera les agradezco. Sargento, me había comentado que tenía una historia que contar para celebrar el día- Michael79 hizo el comentario mientras dejaba su vaso en la mesa y lo empujaba lejos, no quería que su compulsión por seguir bebiendo algo que tuviera en la mano le terminara por destruir la garganta o el estómago. -¿De qué hablas?- Pregunto DPhelps12 quien se quedó pensativo por un momento. MSG [PCHANG107]: STORY KEK. Agrego PChang107 y DPhelps12 trono los dedos mientras se acomodaba en la silla. -Gracias PChang107, ya sé a qué historia te refieres, ¿la de la prostituta que fuimos a tirar hoy temprano, cierto?- Michael79 asintió con la cabeza. -Esa misma, comento que tenía una historia cómica al respecto a lo cual ESanders30 y SJackson92 no le encontraron mucha gracia por lo que me quede intrigado a lo que se refería- DPhelps12 suspiro y puso ambos brazos detrás de su cabeza, cables visibles nuevamente, la cabeza descansando ligeramente mientras se recargaba en la pequeña silla de metal. -Bueno, esto queda aquí entre nosotros aunque igual no me importa mucho, no es como si fueran a hacer algo al respectoMSG [PCHANG107]: ??? -Resulta que la prostituta que tiramos era un androide, de esos que se encuentran en el mercado a precios módicos y accesibles, de los que todavía pueden pasar por humanos y tienen programación que los hace compatibles con la interacción humana. No era la gran cosa, me refiero a la prostituta, pero hace algunos años me toco atender una llamada que hizo al departamento-¿Por qué un androide ilegal hablaría a la policía? Ni un androide de los que encuentra uno por la calle o en lugares de servicio llaman para reportar algo, claro al menos que estén buscando una tunda117


Respondió Michael79 conmocionado por el hecho. MSG [PCHANG107]: LOLOL REKT. -Eso es algo que en su momento tendrá sentido, cuando paso el evento no teníamos la más mínima idea de lo que estaba pasando más allá de un reporte de un androide ilegal, ya saben que esos no los dejamos pasar por nada, PChang107 sabe de lo que habloMSG [PCHANG107]: PIÑATA PARTY WOO La respuesta de PChang107 no le agrado a Michael79 ni mucho menos la postura que DPhelps12 manejaba con respecto a los androides, en lo personal Michael79 no tenía ningún problema con los androides ni entendía por qué la fobia tremenda hacia las maquinas que la humanidad había creado para su servicio, los puritanos se morían por derretir los metales y reciclar los otros materiales con los que estaban construidos los androides, querían construir herramientas que le dieran la oportunidad a la humanidad de obtener frutos con sus propias manos, la idea reaccionaria tenía un fuerte interés en aquellos con ideas conservadores, tradicionalistas y extremistas que querían ver el fin del mercado libre mundial y la globalización, los pintaban de locos y anticuados pero algunas de las ideas que presentaban no le parecían tan descabelladas a Michael79 aunque él no estaba dispuesto a tomar un martillo o una hoz y comenzar, para él la solución venia del transhumanismo y estaba seguro de que en algunos años aquellos que tomaran esta vía terminarían por reemplazar tanto humanos como androides, especialmente si formaban una conciencia digital que terminara por desconectar a todos de este mundo atroz y horrible. -Resulta que ese día estábamos en servicio yo y JRamirez44, ya saben, el legendario 44- PChang107 miro a DPhelps12 impresionado y comenzó a hacer una alabanza, de igual manera Michael79 quedo impresionado, asintiendo ligeramente con la cabeza y levantando ambas cejas. MSG [PCHANG107]: NOT WORTHY -Si ya se, lástima que el viejo 44 no supiera cuando decir que no pero al menos nos quedamos con su copia digital en el archivo y por lo que cuentan los rumores pronto lo veremos de vuelta en la 118


compañía, posiblemente para cuando terminemos el contrato aquí-No. ¿En serio van a hacer eso?- Pregunto el ahora visiblemente impresionado Michael79. -¿La compañía puede costear eso, que no es algo exageradamente caro?-Claro que la compañía no puede costear eso, ya pagamos suficiente en mantenimientos de partes, armamento, municiones, almacén digital y todos los servicios relacionados, lo que si pudimos costear fue un contrato con unas corporaciones médicas que próximamente nos van a dar unos descuentos muy amplios en modificaciones y un respaldo de tres cuerpos durante la duración del contrato- En los lentes de PChang107 aparecieron unas X blancas mientras este se echaba hacia atrás, Michael79 se quedaba con la boca abierta, el gusto que le daba escuchar eso era enorme y no podía esperar que terminara su contrato actual para moverse a algo mucho mejor. –Si ya se, el viejo Coronel todavía tiene trucos debajo de la manga, les advierto que eso se va a anunciar la semana siguiente y que no deben decirle a nadie, también les informo de una vez que vamos a comprar nuevo armamento de tipo militar y nuevos trajes de combate, posiblemente unos Raynham, es obvio a que nos estamos metiendo y el viejo sabe que debe hacer buenos gastos para lo que vamos a trabajar-Eso realmente no me lo esperaba, nunca pensé que el Coronel nos fuera a llevar…- Michael79 titubeo pero todos sabían que faltaba en esa oración, trabajar para los gobiernos era una cosa pero meterse con las Corporaciones eran pactos directos con el diablo, era probable que para antes de la mitad del contrato ya hubieran gastado sus prestaciones completas por parte de su empleador y que quedaran en números rojos para ese punto pero todo era política y conexiones en un mundo que avanzaba muy rápido. -En fin, regresemos al tema de la prostituta. Resulta que fuimos a una parte horrible de la ciudad para atender la llamada, sabíamos que algo malo nos pasaría pero JRamirez44 tenía una buena corazonada y le agradezco por eso. Llegamos a unos apartamentos de bajo costo, teníamos las miradas sobre nosotros, sacamos los rifles de la unidad, unos viejos rifles de asalto VX-1200 que eran más imponentes que útiles, y entramos dejando claro que nos estábamos jugando, aunque para ser honesto yo iba con medio mojón en el pantalón, y llegamos casi al tope del edificio, y les recuerdo que esos lugares tienen doscientos pisos- PChang107 soltó una carcajada entre cortada que parecía un radio mal sintonizado. 119


MSG [PCHANG107]: LOLOL STAIRS FTW -Qué asco, maldita gente pobre que no puede mantener sus edificios funcionando- Respondió Michael79 con cara de asco. -¿Cuál es su maldito problema?-No sé, tal vez no tienen suficiente dinero con los precios del mercado siempre inflándose y los materiales de tan mala calidad, asumo entonces que puede que ese sea el problema y tal vez también el hecho de que el salario promedio global no se mueve acorde con este mercado-Eh, tal vez pero esa no es suficiente razón- DPhelps12 se acomodó en la silla y acerco su brazo derecho a Michael79, de la parte superior del inferior del brazo salió lentamente una cuchilla plateada que quedo a unos centímetros del rostro de Michael79. -No sé si lo sepas, pero esta cuchilla está hecha de un material que hoy en día es muy caro, tan caro que vale más que algunos de los edificios de bajo costo en los que vive la mayoría de la población de esta ciudad, esto me lo pude costear hace varios años porque trabajo para una Compañía Libre, nuestros precios están lo suficiente inflados como para sobrevivir los mercados volátiles, la gente pobre de la que te quejas no tiene una puta opción de vida más que esclavizarse a una Corporación de por vida y esperar tener suficiente dinero al final del día para poder comer, por eso tantos viven en esos lugares, por eso tantos se dedican a trabajos ilícitos, por eso tantas zonas de las ciudades viajes son tan deprimentes y oscuras, porque a nadie le importa ayudarle a todos ellos, es la humanidad contra la humanidad por unos centavos más o menos al final del día, que te quede claro eso, la culpa no es de ellos sino de todos nosotros que lo llevamos a este extremo. ¿Está claro?-Sargento calma, no tiene que ponerse tan filosófico ni político conmigo- Respondió Michael79 mientras se alejaba lentamente de la cuchilla que parecía vibrar ligeramente. MSG [PCHANG107]: 2 DEEP 4 ME. -Única advertencia- Continuo DPhelps12 mientras retraía la cuchilla rápidamente y acomodaba sus brazos detrás de su cabeza nuevamente. –Llegamos al tope casi, nos costó encontrar el lugar por la 120


numeración vieja y nueva combinada, cuando llegamos ahí encontramos a un hombre y a una mujer sentados en sillas de madera, mirándose fijamente el uno al otro, no nos pusieron atención cuando entramos lo cual se nos hizo extraño al principio, ni siquiera parpadeaban. Esperamos a ver si pasaba algo pero creo que pasaron unos diez minutos antes de que alguien hiciera algo-¿Quién reacciono primero?- Pregunto Michael79 con sospechas hacia donde iba la historia. MSG [PCHANG107]: OMG WAT NAO. -Nosotros tuvimos que actuar primero, JRamirez44 fue el valiente, yo lo cubrí con el rifle y esperaba soltar todo el cargador en cuanto viera el primer movimiento, fue pura suerte que se me olvidara quitar el seguro o juro que hubiera matado a los tres e incluso a mí mismo, tenía el dedo tieso y sentía como si fuera a tronar el gatillo- Michael79 y PChang107 soltaron carcajadas que duraron minutos, DPhelps12 simplemente se contuvo pero en su rostro se miraba la vergüenza y el enojo por el que pasaba, no era extraño que pasara en situaciones que involucraran androides pero para un veterano era más que vergonzoso, era imperdonable que eso pasara y casi la muerte cuando alguien sufría por ello. –Sí, ríanse hijos de puta que ustedes nunca han peleado contra androides-Calma Sargento, realmente debe dejar de tomarse las cosas de manera tan personal, sigue siendo su historia, vamos siga- Respondió Michael79 -No le dispare a nadie ni JRamirez44 disparo pero creo que los dos quedamos al borde, yo con el rifle apuntando al área general y el con su mano a milímetros del gatillo, ambos se movieron repentinamente y nos miraron confundidos, no hablaban y pronto también nos dimos cuenta que ninguno de los dos presentaba señas de ser humanos-No. ¿Los dos eran androides?- DPhelps12 levanto su vaso y lo alzo hacia Michael79 –Eso es una broma muy enferma, alguien tuvo que planear eso con tiempo y dedicación-Nada de eso, realmente la historia es bastante macabra por si sola. Resulta que la prostituta era un androide que originalmente trabajaba en una tienda de ropa, el modelo salió de servicio y la tiraron a alguna clase de recicladora, no recuerdo bien el lugar pero encontramos los registros de la planta y 121


descubrimos que aparte de buscar compradores de manera legal también manejaban una operación encubierta, movían androides al mercado negro para propósitos que no les correspondían, no me lo tomen a mal pero alguna gente está mal de la cabeza y no lo digo porque adapten a un androide para usos sexuales, es más barato y eficiente el hacer eso- DPhelps12 tomo un trago largo de su vaso e hizo algunos gestos mientras dejaba el vaso devuelta en la mesa. -Sargento, eso realmente—DPhelps12 interrumpió inmediatamente a Michael79, levanto la mano derecha y con la otra termino de beber el contenido de su vaso, dio un gruñido y se limpió la boca antes de continuar. -Ya sé que vas a decir, insisto que ese no es el problema, el problema son aquellos con suficiente dinero para comprarlos, modificarlos, meterles una bomba química o biológica, incluso una bomba de nanomáquinas y soltarlos en alguna zona densamente poblada, el caos y destrucción que causan es inmenso y el ataque terrorista en Londres fue por un androide pero eso no se hizo público, nadie en su sano juicio cargaría un aparato nuclear para detonarlo cuando el riesgo de ser detectado es tan grande, pero un androide, un androide pasa desapercibido porque la mayoría de los grupos de seguridad no tienen el suficiente conocimiento o criterio para identificar algo como eso, por esa misma razón las cosas no se hacen públicas, el nivel de pánico le daría la razón a los grupos extremistas y a los conservadores para desmantelar a millones de androides, el mercado libre se colapsaría inmediatamente y por consiguiente miles más quedarían en la calle, en la ruina total o peor aún morirían de hambre literalmente-Eso es imposible Sargento, alguien tendría que llenar los huevos que queden abiertos por el déficit de trabajadores en el mercado, se arreglarían más cosas de las que se dañarían- Respondió Michael79 a lo cual DPhelps12 asintió con la cabeza un par de veces mientras suspiraba. -Sí, la teoría indica eso pero la realidad es totalmente distinta, por muchos años el salario no ha aumentado como corresponde, las condiciones de trabajo no son dignas para los humanos y la mayoría se va a rehusar a trabajar por esos puestos, pagarían miseria para mantener la economía global y se requeriría de cantidades exponenciales de trabajadores especializados de igual manera para compensar este déficit, esos trabajadores significan un gasto adicional para las Corporaciones, se requieren también de herramientas y equipo para compensar deficiencias de precisión y fuerza del cuerpo humano, estaríamos dando retroceso al reloj al menos cincuenta años, el declive económico sería tan 122


horrible que nos tomaría al menos otros cincuenta años compensar por ese problema, al menos eso es lo que algunos economistas creen en base a los números que tienen, no es fácil aceptarlo y las cosas no terminarían bien en una situación así, podríamos hablar incluso de gobiernos perdiendo el poco control que todavía tienen y guerras de gran escala de proporción incluso global, debemos aceptar que algunas de estas cosas jamás deben ser conocidas por el público general-Sargento, como sabe usted todo eso, que le hace pensar que los números o estudios que usted leyó están en lo correcto, no puede ser tan malo ni todos pueden compartir el mismo sentimiento negativo al respecto— -No es ser negativo, es ser realista, los estudios se llevaron a cabo por corporaciones médicas, como para la que vamos a trabajar, que pusieron en la mesa realizar experimentos y proyectos para crear una sub-especie o modificaciones al cuerpo humano para compensar por un déficit de ese calibre, todo orgánico, pero resulto que la inversión es demasiado alta, obviamente mucho más alta que la inversión para construir androides por lo que la inversión por parte de los gobiernos o la inversión privada no muestra el interés necesario en ello, tal vez sea una solución viable para cuando se deba compensar por el casi 20% de los trabajadores del mundo, tal vez con el tiempo logren una solución igual de barata-¿Ahora somos optimistas?-No, nuevamente soy realista, si fuese una opción barata creo que la considerarían aunque regresaríamos a considerar cuestiones legales y humanas, una sub-especie puede no tener los mismos derechos que nosotros al igual que los androides pero no dejan de estar vivos. ¿Sería justificable jugar a ser dioses?-Creo que la pregunta también es válida para los androides, no podemos jugar simplemente a ser dioses, levantar algo y después tirarlo porque no nos gusta el resultado, no hablo en cuestión moral, simplemente siento que es algo que no es correcto, aparte es bastante triste y patético que las corporaciones y los gobiernos no busquen por el bien general de todos, creo que por eso existen las Compañías Libres-Claro que es una solución pero no todos quieren entrar a trabajar a una Compañía Libre, los riesgos 123


son muy grandes y la mayoría muy perezoso como para buscar algo como esto, quieren estar sentados haciendo algo sin mucha demanda física o intelectual y de esos trabajos ya casi no encuentras por que otros más astutos ya los tomaron. Ya basta de desviarnos, los androides, la prostituta había llamado originalmente para reportar al hombre el cual era un androide que trabajaba ilegalmente en la ciudad para alguna corporación de la cual ya no recuerdo su nombre, tenía entre su programación el buscar prostitutas para matar el tiempo, parece que esta parte de su programación muy original provenía de memorias que se le asignaron de alguien que posiblemente ya estaba muerto-Eso sí que es bastante original, nunca había escuchado de un androide que hiciera algo como eso, la corporación que lo tenía debía interesarle mucho el que de verdad pareciera humano hasta el último detalle-Esa es la palabra clave, tal vez no mostraba muchas emociones pero trabajas para una Corporación eso es algo que aprendes rápidamente, incluso los órganos que tenía liberaban fluido seminal para la apariencia completa, el detalle interesante es que los androides que están programados para comprender emociones humanas pueden detectar esto rápidamente, la prostituta tenía una amplia programación debido a su anterior campo de trabajo por lo que era obvio que se daría cuenta-Que buena programación manejaba entonces, pudo distinguir que su contraparte era un androide aunque este había sido programado por una Corporación-Dato interesante, entre las muchas curiosidades del androide Corporativo estaban sus protocolos de auto-defensa, estos indican que en situaciones como estas debe eliminar a su objetivo pero existen algunos errores en esos protocolos y programación que no se pueden evitar-Un androide no puede matar a otro androide- Respondió PChang107 con su voz mecánica, la boca se movía de forma irregular y se había quitado los lentes para revelar un par de ojos casi blancos en su totalidad –Eso es… es estúpido y a la vez no puedo creerlo, ¿cuáles son las posibilidades de que algo así pase?-Tan bajas que uno no sabía qué hacer con el otro y tuvieron que llamarnos, el problema es que nosotros tampoco sabíamos que hacer, ambos androides eran ilegales, uno Corporativo y el otro 124


