El futuro del ayer, hoy. Año 1, Número 1

Page 1

CARTA DEL COMITE EDITORIAL

Tijuana, Baja California, a 27 de junio de 2018

El Internet ha generado tantas posibilidades como ideas se le han tirado al frente, en los últimos diez años hemos visto el progreso de las redes sociales y como han ayudado al crecimiento de empresas y proyectos, de la misma forma la posibilidad de auto-publicarse, un tabú en tiempos anteriores, hoy es una opción tan válida como cualquier otra por medio de la cual podemos ofrecer esta revista de manera gratuita en su versión digital y por un costo mínimo en su versión física a millones de usuarios.

¿Por qué es importante esto? Desde hace diez años ha existido un deseo de escribir y publicar, los costos nunca permitieron que esto fuera una realidad y las posibilidades que saliera mas allá de un grupo cercano de amigos que pudieran o no leer estos escritos hicieron que esta idea quedara guardada por muchos años.

A finales del 2017 resurgió la idea gracias al proyecto del Doctor Luis Carlos Lopez Ulloa para publicar un libro por su cuenta, este trabajo por si tienen la suficiente curiosidad de buscarlo puede ser encontrado en Amazon bajo el nombre de RUFFO: Confesiones y conversaciones con el primer gobernador de oposición en la alternancia mexicana.

He aquí el esfuerzo de seis meses de espera, un impulso y una idea que ha existido en mi mente desde hace más de diez años, de este largo tiempo de espera es de donde la revista ha heredado su nombre: “El futuro del ayer, hoy”, para que todos los deseos de escritores, poetas, literatos y adictos a escribir 1


pudieran encontrar un espacio libre donde sus derechos sigan perteneciendo a ellos y puedan publicarlo en otros lugares tantas veces como quieran y para que deje de existir el remordimiento del ayer, el deseo que nunca llega del mañana, para que solo exista la realidad del hoy.

Extiendo mi eterno agradecimiento a todos los pioneros que participaron en este primero número, muchos más vendrán y cuando esto suceda son bienvenidos a publicar nuevamente, a todos aquellos que viven con el deseo o el remordimiento, no existe mejor día que hoy para publicar aquello que ha vivido en el alma por tanto tiempo y no ha encontrado la salida.

Presidente del Comité Editorial Vicente Manuel Muñoz Milchorena

2


NOTA SOBRE LOS DERECHOS DE AUTOR Y LA REVISTA Los derechos de autor pertenecen a los autores correspondientes, la revista “El futuro del ayer, hoy” extiende la licencia CC BY 4.0, Licencia de Atribución 4.0 Internacional, para proteger los derechos de autor la cual requiere dar créditos de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia e indicar si se han realizado cambios.

Las obras contienen el nombre o seudónimo que los autores han seleccionado para proteger su identidad, de requerir otra revista, pagina, editorial o individuo la información de los autores esta petición será consultada con los autores correspondientes de manera inicial ya que creemos en la libertad y el derecho a expresión al igual que creemos en el derecho a la privacidad y anonimidad.

En enlace a la licencia puede ser encontrado por medio de la siguiente liga: Licencia de Atribucion 4.0 Internacional.

El contenido de las obras de los autores se ha mantenido tal cual como ha sido mandado a nosotros, las modificaciones que hemos realizado son de índole gramatical y de formato que incluyen tipo de letra, tamaño de letra e interlineado.

El Comité Editorial de esta revista mantiene los derechos de autor del producto final, la revista en su formato digital y físico, y reconoce que es un trabajo colaborativo sobre el cual no mantiene ningún derecho.

3


CARTA DEL COMITE EDITORIAL

1

NOTA SOBRE LOS DERECHOS DE AUTOR Y LA REVISTA

3

POESIA

5

De rodillas

5

Inspiración

6

Un beso

8

ESCRITO CORTO

9

Vuelvo en cinco minutos

9

La oscuridad cesó de golpe

13

¿Vivir o existir?

17

Vuelo de Neón

20

Dentro de la bruma

21

Dron

23

Sirena de Santa Rita

26

ENSAYO

32

Woolf y la hermenéutica en manecillas.

32

Depresión y baja autoestima en la adolescencia

46

4


POESIA De rodillas Te entrego la soberanía de mi cuerpo mientras mi respiración entrecortada sea producto del ritmo marcado por suaves movimientos pélvicos guiados por el bajo de alguna canción; Y Me pongo de rodillas cual devota, me pongo de rodillas pero no es para suplicarte, me pongo de rodillas sin que me lo pidas, me pongo de rodillas para saciar nuestras ganas Ni tu puta, ni tu sumisa Soy tuya cuando yo quiero Soy mía siempre. Acéptame como tuya, en este breve momento Entrégate como mío, sin arrepentimientos. Entrega sin promesas, sin esperar un futuro, entrega desenfrenada pero cautelosa, deja que esta anorexia sentimental se declare victoriosa

Con amor y locura Becca

5


Inspiración ¡Caprichosa! ¡Ingrata! ¡E ingobernable inspiración! Que me tiene suspendido tan solo de un cordón. ¡Que te vas y vuelves, sin explicación! Que me agitas y revuelves, Que me entiendes y no entiendes Que te necesito a mi lado a cada respiración.

Que maldigo tu ausencia, Y venero tu presencia. Préstame tus sedosos cabellos, Bajo esta, adorable, noche de amor. Que un beso tuyo, es un anhelo, Un deseo que deseo con tantísimo fervor.

Inspiración, ¡Traicionera! ¡Que todo lo quieres a tu manera! Dulce embustera, amante que no espera. Tú, que corres con maletas, sin decir adiós.

Que te quedas unas noches, Desvelando mi imaginación. Que me abrazas y me besas. Que me haces tuyo y me dejas. Que me arrullas con los cantos, De una bellísima canción.

Tú, danzante flama en mi interior, Bella damisela de humo y desnudez. 6


Tú, que alumbras y deslumbras, Mi elocuente estupidez. ¡Oh! Musa, mía, bañada en furor. Quédate una noche más a mi lado, Hermosa e indomable, Tierna y poderosa inspiración.

Alfonso Casián Sandoval https://www.facebook.com/alfonso.casian.3

7


Un beso Un viernes por la tarde, supe valorar mi primer beso que me dio mi novio, fue un beso apasionante en el cual me encanto y yo se lo regrese de nuevo, un beso que nunca olvidare, un beso que me alegro la tarde. En ese mismo viernes por la noche, me acorde de algo interesante, recuerdo que mi primer beso con el muchacho que ando ahorita, fue inolvidable por varias razones, que me hizo entender que una relación gay o homosexual, no es nada malo, ni tampoco una enfermedad como varias personas dicen, amar alguien de tu mismo sexo no tiene nada de malo, solo se feliz y siéntate orgulloso de quién eres. Hace 4 meses atrás recuerdo nuestro primer beso, fue un beso con amor, un beso que nunca pensamos que iba a suceder, hasta el momento nos hemos besado en público, y no hemos escuchado ninguna crítica o discriminación hacia nosotros.

Carlos RMZ

8


ESCRITO CORTO Vuelvo en cinco minutos Resumen: El cuento trata, brevemente, de una experiencia aterradora que le ocurre a un extraño al ingresar a un pequeño pueblo y toparse con un par de casas en especial. Cargado de un suspenso necesario, se va revelando un acto criminal reciente, tan reciente que resulta asombroso (y más aún con la lectura de la descripción final echa por el ficticio diario de “Algún lugar”). Humildemente, un cuento inspirado por la lectura de uno de los cuentos del señor Edgar Allan Poe, “el gato negro”. Palabras claves: Suspenso, crimen, extraño, experiencia, aterradora, homicidio.

9


Dedicado a mí amiga, Jade. “Vuelvo en cinco minutos”

Un extranjero entró en un pequeño pueblito en donde sólo había un par de casas. Esas casas estaban pintadas del mismo color y por pocas precisiones casi eran iguales. El sol se encontraba arriba del extranjero al momento que se acercaba a una de las casas donde al entrar al pórtico de madera golpeó unas pequeñas campanas colgadas. Golpeó varias veces y nadie salía. Continuó golpeando sin encontrar respuesta. Decidió ir a la casa de al lado. Para ello tuvo que caminar bajo el sol unos metros que casi fueron eternos. En aquella casa no había campanas, pero si había un cartel: “Vuelvo en cinco minutos”. La próxima casa se encontraba un poco lejos así que decidió que se quedaría allí a esperar que llegue el dueño. Busco uno de los escalones más cómodos del pórtico de la casa, el cual a diferencia de la casa anterior, este tenía un color rojo un tanto gastado. No se detuvo a pensar a qué se debía aquella elección del color. Tal vez habrá sido el calor de aquel día o - ¡no sé qué cosa!, mencionaba para si el extranjero, pero sintió que aquel lugar era algo extraño: muy diferente a lo que pudo haber imaginado nunca.

Empezó a mirar lo inscripto en el cartel de la casa tratando de descifrar algún mensaje que tal vez el dueño haya puesto a propósito, tal vez para advertir a los que se acerquen. Sonó algo ridículo pensar en eso para el extranjero: - ¿Que ocultaría la casa para que alguien quiera alejar a algún posible curioso? Nunca supo cuánto tiempo estuvo allí tratando de descifrar algo indescifrable; su reloj no funcionaba. “Vuelvo en cinco minutos”. Tal vez esos cinco minutos se convirtieron en diez, - ¡vaya a saber uno!, dictaba su mente. Tal vez la noción del tiempo del dueño era “antigua”, simplemente para dar cuenta que no se encontraba allí. - ¿Tal vez le ocurrió algo al dueño y su familia no lo sabe? No, eso no es de mi incumbencia.

Miro hacia afuera del pórtico y no vio nada raro, solo que una mosca se arrimaba volando y se posaba sobre uno de los escalones del pórtico moviéndose intranquila sobre una de las secciones desgastadas del pórtico. Al cabo de un momento observo bien el lugar donde rondaba la mosca y vio que era una “mancha” en lo que se asentó esta. - ¿Sera algún “dulce” o “rastro de fruta” lo que atrajo a esa mosca? No quiso pensar por qué algo así habría en el escalón. No sintió la necesidad de tocar la mancha para verificar qué era eso. Sin embargo, lo poseyó una pregunta: - ¿Acaso sería sangre? - ¡Sal, corre de aquí!

10


- Su mente gritaba con un tono muy bajo, es un lugar sospechoso. -No es nada, no es nada raro, se decía a sí. Al cabo de un rato le pareció que ya habían pasado más que aquellos cinco minutos que el cartel afirmaba en tono recto: “Vuelvo en cinco minutos”. Ya estaba cansado de esperar a lo que decidió levantarse y estirarse sin notar que, con ello, vería algo raro en la casa contigua. Vio algo moverse en aquella, más en específico en la ventana de arriba, la cual estaba abierta, cosa que no había notado. -Esto se está poniendo raro, comentaba para sí. El día estaba cada vez más llegando a su faceta más seria: en pocas horas comienza el crepúsculo. De pronto escucho algo, unos sonidos raros que no supo identificar de dónde venían, los cuales por lo menos no venían desde la casa en la que se encontraba. Le estaba hartando esperar, a lo cual se paró y se dispuso a caminar. En el “hasta ahora” pequeño trayecto que recorre hacia la casa continua lo espanto por lo “grande” que se había hecho el recorrido. En la primera casa golpeó las campanas nuevamente para ver si alguien lo atendía. Seguía sin respuesta. Pensó en ese momento que tal vez le estaban jugando una broma, una broma para asustar a los extranjeros y no molestaran. - ¡No, eso no harían! Otra parte de sí decía lo contrario. - ¡Te vieron la cara! ¡No ves que había movimientos en esta casa desde la ventana! Te están observando y riendo. Eso molesto e hizo cambiar el ánimo del extranjero. Molesto, caminó a paso acelerado hacia la casa del cartel y arremetió contra la puerta sin importar ni siquiera el cartel y desobedecer el mensaje. La puerta no ofreció resistencia y se abrió al más leve toque del extranjero.

Posterior a esto, el extranjero solo atinó a retroceder temblando, con sudor frío en la frente, su piel pálida y sus ojos estaban desbordados: cómo cual hombre al ver el rostro tan cerca del “miedo más primigenio”. Tragó saliva y no pudo ni siquiera decir nada, el extranjero huyó en ese mismo momento de aquella casa del cartel. Su corrida fue tal que levantó polvo al momento que se retiraba. No miro en ningún momento hacia atrás el extranjero, pero aquel cartel lo seguía mirando, con ojos muertos, sin vida, con un mensaje indescifrable. Tal vez la puerta vuelva a cerrarse y otra persona lea el mensaje. Aquel mensaje que el extranjero nunca jamás quiso haber leído: “Vuelvo en cinco minutos”. —

11


“Noticias de Algún Lugar”.

Noticia: Brutal homicidio en pequeño pueblo.

Una familia fue cruelmente masacrada en un lugar por sujetos desconocidos. Tal fue la violencia del hecho que es irreconocible la escena del crimen. Una de las personas constituyentes de la familia intentó escapar a la casa contigua y fue alcanzada por un cuchillo lanzado por uno de los asesinos. Con sus últimas fuerzas ingreso al domicilio de la casa de al lado y fue degollada en esa misma entrada. La familia dueña de la casa fue víctima también de estos actos. Los investigadores hacen los peritajes necesarios para buscar a los asesinos. Uno de los casos más grotescos de los últimos tiempos. Carlos Dario Romero

12


La oscuridad cesó de golpe Resumen: En este cuento breve se relata los últimos tres días de un hombre, los cuales están atravesados por una serie de frases y leyendas que ha leído en carteles publicitarios, etiquetas de bebidas alcohólicas y de la misma televisión que intervienen en el desarrollo de la línea de sucesos. Entre las cosas a destacar, se ve cómo el personaje afronta su realidad haciendo ingresar temas que van desde la amistad, el cansancio y la muerte, en especial, en uno de sus aspectos más interesantes: la muerte voluntaria. Dotado de una brevedad necesaria, en este cuento se ve una toma de decisión, la cual, deja abierta la posibilidad al lector de poder interpretarla. Entre otras cosas, podría ser considerado este breve cuento como el cierre a una historia que abre, a su vez, el camino a muchas otras.

Palabras clave: Existencia, Cotidianeidad, Alcohol, Amistad, Cansancio, Muerte voluntaria.

13


A mi amiga, Jade.

La oscuridad cesó de golpe.

Entre dos miedos: la luz y la oscuridad

La oscuridad cesó de golpe, sus ojos se abrieron y pudo comprender que de un golpe volvió a la realidad y a ser el mismo de todos los días. Comenzaba otra semana de monotonía en aquel vecindario de tonos grises, él apenas se estaba levantando de su cama nada modesta y caminando a su baño bastante lujoso. No hizo más que mirarse en el espejo y ver un rostro cansado y ojeroso. Al salir del baño tomó un trago de una botella de alcohol que está en una de las mesas camino a la puerta. Salió a la calle, un tanto concurrida por el horario. Mientras iba en su auto, casi llegando al trabajo, vio una serie de carteles publicitarios nuevos colocados en el camino. Al llegar vio a varios de sus compañeros, los cuales, en secreto, lo odiaban por aquellas razones estrictamente relacionadas al ámbito laboral. A pesar de ello, estimaba que esos seres en potencia podrían devenir “humanos”. Recordó la leyenda en uno de los carteles: “¡Sea feliz, compre chocolates Stuart!”.

Ya en el trabajo, la conversación, medianamente humana, que tuvo con sus compañeros contuvo algunas preguntas sinceras:

— ¿Cómo estás? -pregunto uno de sus compañeros. Pareció realmente

honesta esa pregunta, sin embargo eso no duró mucho. Le siguió otra pregunta por parte de otro, buscando crear alguna reacción y resultando de carácter insustancial,

— ¿Por qué sigues trabajando

aquí si tienes “buena pasta”? Sólo atino a dar una mirada que respondió por él:

— Disculpen, tengo

que retirar unos papeles. Vino a su mente una frase que leyó en una de las botellas que tenía en su casa: “Un momento para usted, un momento único al lado de “Lieber”, su bebida de mesa”.

Terminaba el día y su cansancio era el mismo desde el inicio del día. El cansancio siempre lo acompañó.

—Nací “cansado”, -se decía a sí. Al llegar a su casa se puso a pensar en los pequeños

momentos en los cuales ese “cansancio” se sintió en menor medida. Uno de ellos fue cuando habló con

14


aquella mujer tan comprensiva, otro cuando pasó por una vidriera de una gran librería de camino a casa donde vio un título que le llamó la atención; otro al por fin darles un “hasta luego” a sus “amigos”. “¡Termine su día con la mejor programación! Esta noche el mejor programa, 'La casa de Kreps'”.

Se escuchó en la televisión antes de apagarla. Luego se acostó en su cama. La noche parecía tranquila. Estaba a punto de dormirse. Eso lo tranquilizo más ya que sabía que ingresaría en aquel lugar donde su “cansancio” cesaba temporalmente. Incluso el cansancio necesita “descansar”.

Amaneció y sabía que tenía que ir a trabajar. Se paró de la cama y se preparó un pequeño desayuno. Cosa un poco rara, ya que no bebió un sorbo de alcohol en la mañana. Ya cerca de la puerta, decidió pasar por la librería a buscar aquel libro que le atrajo ayer. Lo compró e intentó leerlo en su pausa de comida (a pesar de estar en un lugar abierto y con el hecho de que sus “amigos” hablen, logró concentrarse). Logró leer gran parte del libro, seleccionando las partes que le intereso y marcándolas. Luego de ello, quedó en silencio un momento con un gesto indescifrable. Al final del horario de trabajo se despidió de sus “amigos” y al llegar a su casa prendió la computadora. Realizó una búsqueda estricta, sabía lo que buscaba. Consiguió un número de teléfono, habló por alrededor de veinte minutos y cortó. Salió a la calle a hacer un pago y llegó a su casa con una sonrisa. Fue a su heladera, abrió su mejor botella de alcohol, cocinó su mejor receta y leyó lo que le faltaba por terminar del libro. Al terminar, solo atino a acostarse. Encendió la televisión y su programación estaba a mitad de un comercial: “Termine su noche de la mejor manera. Ya viene La noche con Ytar”. Se levantó, desayuno y partió hacia su trabajo. Allí lo esperaba “aquel trabajo” de todos los días, sus “amigos” de todos los días, su “yo” de todos los días. Habló de temas cotidianos con sus compañeros de trabajo. Llegó la hora del almuerzo, tenía el suyo en mano, su libro y nada más. Mientras sus compañeros le hablaban de trivialidades, él con una sonrisa les daba ánimos para que continúen hablando. Miró su reloj y levantó un poco la cabeza. Un momento exacto, una hora, unos minutos, un espacio determinado. Pensó en aquel cartel que vio anteayer y en lo dulce que podría llegar a ser dicho chocolate:

15


“¡Sea feliz! Compre chocolates Stuar”.

Con su almuerzo en manos y su libro, también, cayó de frente al piso. Frente a las caras estupefactas de sus compañeros se derrumbó un ser. El libro que sostenía se teñía con aquel líquido rojo que brotaba, sin dejar que su título se corrompa, el cual fue realmente interesante de leer. Tan interesante que en aquel momento ni siquiera fue leído por sus compañeros. Entre reacciones inesperadas y caras estupefactas se alcanzó a leer: “Cuando los ojos se cierran, la luz cesa de golpe”.

Todo su ser se encontraba dispersado en el suelo, una flecha lo sacó del mundo, está atravesaba su rostro.