“publico”- DPhelps12 guiño el ojo derecho –Ninguno tiene derechos como ciudadano y los intereses que tengan el uno sobre el otro no nos importan, es más creo que si hubiéramos hecho algo al respecto la Compañía entera hubiera ardido y el Coronel no hubiera tenido forma de zafarse de la furia de varios grupos de interés, especialmente del Corporativo. Les indicamos a los dos que no volvieran a llamar y que olvidaran el asunto o que tendríamos que tomar cartas en el asunto por medio de una intervención federal o Corporativa-¿Realmente podemos hacer algo como eso?- Pregunto Michael79 quien no podía creer el escenario que había planteado DPhelps12 -En casos muy extremos si pero no quería pensar en eso ni en las consecuencias, lo único que hicimos fue largarnos de ahí y nunca más hablamos del tema de manera oficial, el Coronel estaba enterado y nos dijo que no nos preocupáramos, que el tomaría cartas en el asunto. La única pista que les puedo dar es que a esa prostituta nosotros la desechamos por órdenes directamente del Coronel-¿Y de pura casualidad no tiene esto algo que ver con nuestro nuevo contrato?- Pregunto Michael79 y DPhelps12 sonrió de vuelta. -No lo pienses mucho, tal vez sea ese el caso, tal vez no, el viejo tiene muchos trucos y mañas por lo que no me sorprendería que le pagaran por mi silencio. Igual al viejo nada le costaría matarme-Bueno, tiene razón Sargento, creo que es más fácil acabar con el problema de raíz que jugar política de esa manera, a veces pienso que somos intocables-Me gustaría pensar eso también, a veces somos o podemos serlos simplemente debemos saber cómo jugar las cartas. Ahora si me disculpan tengo rato orinándome y estaba aguantando para terminar la historia, cuando regrese les cuento otra de mis aventuras-Va Sargento-Yo también voy, yo tampoco aguanto pero quería escuchar el final de la historia- DPhelps12 y PChang107 empujaron por las pequeñas aperturas entre mesas, gente, metal, carne, maquina, basura, 125


llegaron a un baño atascado y tuvieron que tomar el primer urinal que saliera, DPhelps12 alcanzo un urinal rápidamente pero PChang107 al no poder aguantar uso uno de los lavamanos que para su suerte tenia hielo, PChang107 termino primero, aliviado, de su chaleco saco una sub-ametralladora y descargo el cargador en DPhelps12 antes de que este pudiera reaccionar o incluso terminar, la mirada fría y vacía en DPhelps12, observaba a PChang107 quien cambio el cargador de su arma mientras el resto de los que invadían el baño corrían como podían hacia afuera, gracias a la música fuerte y las luces estrambóticas no hubo seña de que había pasado más que de los testigos que ya habían desaparecido, tenía algo de tiempo todavía para salir. –No es nada personal Dave, los negocios son negociosPChang107 guardo la sub-ametralladora en su chaleco nuevamente y salió, sus gafas nuevamente en posición, se movió rápidamente hacia la parte de atrás y a una salida de emergencia que le llevo a un callejón con varias salidas. ATTN: ¿DPHELPS12 NO EXISTE? MSG [PCHANG107]: BORRAR RECORD ERROR: DPHELPS12 NO EXISTE --EOF--

126


Ing. Domenikos Ruiz Muñoz Blog del autor: http://la-nave-de-pakal-2012.blogspot.com

Cuando el Sueño despertó

I Tiamat La edad del hombre terminó… Finalmente Dios podía caminar en la tierra. ●

Finalmente tus ojos marrones descansan, del castigo de verme, la noche finalmente ha logrado recuperar su espacio, como en el inicio, el brillo de la luna, las estrellas y las luciérnagas, dan luz al espectro nocturno, aquel que se había retirado por la artificialidad de mis hijos.

El mundo está tranquilo, los edificios están apagados, el ruido de los carros ya no ensordece el canto de los grillos, o el chillido de los murciélagos. Los parques ahora pertenecen a los animales, bulevares y avenidas, están en total silencio. Barcos y cruceros, petroleros y lanchas, todos navegan a la deriva, perdiéndose en la distancia del ancho océano. ¡Tiamat!... ¡Oh! Tiamat, tu diste el seno de tu pecho, para crear un nuevo mundo en el universo. En él sembré un mal, sembré cáncer en tu seno, y finalmente tu sacrifico se tornó vano para mis hijos, quienes hicieran lo mismo que Lucifer y los primeros ángeles, traicionaron el regalo que se formó con tu muerte, yo le di a tu sacrifico belleza, paraísos, un universo perfecto y un lienzo en el que tu alma etérea siempre descansara llena de bellezas y seres fantásticos de una creación y pureza sin igual. ¡Oh! Tiamat, tu ceno ha sido purificado de tal peste y tal maldad, que ahora está libre del cáncer que provoqué… Me pides que deje intacto al mundo que ellos crearon sobre ti, que deje todo como esta, detenido, para que sea un monumento mortuorio de la edad del Hombre, que se vio tentado a crear algo que estaba fuera de su alcance. Tiamat, quisiera poder violentarme ante tu petición, pero los diez 127


milenios que ellos existieron sobre ti, bebiendo de tu ceno, de la leche de tu vida, como del amor de una madre por su bebé al amamantarlo y cuidarlo, tú te enamoraste de ellos. Y aunque yo también me enamore de su pureza y de su ingenuidad, un día finalmente ellos rechazaron lo que juntos les ofrecimos por hacerle caso a la tentación, al agotamiento de verse superados por un magnánimo. ¿Podríamos imaginar a un dios de rodillas? ●

Si Dios hubiera tenido una esposa, no hubiera vivido en soledad su eternidad, dios no podría celar al hombre por tener una mujer a su lado, ya que primero creo al hombre y a este no lo creo perfecto, no tendría sentido para él crear a un igual o alguien como un Ángel o potestad mayor. La lógica indica que bien podrían haber reinado los Ángeles en la tierra. Decidió bien, crear a la mujer y que ellos se produjeran, que prosperaran. Y aun cuando fueron echados del paraíso, no quitó un ojo de ellos y les siguió proveyendo si ellos mostraban respeto y lealtad en su posición ahora mortal.

Tiamat… los hombres tenían conciencia del fin de su existencia, y al saberla, intentaron negarme, negarte, negar a la creación, se volvieron oscuros, pesados y maleables como el plomo más impío. Dejaron de lado el dogma y crearon su propio dogma, debían entonces, desaparecer de tu ceno, caer de mi gracia, y negarlos al Diablo. El caldero del infierno no era para ellos. Y de la misma forma que los cree, los vi desaparecer. Lo llamaron apocalipsis. Pero solo era lo inevitable y el tiempo de su fin, porque soñamos juntos con su creación, y tu creaste con tu ceno a este mundo en medio del universo, y en tu ceno yo los cree a ellos, y ellos crearon su propia versión del cielo y el infierno, su propia versión del génesis y del apocalipsis, más sin embargo, ellos desconocían que su existencia era un simple sueño material, y solamente tenía que despertar al sueño de su letargo y enviarlo a la tierra que pensaban era suya. ●

El soñador dejo de soñar, la noche termino para su sueño, y como en los sueños, los mundos al despertar, llegan a desaparecer. Cuando la musa que inspira al sueño de un inocente, llega a extinguirse con el amanecer de un nuevo día, todo lo que se crea en los sueños, no logra sobrevivir.

Está bien… su mundo se quedara como lo dejaron. ¡Oh! Tiamat, si la musa te viera, en tu ascensión, coronaria tu aura con la calidez que el supremo de los 128


sacrificios, solo pudo venir de ti, siendo comparado con el supremo de los castigos. El castigo hacia y solamente para los seres humanos.

II El acusador ●

Un hombre se preguntó un día, en el umbral de la muerte, cuando a su alrededor máquinas y artilugios sintéticos mantenían con vida los débiles lazos que unían a su alma con su cuerpo. Y cuestiono los deseos de Dios para con su existencia mortal. Si bien Adán un día se preguntó lo mismo y Eva le dio una respuesta equivocada, influenciada por aquel, que en serpiente se convirtió en el mensajero de la tentación y la lujuria. En su momento de preludio mortuorio con gravedad y en silencio sepulcral, exclamo al viento de la muerte, sobre los actos de la obra maestra y que bien podrían ser hijos de los pecadores supremos, y que por su falta el ser humano se llenó de sueños, deseos, esperanzas, dolores, tristezas y de muerte. ¡Muerte! Ella siempre llega cuando un sueño invade de felicidad a los corazones, llega cuando el ser humano se proclama Dios, o supremo entre sus iguales, de forma muy particular se emula el encuentro entre el Ángel caído y su padre….

Fue el reclamo de un moribundo, el sello de un destino olvidado, el destino de la edad del hombre, fue el momento para que el arquitecto de todo, quisiera finalmente concluir su obra y que el moribundo fuese su mensajero de la muerte. Dios pasaba 100 días en la tierra libre de los seres humanos, y al cielo ascendió el dragón rojo, el Ángel caído, el acusador. Su llegada al taller del arquitecto causo tumultuó y gris al eterno cielo azul volvió. Alas doradas, piel como la miel, ojos carmesí, cabellos dorados, símbolos de su jerarquía angelical.

Su armadura gris, en su brazo izquierdo, portaba culpa, en su brazo derecho, portaba acusación. Pronto los Ángeles del cielo se convocaron al centro del taller celestial pero el arquitecto no se encontraba, en cambio, ahí en la silla del creador, un juguetón querubín infernal columpiaba su pierna izquierda, en vista de imitar a un pícaro vendedor de puerta en puerta, que agotado y triunfal por sus ventas, alardeaba de su habilidad. Las potestades se vieron turbadas por la presencia de tan impío ser, que en 129


algún momento fue uno de los grandes arcángeles del cielo. Entre los arcángeles se encontraban los brazos derechos del arquitecto. Miguel, Rafael, Gabriel, Uriel y sus hermanos celestiales, solo faltaba uno, el Metatron. Miguel sin dudarlo, dio un paso al frente, en el mito, él combatió y arrojo al Ángel del mal, cruzar sus miradas revivió aquel instante de victoria y derrota eterna. Has venido… Suez y vil ególatra, tentador del mal, razón de la perdición del hombre. Lamento decirte que, el maestro no está en este, su taller celestial, si deseas negar inclinarte ante su magnificencia y burlarte del final de la edad del hombre. Mucho temo que no lograras vanagloriarte de tu inservible victoria. ●

El acusador con mirada burlona, jugaba con un sombrero que se encontraba del lado izquierdo del mapa cósmico de la creación, sobre el gran restirador del creador, el caído arrojo al antiguo artilugio que fuese de su posesión.

Miguel… si tanto me odia nuestro padre, ¿Por qué guardar algo tan impuro, como mi sombrero? Aún sigo siendo un Arcángel, y ambos sabemos que nuestra lucha por el control de los mortales, ha terminado. La pregunta ahora es… ¿Qué sigue? ●

Miguel miro fijamente al Diablo, miro en sus ojos carmesí, en ellos vio la trágica escena del hombre, su extinción, aunque fue fugaz, conllevo el más grande de los dolores, un dolor que ni el mismo lucifer experimento en carne propia.

Vil y desconsiderado, aquel egoísta, el que más idolatro y el que más traiciones cometió. ¿Qué veneno, de tu boca has de escupir? Valiéndote de la ausencia del arquitecto supremo. Ningún veneno de mi boca puede salir ya, advertidos quedan del tumulto que sobreviene para todos. Porque de la tierra vengo, recorridos los continentes ausentes de cualquier rastro de humanidad, callados los monumentos del hombre, apagadas sus luces, silenciados sus rezos, sus blasfemias y sus mentiras. Miguel, horrible nuestra alianza, necesaria nuestra colectividad, impuros los deseos del supremo y mortal como un ser humano, la edad del hombre terminó y prosigue otra extinción.

130


III ●

Viste de luto. En tus ojos quedo una lagrima, el sueño que despertó y se volvió realidad, las puertas de fuego, cruzarlas proveen de mortandad y deseoso al mundo de los mortales, que ahora permanece encadenado por un deseo. Una sombra en los rayos del sol, se levanta para dejar una señal que apunta directo al infinito.

Una voz misteriosa susurraba al oído del mensajero Gabriel, su mirada parecía opaca, esa voz le susurraba “corre… corre hermoso querubín celestial, ahora tu corona está rota” fragmentado su corazón levitaba en las profundidades de la tierra, Gabriel no corría por mandato divino, ahora su rango no tenía distinción y no se diferenciaba en nada al de un Ángel caído. Como el hijo temeroso, Gabriel ahora corre en busca de su padre, ya que una pesadilla escucho en la noche y la protección de su padre, brindaría paz, calidez y esperanza. Las puertas del cielo estaban abiertas, y como en el mito, nuevamente los Ángeles podían descender y ascender…

Pero…

Tiamat… ●

Gabriel llego a un parque en medio de una de las ciudades del hombre, sus movimientos y los del arquitecto se vieron casi mecánicos. La reverencia, el saludo, honrar la grandeza incuestionable de los actos del creador. Rodeado de las bellezas que la naturaleza proveían, ya que majestuoso es el señor del universo, las flores ofrecían sus mejores perfumes, las aves cantaban los cantos más hermosos y Tiamat. Dios permanecía sentado en una banca al centro de aquel parque, un monumento se erigía tras de sí, la estatua de una mujer, su vestido de platino, el porte de su postura, su mirada afilada y una sonrisa cálida. A los pies del arquitecto y del monumento, encriptado sobre platino, estaba el nombre de ella, la dualidad del arquitecto, el sacrificio supremo.

“Tiamat” La nueva era del hombre y el Androide.

Gabriel… has venido, tú, más que nadie, sabe lo que he sacrificado por esta gente. Mi hijo, dio su vida por estas personas, vio en ellos el potencial de ser grandes, puros, merecedores de la piedad, del beneficio de la duda.

131


Con el tiempo, ellos olvidaron el sacrificio, regresaron a la barbarie, y aunque la enmascararon con obra, arte, gloria y la cima de su existencia, haciendo del sufrimiento de sus primeros ancestros, algo mítico e irrepetible. No lograron nunca encontrar lo esencial de su existencia. ●

El arquitecto miro a lo lejos, en donde los edificios parecían secos, cruzando las avenidas, en donde ahora solamente el sonido de las cigarras, las aves nocturnas y los insectos, brindaban cánticos nocturnos en el ambiente. Gabriel miró a donde el divino arquitecto. En la cima del edificio más alto, permanecía inmóvil una silueta, vestía de gris oscuro, sus cabellos negros, destellaban con la cálida luz de la luna, una máscara de plata con relieves dorados, dejaba escapar una lagrima de sangre por su pulida mejilla. Permanecía inmóvil mirando directamente a donde estaban el arquitecto y el mensajero.