Carlos Dario Romero

16


¿Vivir o existir? Vivir y existir no es necesariamente lo mismo, es más tú puedes vivir y no existir pero no puedes existir sin vivir, y no me refiero a las cosas inanimadas, me refiero a cada ‘persona’, un ejemplo muy sencillo es que si yo ‘vivo’ disfruto cada momento, soy feliz pero en algunos momentos tiende uno a deprimirse, aburrirse y arrepentirse mientras que si yo decido ‘existir’ disfruto cada momento, soy feliz, me asombro y lo más importante, no me arrepiento. Según muchos filósofos solo tenemos una limitada toma de decisiones (es absurdo perder tiempo en decisiones para luego arrepentirnos). Pero las decisiones que realmente importan tales como: ¿Quién decidió nacer?, ¿Quién decidió el aspecto que iba a tener?, ¿Quién decide cuándo va a morir? Esas preguntas importantes nunca nos las hicimos, simplemente han sido impuestas pero hay algo bueno, hay decisiones que tomamos por nuestra cuenta, son tan básicas pero realmente importantes, por ejemplo: ¿Cómo me visto ahora?, ¿Me baño?, ¿Hago la tarea? Es cierto que responder estas preguntas que parecen no tener trascendencia, ayudan a formar los detalles que hacen nuestra esencia como seres perfectos, pero, la decisión más importante que vamos a poder tomar sin que sea impuesta y sin ayuda de nadie es la siguiente: ¿Yo, quiero vivir o existir? Vivir como tal es una parte de la filosofía existencialista, ya lo dijeron los Epicúreos “Vive el momento”, ya lo dijo Kierkegaard “Existe una fase estética donde se toman decisiones con relación al placer”. El sentir placer en cada uno de nuestros actos es vivir, pero el problema de vivir es que obviamos la importancia que tiene nuestro entorno (naturaleza), pues damos como hecho que todas las cosas ya están descubiertas, tienen un sentido lógico y que la naturaleza como tal es predecible.

17


Mientras tanto, existir, es no dejar morir el asombro, la capacidad de asombro es estar siempre atento a cada detalle de la naturaleza, cuestionarse el ‘por qué’ de las cosas, la ventaja de los humanos que deciden existir antes que vivir es que no hay arrepentimiento, pues, el existir es mucho más que vivir. ¿Por qué la gente se asombra por ver el cielo rojo y no verlo azul? ¿Por qué la gente sufre la pérdida de un ‘detalle’ preciado? Es simplemente porque dan por hecho que el cielo es azul, y que no tiene relevancia alguna, lo mismo pasa con los seres queridos, dan por hecho que estarán al día siguiente después de despertarnos y cuando esto no es así, con ello viene el arrepentimiento y la valorización de los detalles, ese es el gran problema de solo vivir, pues a pesar de que al vivir disfrutamos el momento, somos perfectos y/o encontramos la felicidad que nos convierte en la esencia del ‘yo’. Esto no significa que este intacta nuestra capacidad de asombro. Nuestra capacidad de asombro al vivir está muerta. La capacidad de asombro en filosofía es admirarse cada momento por lo complejo que es todo lo natural que nos rodea por muy normal que este pareciese, es algo espectacular y si no te asombra, te podes preguntar ¿Quién haya creado el agua, sabía que nos moriríamos sin ella? Esencialmente me dirían que sí, ya se sabía. Uno toma agua y se sabe por leyes absolutas que dos litros de agua son recomendables al día (realmente eso me puede interesar una mierda). Pero antes de tomar una conclusión apresurada solo de imaginarse como el primer ser humano se dio cuenta de esto, concluimos que realmente fue un ser que se asombró por todo, pero, actualmente esto lo vemos absurdo, simplemente somos demasiado tontos para valorar la naturaleza, por muy normal que esta puede parecer. Todo lo complejo que tiene la naturaleza lo damos por hecho (lo mismo ocurre con amigos y familia), damos por sentado que esto es así y no cambiará y con ello nace la rutina y la famosa zona de confort. El problema del aburrimiento y/o rutina no tiene como solución el ampliar nuestra zona de confort (no digo de que no es bueno y divertido experimentar cosas nuevas), la verdadera solución a este problema es hacer que vuelva a existir nuestra capacidad de asombro, seguiremos siendo los mismos seres perfectos con la diferencia que el arrepentimiento como tal, deja de existir, valoraríamos cada detalle y por obvias razones, la felicidad perduraría en nosotros.

18


“Un bebe al ver un ‘guau’ disfruta más su momento, ¿Por qué tú al ver un ‘guau guau’ no disfrutas más tu momento?”

Luis Figueroa https://ideasdescaradas.blogspot.com

19


Vuelo de Neón Truenos, se escuchan motores a todo volumen de vehículos azul neón surcando por tubos amarillos ficticios que marcaban el principio y el fin de su camino. De un vehículo a otro se observaban figuras saltar peligrosa y poco hábil de turno en turno, quedaban de pie como titanes haciendo sombra a los gigantescos edificios oscuro y dorado, de concreto como el hielo y cristales pulidos como el sol, donde brillaban rostros sonrientes y tristes, las expresiones exageradas daban vueltas rápidas como si fuera un juego, mensajes enormes corriendo en cintillos a la velocidad de los vehículos, al vuelo del sonido. Un incendio, una explosión, vehículos fuera de control, las figuras buscaban escapar ahora con mucha más rapidez, pero se encontraban al límite de sus capacidades, otra explosión, más cercana, luces verdes y rojas hacían eco en los edificios y cristales de los horrendos vehículos obtusos. No iré a prisión, pensó uno de ellos, un pensamiento compartido con su compañero, y decidió tomar un brinco riesgoso hacia otra serie de vehículos, el color amarillo cortado como cuchillo dejando destellos de luz roja y verde a su paso. Los edificios eran como espejos, las figuras reflejadas en ellos, ahora hormigas, contando su terrible historia ante este mundo oscuro. Las miradas ahora enfocadas en ellos daban como resultado un purpura y rosa neón brillando como auras alrededor de ellos, eran cazados, eran famosos, no había tiempo, extendieron los brazos y dieron un último brinco hacia la oscuridad, ángeles sin alas al abismo.

Vico http://digimente.blogspot.com

20


Dentro de la bruma

Esa melodía, esa maldita melodía que sigue sonando en mi cabeza. Me he despertado a las 5 de la mañana y aún no ha amanecido del todo. Por la ventana se distingue una luz muy pálida y frágil. Los perros del barrio han comenzado a ladrar. Todos lo hacen. El sonido del ventilador es constante, y fluido. El sonido de las aspas de acero fino cortando el aire a Dios va a saber cuántas revoluciones por minuto. Mi mirada está clavada en el techo, he despertado boca arriba… y con una melodía en mi cabeza. Es una melodía triste y oscura que va muy lento. Primero una nota, luego tres. Y luego pocas más. Se repite una y otra vez en una lúgubre atmósfera oscura. Intenté mover el brazo por un momento, pero no pude. Mi cuerpo parecía ser muy pesado, como si estuviera retenido por una gravedad cinco veces mayor. La luz de la lámpara en el escritorio era la única luz que me alumbraba lo suficiente para ver que no había nada extraño a mi alrededor. No obstante, una presión en el pecho sofocaba mi respiración. Eso, y la sequedad que arañaba mi garganta en una sed que no perdona ni discrimina. Recién había despertado de un sueño de mi niñez. Muchos lugares que visité hace tiempo, se habían vaporizado unos segundos atrás. La somnolencia tendía la mano para volver al sueño, pero la melodía, esa insufrible melodía, me seguía inundando. Esforcé mi cuerpo al punto que dolía como tal niño que le duelen los huesos en la etapa de desarrollo. Al salir de habitación encendí la luz de la cocina, y casi por instinto, como un reflejo natural, fui al baño e hice mis necesidades. Una especie de espesor en el ambiente me rodeaba… No, no me rodeaba solo a mí. Estaba en toda la casa, incluso más allá. Una especie de tensión en el aire que subyuga al razonamiento lógico y desafía tus creencias. Bebí un vaso de refresco y la aspereza desapareció. Cerré la puerta tras de mí y me senté al borde de la cama. Aún con la amenazante bruma invisible. De repente escuché un agradecimiento de por fuera. Un “gracias” se escuchó desde la entrada de mi habitación, del otro lado de la puerta. Mi sangre parecía haberse congelado. La colcha de la cama estaba siendo presa de una mortal contracción en mis

21


músculos. Atreví la mirada a la puerta, pero lo que fuese que dijo eso, ya se había marchado. O quizá solo se desmaterializó. ¿Por qué gracias?, ¿Qué tenía que agradecerme, y qué o quién se tomó la molestia de hacerlo? Los perros bullían entre ladridos allá afuera, en la turbidez de neblina que inundaba la ciudad. Ahora eran las 5 y treinta y cinco. Todo fue lento. Espeso como el aceite, o como un jarabe expectorante. Una espeses indefinible e inmutable. Removí los cabellos de la frente, pegados en un sudor gomoso y frío. No amanecía. Y por el aspecto de la delicada y escaza luz que se filtraba por la ventana, pretendía no hacerlo pronto. La bruma inodora e incolora hacía ceder a mi cuerpo cada vez más. Parecía un cáncer que te consume poco a poco sin posibilidad de cura. Únicamente podía alivianarlo antes que cedería por completo. Aquí en la máquina de escribir. Intentado hacerlo lo más breve posible, pues no sé cuantos minutos más sobren. Y la maldita melodía, esa melodía, sigue sonando una y otra, y una y otra vez en mi cabeza cada vez más lento. Como una caja musical a punto de que se acabe la cuerda.

Gilberto Jaymez

22


Dron Termine de comer la sopa en menos de dos minutos hirviendo, así como estaba me queme toda la boca, pero no me importo ni un poquito, no me preocupaba quemarme el hocico, me preocupaba no llegar a tiempo, que cuando saliera ya le hubieran pegado una o dos veces.

En cuanto terminé de ponerme los tenis, empecé a escuchar los gritos de mis amigos y por un momento me temblaron las manos, por un momento se me olvido como amarrarme las agujetas, miré el reloj, vi que faltaban tres minutos y me acorde otra vez de todo.

Salí corriendo y sin querer le di una patada a uno de los libros que mi hermano había dejado en el suelo cerca de la sala. Alcance a ver la cara que hizo cuando su libro voló por la sala y pensé que más tarde iba a tener que pedirle perdón muy honestamente… y que después nos íbamos a agarrar a golpes. En estos días siempre terminábamos en golpes.

Bajé corriendo las escaleras y alcancé a mis amigos corriendo en la esquina, riéndose y juntando piedras. Vi que Juan y Noel iban cargando una caja grande y amarilla, vi que la mayoría llevaba una mochila o por lo menos una bolsa que iban llenando de piedras en el camino y me enojé conmigo por siempre llegar tarde a todos lados, tener que juntar piedras con las manos, no tener donde guardarlas. Agarre tres piedras que me gustaron por estar redonditas y me acerque con los demás, quince o veinte niños todos con sus mochilas o bolsas, menos yo, por tragarme la sopa en dos minutos y salir corriendo. -Hey Jan, no traje bolsa…

-Estas todo tonto si crees que te voy a prestar mi bolsa.