Mi señor… debo preguntarle. (Gabriel buscó las palabras más simples y menos evidentes, ya que dios no estaba sólo, y su mirada cálida, permanecía en un dejo de secreto) el apocalipsis… fue descrito como un acto de purificación y salvación para los más puros, después de las grandes guerras del hombre y su intento por usar la octava fuerza divina* Raguel, Barachiel y el Metatron, fueron enviados para controlar los destinos del hombre y evitar que se encarnizaran nuevamente en una guerra que estuviera fuera del control del cielo y proveerá al infierno de más apóstoles y almas caídas. ●

La cálida expresión del arquitecto, no cambiaba, mas sin embargo, el observador, giro su espada empuñándola, Gabriel percibió, que ahora ese ente era parte de su creador y que expresaba más que la voluntad del supremo.

No me mal interprete, mi señor, solo que en el cielo, tu reino ha sido visitado por tu antiguo hijo y el proclamado igual a ti en magnificencia y poder, la serpiente de la tentación y la caída al foso, propuso el final de todo en el cielo y el infierno. Es tu voluntad y el deseo de tu juicio el permanecer 100 días en reflexión, sobre la tierra que fue del hombre. Solo permítame ser una vez más el mensajero de mi señor y enviar un mensaje de esperanza, fe y soberanía a mis hermanos. ●

El ente dejo caer su pesado cuerpo al vacío, al mismo tiempo, el arquitecto de todo, se levantó mirando hacia la estatua de Tiamat, pronto Gabriel se puso de rodillas ofreciendo su carvis en alabanza total a su maestro.

Lo veo ahora, mis hijos, los primeros en mi creación, han dudado, creído en las palabras del acusador, si bien lo saben ahora, ¿Por qué preguntar? Si bien su destino es seguir al hombre. Metatron y los otros, han caído con los humanos, la reflexión del pecado original, es como en el inicio de todo, los que no combatieron por mi o por el cordero, perecerán en la agonía y la profundidad del limbo, como lo hicieran los Ángeles caídos y los que dudaron en su momento, arrastrados todos al infierno. Es la voluntad del

132


cordero convertido en león, que finalmente el cielo, el infierno, la tierra, y toda la existencia sea purificada en su totalidad. Porque fueron igualmente culpables mis hijos como el hombre de todo lo que ha ocurrido y habrá de seguir ocurriendo. Con tranquilidad el ente caminaba hacia donde estaba Gabriel, ya que Dios nuevamente tomo asiento en la banca del parque que llevaba por nombre el de su igual en divinidad. Gabriel comprendió que vivía sus últimos momentos de vida, nadie conocía con exactitud el destino del hombre o de los mensajeros del destino, que fueron enviados para guiarlos, pero que con ellos, ya habían desaparecido. Aun así Gabriel no le debía gratitud a su antiguo hermano, Lucifer seguía siendo vil y egoísta como siempre, y que su mensaje no prevenía nada, solo aumentaría la desesperación en el cielo y su turbación no tendría solución, ya que Dios u el cordero, no estarían con ellos para guiarles en la última gran empresa de purificación. “El sol es un eclipse dorado, la tierra se ha vuelto agua, un ocaso acompañara eternamente al sol, oh destino, que vuelas al infinito, lejos de mi gracia, lejos de mi perdón, dejas solamente en mí, el susurro de tus labios, dejas en mí, solamente un suspiro. Una vida más, un destino más… deja que tu silueta se transforme en muerte, deja que tu mensajero llegue a este y todos los mundos. Deja que el fruto de la vida se transforme nuevamente y valla a donde está la vida y se consuma con la arena y el movimiento de los engranes, ahora es tiempo, porque aquí estoy, soy yo… aquel, el hombre que ha de dar vuelta al universo. Soy yo… el destino de todo, el hombre que dio vuelta a los dados.” ●

Repentinamente todo se detuvo, el viento, el canto de las aves, el sonido de las cigarras, las luciérnagas se apagaron, y el tiempo se congelo nuevamente, levanto al cielo su espada, esta brilló en rojo escarlata abriendo el corazón de la tierra y del limbo emergió el fruto supremo, la fuerza vital, la primer fuerza, emergió el destino de todo.

Los sonetos de la providencia cantaron con estridencia, mil voces y un millón más se dejaron escuchar en todo el universo, Gabriel miraba asombrado, con terror supremo, como ese ente, antiguo hijo de adán, descendiente de los seres humanos, podía controlar la primer fuerza, la fuerza directa de la flecha de Dios, aquella que el cordero lanzo en contra de lucifer y que fue la responsable de su estadía eterna en el infierno.

¡Gabriel!... Yo soy la lluvia, soy la tormenta, soy la voluntad, el deseo, y la oscuridad de tu padre… mas destino que ser devorados por mi oscura misión y penitencia, no podrán encontrar. ●

Gabriel extendió con rapidez sus alas, levantando rápido vuelo, en un último intento por llevar un mensaje de muerte a sus hermanos, el presentía y su fin estaba escrito, aun así algo debía hacer para no quedar en silencio y que los más jóvenes, los más débiles y los más fuertes, no dejaran la existencia del mismo modo que lo hicieran los seres humanos y sus hermanos celestiales. Miro a su espalda, ya muy

133


lejos de la tierra, de su maestro y de la bestia del final, que estaba por lanzar el máximo y supremo poder que dios se atrevió a dar a un ente fuera de la creación. ●

Finalmente apareció una esfera de color dorado con relieves cobrizados, que cambiaban de forma, como si un universo geométrico con runas, pentagramas y símbolos sagrados se formase dentro de ella. Gabriel era testigo de la primer Fuerza, un poder que estaba lejos del control de cualquier querubín, arcángel o demonio. Llego como un flechazo a su mente turbada por el pánico y la desesperanza, un antiguo recuerdo, sobre ese poder catastrófico, cuando el arquitecto les mostro tal fuerza, cuando todos en el cielo eran uno solo y lucifer precedía la orden de los arcángeles.

Imposible de controlar… es el poder que define la grandeza del universo, de la divinidad suprema, existen otras fuerzas, pero esta es la que el espíritu santo lleva consigo, es la herencia a mi igual, al que habrá de heredar mi poder algún día. ●

oh lucifer, pensó Gabriel… ese fue el poder que codicio, fue el poder que llevo al final a la raza humana. Es el poder que llevara al final a todos los Ángeles, demonios y almas de los dos reinos. Era definitivo para Gabriel, la gracia de Dios había sido negada para ellos, y tan culpables, tan viles, impíos y una equivocación, igual a la creación de la tierra, del hombre y de todo. La entrada celestial estaba cerca para Gabriel, si llegaba a cruzarla, tal vez tendría oportunidad de llegar con sus hermanos y prevenir alguna forma de defensa final. fue entonces cuando la esfera se transformó, algo que no imaginaba posible, esta se convirtió en una monstruosa lanza de color azabache con relieves de sangre, que voló como un rayo del sol, con tanta furia, dolor y terror, que Gabriel se sintió morir. Gabriel no sentía miedo, dolor o rencor, su bondad no claudicaba en ningún momento, orgulloso estaba de su rango, de su trabajo, y no culpo a su creador, porque verdad existía en sus palabras, su misión fue fallida. El poder de ese ente era evidente y solo pensó…

Si tan solo… el regresara a ser. ●

Cerró sus ojos y afronto su final, justo en frente de las puertas del cielo, extendió sus alas, el último mensajero del cielo, habría de sucumbir ante la furia de Dios.

IV Metatron

134


El chillido de los faisanes, se mezclaba con el aullido de los macacos, parecía llover, la cúpula celeste crujía con estruendo, como anunciando una tormenta, Gabriel despertó encontrándose en una grieta, muy cerca de las puertas celestiales, su cuerpo herido por el reposo prolongado. ¿Cuánto tiempo paso? ¿era, acaso el cielo? Tal vez había sido lanzado al infierno. Miro a su alrededor, al cruzar las puertas del cielo que estaban rebuscadamente manchadas de ceniza y lluvia, era extraño, mas no inesperado para él, verles en tal estado, los guardianes de su entrada, ya no estaban. El mensajero, pudo escuchar lamentos en los arpegios del cielo, miro al cielo y la cúpula celestial ya no existía, el dorado fulgor había desaparecido, ahora era gris, estaba mesclado con cenizas, lluvia y muerte. Lóbregamente siguió caminando, a su alrededor ya no se contemplaba la belleza del paraíso celestial, fue como si todas las guerras del hombre, hubiesen llegado al cielo y turbado su armonía en soledad. Apresuro sus pasos para ir al centro del cielo, en donde todos los Ángeles se convocaban para rendir alabanza y doblar con lealtad sus carvis al supremo arquitecto de todo. Al llegar, la lluvia dejo de caer, más sin embargo seguía la ceniza, por fragmentos el cielo se abrió y en el centro de aquella plaza, Gabriel miro nuevamente al cielo, la voz de un monstruo infernal se escuchó al abrirse el cielo. con terror Gabriel perplejo abrió sus ojos como nunca lo hubiera hecho, la cúpula celeste se había rasgado de un extremo, como si hubiera sido arrancada por una fuerza que se encontraba totalmente fuera de control.

Padre… ¡Oh! Arquitecto celestial… ¡Oh, hermanos! ¿Qué ha sido de ustedes? Caídos a la desaparición, perdonadme, mi fuerza no fue tal, para prevenirles de su fin, como los seres humanos, ustedes en la ignorancia han caído… (Gabriel lanzo un grito desolado para luego caer sobre sus codos mientras sostenía su cabeza halando de sus cabellos, esperando todo fuese una pesadilla o una ilusión para probar su fe por Dios.) ●

En ese cielo surrealista, que parecía haber sido tirado con furia dejando que todos los colores de la cúpula celeste se mezclaran como si de pintura fresca en un lienzo roto se tratase. el llanto de una musa se escuchó a lo lejos, Gabriel pudo escucharlo, para olvidar su propia pena, alguien vivía, necesitaba respuestas, y en ese llanto, la señal de vida aún existía, debía correr con fuerza, agotar todos los recursos, para superar las escalinatas de los mil pasos y al otro lado de ese obstáculo que se le presentaba, poder encontrarse con el obelisco del creador.

El mensajero con ayuda de sus alas manchadas con ceniza, emprendieron una empresa en contra del tiempo. Al subir por las escalinatas de aquella plaza magistral, vio en el cielo como se formaba nuevamente aquel gran poder, la primera fuerza, significaba para el una sola cosa, el no sobrevivió por coincidencia, el mensajero de la muerte, utilizo a Gabriel para que las puertas del cielo se abrieran a su

135


impura misión, un ser tan impío no podía cruzar las puertas del cielo, aun así dios bendijo su cruzada y por ello se valió del engaño. entonces Gabriel lo vio muy claro, el arquitecto encauso todo a sus planes, dejo ir a lucifer al cielo, a despertar la duda en todos, se valió de sus dotes como mensajero, para que descendiera con él, y que el impío sirviente de Dios, conociera el rostro de su guía al palacio de la creación, sobrevivió por que la transmutación de un plano a otro, apagaría las fuerzas, incluso del altísimo. Y como la misión del impío, no consistía en una sola vida, dejo de lado a Gabriel por un momento, finalmente el habría de acabar con toda existencia creada por Dios. Entonces para Gabriel quedo claro… La guerra con Dios había llegado. ●

Las reflexiones habían acortado el esfuerzo para Gabriel, quien finalmente llegaba al segundo nivel de la Acrópolis celestial. Con asombro vio al cielo, vio a un costado del obelisco celestial, a un costado del mismo, se encontraba, para su sorpresa, alguien de gran valor para él, y para sus múltiples preguntas. Con las marcas de la guerra, el agotamiento y el preludio a la destrucción, El Metatron recurría al auto sacrificio, para salvar a los querubines que eran presa junto con ella, del destino fatal del mensajero de la muerte, enviado por el arquitecto celestial para detener la continuidad de su obra fallida,

Son viento… polvo, ha terminado la existencia de todo lo que aquí reside, sueño con la catedral, sus ruinas, esta es la silueta que se alejó. Un pequeño instante, ¿existió paz? El fruto de la vida ha sido consumido. Bellos espíritus de luz, sean consumidos por mi oscuridad, vengan a mí, sean oscuridad y descansen de su tormento, dejen que los dados giren por ultima vez y porten el número de la destrucción.

Para Gabriel solo quedaban milésimas de segundo, el ente estaba a punto de acabar con el Metatron y los indefensos querubines, quienes se abrazaban unos contra otros, el Metatron había extendido sus alas al máximo, sus cabellos plateados destellaban flamas de oro que se consumían a la distancia, su armadura manchada con la sangre de sus protegidos terrenales, se mezclaba con su propia sangre dorada, haciendo que su armadura de marfil se volviera carmesí, Gabriel pudo ver mientras corría con furia, y toda la energía posible por rescatar al Metatron del ataque mortal de aquella bestia destructora.

No hay más voluntad que la mía. El rayo, el fuego… la muerte, el castigo supremo y el primer poder, forman parte de mi esencia, desaparezcan de todos los planos… ●

Un grito de guerra provino del ente, quien extendió sus brazos, haciendo fragmentar al fruto de la vida, del cual resplandeció en su núcleo con tal poder, que el Metatron vio terminada su existencia, mas sin embargo debía hacer algo por los que rogaban su ayuda, toda su fuerza se congrego a su alrededor, formando un aura celestial de brillo dorado que se trasmuto en un escudo de fe…

136


Viento… fuego… enviado de la muerte, tu designio maligno ha sido bendito y nosotros somos los maldecidos a sufrir tu voluntad inquebrantable. Gustosos los servidores del cielo, habrán de aceptar su destino… pero tu tendrás que ser testigo de nuestro creador, del infinito y de la gloria… No dejaremos qué nuestra existencia concluya como la del humano, la redención y la bondad, serán el legado de los más fieles al creador. Así que… ¡lanza tu poder! Cumple tu voluntad… ●

Gabriel estaba tan cerca, que los gritos de todos se mezclaron en uno solo, la fuerza del fruto se desplegó como si las llamas del infierno se hubieran vertido sobre todo el cielo, la voluntad del Metatron se materializo en protección, en sacrificio, todo por los que pedían. Gabriel necesito de la fuerza que ya no tenia, para lanzarse con rapidez sobre el Metatron. Irrumpiendo en el momento final, que estallo en un fuerte estruendo que derrumbo palacios, catedrales, principados y obeliscos, en un santiamén todo se pulverizo, quedando solamente los truenos, el cielo gris, la tarde y la lluvia, como el mausoleo.

Eres listo… Mensajero de Dios. La guerra, aún no termina para nosotros. Pronto… Todos habrán desaparecido. ●

El portador del poder supremo, giro hacia su derecha, en el sur, las legiones de lucifer se aproximaban, por el norte, los remanentes, de los regios del cielo, se convocaban. Una sonrisa oscura se mezclo con un trueno que se estrelló en la punta de su afilada espada que por empuñadura poseía la figura de una cobra, sobre el talle de la espada encriptadas con oro negro, las palabras “Morttis Mea Forttuna Grattia” Era evidente que la última batalla estaba por ocurrir.

Por supuesto, potestad, aún no termina para nadie. Metatron… (Decía uno de los querubines)

El mensajero dejo de poner atención al ente, que parecía saberlo todo, más sin embargo no se preocupó por él, sabía que no haría una cacería particular, su misión desde el principio, era la de acabar con todos al mismo tiempo o en grupos, así mismo a todo aquel que osara retar su voluntad.