Estaba a punto de intentar quitársela a la fuerza cuando escuchamos que alguien tiro una piedra y todos nos quedamos congelados. Pero era muy pronto y todos nos reímos, todavía ni se escuchaba el sonido del dron. Pero después de eso nadie bajo la mirada del cielo y poco a poco se acercó el ruido como de

23


un mosco gigante y poco a poco también se escuchaba el ruido que hacíamos todos al preparar las piedras.

-Ni modo, me la voy a tener que rifar.

Apreté con fuerza la piedra que tenía en la mano derecha cuando vi a Alan corriendo desde el otro lado de la calle y así, sin decir nada aventó una piedra que pasó rozando al dron. Todos empezamos a tirar piedras después de eso. Intenté cerrar un ojo para apuntar mejor, pero ninguna de las tres piedras que aventé paso cerca. Vi como todos buscaban en sus bolsas las mejores piedras y tiraban lo más fuerte y rápido que podían, pero el dron seguía avanzando, como si nada arriba de las calles de la ciudad, a tres metros de nosotros. Juan y Noel abrieron su caja y sacaron unos globos.

Vi como muchos de los adultos que se quedaban a vernos sonreían. Mi hermano me había dicho que cuando los adultos se acordaban de lo que hicieron cuando eran niños, eso se llamaba melancolía, así que supuse que sonreían por melancolía porque también me contó que, si tenían menos de 80 años, todo mundo había tirado piedras como nosotros, no importaba de que pueblo vinieran, todos tiraban piedras.

Alan fue el primero en pegarle. Todos nos reímos y gritamos, y seguíamos tirando piedras. Juan y Noel tiraron su primer globo y cuando se acercó al dron, explotó tirando pintura por todos lados. Algunos adultos se rieron a carcajadas, el segundo globo pasó por encima del dron, llenándolo de pintura.

Después de eso no pude contar cuantas veces le pegamos, pero creo que casi todos le dimos por lo menos una vez. Jan grito que ya era la segunda vez que le pegaba y puede ser que estuviera diciendo la verdad.

Y entonces el dron se puso encima de mi casa y prendió las luces verdes.

Sabíamos que se había acabado, ya nadie podía tirar piedras. Y además sabíamos quien ya no iba a tirar piedras el año siguiente. Vi como los padres de Alan lo jalaban dentro de su casa. No me quede con las

24


ganas y recogí una piedra más del suelo, mientras vi que mi hermano salía de la casa, también con una piedra en la mano.

Había ganado la beca, había sido seleccionado y mañana vendrían a recogerlo. Se iba a la metrópolis.

Jose Luis Pulido

25


Sirena de Santa Rita La bolsa sobre la cabeza de la niña no la deja respirar. Está en un lugar caliente y lleno de tierra. Sus pies le dicen eso, duelen y su cabeza también. No recuerda cómo llegó a ese lugar. Lo último que su memoria recuerda es que estaba en el parque. Era el primer día fresco en tres semanas. Su madre no le importaba donde estuviera todo el día, solo que llegara ahí al anochecer. Lo hacía para prevenir que los extraños no pensaran ideas raras. Su madre le llamaba Mona, porque se la pasaba colgándose de los árboles. Su nombre era Doña Reyna Eva de la Ventura León. En la escuela le decían Wendy y en la calle le llamaban Azulina. Sus ojos azules eran la característica que más llamaba la atención. Una niña morena con ojos azules era muy extraño.

En Santa Rita, era un milagro.

Azulina estaba acostumbrada estar afuera. Observaba el mar cuando todo se volvió negro. Ella soñó con ser una sirena, nadando entre esos peces pequeños y coloridos. Cuando despertó, la estaban arrastrando de sus brazos, ellos la golpearon en su estómago. Le quito todo su aliento. Le susurraron al oído: Si vuelves a gritar, te destripamos. Ahora, camina. Ella continuó el viaje donde harían algo prohibido. La jalaban por los hombros, sus pies ahora le quemaban. Azulina dijo: Me podrían cargar, me duele cuando camino. La volvieron a golpear y rieron. Ella reconoció una de las risas. Era la mujer con una sonrisa que sobrepasaba sus labios, marcada en su piel, que vestía de uniforme del ejército. La otra era de un hombre. Era del tipo de extraños de la que su madre le advertía. Sentía que la bolsa se volvía húmeda y más caliente, su camisa húmeda del sudor. El camino era más duro y caminaban sobre rocas. Sus pies ahora se cortaban con las piedras. Deseaba ser una sirena, pues ellas no tenían pies que se cortaran. Azulina cayó en el camino. Ambos raptores la pateaban y le decían que se levantara. Se levantó con algo de esfuerzo y empezó a cojear. La bolsa se soltó y ella sintió el aire. Los secuestradores se dieron cuenta y la patearon en la espalda. Su cuerpo rodó sobre las piedras. Su cuerpo ahora estaba cortado. Ella no podía ver el mar, supo que 26


estaba lejos de Santa Rita. Tuvo un momento instantáneo donde el miedo se fue y otra vez su mundo se tornó negro.

Cuando despertó, ella estaba atada a una cama. El cuarto donde se encontraba olía a sudor, mierda y orines. Un aroma de desesperanza y terror. El techo era completamente blanco pero las paredes de color granate. Azulina vio que había dos camas, dos ventanas pequeñas y una silla café. A su lado se encontraba otra niña, Azulina la reconocía de los postes eléctricos. Recordaba haberla visto en la televisión, su abuela lloraba mientras enseñaba su foto, diciendo que no sabía dónde se encontraba. Su madre la abrazo al ver las imágenes. Ellas eran un poco similares. Pequeñas, morenas y con ojos azules, alrededor de los once años. La niña de la televisión ahora no tenía un ojo. Su cavidad ocular se encontraba cubierta por una gasa café. Parecía como un cíclope de esas películas griegas que ella había visto. Le perturbaba el ojo azul que penetraba aun con la oscuridad del cuarto. La mente de Azulina empezaba a correr, sabía que tenía que salir de ese cuarto. Ella tomó un gran respiro y empezó a gritar por ayuda. La niña tuerta empezó a mover su ojo de lado a lado y a retorcerse. Su voz era ronca, ella murmuro: Para. Azulina escucho esto y dejo de gritar. Inmediatamente, un par de adultos con máscaras de cerdos entraron al cuarto. Venían vestidos en ropas blancas. Azulina reconoció la voz de la mujer de la sonrisa marcada: ¿Tu nunca te callas, verdad? La mujer abrió un estuche rojo y saco una jeringa llena de líquido verde. Se acercó lentamente hacia Azulina. La niña grito y grito hasta que la oscuridad llenó su percepción.

Azulina soñó estar en una playa, llena de arena y el azul del cielo rodeaba todo alrededor. No había edificios, no había gente, solo palmeras y mar. Ella veía a las sirenas flotando alrededor de unas rocas. Azulina nado hacia ellas, pensando que podía preguntarle sus secretos. Las olas golpeaban su cuerpo, y sentía que se ahogaba. Dentro del agua, podía ver a la niña de la televisión durmiendo. Su ojo se abrió y con sus manos estrangulaba a Azulina. Esta se despertó y susurro un grito de pánico.

27


La luz de la luna brillaba dentro del cuarto. Su mirada se volvió hacia donde estaba la niña de la televisión. Estaba dormida y con completa calma pero no podía ver su rostro. Azulina sentía que algo estaba mal. Olía que algo estaba quemado. La niña intentó mover sus piernas pero se sentían dormidas y cansadas. Movió sus manos, una estaba bien. La otra tenía una marca negra donde su meñique anteriormente se encontraba. No gritó, pero las lágrimas corrían por sus mejillas. Cerró sus ojos, intentando negar todo lo que había pasado como una pesadilla. Azulina oyó una voz hablándole, parecía que era una voz sobre otra voz, una en reversa y la otra normal. La voz dijo: ¿Quieres vivir? Azulina no respondió por su miedo, pero intento buscar de donde salía la voz. Vio a un hombre afuera de la ventana con un sombrero de paja blanco. Sus ojos brillaban con un azul de la noche y una sonrisa de par en par. La otra niña se había despertado y lloro ligeramente: Ayuda El hombre negó con su cabeza Habló de nuevo: Les pregunté si querían vivir, no si necesitaban ayuda. Azulina dijo: Queremos vivir. El hombre pregunto: ¿Porque quieren vivir?

Azulina empezó a pensar, ¿y si el hombre era compañero de la mujer de la sonrisa marcada? La voz era lo suficientemente extraña para ser una voz disfrazada. Azulina respondió: Quiero ver a mi mamá otra vez La chica de la televisión dijo: Quiero lastimarlos El hombre pregunto: ¿Porque quisieras hacer eso? Azulina respondió: Para que ella no sufra La otra niña dijo: Para que sufran

Azulina miro a la otra niña, la luz de la luna estaba sobre ella. Su cara estaba cubierta de lágrimas rojas ya secas, su sonrisa estaba torcida. Una gasa roja cubría donde horas antes estaba un ojo. Su cara estaba hinchada. El hombre del sombrero blanco, tarareaba y sus ojos rodaban de lado a lado. Les pregunto: ¿Quieren ser libres?

28


Azulina respondió: ¡Si! El hombre dijo: Entonces tienen que dar algo a cambio Azulina pregunto: ¿Qué es lo que quieres? El hombre rio y dijo: Yo no quiero ni ocupo nada Hubo un minuto de silencio, el hombre aún seguía afuera del cuarto, la mente de Azulina corría a mil por hora. ¿Que se la da a un hombre que no quiere nada? Hubo un aullido de furia a lado de ella La niña de la tele dijo: Te doy mi alma, solo sácame de aquí. El hombre respondió: ¿Un alma? Es una cosa poderosa, pero la tuya está muy dañada. Te liberare de tus amarres pero no de este lugar por ella. La niña gritó furiosa: Mentiroso, basura, humano sin valor. De repente, el hombre atravesó las paredes del cuarto. Azulina sintió que su sangre se congeló. La otra niña no podía ver, pero el hombre estaba vestido con una sotana negra, Él levantó su mano lentamente para tocar las mejillas de la niña de la televisión. La mano era puro hueso y la mitad de su cráneo no estaba ahí. Azulino grito aterrorizada, pero logro parar. El hombre le dijo a la niña de la tele: Niña, no confundas oportunidad con privilegio. La tierra de los muertos no da segundas oportunidades normalmente. La niña dejó de aullar. Azulina dijo: Te daré uno de mis ojos por algo que nos deje salir de aquí El hombre preguntó: ¿Un ojo, porque un hombre necesitaría un ojo? Azulina respondió: ¿Como más podrías ver tu premio, que no los ojos son las ventanas hacia el alma? El hombre muerto volteo y miro a Azulina. Su sonrisa se volvió enorme y un pedazo de su cara cayó al suelo. Sus carcajadas retumbaban en el cuarto. Finalmente, los captores empezaron acercarse hacia la puerta. El muerto les dijo: Es verdad lo que dices, parece un trato decente. Ambas están de acuerdo con el trato. Las niñas ambas asintieron con la cabeza, y el hombre tocó a ambas. Primero, le arrancó el ojo a Azulina y le quito los amarres. Ella gritó con un dolor inmenso. A la otra la desató y le dio un beso en la mejilla. La otra niña solamente gimió, casi en silencio. Después de eso, el hombre desapareció.