Nosotros… No…sotros… (La dulce voz del Metatron susurraba frases, que captaron la atención de Gabriel.) Nosotros… fui… fuimos. Metatron... aguarda, no te esfuerces (Gabriel arranco un trozo de tela de su ropaje, para secar el sudor del fino rostro aterciopelado de su compañera celestial, el Metatron, una hermosa musa, enviada por dios para hacer de mediadora durante los momentos cruciales de la humanidad y con su guía llevarles por el buen camino, siendo la

137


voz del arquitecto sobre la faz de la tierra.) Ella intento salvarnos, no es su culpa, aquel pecado, solo puede venir de lo más profundo del infierno, un vil engaño de lucifer por separarnos de nuestro señor. ●

Gabriel sorprendido, trato de disimular, esta vez, la oscuridad no era obra de satanás… Dios jugaba bien sus cartas, el azar le favorecía, entonces nuevamente Gabriel vio claramente lo que iba a ocurrir, Ángeles y demonios, nuevamente arremetían unos contra otros, los dejaría destruirse entre ellos, y en el momento indicado, por la confusión, nadie notaria su presencia, daría el golpe final sobre todos al mismo tiempo. El Metatron tendría que decirlo de su propia voz, para que el único querubín que sobrevivo al embate, pudiera ser testigo de la verdad que solo ellos sabían.

Gabriel… Gabriel… ¡Gabriel! ●

Los ojos color miel del Metatron se abrieron con desesperación, mirando directo al mensajero quien miraba perplejo ante tal culpa tatuada en ellos. Con dulzura, Gabriel toco su frente, haciendo que el Metatron reposara en sus brazos, entonces el hermoso Ángel que afrontaba su propia muerte por las heridas de los encuentros que sostuvo con el enviado de la muerte, comenzaban a cobrar su vida.

Antes de morir… debes saberlo Gabriel, tú debes de llevar este último mensaje…prométemelo… ¡por favor! (Gabriel asintió y el Metatron comenzó a relatar los últimos momentos de la humanidad) Éramos tres, los enviados por Dios, para guiar al mundo en un nuevo destino. Judea recupero la tierra prometida, con el precio de millones de vidas, algunas buenas, otras malas, otras más indiferentes, el daño colateral estaba hecho, dios no disponía de mayor voluntad para que los hombres dispusieran del libre albedrio, el libre albedrío, la herencia de Adán y Eva, causo matanzas, guerras, hambrunas, pestes, miseria, y el alejamiento del hombre con Dios, con la creación. Mas sin embargo, no se podía cambiar el destino que ya habían escrito los seres humanos, se debió dejar que otras guerras ocurrieran, pero limitando sus acciones a problemas entre algunos miles y no millones o que el ecosistema y las otras criaturas de la tierra resintieran los actos barbáricos del hombre. En los tiempos de Abraham, Dios otorgo al hombre un poder, uno de los 10 poderes del cielo, entrego el cuarto poder, (el arca de la alianza y sus 10 mandamientos con el poder de derrumbar las murallas de Jericó y otros grandes eventos.) luego el hombre descubrió uno de los más inferiores, el octavo, lograron crear el viento de la muerte menor, y formar el hongo que se miró desde el cielo. Cuando esto ocurrió, fuimos enviados, Barachiel, Raguel y yo. Cada quien con su corte de Ángeles. Poco a poco el destino del hombre se encauso a usar esos poderes en fuerzas más benéficas, elementos que hicieran su existencia amas placenteras, intentar reconectarlos con la gracia del arquitecto, del cordero y la providencia. Ayudarles a encontrar su trascendencia.

138


El Metatron había perdido un brazo al proteger a los querubines, por lo que sostuvo con su único brazo el cuello de seda blanca que cubría el cuello de Gabriel, y con lágrimas en sus ojos exclamo.

Gabriel… nosotros fuimos… nosotros lo provocamos, no fue culpa del hombre. Creíamos que el rumbo que llevaban era del agrado de nuestro señor… (Nuevamente se recostó, prosiguiendo su relato y confesión.) Llego Uriel, desde el cielo, fue enviado por nuestro creador, portaba un mensaje, una advertencia. El objetivo inicial, el que se envió de manos de Miguel y que dejo impreso en las mentes de Adán y Eva, era que los hombres debían de crear una obra magnánima para con su señor, demostrarle agradecimiento, trascender y perfeccionarse por completo, para ser nuevamente entidades llenas de luz y colmarse de la gracia de su creador. El hombre creo una vida… (El Metatron dejo brotar lágrimas de sangre, sus ojos se tiñeron e rojo, manchando sus mejillas palidecidas por la marca de la muerte) Tiamat… Oh Tiamat ellos le llamaron, una vida artificial, durante décadas los hombres dejaron de lado sus conflictos, y trabajaron en algo más grande, se elevaron a la creación, sus medios, su inteligencia, les permitió desarrollar una conciencia artificial, que no correspondía a las reglas de la creación, eso enfureció a nuestro maestro, la creación era solamente de él, un don que ni el mismo lucifer o arcángel del más alto rango podría hacer jamás. Uriel ya no se marchó de la tierra, miraba lo que ocurría, dejándonos perseguir. Argumentamos que, si el hombre tenía mayor conciencia de sus dones, podría apreciar la gloria de Dios, el esfuerzo que hacía por crear la vida que ellos intentaron destruir con sus propios medios. Si creaban un ser sintético como ellos le decían, entonces podrían apreciar más la vida… Gabriel… no equivocamos, nosotros provocamos a Dios, somos los responsables de su furia, su tristeza y su decepción, por ello ahora él nos destruye. eligió a un moribundo, cuando el mundo de los humanos se proclamó como los nuevos Dioses de la existencia, ya que eran capaz de crear una vida inteligente, que no posee alma, que era eterna y que no sufriría por el temor al diablo, a dios, que sus dioses para esos nuevos seres, serian de carne y hueso… la ira de Dios fue total, y encarno en un muerto, toda su furia, otorgándole el poder universal, el primero de una lista de fuerzas que se congregaron en toda su aura maligna. Metatron… Tiamat es el nombre de la igual del arquitecto… ¿Por qué dejaron que ellos ocuparan un nombre tan sagrado? Gabriel, creíamos que será una forma de honrar a nuestro señor. Pero nuestro pecado con muerte se pagara. ●

Lentamente el cuerpo del Metatron comenzó a volverse luz. Comenzaba a morir, y Gabriel no podría hacer nada por ella, su destino había sido escrito en polvo.

Metatron, quien es ese hombre, del que Dios a través de Uriel obtuvo tanto poder.

139


El moría… sus reclamos llegaron a Dios, su obra, pidió una razón para existir o para morir como parecía designado, entonces Uriel apareció ante él, como mensajero de la voluntad del supremo, y le dio a elegir, ser el purificador de su creación, o morir tomado de la mano de uno de sus 7 arcángeles supremos, Octa… Octavio se llamaba. No olvides su nombre, el aún sigue siendo… si tan solo fuese… nueva… mente.

El Metatron exhalo por última vez, convirtiéndose en cenizas, las cuales fueron llevadas por el viendo, para perderse por completo. Lo mismo ocurrió con el querubín, la impresión del relato, marchito su alma, por la desesperanza y el golpe que provoco a su corazón, tal revelación. Quedando convertido en roca, como una estatua, mirando al cielo con lágrimas de zafiro, resonando al infinito. La voz del creador se había silenciado por siempre.

Si el llegara a ser nuevamente… ¿Qué significa? (Gabriel reflexiono sobre esas últimas palabras, y la mortandad del ente…) ¿será posible?

140


ENSAYO

Leonardo German Cuamba Villafaña

Sistemas APA vs. Chicago

Resumen

Las citas, bibliografía y formato de escribir son de suma utilidad para poder respaldar la veracidad de una investigación de cualquier tipo. Su uso es necesario para fines teóricos, prácticos, educativos, éticos y legales. Se ven utilizadas mayormente en publicaciones científicas, tesis, tesinas y otros trabajos que requieran asegurar el origen de la información utilizada. Existen varios tipos de citas, pero las de mayor extensión y uso en las investigaciones a nivel internacional son el APA y el Chicago, los cuales se reconocen a simple vista por su nomenclatura. Esta investigación no pretende ser una explicación detallada de los dos sistemas, para ello se recomienda leer los manuales de publicación y forma de citación de cada uno, los cuales se puede encontrar en la bibliografía de esta investigación. Palabras clave: investigación, estilo, referencias, citas, APA, Chicago-Deusto.

141


Introducción Antecedentes La Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) comenzó en 1929, con la publicación del Manual de Publicaciones, el cual fue un corto escrito que se podía consultar en caso de tener alguna duda sobre cómo llevar una investigación (American Psychological Association, APA 3). Esta obra ha logrado superar la prueba del tiempo, ya que ha conseguido, desde aquel año, publicar seis ediciones de este manual, en el cual se detallan las reglas de cómo se debe de citar correctamente un texto, cuáles son los lineamientos de estilo a seguir y cómo redactar un texto científico (APA XIV). El estilo APA sirve para que todos los trabajos de carácter científico que se deseen publicar, sean más fáciles de ubicar y se puedan leer con rapidez. Por su parte, la Universidad de Chicago, género en 1906 el Chicago Manual Style, el cual cuenta hasta la fecha con 16 ediciones publicadas del mismo (Biblioteca Universitaria 5). Existe una versión para el castellano la cual se le denomina Manual de Estilo Chicago-Deusto, el cual fue traducido por la Universidad de Bilbao, la cual pertenece a la edición 16ta del Chicago Manual Style (Biblioteca Universitaria 5). Las dos propuestas de forma de redacción para textos científicos son para las áreas de las ciencias sociales (APA 3; Biblioteca Universitaria 4) por lo cual se verán en investigaciones de psicología, sociología, derecho, entre otras que pertenezcan a esta área. Ambas formas de citar buscan que los creadores de nuevas fuentes de información reconozcan el trabajo que realizaron otros investigadores que aportaron conocimiento a la comunidad científica y del cual se extrajeron, de forma directa o indirecta, información para complementar sus trabajos. De no ser así, se cometería el delito de plagio (APA 15-16), delito que está tipificado en el Código Penal Federal de México. Justificación La razón de ser para esta investigación es dar a conocer cuáles son aquellas características generales y particulares que contienen las formas de escritura de textos científicos que aquí se estudian, con la finalidad de que el investigador, docente, alumno o persona interesada en el tema mire cuál de los dos cree que le convendría utilizar al momento de realizar un texto científico y dar crédito al o los autores de los cuales consiguió información. Conocer cómo diferenciar en un texto científico cuando se utiliza un sistema u otro y, si se ha de dar el caso, conocerlos por primera vez. Cuáles son las pautas a seguir para poder mencionar una

142


obra y autor dentro de un texto; de igual forma como se debe de crear las referencias de acuerdo con el formato utilizado. Para los estudiantes que cursan por la materia de metodología de la investigación o afines, este tema se convierte en un martirio cuando se topan con los métodos de citación, esto debido al desconocimiento generalizado de los lineamientos que se han establecido para ello. Con la comprensión de estos y la práctica de estos, será mayor la habilidad para realizar las citas y referencias sin la necesidad de revisar los manuales de estilo en cada momento.

143


Marco teórico Cita La cita se usa cuando se da mención a la obra de un autor dentro del texto, sea esta modificada según la comprensión de del investigador que utiliza dicha fuente de información o tomada de forma original de la obra. Para APA (169), se deben de citar todas aquellas obras que han influenciados en gran medida el proyecto de investigación que se está gestionando. Por lo cual, se han de mencionar las obras y autores más importantes dentro del texto de la obra. Para esta tarea, se usan dos formas diferentes de citar dentro de un texto: la cita textual y la paráfrasis. Aunque el cómo las emplean estos formatos es el mismo, la diferencia radica en el formato utilizado; APA utiliza el sistema autor-fecha, en el cual después de la cita, coloca entre paréntesis el primer apellido del autor del libro, seguido del año de publicación del mismo; por otro lado, Chicago utiliza dos formas de citar dentro de texto, la primera es la forma autor-fecha, la cual se describió anteriormente, la segunda y la más conocida es la nota a pie de página, la cual es la reproducción de los datos de la obra de la cual se extrajo el contenido (Hikal 111). cita textual. Consiste en la reproducción completa de la idea tomada de un autor, la cual no se modifica ninguna parte del texto. La APA y Chicago tienen la misma forma para identificar si una cita es copiada directamente de una obra científica. En esta forma de citar, existen dos vertientes, una es cuando el escrito contiene menos de 40 palabra; la otra cuando contiene más de 40. En el sistema APA, dentro de su nomenclatura de citación, se coloca después del año de publicación, la o las páginas de donde se obtuvo el contenido. Cuando la cita contiene menos de cuarenta palabras, como se muestra en la figura 1, esta va dentro del párrafo, entre comillas, mientras que la cita se encuentra fuera de estas mismas (APA 170).

Fig. 1 Cita textual corta en sistema APA

De todas las normas existentes de estilo para textos científicos “las normas APA son un sistema internacional de citación que se ha consolidado y extendido su aplicación para la redacción de trabajos de investigación con una alta aceptación en muchas áreas del conocimiento” (Hikal, 2016, p. 101).

144


Cuando la cita contiene un número igual o mayor a las 40 palabras, el texto deberá de ir en bloque, separado del párrafo, sin las comillas, pero conservando la nomenclatura al final del texto escrito (APA 171), tal como se muestra en la figura 2.

Fig. 2 Cita textual larga en sistema APA

Una de las consideraciones que se debe de tener en cuenta antes de presentar un documento es: Cualquiera que sea el tipo de trabajo que se realice, con excepción de trabajos preparatorios, como el resumen, es preciso llevar un orden en el proceso creativo; para ello se recomienda elaborar un plan de trabajo que servirá de guía o mapa (Hikal, 2016, p. 119).

Nótese que en ambos casos, la cita contiene la página de la cual se extrajo la información, de igual forma se debe de observar que la cita siempre debe de ir antes del punto final, un error común que se puede encontrar es que la cita se incluye después del punto o este se omite. Una cuestión a tratar es que, en este sistema, se puede “jugar” con la composición de la cita. Por ejemplo, el autor puede ir incluido dentro del texto y al final solo encontraría dentro del paréntesis el año de publicación y las páginas de la cual se extrajo. En el sistema Chicago, lo más usual es encontrar las notas a pie de página (Torres 590-591), en el cual se coloca un superíndice que indica cuál es la nota colocada al final de la página a la cual hace referencia, como se muestra en la figura 3. Las notas irán separadas del texto con una barra horizontal marcando el final del texto y el inicio de la sección de pie de página. El superíndice deberá ir después de la información extraída, fuera de las comillas y antes del punto, en caso de ser menor a 40 palabras.

Fig. 3 Cita textual larga estilo Chicago-Deusto

De todas los estilo para textos científicos “las normas APA son un sistema internacional de citación que se ha consolidado y extendido su aplicación para la redacción de trabajos de investigación con una alta aceptación en muchas áreas del conocimiento”1.

Cuando la cita se coloca en forma de bloque, es decir que contenga 40 o mayor número de palabras, como se muestra en la figura 4, el superíndice se coloca al final de la cita y antes de colocarse el punto final (Torres 590-591). 145


Fig. 4 Cita textual larga estilo Chicago-Deusto

Una de las consideraciones que se debe de tener en cuenta antes de presentar un documento es: Cualquiera que sea el tipo de trabajo que se realice, con excepción de trabajos preparatorios, como el resumen, es preciso llevar un orden en el proceso creativo; para ello se recomienda elaborar un plan de trabajo que servirá de guía o mapa1.