29


Con los amarres ya sueltos, las niñas se podían mover, pero no sabían cómo salir. Alguien toco la puerta. La mujer de la sonrisa marcada dijo: Parece que ustedes aun no aprenden su lección, vamos a entrar. Con sus máscaras de cerdo puestas, ambos captores entraron al cuarto. No había nada más que pura oscuridad. Ellos prendieron la luz del cuarto. Vieron que estaba el mar y había una piedra donde se encontraba una sirena. Ella peinaba su cabello y empezó a cantar: Hace mucho tiempo, tuve un amor Pero él estaba muerto ahora. El par empezó a nadar hacia ella. Su lugar no era el fondo La corriente del agua los empezó a jalar hacia abajo, intentaban no quedar debajo del agua pero era muy fuerte. Pero arriba, como una paloma Ellos sentían como el agua empezó a llenar sus cabezas. El agua se empezaba hacer negra pero aún podían ver a la sirena. Ella los miraba intensamente, pedazos de su cuerpo empezaban a caer. Azulina los miraba con lastima, ellos oyeron una carcajada maníaca atrás de ellos. Dos hoyos negros los observaban, una niña sostenía unos alicates en su mano. Su cara estaba cubierta por dos lágrimas rojas secas. Las manos de los captores estaban libres, intentaban jalarla pero ella ya no estaba. Ellos voltearon a su alrededor y no había nadie. Entonces oían como una puerta se cerraba, alguien colocándole cadenas. La mujer de la sonrisa marcada gritó: Abran la puerta, malditas perras. Juro que si alguna vez les pongo las manos otra vez encima... Las niñas ya estaban muy lejanas como para escucharla. Nadie en Santa Rita habría podido escucharlas.

Les tomo a las niñas doce horas llegar al pueblo, Azulina cargo a la niña tuerta tan siquiera dos horas. Perdieron el conocimiento en las escaleras de un edificio de apartamentos. Pasó media hora para que alguien observará el estado en el que encontraban.

30


Azulina después soñó con la sirena. Azulina y la niña tuerta estaban a lado de ella. El mar golpeaba con una ferocidad enorme y tenía un color café. Ella sintió una calma inmensa. La sirena cantaba: Amor, ven a mí con tu sombrero de paja blanco...

Enrique Abraham Acevedo Weber http://colormetropolis.tumblr.com/tagged/literature

31


ENSAYO Woolf y la hermenéutica en manecillas. Resumen Este escrito pretende entablar una conexión entre la teoría de la recepción y la trama de la película titulada Las Horas dirigida por Stephen Daldry, basada en la novela homónima de Michael Cunningham. Nuestro enfoque está dirigido a la literatura de Virginia Woolf en La señora Dalloway dejando de fondo a la obra del primer autor mencionado. Tanto la película como el libro homónimo y la novela protagonista dentro de ella son nuestros objetos principales. La película nos permite ser parte de lo que un solo día en la intensa vida de las tres protagonistas trae consigo; sentimientos, pensamientos y emociones que se mezclan y se conectan entre el espacio-tiempo de cada una y con el pasado, entorno y presente de las tres en conjunto. Presentamos lo que consideramos propio de la obra La señora Dalloway, de la película Las Horas, sus interconexiones y variación de contenido, para realizar un análisis teórico donde la recepción del texto literario y sus efectos en el lector potencial son precisamente el eje temático, el trasfondo y el punto central de la película.

Palabras clave: Fenomenología, Hermenéutica, Existencialismo, Teoría de la recepción, Literatura, Virginia Wolf, La Señora Dalloway, Las Horas.

Autor: Astrid Marlene Richter Martinez

Página: https://www.facebook.com/medusaslabyrinth

32


Woolf y la hermenéutica en manecillas.

“Tu tía es una mujer afortunada, Angélica, porque tiene dos vidas: la vida que vive y el libro que está escribiendo.” Las Horas, Stephen Daldry

Este escrito pretende entablar una conexión bastante estrecha entre la teoría de la recepción (entendiéndola o considerándola desde diferentes ángulos) y la trama sugerente en la película titulada Las Horas dirigida por Stephen Daldry, basada en la novela homónima de Michael Cunningham. Ciertamente, nuestro enfoque estará dirigido a la literatura de Virginia Woolf en La señora Dalloway dejando de fondo o de sombra a la obra del primer autor mencionado. Esto, porque la película mantiene de principio a fin como personaje omnipresente al libro pensado, escrito, borrado, publicado, leído, y vivido en primera, segunda y tercera persona: “La señora Dalloway”. Si bien el título del presente trabajo no muestra mucho de lo que se pretende elaborar, esto es porque tanto la película, como el libro homónimo y la novela protagonista dentro de ella son también objetos principales para nuestra investigación. Dentro de la película misma, la vida o las vivencias mostradas de cada actriz protagonista es igualmente importante: Nicole Kidman le da vida a la talentosa escritora inglesa Virginia Woolf, precisamente los días que escribía y pensaba la futura publicación de su obra La señora Dalloway en 1923, Julianne Moore interpreta a Laura Brown, una esposa embarazada, desdichada y depresiva en los años 50, quien lee el libro y decide hacer cambios en su vida gracias al efecto que el libro le produce, y Meryl Streep encarna a Clarissa Vaughan, una editora homosexual que vive en la concurrida ciudad de Nueva York y que su vida puede ser una fiel interpretación de lo que representa La señora Dalloway cuando fue escrita, llevándola a los años modernos o actuales como lo plantea la película; aunque también podríamos considerarla como lo que pasaba por la mente de Virginia Woolf al momento de escribir su novela, con pequeños cambios que reflejan la individualidad de los personajes, entre ellos el de Clarissa, ya que aun siendo homosexual, la película deja ver que ha estado enamorada de su amigo escritor Richard (Ed Harris) quien sufre una etapa avanzada de Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, a quien decide hacerle una fiesta, pues acaban de concederle un premio en poesía. La película nos permite ser parte de lo que un solo día en la intensa vida de las actrices protagonistas trae consigo; sentimientos, pensamientos y emociones que se mezclan y se conectan entre el espacio33


tiempo de cada una y con el pasado, entorno y presente de las tres en conjunto. A continuación, presentamos lo que consideramos propio de la obra La señora Dalloway, de la película Las Horas, sus interconexiones y su variación de contenido, para después presentar un análisis teórico, donde la recepción del texto literario y sus efectos en el lector potencial son precisamente –y no lo es otra cosael eje temático, el trasfondo y el punto central de la película. Resulta un tanto complicado conectar cada diferencia encontrada entre la obra literaria y el filme; sigue siendo un punto ciego para el espectador el tratar de comprender por completo la subjetividad que el director de la película quiere transmitir, y también lo que no quiere mostrar directamente, sino dejar que sea derivado por nuestra perspectiva y experiencia propia. Desde esta primera observación, podríamos mencionar que la teoría que nos atañe tiene también sus personajes o actores intermedios que llevan su pensamiento receptivo propio ya sea de la novela o de la misma presentación en pantalla grande. La señora Dalloway, novela publicada en 1925, cuenta la historia de lo que acontece en un día en la vida de Clarissa Dalloway, una mujer de la alta clase social londinense después de ocurrir la Primera Guerra Mundial. Clarissa prepara una fiesta y la novela cuenta todos los detalles premeditados que la anfitriona debe cumplir para llevar a cabo una reunión que se quede en la memoria de todos sus amigos de la clase alta. El estilo de Virginia Woolf refleja la condición sociocultural de ese tiempo-espacio en contexto vivido en primera persona, puesto que el estilo narrativo se presenta como un monólogo creado por la misma Clarissa como si pudiéramos entrar en su conciencia. Aunque es importante mencionar que el monólogo no solo se presenta como conciencia de Clarissa, sino que da pie a que varias voces (las personas que le rodean) también sean parte de ese estilo de narración. La obra respeta el sentido cronológico de la historia que relata, pero dentro de ella es indiscutible que también se hable del tiempo pretérito y tiempo futuro. Los sentimientos, deseos y anhelos de cada personaje recaen siguiendo una línea desfasada del tiempo, lo cual enriquece al monólogo que cada personaje ofrece. Esta línea “virtual” del tiempo es mucho más importante que la primera, ya que es la que introduce la magia y el suspenso en la novela. Nosotros como lectores, somos omnipresentes de lo que ocurre en el día de la fiesta. Sabemos lo que cada uno piensa y siente respecto de los otros y creemos saber lo que va a suceder después. Clarissa es una mujer obsesionada con tener el control, de sí misma y de lo que le rodea. Su vida y los problemas que le afligen son de lo más triviales, pero la obra muestra a este personaje como el más 34


pasional. Podríamos aventurarnos al decir que es el personaje más filosófico por su capacidad emocional y de reflexión que no presume a los otros, sino que lo enriquece al convivir con todos ellos. A Clarissa le preocupa la muerte, pero sobre todo el envejecimiento. El pasar el resto de su vida con su esposo Richard Dalloway y no con su antiguo amor Peter Walsh o Sally Seaton (su mejor amiga, su expareja y posiblemente su verdadero amor), le hace tener sentimientos de preocupación, pues no deja de pensar en el tiempo virtual -qué hubiera pasado si- fuera la señora de Walsh en ese momento. Se compara, se humilla y se enaltece al lado de las nuevas parejas de Peter, pues ella lo conoció desde niño y cree que nadie podría satisfacerlo románticamente como ella, y esto, hasta Sally Seaton lo sabía. Septimus Warren Smith, un veterano con traumas de la Primera Guerra Mundial, tiene alucinaciones y problemas de personalidad (como le sucedió a Virginia Woolf, quien sufría de trastornos mentales en la vida real). Este personaje es el que puede presenciar la verdad en su versión más cruda, o por lo menos así lo quería presentar la escritora; mientras que Clarissa tenía una relación muy peculiar con la realidad. Tanto Clarissa como Septimus comparten un tipo de sensibilidad experiencial: sus pensamientos y su miedo a la vida y la muerte, pese a que Septimus decide suicidarse y Clarissa opta por respetar su vida y el transcurso del tiempo que le toca vivir después de la muerte de su amigo. La muerte está presente en toda la obra, aunque no necesariamente se trate de alguien en particular: el pensarla, soñarla, reflexionarla y esperarla está inscrito de principio a fin al igual que el tiempo, como tedio, como lo esperado, la ansiedad y la preocupación de la vejez y la soledad. Las Horas, película rodada en el año 2002, refleja muy bien el papel que juega el tiempo desde el título de esta. Cabe mencionar que el tiempo es importante tanto para la obra de la escritora londinense (sus personajes y su estructura narrativa) como para la obra cinematográfica, ya que el escrito de Virginia Woolf estuvo a punto de titularse así, Las Horas. Con esto podemos deducir que el concepto del tiempo no será el convencional. Si bien no daremos una sinopsis o resumen de lo que sucede en el filme, mencionaremos los hechos que consideramos pertinentes para después elaborar nuestro análisis. En la película, podremos darnos cuenta de cuál es la línea del tiempo que sigue la trama. Desde el comienzo, Virginia Woolf (Nicole Kidman) está sentada en su escritorio escribiendo la primera frase de su libro. Acto seguido, Laura Brown, la mujer de los años 50, lee aquella frase que Virginia escribió. Subsecuentemente aparece Clarissa haciendo lo que dicta tal frase. Esta es la manera en que la estructura de la trama cinematográfica se desarrolla. Existe una simultaneidad atemporal que mantiene

35


como eje a la obra de La señora Dalloway, mostrando también la importancia y fragilidad de nuestro tiempo vivencial como espectadores. La historia o últimos días que se cuentan de Virginia Woolf podríamos decir que se siguen al pie de la letra. Su relación con su esposo, su hermana, su sobrina. El hecho de que se sienta culpable por seguir viva en un mundo que no la comprende. Su talento como escritora, su brillantez en sus líneas, entre otras cosas. Laura Brown, por su parte, es una mujer promedio para su época. Sigue su vida de acuerdo con los estereotipos, pero al conseguirlos se da cuenta de que no es plenamente feliz. Parece agobiada y asustada por no saber qué hacer de su vida, sobre todo al esperar la llegada de su segundo hijo. Después de la visita de su vecina (quien le recuerda que tiene una vida envidiable) le ofrece un gesto de amor, besándola apasionadamente. Gracias a esto se da cuenta de lo que quiere en verdad, lo cual resulta impensable para aquella época. Tras intentar suicidarse decide no hacerlo por el amor de su familia, como lo hizo Virginia las primeras veces, lo que las relaciona estrechamente por medio de la lectura de la obra en cuestión. Percibimos esto desde el momento donde Laura se encuentra en el hotel sosteniendo en una mano varios frascos con pastillas y en la otra sujetando el libro de La señora Dalloway, llevándole su proceso de lectura al recuerdo del segundo pastel (el que quedó perfecto) que preparó a su esposo y que dejó en la mesa de su casa. Por otro lado, tenemos a Clarissa, una mujer moderna que vive abiertamente su homosexualidad sin problemas. Bohemia, madre, mujer independiente. Enamorada de su amigo poeta al cual le prepara una gran fiesta, sin importarle los sentimientos abrumadores de éste. Su amigo decide seguir sus instintos para desaparecer de este plano, solo así Clarissa comprendió que la única que debe vivir por ella, es ella misma. El punto de conexión entre las tres historias es el pensamiento de suicidio. Cuando ven a la muerte de frente; cuando la decisión sobre desaparecer es pertinente. El punto de quiebre resulta entonces cuando llega Laura Brown al funeral del hijo que abandonó hace años, sí, el amigo de Clarissa. Si Laura se hubiera suicidado en los años 50, su hijo no hubiera nacido. Si su hijo no hubiera nacido, la vida de Clarissa hubiera sido muy diferente. Es aquí donde todo se rompe y también todo se conecta, donde se juega con el tiempo y el esquema radical de sus posibilidades virtuales. Recordemos que todo esto sucede en un solo día vivido en el cuerpo y mente de las tres mujeres, donde recae la importancia de los pequeños actos, la pesadez del tiempo y su acontecer. Vivenciar el mismo tema bajo diferente ser experienciador: la importancia de las horas.

36


Ahora, tratando de conectar a la obra cinematográfica con la novela, podríamos decir que ambas siguen la misma característica narrativa que Virginia Woolf planteó en la estructura de su obra. En la película, su personaje es la narradora omnisciente de todo lo que sucede, pues siendo ella la escritora, es igualmente la creadora de los personajes de su mundo plasmado en papel. Esto también se relaciona con la escritura de La señora Dalloway, ya que todo pensamiento y sentimiento de los personajes está impreso bajo una narrativa en forma de monólogo, dando como resultado una omnisciencia multiselectiva. Ambas (la obra y el filme) cuentan lo que sucede en un solo día en la vida de una mujer, y lo hacen siguiendo una línea del tiempo con analepsis y prolepsis en varios puntos, esas interrupciones que llevan al tiempo pasado gracias a los recuerdos, o al tiempo futuro con los anhelos. Ello no significa que la historia de las tres mujeres no siga un transcurso lineal, tampoco que no se puedan interconectar dentro de esas interrupciones. Aunado a esto tenemos una sola historia, que sería la fusión experiencial de esta famosa triada. Entre el libro y el filme encontramos a los mismos personajes, pero con algunas variaciones en sus acciones o en el reflejo de su personalidad. Empezando por Clarissa, es el mismo personaje tanto para la película como para el libro y es anfitriona de la misma fiesta. Richard, es el marido de Clarissa en el libro, pero en la película es solo un amigo. Este cambio de rol en el personaje parece algo tramposo, pero tiene su razón: Richard (el de la novela), aunque es esposo de Clarissa se muestra distante ante ella tal vez porque sabe que no son el uno para el otro. En la película, se muestra como un poeta homosexual decadente enfermo de SIDA, el cual obviamente no está enamorado de Clarissa, pero nos muestra que mantiene una muy fuerte relación con ella desde hace tiempo, cuando ellos fueron amantes; se sabe amado y protegido. Septimus es el que toma el papel del poeta desencantado de la vida en la obra literaria, quien se suicida como lo hizo en la película el poeta Richard. Sally, en el libro y en la película es el examor de Clarissa, pero en la película es vista solo como una acompañante. En ambas historias el amor de Clarissa no es correspondido de la manera que ella lo ansía. Laura Brown, por su parte, se asemeja a Clarissa en tanto que lleva consigo el deseo de estar con otra mujer. Podríamos tomar a este personaje como todos los deseos reprimidos de Virginia Woolf hechos persona: la homosexualidad, el suicidio, el sentirse incomprendida, el pensar obsesivamente en la muerte y que al final de cuentas decide no accionar tales sentimientos –todavía- tal como lo marcaba la bipolaridad de la escritora que, a pesar de su locura, estaba demasiado consciente de su realidad. Septimus, Richard y Virginia se suicidarán para que su entorno comprenda la belleza de la vida. El poeta siempre es el que muere, su visión reflexiva comprende al suicidio no como ofensa ni como 37


repudio a la vida, sino al contrario. El suicidio parece ser una solución válida a su problema, les hace sentir vivos. Deciden ofrecer su vida y su muerte para brindarle una oportunidad reflexiva y fructífera a todos los seres que les rodean. El aceptar que la vida es finita y que el tiempo es lo más valioso que tenemos, nos libera. El Tiempo, eso que nos puede liberar como acabamos de mencionar, o nos puede mantener como sus prisioneros. En nuestra vida debemos darle la importancia justa: disfrutarlo, disfrutar a los nuestros cuando están cerca y mostrar sentimientos puros cuando están lejos. Así la culpa no nos carcome, y no sacrificaremos más de lo que estamos dispuestos por haberles fallado cuando estaban cerca. No recurriremos al suicidio como un pago de deudas, sino por los problemas que nos plantee la vida, como lo hizo Virginia Woolf. En cierto sentido, el razonamiento deductivo (que podría ser el pensamiento o idea mandado a alguien más) que nos llega a partir de esta ramificación de la trama en la obra literaria y en el drama del filme puede que no nos lleve tan lejos de lo que ya sabíamos antes de conocer tales creaciones; el razonamiento inductivo (el pensamiento o idea que recibimos) en cambio, es el que generalizamos a partir de nuestra experiencia y vivencia, nos permite derivar conclusiones. La abducción, un tipo de inducción específica, genera explicaciones para acontecimientos particulares basándose en una teoría subyacente sobre el funcionamiento del mundo, sea descriptivo o explicativo. Como no se puede comprobar la validez deductiva de la inducción, preocupa su importancia en términos científicos y filosóficos. Un ejemplo concreto sobre esto es la teoría de Karl Popper, quien crea una hipótesis sobre cómo trabajan realmente los científicos, lo que dio pie a varias críticas por parte de filósofos de la ciencia como Kuhn y Feyerabend, quienes han llegado a observaciones muy precisas e interesantes sobre la sociología de la ciencia. A pesar de esto, sostenemos que las ideas de Popper fueron más acertadas porque se focalizan en lo que los científicos están intentando hacer y no solo muestra una descripción enlistada de lo que hacen. Popper recurre a una reconstrucción racional. ¿Por qué mencionamos esto? Porque, según Iser, para la teoría de la recepción es importante el conocer qué llega o llegó a ti (refiriéndose a todo tipo de información), sin embargo, su focalización radica en qué haces con ello. Puedes aprender el funcionamiento de muchísimas cosas, pero la atención recae cuando las utilizas como herramienta. En el caso de la película tenemos el ejemplo de Laura Brown, que tras leer la novela de Woolf llega a un estado de reflexión profunda, tan profunda que no se queda en su pensamiento; acciona. Esa es la respuesta ideal para nuestra teoría. Existe la recepción del texto literario y ésta debe provocar algún tipo de efecto en el lector, no solo en el que está leyendo la obra en ese momento, sino en el lector potencial. Llegando así a lectores en diferentes épocas históricas que, 38