Al momento de leer en donde se encuentra el superíndice, el lector se deberá de ir a la zona de notas de pie de página para mirar la información que se le señala, y encontrará la información relacionada con la cita dentro del texto, para mejor ejemplo, véase la figura 5. Fig. 5 Nota a pie de página en el estilo Chicago-Deusto IKAL,

Wael, Guía para la redacción de tesis y otros trabajos de investigación para estudiantes

de criminología-criminalística, 3a ed., Porrúa, México, 2016, p. 101

Como puede observarse, la composición de esta es: El primer apellido del autor en mayúsculas, el primer nombre del autor, el título del libro, el número de edición, la editorial, el país de origen, el año de publicación y las páginas de donde se extrajo la información, todo separado por comas (Hikal 112). Una recomendación es que el investigador no utilice de forma excesiva las citas textuales, ya que los trabajos podrán no ser aceptados; en caso de realizar una tesis, no se recomienda usar más de dos citas en bloque, esto es porque se considera de muy mal gusto y le quita reconocimiento al autor de la investigación (Muro 24). paráfrasis Muro (23) define la paráfrasis como cambiar las palabras de un escrito por las propias. En palabras de Hikal, el parafraseo es “hacer alusión a ideas de otro trabajo” (104). El sistema chicago sigue utilizando la misma nomenclatura en el sistema de nota de pie de página, se sigue mencionando el número de página de la cual se hizo lectura para hacer alusión al contenido exacto de la obra consultada. Referencias

146


Esta se encuentra al final del trabajo de investigación, en la sección de referencias (Muro 26). En esta se colocan la información bibliográfica completa, ya sea que la información que se extrajo de esta fue utilizada para el parafraseo o transcribirla textualmente, ya sea dentro del párrafo o en bloque. Empezando por el sistema Chicago, la nomenclatura para realizar la sección de referencias es: Apellidos del autor. Nombre de pila del autor. Título de la obra en itálicas. Lugar de publicación: Editorial, año de publicación (Torres 631) (Figura 6). Cabe mencionar que la forma de ser ordenadas es en orden alfanumérico con sangría francesa, con la finalidad de reconocer las referencias. Fig. 6 Referencia estilo Chicago-Deusto

Hikal. Wael. Guía para la redacción de tesis y otros trabajos de investigación para estudiantes de criminología-criminalística. México: Porrúa, 2016.

Por otro lado, el sistema de la American Psychological Association tiene la nomenclatura: Apellido del autor, inicial del primer nombre. (año de publicación). Título del libro en itálicas. Lugar de publicación: Editorial (APA 180). De igual forma, todas las referencias irán con sangría francesa y se ordenarán alfanuméricamente

Fig. 7 Referencia estilo APA

Hikal, W. (2016). Guía de redacción de tesis y otros trabajos de investigación para estudiantes de criminología-criminalística. México: Porrúa.

Los dos sistemas incluyen otras formas en las que se puede redactar la parte de referencias, donde la bibliografía incluye más de un autor, se obtuvo de una página electrónica, el autor es la misma editorial, son diferentes tipos de literatura (revistas, notas periodísticas, leyes, normas, etc.), por lo cual se invita a leer los manuales respectivos a cada sistema de citación. Una de las notables diferencias entre estos dos sistemas es que, cuando se utiliza más de una obra de un mismo autor, para no tener que repetir el nombre, Chicago permite utilizar la raya de sustitución, la cual solo sustituirá al autor, mientras que el resto de la referencia permanecerá en la misma condición. Para el orden, se empezará por la primera letra con que empieza el título de la obra. El manual de estilo Chicago hace la aclaración de que este trabajo sea solo para el editor de la investigación (Torres 662). Cuerpo del escrito 147


Cuando se escribe un documento científico, cuidar la redacción del contenido debe ser lo primordial. Ambos sistemas aclaran utilizar la tercera persona al momento de redactar, con la finalidad de que el trabajo se vea más formal, igualmente para evitar confusiones en cuanto a la diferenciación entre las ideas del autor y las extraídas de libros o artículos que fueron revisados durante el proceso de investigación, así como se mantiene la imparcialidad sobre el documento en todo momento. La tipografía utilizada para los dos sistemas es: Letra tipo Time New Roman (en el caso de Chicago se permite utilizar Arial), con un interlineado de doble espacio (2.0), esto en el texto normal, mientras que en citas textuales en bloque el interlineado será sencillo (1.0, solo en el caso de Chicago) (APA 41; Fundación Universitaria Seminario Bíblico de Colombia, FUSBC 12). portada Cuando la investigación contiene una portada, está también requiere seguir de ciertas especificaciones para que cumpla con las normas del sistema que se utilice. Para ello, es más necesario mirar las especificaciones que piden las editoriales o lugares en donde se planea publicar la investigación realizada, ya que, aun siguiendo las normas propuestas por los manuales, cada editorial varía el estilo en el cual se realizará la portada. abreviaturas Con la finalidad de no alargar innecesariamente el contenido de la investigación, las normas de la APA y Chicago, permiten el uso de abreviaturas, la única diferencia radica en que, APA solo permite su uso en la sección de referencias, mientras que Chicago-Deusto puede utilizarlas tanto en la sección de referencias como en las notas a pie de página (solo en ciertos casos). En la tabla 1 se mencionan las abreviaciones utilizadas por los dos sistemas, cuales son las que tienen en común y el significado de estas. Tabla 1 Comparación entre abreviaturas de los estilos APA y Chicago APA cap: Capítulo ed.: Edición o editores trad.: Traducción o traductor s.f.: Sin fecha p. o pp.: Página(s) Vol.: Volumen

Chicago-Deusto Apud.: Apoyado en Cit. pos.: Citado por Cfr.: Confrontar ss.: Siguientes P. o pp.: Página o páginas consultadas Op. cit.: Obra citada 148


núm: Número Pt.: Parte Supl: Suplemento ej.: Ejemplo fasc: Fascículo Fig.: Figura

Loc. cit.: Locación citada Ídem, Ibid: idéntico Ib.: igual s.E.: Sin editorial s.f.: Sin fecha s.l.: Sin lugar de edición Supra.: Adelante Infra.: Anteriormente V.: Ver o véase

Nota: La información fue tomada de APA (111) y Hikal (114-117).

Como se puede observar, Chicago-Deusto contiene una mayor cantidad de abreviaciones que se pueden utilizar, con la cuestión que solo se pueden emplear en las notas a pie de página y en las referencias, mientras que APA solo cuenta con pocas y solo se pueden usar en las referencias. Diferencias entre los dos sistemas Como se observó en los párrafos anteriores, cada sistema tiene sus pros y sus contras para ser utilizado. Los puntos a favor que contiene el sistema de la American Psychological Association es su aceptación por la gran mayoría de las instituciones públicas y privadas para redactar, citar y publicar un trabajo de carácter científico; es el sistema con mayor reconocimiento dentro de las ciencias cognitivoconductuales (psicología) y las ciencias sociales (APA XIV). Por otro lado, la falta más grande que comete este sistema es que el lector, tras mirar una cita, se tiene que dirigir directamente a la sección de referencias para poder obtener mayor información sobre la obra utilizada para recabar la información. El sistema Chicago-Deusto permite al lector revisar la información relevante sobre la cita contenida en el texto, sin tener que ir forzosamente a la zona de referencias para conseguirla; por desgracia, el utilizar este formato para realizar un escrito científico puede conllevar a que se ocupe toda una hoja para cubrir la información o las anotaciones que el autor tiene que dar para explicar más detalladamente por qué puso esa cita, esto se puede apreciar más en algunos libro de Derecho que utilizan este formato para dar crédito a los autores en que se apoyaron para obtener información.

149


Conclusión Con lo mencionado anteriormente, se espera que el lector verifique cual es el estilo de citación que mejor le convenga, analizando con sumo cuidado las características que identifican a cada forma de dar crédito a los autores que, gracias a sus ideas, dieron forma a la investigación que se esté creando, ya que de no hacerlo se estaría cometiendo el delito de plagio. De igual forma, cuando se desea publicar una investigación en una editorial, se tiene que utilizar cierto sistema de estilo para poder lograrlo, si uno conoce sólo una forma para darle forma al escrito y no comprende cuál es el formato que se le pide, no podrá realizar su cometido. Por lo cual empezar a conocer las diferencias evidentes entre las dos formas de estilo es necesario para empezar a utilizar una u otra. Un problema en el cual puede caer el investigador que está empezando a realizar escritos científicos es confundir los dos sistemas y cambiar inesperadamente de un sistema a otro; pero con la práctica constante y revisando metódicamente el propio escrito, uno podrá ser capaz de realizar las citas, referencias y componer un escrito en el estilo que se desee, y en algún momento, poder apoyar a un estudiante o persona alguna en la utilización de dicho formato. Un sistema es simple y preciso al momento de dar crédito al autor de donde se extrajo la información, pero no da suficiente información sobre la obra consultada, por lo cual es necesario ir hasta la página de referencias; el otro sistema logra dar de forma detallada la información sobre la obra que se consultó, pero de no ser utilizada correctamente, toda una página podrá ser llenada con las aclaraciones que da el autor sobre la cita. Pero ambas formas son fáciles de leer, debido a las especificaciones que se tienen sobre la tipografía, espacio entre líneas, márgenes, etc.. Solo queda a criterio del lector, cuál formato desee utilizar.

150


Referencias American Psychological Association. Manual de Publicaciones de la APA. 3rd ed. México: Manual Moderno, 2010. Print. American Psychological Association. APA style to electronic reference. 6th ed. US: APA editorial, 2012. Print. Biblioteca universitaria. Estilo chicago. España: Universidad de alicante, 2017. Web. 22 Jul 2018. Fundación Universitaria Seminario Bíblico de Colombia. Normas Chicago-FUSBC 2015. Colombia: FUSBC División de Investigación, 2015. Web. 25 Jul 2018. Hikal, Wael. Guía para la redacción de tesis y otros trabajos de investigación para estudiantes de criminologíacriminalística. 3rd ed. México: Porrúa, 2016. Print. Muro, Diana. 3.0 Manual resumen de lineamientos del estilo de la american psychological association 6ta. edición: Básicos del formato (Adaptación). México: Centro de investigación, desarrollo e innovación Vizcaya, 2017. Print. Torres Ripa, Javier. Manual de estilo Chicago-Deusto. Bilbao: Universidad de Deusto, 2013. Print.

151


Ulises Novo

Ruido de fondo, de Don DeLillo, o la escritura que evita el miedo a la muerte Resumen: Uno de los narradores contemporáneos que mejor ha definido la deshumanización como efecto inminente de la creación de los entornos tecnológicos ha sido Don DeLillo. Su obra analiza motivos que han influido en las políticas y economías de la última década del siglo pasado y en los albores del siglo XXI, especialmente, porque el terrorismo, la interculturalidad, la muerte como negocio y como debate ético y la globalización desigualitaria arbitran muchos de los argumentos de sus novelas. Ruido de fondo, escrita entre 1984 y 1985, es un ejemplo de la magnitud formal y estilística de un autor que apuesta por la innovación del lenguaje para poner en crisis la homogeneidad de los poderes fácticos imperantes. En esta reseña, analizamos algunos de los motivos mítico-temáticos más significativos de esta novela, como ejemplo de todo el imaginario de DeLillo. Palabras clave: DeLillo – crisis – novela – muerte – ética – debate político.

152


Inherente al ser humano, lógicamente existe el ansia de la supervivencia y, en más de una ocasión, cada uno de nosotros se ha planteado si el final de nuestra vida es completamente conclusivo y terminal. El hecho de reconocer que nuestras biografías son limitadas puede condicionar, y de hecho así sucede, nuestra percepción ante la vida. Lo que mejor define la poética de Don DeLillo es que, sin abandonar sus temas recurrentes en cada una de sus novelas, en Ruido de fondo, apuesta por una tesis concreta, como en cada uno de sus ejercicios literarios, sobre la que giran el resto de sus motivos míticos. Antes de detenerme en el análisis temático de la reedición de 2016, realizada por Seix-Barral en su colección de Narrativa Contemporánea, (recordemos que la obra fue escrita entre el 84 y el 85), quisiera reparar en una de las características formales que caracterizan la narrativa del escritor americano y es esa licencia paradójica que se toma DeLillo para crear en el lector una clase de atmósfera caótica, donde las tramas secundarias, los detalles nimios y triviales, las estructuras paralelas, las elipsis contribuyen a crear una especie de lenguaje propio que transciende el estilo de cualquier otro escritor de su generación. Considero que DeLillo es de los pocos creadores que reconoce que, tras Faulkner o Steinbeck, el logro de rozar con los dedos el concepto ambicioso de la gran novela americana es prácticamente imposible, además de estúpido. Nada puede explicar mejor el horizonte al que hemos llegado que la propia trivialidad, la urdimbre de una posmodernidad asentada en la digitalización, la tecnocracia y las continuas interferencias que crisis económicas y manipulación de medios producen en el individuo para amedrentarlo, incluso extinguirlo. Ese ruido de fondo no es accidental y ahí radica la verdadera naturaleza de un título que define perfectamente, no solo el contenido de la novela, sino también la propia génesis de una poética que no se frustra al describir el mundo, la sociedad americana en su conjunto, con sus defectos y virtudes. Abandonando esas pretensiones artificiosas, consigue, sin embargo, lo que otros autores no ha podido y es redefinir nuestro entorno desde lo que es; trivialidad, fanatismo, marketing, noticias, alertas terroristas y una tecnología que automatiza al individuo convirtiéndolo tanto en un consumidor en potencia como en propio objeto de consumo. Basta acercarse a novelas como Cero K o Cosmópolis para descubrir que las empresas mercadean con la vida y con la muerte con total complacencia, sin ningún impedimento moral o jurídico. 153


Una vez que hemos advertido el formalismo heterodoxo que caracteriza a Ruido de fondo, DeLillo plantea un dilema existencial que recuerda a escritores de generaciones anteriores como Huxley, Orwell o el propio Phlip K. Dick; ese dilema consiste en si es lícito que el hombre sufra por temer a la muerte. Si es ético que cualquier sujeto viva su vida con esa espada de Damocles sobre su cabeza cuando puede existir, en el contexto de la novela, una medicación que nos libre de ese temor. El protagonista, Jack Gladney, vive en una pequeña ciudad de Estados Unidos con su cuarta esposa. Experto curiosamente en la biografía de Hitler asume su existencia como cualquiera de nosotros, luchando contra los contratiempos que su vida sentimental, claramente compleja, implica. La aparición de una nube tóxica como consecuencia de una especie de cataclismo nuclear va a condicionar la vida de su familia y la suya propia, descubriendo que una de sus esposas está siendo tratada desde hace tiempo con una medicación para evitar el miedo a la muerte. Como sucede en Cosmópolis o en Mao II, o en Los nombres, el argumento de la novela destaca por su singularidad paradójica, por su anodino planteamiento del conflicto de intereses entre los personajes y, sin embargo, todo parece coherente porque DeLillo escribe desde la verosimilitud que proporcionan las distopías elaboradas, fruto de unos temas y un estilo que se van repitiendo obsesivamente en cada una de sus obras. Ese ruido de fondo solamente pertenece a Don DeLillo; es inimitable, recurre a su propia literatura, a una literatura que pone en crisis la aparente estabilidad de los sistemas económicos y tecnocráticos, llevando al extremo un proceso continuo de deshumanización en el que lo secundario para cualquier otro novelista se convierte en lo más importante: diálogos banales, descripción de paisajes urbanos, minuciosos detalles de marcas publicitarias y de toda clase de rótulos, irrupción de personajes sin rostro casi, que dicen algo y se desvanecen como fantasmas, los silencios, las elipsis. Todos estos elementos traducen una sensación paranoica en la que al lector, como a los propios personajes, no les queda otra cosa que asentir, ser arrollados por la propia escritura de una vida cada vez más artificial y artificiosa, un futuro de deshumanización consumada al servicio de los monopolios. La novela se erige así en una especie de réquiem que delata una de las posibilidades de nuestro futuro. Lo peor de todo y en función de la fecha de su primera edición, esa posibilidad puede que sea ya nuestro presente. O al menos uno de ellos.

154


Basta tan solo recopilar algunas de las intervenciones de los protagonistas para percatarnos de la magnitud de una fatalidad de la que nos hemos inmunizado. “La rutina puede llegar a ser mortal, Vern, si uno la lleva al extremo. Tengo un amigo que afirma que ése es el motivo por el cual la gente se toma vacaciones. No es para relajarse, ni para divertirse ni para visitar sitios nuevos. Es para escapar a la muerte que existe en la rutina”. (pág. 326). “Podrías depositar tu fe en la tecnología. Si te ha conducido a este estado, también debería poder sacarte de él. De eso se trata con la tecnología: por una parte consigue despertar nuestro apetito por la inmortalidad; por otra, amenaza con nuestra extinción universal. La tecnología es la naturaleza desprovista de lujuria”. (pág. 375). “El miedo es antinatural. Los truenos y los relámpagos también son antinaturales. El dolor, la muerte y la realidad son cosas antinaturales. No somos capaces de soportarlas tal y como son. Sabemos demasiado. En consecuencia recurrimos a la represión, al compromiso y al encubrimiento. Así es como logramos sobrevivir en el universo. Se trata del lenguaje natural de las especies” (pág. 380) “Opino, Jack, que, en este mundo hay dos clases de personas. Los que matan y los que mueren. La mayoría de nosotros pertenecemos al último grupo. Carecemos de la disposición, la rabia o lo que sea que configura la condición del que mata. Dejamos que la muerte tenga lugar. Nos tendemos y morimos. Pero piensa en lo que debe ser pertenecer al grupo de los que matan. Piensa cuán excitante resulta —en teoría— matar a una persona enfrentándose directamente a ella. Si ella muere, tú vives. Matar equivale a prolongar nuevamente tu vida” (pág. 381).

155


Yessika María Rengifo Castillo1

La infancia: relaciones entre los campos socioculturales desde la palabra, el lenguaje, y el aprendizaje

Resumen: El presente artículo reflexivo expone las relaciones que históricamente se han establecido desde los campos socioculturales con la palabra, el lenguaje, y el aprendizaje, en la infancia. Etapa esencial que determina del accionar de los hombres en el barrio, el país, y el mundo, contribuyendo a establecer una lectura e intervención apropiada de la familia y la escuela, frente a los procesos de enseñanza y aprendizaje en el mundo infantil.

Palabras Clave: Palabra, Lenguaje, Aprendizaje, Lenguaje.

1 Magister en Infancia y Cultura, y Especialista en Infancia, Cultura, y Desarrollo, Universidad Distrital Francisco José de Caldas; Docente, licenciada en Humanidades y Lengua Castellana, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Escritora, articulista, y poeta. En la actualidad, investigadora académica. Correo electrónico: yessikarengifocastillo@hotmail.com

156


Abstract

The present reflective article exposes the relationships that historically have been established from the sociocultural fields with the word, language, and learning, in childhood. Essential stage that determines the actions of men in the neighborhood, the country, and the world, helping to establish an appropriate reading and intervention of the family and the school, as opposed to the processes of teaching and learning in the world of children.

Keywords: Word, Language, Learning, Language.

157


Introducción

La infancia es el periodo que determina la vida de los seres humanos en los campos políticos, sociales, culturales y económicos. En donde la familia y la escuela se convierten en agentes socializadores, que influyen en el accionar del infante en los sectores socioculturales. Accionar que se establece desde la interacción y representación de los otros, el significado de la palabra y los procesos de aprendizaje. Según Gaitán (2006), los niños son y deben ser sujetos involucrados en la construcción y determinación de sus propias vidas sociales. En ese sentido, los niños son individuos que cuestionan y proponen en los campos socioculturales. Lo que indica que sus polifonías tienen que ser consideradas a la hora de tomar decisiones que contribuyan a su desarrollo armónico. Desde esa perspectiva, la familia y la escuela deben tener una variedad de instrumentos que les permita a los niños y las niñas, asumir sus derechos y deberes dentro y fuera del aula. Lo que los instaura como sujetos únicos en la construcción de su entorno. De acuerdo con Acosta (1998), afirma: “Pensar en los niños como ciudadanos es reconocer igualmente los derechos y obligaciones de todos los actores sociales” (P. 87).

Desde

ese foco, los niños y niñas tienen que ser tratados como sujetos de derecho, lo que implica un desarrollo integral. Herramienta fundamental para posicionarse en los diferentes ámbitos sociales. En ese sentido Diker (2008), afirma: “¿Qué es un niño? ¿Sólo se trata de una cuestión de edad? ¿Es suficiente la definición jurídica para delimitar el universo de la infancia? ¿Qué tienen en común una niña de 12 años que ya es madre y una que no? ¿Y los niños que trabajan o cuidan a sus familias con otros que utilizan su tiempo libre en instituciones de recreación o de complementación de su educación escolar? Frente a estas cuestiones podríamos decir “Todos son niños” Pero debemos reconocer que no todos transitan la misma infancia; ¿Entonces vale la pena preguntarse, que es lo que hace la diferencia?” (P.42).

Los

planteamientos citados anteriormente, requieren una mirada desde los sectores

socioculturales. Sectores caracterizados por la intervención de la familia, la escuela y las instituciones encargadas en pro de la infancia, quienes deben entender que los infantes son un universo de historias. Historias que necesitan ser abordadas desde los contextos en que se desarrollan los niños y las niñas, lo que permitirá comprender su concepción de infancia. Sea hecho un breve recorrido de lo que es la infancia y la importancia que tienen la familia y la escuela, en su desarrollo armónico. Es importante recalcar la relación entre el mundo social y el individuo, lo que permitirá comprender esa interacción de los infantes con su entorno. 1.

Relación entre el mundo social y el individuo 158


Históricamente los seres humanos nacen con un conjunto de estrategias que les ayuda adquirir conocimientos con los otros. En ese sentido, los niños se convierten en agentes socializadores que establecen su mundo a partir de factores socioculturales. Factores que se instauran desde ese otro, que se convierte en ese par de juegos y procesos de enseñanza-aprendizaje. Procesos que se instauran desde ese trabajo permanente de la familia y la escuela, quienes determinan las pautas de adquisición y conocimiento en los infantes. Claro que esto no lo explica todo los procesos de lectoescritura que consisten en entrar y crear mundos posibles, no serían una realidad sin la escuela y la familia, quienes son los causantes de la clase de lectoescritores que serán los niños y las niñas. Partiendo que estos procesos están marcados por el contexto y el texto, lo que hace del lenguaje un principio pragmático porque adecua las palabras y los significados, al entorno. No sólo para acceder al conocimiento, también se posiciona la esfera de lo humano. Lo que implica el uso de las dimensiones afectivas, sociales y expresivas, que les ayudan a los sujetos a desarrollar posturas críticas y propositivas, que apuntan a la transformación y participación de los sucesos que ocurren en su entorno. Es decir, que los procesos de lectoescritura no sólo son acceso a conocimientos específicos. La esfera humana es esencial en estas herramientas, teniendo en cuenta que no sólo entran las dimensiones afectivas, sociales y expresivas. Si no que las experiencias significativas que han tejido los infantes en los ámbitos familiares y escolares, desde acciones como recordar, pensar y percibir, constituyen su posicionamiento en los campos socioculturales. Ahora bien, parecería que este recorrido sería incompleto si no se ingresara al desarrollo del significado de las palabras en la ontogénesis. Finalmente, es en este desarrollo que se puede comprender el accionar de los infantes en los diferentes contextos. A continuación se presenta el desarrollo del significado de las palabras en la ontogénesis:

2.

El desarrollo del significado de las palabras en la ontogénesis: Luria

Hablar de la palabra es hablar de dos elementos fundamentales que permiten comprender su funcionamiento en el contexto y el texto. El primer elemento es la referencia objetal que se caracteriza por la designación del objeto, el rasgo, la acción o la relación. El segundo hace referencia al significado, que se caracteriza por la separación de determinados rasgos del objeto en una determinada categoría. Esos elementos permiten que la palabra se convierta en un instrumento del pensamiento y medio de comunicación verbal. Asimismo, estos instrumentos permitieron que Vygotsky descubriera la 159


proposición sobre el desarrollo semántico y sistemático de la palabra. Al desarrollo semántico del significado de la palabra Vygotsky lo denomino como el proceso de desarrollo del niño en el uso de la palabra, que va cambiando en su desarrollo. Y al desarrollo sistémico de la palabra como el cambio que se produce en las distintas etapas del desarrollo, que cambia su estructura semántica y sistémica. En ese sentido, la palabra se convierte en el reflejo del mundo externo y sus enlaces, que cambia de acuerdo al desarrollo del niño permitiéndole una estructura de su conciencia. Cabe resaltar que el significado es un sistema estable que se encuentra ligado a las palabras y sus generalizaciones, conservando diferentes enlaces. Es así como los niños asocian las palabras de acuerdo a las situaciones en que se las presentan, eso es el sentido. Además, la referencia objetal de la palabra reacciona en el lenguaje positivo del niño, pero se establece de acuerdo al desarrollo que se entrelaza con el contexto. Esa referencia se desarrolla en los dos primeros años de los infantes, lo que siempre variara es el sentido de acuerdo al contexto. Con todo y lo anterior en la primera etapa del niño su desarrollo es afectivo, un vínculo que principalmente establece con la madre o el sustituto. En la etapa siguiente la conciencia de los niños y las niñas, empieza a tener un carácter concreto e inmediato, lo que permite que las palabras reflejen el mundo a través de un sistema de enlaces concretos e inmediatos. Lo anterior permite evidenciar, que la familia y la escuela son agentes indispensables a la hora que los infantes hacen un uso adecuado de la palabra. Cabe señalar, que la adquisición de la palabra en los niños y las niñas, no puede resumirse a unas etapas. Es la construcción permanente de lo social y lo cultural, que determina la vida de los infantes. En ese sentido la cultura infantil se ha venido entretejiendo desde un ámbito del entretenimiento, el apoyo y el placer, que se encuentran para construir nociones de lo que significa ser niño. Ocupando una posición que se traduce en el género, raza y clase social, a través de la cual cada uno se define en relación con una mirada del otro. Sin embargo, la cultura infantil sigue siendo ignorada especialmente en el mundo de los filmes infantiles, quienes se han encargado de homogeneizarla e instaurar roles que la familia y la escuela no dan claramente. A este propósito se hace necesario que la familia y la escuela empiecen darle sentido a la voz de los niños desde sus necesidades, gustos e intereses, que les ayudarán a ser críticos y propositivos, frente a los distintos escenarios que les presenten. Es decir, que se requiere una infancia que trate a los niños como un sujeto social, cognitivo, físico y moral, basta ya, de hacer apología a un infante pasivo caracterizado por el consumismo. Consumismo que ha venido relegando esos juegos como la golosa, ponchados, stop, etc., distorsionando la interacción del niño con sus pares y su proceso de imaginación, obligándolo a cumplir expectativas del adultocentrismo. Lo que hace que el niño sufra al cargar con frustraciones, 160


anhelos, culpas, etc., que no le pertenecen. Instaurándolo como objeto del deseo generacional de unos adultos que no han podido entender, que es un sujeto que tiene su propia voz y por tanto demanda sus propios deseos. Entonces, el llamado es a que se mire los procesos de interacción que tiene el infante en los campos socioculturales desde diferentes visiones puesto que todos los niños no son iguales, por lo que se hace necesario utilizar diferentes herramientas que ofrece la transculturalidad. Se ha hecho un breve recorrido sobre la importancia de la relación de la familia y la escuela, en la interacción de los infantes con los otros y el significado de la palabra, que determina su posicionamiento frente a los distintos ámbitos culturales. Es necesario recalcar el uso del lenguaje instrumento fundamental de las relaciones citadas anteriormente.

3.

Lenguaje y construcción de la representación del otro en los niños y las niñas desde

Cabrejo

El lenguaje abarca toda la manifestación del fenómeno lingüístico, como los aspectos físicos, fisiológicos, patológicos, sociales y culturales. El lenguaje es el conjunto de instrumentos que utilizan los hablantes, al margen de la lengua común, para manifestar sentimientos, pensamientos, deseos y actos de voluntad. En ese sentido los bebés tienen una alta sensibilidad a la voz humana, específicamente a su madre. A partir del cuarto mes, todos los bebés del mundo construyen su escritura interna, con el propósito de ser un sujeto enunciador. Constituyéndose el balbuceo en un momento crucial de la psiquis humana pues es la construcción del sujeto humano, que pasa del grito a la demanda. Es decir, la construcción de un otro interior para que exista el otro exterior. Valiéndose de las habilidades que tiene el ser humano para reconstruir gestos, movimientos y operaciones mentales, a través de la percepción auditiva y visual. Además, por medio del balbuceo el niño construye su voz apoyándose en el otro, de esa manera el otro se escribe simbólicamente en los sonidos del lenguaje. Es así como la cultura juega un papel esencial en la construcción del lenguaje de los infantes, por medio de las nanas, los cuentos y los mimos, que son claves en su desarrollo. Desarrollo que se debe complementar hablándoles continuamente a los niños, lo que les permitirá consolidar su voz e interactuar con los otros, y ser sujetos de comunicación. Teniendo en cuenta que la psiquis humana es híbrida y que todos llevamos a otro que hace parte de nosotros, y ese otro permite comenzar a utilizar el lenguaje.

161


Un lenguaje convertido en una serie de teatro donde se pone en escena lo invisible de la psiquis, creando un lenguaje dirigido al otro. Esa psiquis se transforma en un universo semántico, musical, rítmico y armónico, empezando aparecer el movimiento de las palabras. En esa dimensión, las representaciones son las que determinan que exista la literatura que es la que hace posible la creación de personajes simbólicos. Es decir, la cultura conjunto de representaciones mentales para hacer que la vida psíquica individual y social, sea posible. De ahí que existan los cuentos, la lengua, los relatos y muchas otras manifestaciones culturales. Entonces, el lenguaje se origina por la necesidad de comunicación de unos hombres con otros, y como manifestación de la sociabilidad que caracteriza al ser humano. Desde esa perspectiva, se hace necesario un acercamiento al aprendizaje desde la participación guiada por los adultos. En otras palabras, la escuela y la familia, agentes socializadores del proceso que determina las posturas de los niños y las niñas, frente al contexto.

4.

El aprendizaje desde la participación guiada con adultos: Bárbara Rogoff

Los procesos de aprendizaje se producen desde la interacción con los otros, donde el lenguaje juega un papel clave. Caracterizado por la comunicación entre el niño y su cuidador, y un alto grado de sensibilidad a partir del dialogo. Instrumento que captura la atención de los infantes, por medio de objetos que determinan acontecimientos. Acontecimientos que utilizan los adultos desde la lectura de cuentos y conversaciones permanentes, que hacen que la memoria de los niños se desarrolle. Asimismo, los niños aprenden más de esa interacción con los adultos puesto que es receptiva e instructiva, ofreciendo diversos contextos. En donde los educadores son agentes esenciales, en la interacción con pares que son útiles en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Es decir, que gracias a los procesos de interacción que establecen los infantes con la familia, la escuela y sus pares, sus desarrollos cognitivos se dan de manera oportuna. En contextos políticos, sociales, culturales y económicos, de un barrio, un país y del mundo. En ese sentido, la tarea de los profesores y los padres deberá encaminarse a crear espacios que les permitan a los niños y las niñas, interactuar desde los diferentes sectores socioculturales. Con el propósito de hacer un uso adecuado de la palabra, del lenguaje y el aprendizaje, Instrumentos esenciales que los convierten en sujetos de comunicación.

5.