como menciona Jauss cuando habla de la renovación de la historia literaria, se necesita hacer una reconstrucción de este horizonte de expectativas como el ámbito de la percepción del público lector que en la determinación de lo que se considera artístico, revela sus propias normas, su visión. Hablaremos ahora sobre lo que concierne a la toma de decisiones. Los psicólogos, se supone, investigan y tratan de explicar desviaciones de las normas de la lógica que se producen en el conocimiento humano. De manera similar, en el estudio de la toma de decisiones se preguntaron si la gente realmente sigue el principio normativo “lógico” acompañado de todos los axiomas que le confieren. En particular, los axiomas tienen claras implicaciones para las relaciones existentes entre ciertos conjuntos de elecciones, aunque en general, las desviaciones en el comportamiento son más evidentes y eso les resta la característica de ser vistas como un error, como sucede con las desviaciones lógicas. La toma de decisiones requiere la combinación de creencias, deseos, y del contexto histórico sociocultural de la persona que la efectúa. Una decisión racional es aquella que maximiza la utilidad subjetiva esperada de la persona que toma la decisión. Es difícil hablar del modo de estructuración de un problema planteado o pensado y efectuado como decisión. Como bien lo señalaba Payne, el resultado de algunas decisiones también depende de lo que alguien más decide, puesto que las decisiones de la gente están influidas por factores que van más allá de su control, y estos son aleatorios. Ya sea que reconstruyamos el pasado para imaginarnos el mundo que la literatura nos ofrece, que testifiquemos nuestras experiencias basándonos en lo que hemos leído, o que provoque en nosotros una respuesta como lo plantea Iser, la recepción siempre está presente y ella no solo es textual. Podríamos impregnar esta teoría con un tinte fenomenológico-hermenéutico puesto que todo lo que hacemos parece resultar ser una copia, una réplica de lo que vemos (no como una mera imitación) porque le restaríamos el carácter reflexivo que yace en estas teorías, pero sí deja entrever que nuestras acciones, nuestras decisiones, nuestros pensamientos pueden ser y son completamente conmovidos por alguien más. En este caso por una obra literaria, por su representación cinematográfica, por lo que cada personaje refleja y nos deja sentir, pero sobre todo con lo que reflexionamos y actuamos en consecuencia de nuestra relación con lo recibido. Una obra literaria no es un registro documental de algo que existe o ha existido, ella trae al mundo algo que hasta ahora no existía y puede ser calificada como una realidad virtual, pues como hemos mencionado, los lectores, mundos y realidades virtuales existen gracias a ella. Sobre el carácter imaginativo que la dota de realidad y nitidez en nuestra mente, la teoría de la recepción estética

39


enfrenta el problema de cómo esas realidades emergentes (sin equivalencia en nuestro mundo empírico) se pueden procesar y ser comprendidas. Vemos entonces cómo el sentido del texto ya no es entendido por la interpretación que debería ser descubierta, ya que esto implica la justificación de las propias presuposiciones. Se desarrolló entonces la capacidad de dar cuenta del hecho literario gracias a la profundidad y rango de su visión. Es decir, entre más interpretaciones y conclusiones individuales emerjan, más enriquecedor el mensaje y valor estético de la obra. Todas las preguntas que nos formulemos como lectores o espectadores, al ser respondidas dan lugar a otras nuevas que sirven como punteros hacia nuevas direcciones, lo cual está relacionado con la semántica enfocada en el estudio del mensaje, analizando las operaciones a través de las cuales se monta el objeto imaginario del texto. Esto señala nuestras facultades que son estimuladas cuando procesamos la lectura de una obra literaria. Con los datos procedentes fue necesario llegar a un cambio de enfoque: lo que importa ya no es lo que significa el texto, sino lo que hace al lector. La medida en que las estructuras del texto literario prefiguran el procesamiento que debe hacer el lector y la distancia que hay entre éste y el texto varía según la persona, el texto, el contexto subjetivo sociocultural del lector, del autor, entre muchos otros factores. Por eso decimos que las reflexiones son potencialmente infinitas. El objetivo central de la teoría de la recepción es la interacción del texto con los lectores destacando lo que sucede en el procesamiento del texto. La recodificación literaria permite a los lectores contemporáneos percibir lo que normalmente no pueden ver en los procesos de la vida cotidiana, y permite a las generaciones futuras de lectores comprender una realidad que nunca les perteneció. Tal proceso lo encontramos en la película de Stephen Daldry, pues las acciones que efectúa Laura Brown son gracias al mecanismo ejercido y buen funcionamiento del texto literario de la escritora londinense que, resulta en un cambio de actitud y de percepción sobre la vida misma. Igualmente lo encontramos en la historia narrada por Clarissa, quien todavía reside en un mundo pensado por Virginia Woolf, pero que tal impresión causada (el estar tan apegada a la literatura mencionada) la categoriza como un lector virtual. En este caso, la relación entre Virginia, Laura y Clarissa es asimétrica puesto que todo depende del proceso de lectura que siga cada una (la primera al escribirlo, la segunda al leerlo y la tercera al efectuarlo-accionarlo). Sobre las diferencias entre la historia de la novela y la historia de la película, podemos encontrar espacios en blanco o intercambios en los personajes que llevan al lector o espectador a un proceso de

40


ideación, adoptando una posición respecto a lo que percibe-recibe. El lector o espectador determina cuáles son los elementos familiares y los conocimientos que serán cancelados o poco importantes para su análisis sobre tal experiencia. Cada perspectiva abre una nueva visión del objeto que se imagina tras la lectura. La obra cinematográfica bien pudo tomar otro tema como referencia de la novela, pero decidió hacerlo sobre el tiempo de una manera filosófica y reflexiva, bajo una red de simultaneidad atemporal para intensificar el drama y el suspenso en su creación. Cabe decir que cada punto de vista se puede centrar en un momento o tema específico de la lectura, y ese tema se convierte en el horizonte contra el cual el siguiente segmento se actualice, y así sucesivamente. La cadena de ideas que surgen en la mente del lector es el medio por el que el texto se traduce a la imaginación. Vemos entonces que lo que está presente en el texto debe ser juzgado a la luz de lo que está ausente. La literatura da cuenta de la problemática producida por los sistemas enfatizando sus deficiencias. Esto nos permite reconstruir lo oculto en el texto. Los lectores están en una posición donde pueden mirar de otra manera a las fuerzas que los guían y orientan, mismas que fueron aceptadas sin cuestionarlas. El proceso de comprensión del texto no es estático, sino dinámico. La instancia de producción del autor no está en el aire, sino en una instancia de recepción del tiempo que trae referencialidades. Se constituyen estas referencialidades cuando el lector comprende el texto, eligiendo así los elementos que serán significativos. Esto permite al texto ser igualmente significativo en una variedad cambiante de contextos históricos. La obra literaria tiene dos aspectos: el artístico, que se refiere al texto creado por el autor, y el estético referente a la actualización por parte del lector. Los textos literarios no están relacionados a la realidad contingente, sino a los sistemas en donde la realidad, siendo tan compleja como es, se reduce a estructuras significativas. El texto y el lector tienen su mundo configurado con una serie de condicionamientos. Ambos coexisten, y así su mundo y sus condicionamientos se modifican para adecuarse al mundo o al lector respectivamente. Esto ocasiona un cambio en el valor de la obra ya sea positivo o negativo, porque requieren de un código compartido para que pueda ser comprendido. Regresando a la temporalidad dentro de la historia de la película y de la obra literaria, nos recuerda a Jean Paul Sartre cuando ofrece una descripción fenomenológica de los tres ék-stasis temporales mencionando que “no podemos lanzarnos a un examen del ser del tiempo sin elucidar previamente por una descripción preontológica y fenomenológica el sentido, harto a menudo oscuro, de sus tres dimensiones.” (169) Esto quiere decir que no podemos deshacernos, ni siquiera pensar en una idea o

41


situación sin alguna de las tres facetas necesarias: su pasado, su presente, su futuro. Igualmente encontramos que, bajo la teoría fenomenológica de este gran pensador, los huecos en el tiempo (llámese la temporalidad de cualquier suceso), en este caso dentro de la película o de la novela como mencionamos anteriormente, “se llenarán los huecos, en el orden del conocimiento, por la constitución de un tiempo homogéneo y sin lagunas.” (196) Vemos que, al igual que las investigaciones y estudios sobre la literatura, en filosofía se desdibujaba un tipo de pensamiento. El tiempo ya no es como lo pensaba Descartes o Kant cuando la unidad temporal (donde se devela la relación sintética antes-después) es otorgada a los múltiples instantes por un ser que escapa a la temporalidad. Concluimos entonces que, después de la llegada del pensamiento fenomenológico sartreano, el ser no puede serlo sin la forma temporal, es decir, nuestra existencia no puede borrar el plano en donde reside, su tiempo-espacio coexiste con él mismo. Inclusive podemos sentir correr el tiempo, ser conscientes de nuestro estar, nuestro aquí-ahora, la duración de nuestra propia vida. Llegando entonces a una reflexión sobre las tres dimensiones ek-státicas de nuestras posibilidades y limitaciones. La reflexión no se queda en la indiferencia en cuanto a movimiento o surgimiento de pensares y acciones, es el impulso que lleva a un <para qué>, a un sentido. Es una consciencia reflexiva de duración y de temporalidad. La muerte se convierte en el sentido de la vida, con ello sobra decir que uno es responsable tanto de su propia vida como de su muerte. El sentido de nuestra vida se constituye con base a la espera, es la espera de la muerte. Nadie puede disfrutar, sufrir, vivir, morir en nuestro lugar; el suicidio en este caso es un acto de nihilismo a primera vista, pero en el fondo es una acción voluntaria y responsable, porque no lo deja a cargo de otra persona. Por eso mismo el suicidio puede llegar a considerarse un símbolo de libertad desde muchos de sus ángulos. La muerte se lleva consigo desde que se nace. Todo lo que tiene vida, vive de manera absoluta. Está en el ser viviente disfrutar su estancia en el mundo y su característica-don de vivir. Damos cuenta que la esencia no está en el objeto sino en el sentido, por eso es importante el disfrute y el goce mientras se puedan generar por voluntad propia. Recordemos que la ausencia devela presencia, como mencionábamos anteriormente, el ser no es presencia sino lo contrario. Cuando alguien fallece, por ejemplo, se queda alrededor un recuerdo suyo: cómo era realmente; lo que gustaba, su manera de ser y actuar, su carácter y su gracia. La memoria siempre está en potencia, nunca en acto. Y a la vez, nada está en potencia, todo está en acto. Todo es simultáneo porque somos quienes emiten el mensaje para que sea recibido y somos quienes reciben el