Para concluir 162


El lenguaje es fundamental para la comprensión del mundo en el que vive el niño. Pues es gracias al lenguaje, que el niño alcanza una comprensión del significado del mundo social en el que interactúa, con el propósito de convertirse en un miembro competente de la sociedad. Sin lugar a dudas el lenguaje es esencial para la vida humana, gracias a él, nociones tan importantes como las matemáticas, el arte y los juegos, proporcionan la lectura en palabras de grandes pensamientos y realizaciones. Es decir, que el lenguaje pasa de símbolo y signos a una cálida y emotiva narración, que hacen de los hombres que alguna vez fueron niños, se apasionen por la palabra. Sin embargo, también a menudo, los medios instauran los comportamientos familiares e infantiles, desde una lógica de marketing comercial que busca aumentar la diferenciación de la empresa que difunde los programas. Lo que conlleva a que desde el lenguaje se convoquen los sistemas de valores y desde estos se estabilizan, consolidan y transforman, sistemas de creencias que se comparten en un campo discursivo. Creencias que no siempre son las adecuadas; en un mundo que día a día plantea desafíos a la hora de afrontar la otredad. En la que es necesario repensar y enriquecer las relaciones de niños, niñas y adultos, como sujetos protagónicos de la relación. Una relación que se mida por la participación social, no por una participación del consumo que es el himno de los estados neoliberales que en vez de generar sujetos participativos genera consumidores o clientes. La tarea ha de centrarse en pensar a la infancia como espacio o lugar en el que se genera las condiciones adecuadas para iniciar a los infantes en la vida social. Son ellos quienes con el trascurso de los años serán actores sociales. Actores sociales que están constituidos por una pluralidad de mundos que nacen de las palabras, que representan o simbolizan los sucesos que viven los pequeños. La palabra ha sido considerada como la herramienta que utilizan los humanos para aproximarse unos a los otros, para comprender que en su caminar las historias se entrelazan. Esto es, la palabra como construcción de la imaginación de los pueblos que han hecho de sus acontecimientos un devenir. En ese sentido los niños y niñas han venido construyendo sus mundos desde la música, la literatura y la poesía, esta última como instrumento de recuperación de un mundo dividido, fragmentado. La poesía y la filosofía fueron separadas en un momento caótico de la historia no narrable del pensamiento, lo que hace que los poetas tengan la labor de unir el pensar con el sentir, el amar con el crear. Quehacer que hacen los infantes en la implementación del conocimiento con el afecto, de tal forma que su crecimiento no solamente es individual sino grupal, en ese intercambio de afianzar valores, para superar frustraciones y posibles errores. Al respeto conviene decir que la labor de escuela y la familia debe centrarse en enseñar a pensar, reflexionar, analizar y ordenar el pensamiento. Enseñar a pensar es enseñar a dudar, a 163


cuestionar, interpelar, plantear preguntas y buscar soluciones. Es decir, que enseñar a pensar a los infantes es conciliar la comprensión con la aplicación, es buscar los aspectos positivos, negativos e interesantes de las cosas, es echar a volar la imaginación para soñar con el futuro, es interpretar y es también desaprender esquemas que han perdido validez.

164


Referencias Acosta Ayarse, A. (1998). Planeación y derechos de la niñez. En Alvarado, S. y Ospina, H. Ética ciudadana y derechos humanos de los niños. Santafé de Bogotá: Cooperativa Magisterio. Diker, G. (2009). ¿Qué hay de nuevo en las infancias? Buenos Aires: Instituto del Desarrollo HumanoCoedición Universidad Nacional General Sarmiento- Biblioteca Nacional. Gaitán, L. (2006). Sociología de la infancia nuevas perspectivas. Madrid: Editorial Síntesis. Luria, A.R. (1995). Conciencia y Lenguaje. Visor. Madrid. Rogoff, B. (1993). Aprendices del pensamiento. Barcelona: Páidos. Santamaría, Flor Alba y Barreto, Martha Elena. (2007). Lenguaje y saberes infantiles. Ed. U Distrital. Bogotá.

165


Astrid Marlene Richter Martínez Sobre el dar Sentido

Resumen Filosóficamente se ha hablado del sentido de la vida desde el comienzo de este pensamiento. Se han planteado varias preguntas “base” para llegar a una respuesta reflexiva y directa, pero no necesariamente será sincera o personal. Podríamos responder cualquier cosa que nos hayan dicho que debemos contestar, podríamos hacerlo igual con frases que hemos leído y escuchado en las calles. ¿Cuál es el sentido de la vida?, ¿Qué hacemos y por qué estamos aquí? ¿Para qué estamos aquí? ¿Hacia dónde nos dirigimos y de dónde venimos? Muchos conocen el ciclo de la vida biológica, de la vida en cuestiones productivas, el ciclo de la vida académica o profesional. ¿Qué sucede en medio?

Palabras clave: Filosofía, Sentido, Hermenéutica, Existencialismo, Lenguaje, Pensamiento.

166


Al hablar de Sentido, como algo que invita o espera acción de nuestra parte (no necesariamente física sino mental), usualmente recurrimos a salidas ya conocidas sobre cómo realizar tal acción. Esto puede efectuarse a manera de inercia, por convenciones socio-culturales, por lo que nos diga la familia, y por todo aquello que nos muestre ya un “modelo” de principio a fin sobre cómo debemos pensar para llegar a tener o ser lo que deseamos. El verdadero reto consiste en crearnos el camino; forjarlo y sembrarlo nosotros mismos (tal vez ayudándonos un poco con las conclusiones a las que hemos llegado por medio de la observación de tales caminos ajenos), pero creando uno nuevo.

Filosóficamente, se ha hablado del sentido de la vida desde el comienzo de este pensamiento. Se han planteado varias preguntas “base” para llegar a una respuesta reflexiva y directa, pero no necesariamente será sincera o personal. Podríamos responder cualquier cosa que nos hayan dicho que debemos contestar, podríamos hacerlo igual con frases que hemos leído y escuchado en las calles. ¿Cuál es el sentido de la vida?, ¿Qué hacemos y por qué estamos aquí? ¿Para qué estamos aquí? ¿Hacia dónde nos dirigimos y de dónde venimos?

Muchos conocen el ciclo de la vida biológica, de la vida en cuestiones productivas, el ciclo de la vida académica o profesional. ¿Qué sucede en medio? Todas nuestras acciones; cotidianas, pasajeras, repetitivas, las que llevan al disfrute y a la responsabilidad, ¿para qué? Actuamos como actuamos gracias a la combinación de muchos factores, pero pocas veces reflexionamos sobre ello. ¿Cuál es el fin de actuar así?

Desde estas primeras preguntas, se amplían las perspectivas sobre el tema. Hay quienes piensan que hemos mejorado o empeorado como especie, quienes toman la reproducción humana como justificación para decir que ese es el sentido íntegro de la vida. Quienes lo ven como un tipo de oportunidad para realizar todo lo que les plazca sin importar el perjudicar a otros en el camino, o quienes gustan verlo como una oportunidad única de disfrutar lo que tienen a su alrededor, entre otras perspectivas.

Una respuesta pertinente sería creer que la vida misma no tiene sentido, porque el hecho de que estemos aquí es casual. Si es casual se dice que no fue premeditado, entonces no tiene una 167


finalidad en sí misma. La clave está en lo que uno realmente piensa y siente con su propia vida. Todos evolucionamos, cualquiera (al menos que sea por una enfermedad o algo parecido) puede reproducirse y dejar a otro “alguien” en su lugar, que siga sus pasos y sus convicciones. Todos podemos sentir amor o empatía hacia el otro, pero la vida se vive sólo en primera persona.

Hay quienes piensan que el sentido de la vida se trata de algo paradójico que sólo se busca pero nunca se tiene la certeza de encontrarlo; por otro lado están quienes piensan que no hay sentido alguno y que nuestra vida es por mero accidente biológico. Siendo seres pensantes, bien hubiéramos podido inventarlo para no sentirnos desdichados; pero igualmente al ser criaturas con pensamiento abstracto necesitamos ese <algo> que justifique todas nuestras acciones y sensaciones humanas. Llámese impulso para mejorar, para ayudar, para estar ahí con el otro, llevar a cabo actitudes y acciones que vayan de acuerdo con nuestras posibilidades, con nuestro pensamiento y con nuestras convicciones.

Al asumir que nuestra existencia es finita y temporal aprovechamos más las oportunidades y apreciamos más la vida, precisamente al contemplar que todo eventualmente se acabará, buscamos asegurarnos de vivir al máximo la única vida que tendremos. Tal vez no haya un sentido existencial que englobe a todos los seres, pero sí uno que podamos encontrar en elementos y acciones pequeñas en nuestro diario vivir. El hecho de que tales acciones sean finitas es irrelevante, porque sabemos que seguirán existiendo muchas más que nos reflejen o que nos muestren algo a lo que podamos dar o a lo que podamos encontrarle un sentido existencial de manera personal.

El ser humano está diseñado de acuerdo a sus necesidades vitales, intelectuales y sociales. Tiene extremidades que le permiten el movimiento y estabilidad de espacio, tiene también intelecto e instinto, capacidad del lenguaje y de socialización o afecto. Todo este diseño le permite al hombre sobrevivir y fortalecerse de entre sus prójimos. El sentido de la existencia del hombre es ser feliz, muchos afirman. No es encontrar la felicidad como si fuera una meta o un reto difícil de alcanzar; es ser feliz ante las circunstancias y acontecimientos que se nos presentan. La imperturbabilidad de ánimo podría ser considerada la herramienta o pieza clave para cumplir con nuestro sentido de manera más universal. 168


Ahora, si tomamos la perspectiva optimista, si damos por hecho que la vida y sus acciones tienen sentido en sí mismas, podríamos analizar todo nuestro entorno de manera socio-cultural y de manera mental. Ambos ámbitos se mezclan y realmente no está clara su división. Coexisten; una pertenece a la otra y viceversa.

Si todo se tratara de una simulación, podríamos dar por hecho que no se acepta la característica existencial de ser efímero. Entran entonces en juego los conceptos como lo momentáneo, acciones a manera de ensayo, lo informal, y, hasta podríamos mencionar lo “irreal”, pero no es así. Las simulaciones consisten en llevarlo todo al ámbito mental. Todo nuestro conocimiento, nuestro conocimiento del conocimiento, lo que dejamos a un lado cuando pensamos en algo, dejar ‘eso’ en la esquina pero seguir considerándolo en nuestro pensamiento. Por otro lado, podríamos catalogar como simulación a la empatía con el otro; cuando duele, cuando enferma, cuando sufre. Llevarlo todo a lo que se conoce como “circuito de espejo” donde la comprensión del entorno contribuye a la evolución del lenguaje humano. Ya sea del primer, o del segundo modo, la simulación es aquello que contextualiza las categorías que representan en situaciones de fondo (los objetos, acciones, accionarios y estados mentales).

Ya no se habla de una representación del objeto, como lo hace una perspectiva realista donde las palabras significan cosas, como si fuera una obra de arte (donde se percibe una realidad metafórica), una pieza de imitación, una sombra de algo. Tampoco se trata de un punto de vista nominalista, donde se puede hablar de un objeto pero de manera flexible. No es un esquema gráfico como estructura que se repite dentro de nuestros procesos cognitivos, estableciendo las pautas de comprensión y razonamiento, y con aquellos esquemas de imagen que se forman a partir de nuestras interacciones corporales, de la experiencia lingüística y de contexto social. Gracias al descubrimiento de las interacciones entre lenguaje y simulación, el proceso de cognición ya es visto como algo independiente de lo corpóreo.

Lo que la gente percibe son estados internos, y esto lo hace a manera de procesos muy complejos que engloban lo que el ser humano vive en sociedad y lo que piensa o razona para sí mismo; por eso todo se trata de una simulación. En términos lingüísticos podríamos decir que 169


los marcos cognitivos entran bastante bien en esta perspectiva sobre el sentido, pues la estructura cognitiva de las formas lingüísticas o de la semántica es lo que le brinda un sentido a las experiencias.

Los estados del cuerpo-mente son y causan efectos de condición social, que lo podríamos comparar con el proceso que ocurre cuando comprendemos un texto porque simulamos lo que representa su contenido. Lo llamamos proceso comprendiéndolo como algo que ocurre paulatinamente, con sus debidas pausas y tiempo para reintegrarse y llegar a la comprensión; aunque esto ocurra de manera simultánea. No se puede comprender lo social y lo mental por separado (con una separación marcada). Sus múltiples acciones suceden al mismo tiempo, superpuestas.

Esto sólo podría distinguirse mentalmente a manera de marcos, pues cuando nos formamos o construimos un frame marcamos nuestro pensamiento a manera de modelos, de esquemas, de conocimiento plasmado en un tiempo-espacio particular. Cada persona construye un frame determinado e irrepetible, pues éste se forma con la experiencia. Gracias a las experiencias personales se pueden crear, destruir, recrear o reinventar los frames. Aquí también podemos mencionar que cierto acontecimiento puede ser percibido con rechazo o como negación, comparándolo o no con otro frame ya sea propio o de alguna otra persona. Para alguien, viajar a cierto lugar puede traerle gratos recuerdos, dicha o ilusión. Pero para otra persona puede traerle a la mente un esquema o un frame completamente distinto. Eso podría ser interpretado como una negación del suceso, ya que no necesariamente la negación debería ser tomada como algo gramatical o relacionado con la escritura.

Debido a que no podemos escapar de los prejuicios socio-culturales que nos hacen entender o comprender algún modo de ‘visualizar’ las cosas en particular, los seres humanos intercambiamos significados. Nuestra mente siempre opera en contextos específicos, lo universal o lo compartido son los principios de relaciones y de acceso. Siempre hay barreras, conceptos contrarios, pero al separar a éstos por grados se nubla un poco el límite preciso que lo distingue de su contrario. Ya sea de manera mental, como la conceptualización o la identificación de un proceso por medio de separación, el etiquetar algo como lo uno o lo otro 170


(categorizarlo), o viéndolo desde la perspectiva social donde hace función la pragmática y los mensajes ocultos dentro del mismo lenguaje. Le damos sentido al lenguaje siempre tomando en cuenta el contexto y la situación, nunca de manera separada.

Para nuestro cerebro es necesario clasificar todo lo que conoce y a esto también hacemos referencia a los límites de zonas de transición que lleva consigo: los límites claros, la vaguedad o la imprecisión. Con esto se esclarece un poco la diferencia entre unidades mentales y unidades verbalizadas, ya que los “prototipos” no existen como tal, solo son utilizados para marcar límites en lo genérico.

Con esto, podríamos enlazar la teoría de la necesidad de un sistema ecológico ya que si nuestro cerebro clasifica y categoriza todo lo que conoce, es muy probable que se tenga que deshacer (al menos por un momento) de ciertos prototipos o conceptos que no le son útiles para cualquier evaluación, ya sea epistemológica, categórica, existencial, etc. Nuestras definiciones y prácticas no deberían ser tan cerradas o estáticas, puesto que el ser humano es en sí mismo cambiante y evolutivo, sigue que sus actos trascienden en el mismo sentido. Los sistemas eco-sociales, puesto que son dinámicos tienen complejidad de estructura jerárquica. Estos sistemas al ser utilizados por el hombre, también cambian gradualmente de generación en generación. Se transforman, se reinventan, y así progresan.

Ya sea que el, o los sistemas utilizados por el hombre se empleen a base de jerarquía o no, pensamos que es probable que utilice ambas opciones, ya que del mismo modo todo depende del contexto y de la situación donde se encuentre. Puede que no utilice su sistema jerárquico, sino que, como la gramática funcional, sea simultáneo y diverso contando con funciones y metafunciones como una pronta categorización para los procesos mentales y sociales que él mismo emplea.

El pensamiento a menudo no posee imágenes, sino que se produce sin que se tenga consciencia de ello. El método introspectivo es muy limitado como herramienta para observar los procesos mentales, lo cual llevó a tratar de encontrar otro método para estudiar el comportamiento social como consecuencia del trabajo que efectúa la mente. Los enfoques sobre el pensamiento y el 171


razonamiento ya no se centran en las “representaciones” mentales, ni en los procesos que se derivan de nuestra capacidad de pensar con todas sus limitantes.

Debido a la complejidad de los paradigmas empleados en tiempos anteriores para la comprensión del funcionamiento mental, se siguió el estudio teniendo como base ciertos protocolos que se debían cumplir para que pudiéramos dar por hecho que la mente funcionaba como debería, pues los estudios experimentales dictaban que se captaba de manera más real el resultado requerido pero, no contaba con una única explicación sobre cómo lo que esas personas dicen se relaciona con lo que está ocurriendo en el interior de su mente.

Muchos de nuestros pensamientos se componen de conceptos que utilizamos para categorizar las cosas del mundo, y debido a la casi-infinita variedad de ideas que tenemos gracias a esos conceptos, han tratado de estudiarlo basándose en modelos sobre redes semánticas y prototipos. De esto se deriva que los conceptos no son independientes de la teoría de dominios a los que se aplican. Los mapas mentales no siempre están organizados de manera jerárquica o de escala, sino que existen también los mapas radiales para la comprensión semántica de cualquier tipo.

Podríamos concluir entonces también que el razonamiento cotidiano difiere del formal, aunque ambos se relacionan. El cotidiano por su parte, se basa en la construcción de modelos situacionales y en su uso para inferir si está de acuerdo o no con ellos, mientras que el razonamiento formal lo encontramos más fácilmente en la resolución de problemas, sobre todo los de tipo aritmético y matemático. Ambos tipos de razonamiento son válidos, pero lo pertinente sería inferir que cada persona crea sus propios modelos de razonamiento para resolver problemas ya sea de tipo cotidiano o de tipo formal, intentando reducir la cantidad de esfuerzo que debe utilizar para ello.

Aun así, las relaciones entre los procesos cognitivos estudiados en diferentes áreas del pensamiento son más estrechas de lo que permitían los estudios tradicionales. Cualquier intento de imponer un orden en el pensamiento es válido, pero creo que la realidad ‘mental’ no dejará atraparse tan fácilmente por su característica intrínseca de abstracción. Cuando la gente piensa, lo hace sobre partes del mundo, pero este mundo puede ser real o imaginario. Sin embargo, la 172


gente posee una racionalidad limitada. Cuando se utilizan ciertos procesos mentales, a menudo fallan debido a ciertas limitaciones de la actuación humana; en cuestiones de memoria, atención o tiempo que le tome llevar a cabo una decisión. Aquí debemos mencionar dos aspectos de dirección sobre el pensamiento humano: la capacidad de construir y valorar sistemas lógicos, y nuestras dificultades para hacerlo.

La naturaleza y complejidad de nuestros procesos del pensamiento, es decir, la mera capacidad de pensar parece diferenciar a las personas del resto de los animales. Vemos cómo de cualquier manera, utilizando cualquier sistema, método, o tipo de proceso de comprensión, se rompe la dicotomía entre lo que antes se tomaba como buena o mala respuesta ante un experimento o examen ya sea de tipo mental o de tipo social, inclusive de si cierto esquema o modelo fue bien o mal planteado en su momento. Es la mente la que tiñe las cosas, siendo capaz de transformar los fenómenos y dotarlos de un aspecto cualitativo con una potencia ilimitada, de tal forma que la naturaleza de las cosas parece ser idéntica a la naturaleza de la mente. Si el ser humano podrá comprender del todo a lo que ocurre dentro de su mente cuando piensa, y esto lo hace mientras está pensando, los errores y cabos sueltos siempre darán pie a nuevos métodos de estudio sobre el tema. Si llegara a alcanzar la total comprensión de lo que la acción pensar y razonar implican, eso solo el tiempo lo dirá. Tomémoslo como un reconocimiento e invitación al descubrir el sentido al estudio del lenguaje.

173


Bibliografía: 1. Barsalou, Lawrence W. (2008) Grounded Cognition. Annual Review of Psychology. 59: 617– 45 2. Jackendoff, R. (1993) Introduction to Semantic Structures. Cambridge. MIT Press 3. Lakoff, G. (1988). “Cognitive Semantics” En Marco Santambrogio, Umberto Eco, Patrizia Violi: Meaning and Mental Representation. Indiana University Press: Bloomington and Indiana. 119-154. 4. Fauconnier, G. A. T., Mark (2002), The Way we Think. Conceptual Blending and the Mind´s Hidden Complexities. New York: Basic Books. 5. Frawley, William. 1992. Linguistic Semantics, Lawrence Erlbaum Associates: Hillsadle, New Jersey 6. Ungerer, F. y Hans-Jörg Schmid, (1996), An Introduction to Cognitive Linguistics, London: Longman. 7. Lemke, Jay. 1993. "Discourse, Dynamics, and Social Change." Cultural Dynamics 6 (1): 243275. 8. Halliday, M.A.K, y Matthiessen, Christian M.I.M. (2004) Introduction to Functional Grammar, Hodder Arnold: London.

174


Felipe Cardona Pulido La nostalgia del aristócrata: Una mirada a la actualidad del arte Hablemos de una situación evidente: El arte como fenómeno cultural ha sido alterado en su fibra más esencial. Una nueva concepción toma fuerza, no sólo en el método de trabajo del artista, sino en la forma en que el espectador interpreta las piezas artísticas. Ya el filósofo alemán Walter Benjamin, animado por su carácter visionario, había reflexionado sobre este nuevo talante del arte en un ensayo titulado La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica. El texto que salió a la luz en medio de una coyuntura histórica marcada por la inestabilidad generada por el advenimiento de los nacionalismos en Europa, presenta una nueva forma de entender el arte en el núcleo de las incipientes sociedades industriales. Para esta nueva concepción el filósofo alemán destaca el papel de las revoluciones tecnológicas y su influencia decisiva en la técnica artística. El cambio sustancial ocurre, según el filósofo, cuando las piezas artísticas se reproducen en serie de forma ininterrumpida en cualquier medio o superficie.

Este potencial de reproducibilidad altera

definitivamente la obra y la convierte en un objeto de consumo. Podemos tomar como ejemplo a la Monalisa de Leonardo Da Vinci, quizá la obra más reproducida en la actualidad. Ya no tenemos que viajar al Louvre en París para conocer la pintura, al contrario, debido a su presencia intimidante en casi toda nuestra cotidianidad, es casi imposible no conocerla. Esta “industrialización” de la imagen genera por consiguiente un cambio en los criterios de percepción. El también filósofo Eduardo Cadava, entusiasta de la teoría de Benjamin, cree que esta condición, lejos de favorecer al arte lo afecta de manera negativa. Cada vez que una obra se reproduce se acerca cada vez más al abismo del desconocimiento, hay digámoslo de cierta forma, una infidelidad al original que conduce a la extrañeza. Entre más popular es una pieza artística es más factible que la intención inicial del artista se difumine entre la infinidad de interpretaciones que resultan de esta abundancia descontrolada. Otro aspecto capital por destacar en este giro de la percepción se refiere al estatus del espectador. La producción en masa de imágenes artísticas termina por impactar a personas antes vetadas por su condición social. Ocurre entonces que la élite letrada cede sus privilegios intelectuales para que cualquiera pueda disfrutar de los bienes artísticos. Benjamin, que se debatía entre la época romántica y una nueva era mucho más práctica escribió con nostalgia: “el arte pierde el aura cúltica que 175


previamente lo elevaba como una sagrada reliquia, por encima del profano mundo cotidiano del espectador”. Es claro que la referencia de Benjamin hacía el mundo profano no es otra cosa que el coletazo de una élite intelectual que veía como el arte entraba a formar parte del dominio público. Benjamin da voz a los aristócratas que pierden la exclusividad, es el abanderado de las elites pierden su distinción. Por lo demás su concepción es clara, el arte está ligado a lo sagrado y sólo las mentes privilegiadas están a la altura de estas reliquias de la humanidad. Sin embargo, pese a que este coloquio con Benjamin nos haya dejado un tanto desesperanzados, hay otros factores a tener en cuenta que nos obligan a mirar este fenómeno de forma distinta. Que el arte se haya convertido en un objeto de consumo no quiere decir que haya perdido su contundencia simbólica. Al contrario, su papel es cada vez más activo. Es obvio que sus funciones se vieron alteradas al entrar a ser parte del dominio popular, pero esto no desmerita en nada su nuevo carácter. Este giro en la naturaleza del arte ha generado una nueva generación de artistas, que lejos de refugiarse en la nostalgia de lo excepcional, han aprovechado la condición popular del arte para generar hechos que superan lo meramente estético. Se trata de aprovechar la popularidad del arte y su acogida simbólica para generar debates abiertos y construir conocimiento. Es así como el artista se convierte en un sujeto activo al dinamizar su campo de acción. A veces este vínculo con la sociedad se hace tan estrecho que el artista termina por involucrarse de lleno en la promoción cultural. El artista ha salido de su autismo de buhardilla para buscar nuevos escenarios, el lienzo se ha quedado rezagado para darle pie a otros formatos como los muros de las calles, las prendas de vestir y las plataformas multimedia. También los egos se van diluyendo y se forman colectivos de artistas, grupos que abogan por las reivindicaciones sociales. Es de esta forma que el arte se convierte en un instrumento de interacción social, la obra pasa a un segundo plano y se da privilegio a la atmosfera, al espacio artístico, al diálogo y a la interacción de distintos imaginarios. Todo esto siguiendo el proceso de popularización de las iniciativas culturales. Las piezas artísticas también salen de la comodidad del museo y se forman exposiciones en bodegas y casas abandonadas, generando así nuevos espacios de significación con el público. Cada vez hay más espacios de participación. Un fenómeno muy común en varias capitales del mundo son los circuitos artísticos que se forman en los barrios marginales.

176


Toda esta oleada artística es ejemplo tangible de cómo a través de la divulgación y la intención pedagógica el arte fortalece su presencia dentro de la cultura. Es a través de estos espacios, que hoy son pedagógicos y casi siempre gratuitos, que el público se reconcilia con el arte. Estamos muy lejos de lo que proyectaba Walter Benjamin, el arte no ha perdido su magia. Sólo debemos entender que esta magia tiene una naturaleza distinta, una mucho más ligada al hecho de que la obra de arte está a nuestro alcance y que puede ofrecernos infinitas posibilidades.

177


Derrida o la odisea imposible de la amistad “Ahí donde crece la salvación crece también el peligro” Hölderlin

Retrato de Derrida realizado por Arturo Espinosa. Foto tomada de Wikipedia

Encontremos la violencia allí donde no se ve, donde no levanta sospechas. Escarbemos en la normalidad, en esos principios que al parecer son incuestionables y que edifican nuestras relaciones de amistad. El filósofo Jacques Derrida aparece en escena, es el elegido para dar el giro, para cuestionar la vida desde lo cotidiano y abordar esta cuestión. El pensador argelino sabe que es en la normalidad donde se esconde la más temible de las tiranías: la que no se cuestiona y se valida gracias la fuerza del hábito. Desde sus primeros escritos Derrida asume una agenda radical, su actitud combativa lo lleva a enfrentar los conceptos que se expresan con mayor naturalidad, esos que resultan inmediatos para cualquier persona en su día a día. A parte de otras cuestiones como el amor, el lenguaje y el perdón, es significativa la atención que el pensador le presta a la amistad. Para el filósofo las relaciones que implican la presencia del otro resultan determinantes para entender al sujeto. Es en el otro donde podemos reconocernos, el otro es el reflejo de lo que somos. Al pensar sobre la amistad, Derrida nos arroja a un campo lleno de conflictos y paradojas. El pensador contamina el concepto tradicional de la amistad, lo perfila como un acto político donde prima una 178


relación de poder. El filósofo incluso va más allá y sostiene que ninguna relación puede establecerse sin la intención de poder. El otro sólo importa como un medio para alcanzar lo deseado y por tanto toda relación se establece a través de la disolución. Si el otro entra en un vínculo conmigo en función de lo que me importa, termina por disolverse. Sucede lo contrario cuando yo soy el que cede, soy anulado por el deseo del otro. Es así como la amistad entra en una lógica de supresión, incluso en los actos más insignificantes se inscriben bajo esa premisa: En el simple acto de reclamar la atención del amigo ya hay una intención de anularlo temporalmente. Esta lógica expresa claramente una contienda en la que nunca hay dos ganadores, Si se resuelve el conflicto quiere decir que alguien gana, que se impone sobre el otro y lo suprime. Ahora bien, eso no quiere decir que entre dos personas no exista la compatibilidad y la semejanza. Todo lo contrario, el hecho que permite la amistad es precisamente que se establezcan acuerdos sobre los intereses de cada cual. Pero el conflicto nace de esos acuerdos. Siguiendo las lecturas de Nietzsche, Derrida afirma que siempre en la semejanza es uno el que asemeja al otro. Es uno el que inicialmente impone las reglas, uno define y el otro cede. A esta relación de dominación esporádica hay que sumarle otro factor determinante para que exista la amistad. Se trata de la reciprocidad: La necesidad de que el otro responda a mis actos, que presente dones equivalentes a los que yo le profeso. Derrida arremete contra este concepto, para él la reciprocidad se esconde bajo un interés transaccional que afecta las expresiones genuinas de la amistad. La amistad no puede ser reciproca porque convierte el acto de dar en un intercambio, una suerte de relación económica donde yo doy esperando una recompensa del amigo. Sin embargo, ¿si no se espera nada del amigo es posible la amistad? en este punto nos encontramos con una paradoja, el dar no puede desembarazarse del acto de esperar, es nuestra condena y nuestra imposibilidad de ser enteramente libres. Es decir que sólo amamos al amigo en tanto esperamos alguna retribución de su parte. Este punto tan conflictivo nos hace plantearnos la amistad en nuevos términos. Primero nos encontramos con que la amistad entre dos iguales no es posible en tanto hay un dominador y un dominado, y ahora nos encontramos en que no es posible la amistad desinteresada porque que siempre hay un interés de por medio. A esta nueva cuestión Derrida le suma otro punto determinante que también surge de indagar a profundidad sobre los beneficios de la amistad. Derrida pone en entredicho la benevolencia de los amigos. A pesar de que un amigo no busca de manera consciente hacernos daño, es poco lo que puede aportarnos para mejorar como personas. Esto se debe a que al momento de suprimir el conflicto con el otro entramos en un estado de suficiencia que 179


no nos permite conocer nuestras debilidades. Caso contrario sucede cuando el enemigo ataca. El extraño, el que es ajeno a nosotros irrumpe para hacernos daño y es en ese ataque cuando vislumbramos nuestras propias limitaciones y somos conscientes de nuestros puntos débiles. El enemigo entonces nos habilita, nos obliga al movimiento y la expiación. La intención del enemigo por destruirnos provoca que hurguemos en zonas que no operan en el sosiego de la amistad. Por eso no se equivoca Nietzsche al decir que mi mejor amigo es mi peor enemigo. Es precisamente en la cercanía y en la ausencia de conflicto de la amistad la situación de menor provecho para nuestro crecimiento existencial El veredicto de Derrida no puede ser más desmoralizador, reivindica la imposibilidad de relacionarnos con el otro en tanto es imposible salirnos de nosotros mismos, de arrancarnos la necesidad de desear, de siempre esperar algo a cambio y de trascender sin conflicto. Sin embargo, el filósofo deja un camino abierto para replantear la concepción de la amistad. Un camino por lo demás donde las fronteras entre la noción de “amigo” y “enemigo” se revalidan y nos hacen pensar en una nueva forma de vernos. Es desde esa nueva posición que tenemos que plantear una nueva noción de amistad. Quizá la respuesta esté muy cerca a lo que Epicuro planteó casi dos siglos antes que el filósofo argelino. El griego pensaba que el éxito de la felicidad estaba en evitar a toda costa la dependencia, en buscar una relación sin sujeción, en estar conscientes de la transitoriedad del amigo y saber que su presencia es simplemente un destello del azar, un brillo que no nos pertenece y que tarde o temprano se esfumará, un capricho del destino que, así como lleva a la gloria, también puede llevarnos a la desesperanza.

180


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.