42


mensaje que nos llega de otras personas. Importa mucho lo que hace el ser humano con su voluntad, porque de ello depende su existencia. Si no sigue su voluntad –al menos en situaciones comunes- sería tomado como una persona débil. La voluntad entonces también reside en recibir y mandar mensajes, los pensamientos o ideas (y su respectivo porcentaje) que la persona complementaria del proceso sobre la emisión-recepción efectúa. Si hay voluntad entonces también coexiste la liberación, la cual se refiere precisamente al temor que se le tiene a la muerte, pero el ser humano es la excepción: es libre no-siéndolo. ¿Cómo es esto? El ser humano anhela la libertad en todos los sentidos, en la escuela, el trabajo, cuestiones familiares, cuestiones mundiales. No se da cuenta que tiene la libertad de efectuar decisiones, que siempre tiene dos o más caminos como opción para recorrer y que solamente está en su poder de iniciativa y de voluntad seguir uno de los caminos que se le ofrecen. Sobre el caso del personaje de Virginia Woolf en la película, podríamos inferir que ejerció su derecho, su libertad, su voluntad de morir cuando así lo quiso. Ella sabía que vida y muerte son lo mismo, porque todo ser es dual. No parecía agobiada por la decisión que estaba a punto de tomar. Con la catarsis llegaría a la purificación y ella ya estaba muerta en vida. Su muerte sería entonces la frontera entre el recuerdo y el olvido. Sabía que podrían pasar muchas cosas, que tal vez el mensaje que deseaba hacer llegar a sus seres queridos no sería recibido de la manera que ella lo deseaba. Igual con su obra literaria, igual con sus personajes. Ellos podrían sufrir una transformación en sus mundos simultáneos, pero eso ya no importaría. ¿Para qué tratar de alargar una vida que en realidad no vale el esfuerzo? Se perdería el sentido primordial del estar vivo. Sobre el proceso de emisión-recepción, en algunas situaciones no nos fijamos en la manera como alguien piensa, ya sea sobre los objetos o sobre las propiedades de estos acerca de los que tiene creencias (llamamos creencia a todo lo que la persona, en este caso el emisor, tome como verdadero y como pertinente para efectuar un diálogo al respecto). En algunos contextos, simplemente no estamos interesados en el “cómo” de su creencia, es decir, no pensamos en las oraciones cuya aceptación constituyen sus creencias, sino en el “qué”. Podríamos inferir con esto que, su creencia se refuerza cuando los receptores la aceptan tal cual es. Pensemos ahora en la persona que lleva consigo esa creencia; el creyente. Esta persona pudo haber hecho o no un análisis exhaustivo sobre tal asunto, aceptando así mismo varias oraciones, cada una de las cuales tiene su propia interpretación. Esto sucede de la misma manera como cuando fusionamos la oración con el contenido de un determinado texto, (igualmente podemos fusionar cada una de las

43


variables de la creencia del creyente). Si lo hacemos para una indeterminada cantidad de estas variables, tendremos al final un conjunto de creencias, o representaciones-visiones sobre un frame o una situación mental que codifica todos los hechos que para el creyente son importantes para llegar a la verdad o falsedad de las atribuciones sobre aquellas creencias que le otorgamos. Así, al evaluar la pretensión de verdad de cierto acontecimiento-hecho-situación-objeto tenemos ciertas restricciones en cuanto a las correlaciones que podemos utilizar; solo podemos hacer uso de aquellas que son aceptadas por otra persona para referirse a algo en un contexto específico. Entonces este contexto trae consigo una colección de restricciones sobre las correlaciones de las creencias nuestras y las de la otra persona que participa en este proceso de emisión-recepción del mensaje, pudiendo así concebir cada restricción suministrada por tal contexto como si contuviera sus participantes, sus ideas propias y ajenas, y la colección de éstas en conjunto. La regla pasa del contexto al contenido. Si el emisor del mensaje presta atención en la manera como alguien expresa sus creencias, llega a pensar que los escuchas o posibles receptores también se fijan en lo mismo, llegando a la conclusión que indica que los receptores piensan que él sabe que ambos (emisor y receptores) se están fijando en lo mismo. Aquí es donde las restricciones oficiales tienden a entrar en juego porque la vieja concepción del asunto que están por analizar y sus restricciones coexistentes dejan de operar de la misma manera para darle lugar a las nuevas restricciones que se armen entre el pensamiento de todos los colaboradores de este proceso. En cualquier manera de analizar y de evaluar lo viejo y lo nuevo en el contexto o en el discurso, se usará una sola función de correlación; es decir, si cada participante tiene su propio pensamiento y manera de ver las cosas, esto es gracias a un análisis que llevó a cabo previamente para así fortalecer su mismo pensamiento. Cuando esta persona decide evaluar la misma cosa en conjunto con otros participantes, da cuenta que lo mismo ha sucedido con el pensamiento de estas personas, formando así un gran conglomerado de ideas que da fruto a una nueva, más fuerte y más completa (y que al mismo tiempo sigue estando abierta a tomar nuevas directrices que se le puedan mostrar después, gracias a nuevos participantes). Podríamos enlazar nuestra conclusión con el pensamiento de cada personaje en la película: Virginia Woolf sería el antecedente del pensamiento propio, Laura Brown el pensamiento que está abierto al conocimiento nuevo que le ofrece la obra literaria que lee (dando por hecho que es un pensamiento emisor y ajeno al suyo, pero analizando al mismo tiempo cada frase para dar cuenta de la verdad o falsedad que pueda relacionarlo con su vida y su acontecer), Clarissa Vaughan será nuestro posible receptor o lector virtual que también en un futuro se encontrará abierto para recibir nuestro mensaje y 44


nuestra vivencia en particular. Efectuará análisis y evaluaciones más precisas porque ella ya trae consigo otra manera de ver la vida, siendo un ser futurístico es muy probable que su panorama esté más abierto y amplio que el nuestro y que haya podido encontrar otros detalles que nosotros en nuestro tiempo no podemos percibir palpablemente. Las condiciones exteriores serán en términos generales de manera causal. Si las condiciones exteriores se satisficieron, entonces éstas junto con las condiciones interiores que fueron satisfechas anteriormente determinarán la misma representación de los antiguos y actuales ejemplares de lo que se analice. Todo este proceso que nos muestra la teoría de la recepción no lleva a una conclusión “final”. Nada termina, todo es simultáneo. El Tiempo en sí mismo es un fractal que va y regresa en aconteceres, recuerda y anhela, se arrepiente y desea: el tiempo será-es-era porque siempre se encuentra en el Ahora; en Las Horas. Bibliografía:

Iser, Wolfgang. How to Do Theory. USA: Blackwell Publishing Ltd, 2007. Impreso. Págs. 5769

Jauss, Hans Robert. Toward an Aesthetics of Reception. Trad. Timothy Bahti. Minneapolis: Minnesota University Press, 1982. Impreso. Pág. 20.

Payne, J.W., Bettman, J.R. y Johnson, E.J. Behavioral decision research: a constructive processing perspective. 43th ed. Palo Alto, CA: Annual Reviews Inc, 1992. Impreso. Págs. 87131

Popper, Karl Raimund. La lógica de la investigación científica. Trad. Madrid: Tecnos, 1985. Impreso.

Sartre, Jean Paul. El Ser y la Nada. Trad. Juan Valmar. Buenos Aires: Losada Editorial, 2013. Impreso. Pág. 169

The Hours. Dir. Stephen Daldry. Inter. Nicole Kidman, Julianne Moore, Meryl Streep, Ed Harris. Paramount, 2002. DVD.

Woolf, Virginia. Mrs. Dalloway. Trad. José Luis López Muñoz. Madrid: Alianza Editorial, S.A., 2012. Impreso.

45


Depresión y baja autoestima en la adolescencia

INTRODUCCIÓN. “La mente es la raíz de la libertad.”2 Actualmente vivimos en tiempos en donde cada ser humano es completamente libre de hacer cualquier actividad y de realizar cualquier acción, siempre y cuando no agreda o lastime a los demás. Estamos inmersos en el mar del desarrollo tecnológico y muchas veces nos concentramos en nuestros propios fines que olvidamos el proyecto más importante en nuestra vida. Ayudar al prójimo en lo que nos sea posible y estar ahí, preparados para tenderle la mano cuando caiga.

Muchas veces no somos conscientes de los problemas que puede estar pasando la persona de al lado, del porque su mirada se ha tornado opaca, o del ya no sonríe más, vivimos tan afanados en las preocupaciones del día siguiente que no podemos poner en pausa nuestro mundo para ver con nuestros propios ojos lo que verdaderamente está pasando en nuestro país, estado o nación. Señoritas quitándose la vida por su falta de amor hacia sí mismas.

Jóvenes con grandes problemas de depresión que han aquejado su corazón y ser en gran manera. Trescientos cincuenta millones de personas con problemas de depresión y baja autoestima en todo el mundo. Y… yo te pregunto, ¿qué hemos hecho para ayudarlos?

46


RESUMEN. La depresión es un estado mental, el cual daña y hiere a la persona que la padece, destruyéndola por completo y dejándola en la ruina total.

Es más que una tristeza momentánea y sus síntomas no desaparecen inmediatamente, pues es todo un proceso en el cual la persona que la padece se enfrenta a constantes luchas por un camino que tiene que aprender a superar con la ayuda y apoyo de sus seres queridos. Pero hay personas que no logran detectar que padecen de este trastorno hasta que es demasiado tarde.

En este ensayo, analizaremos detenidamente la gravedad del problema y se creará una conciencia sobre lo que nosotros podemos hacer para ayudarlos.

PALABRAS CLAVES: Depresión, Baja autoestima, Soledad, Aislamiento social, Dolor, Destrucción.

Autor: Margarita Abigail Cruz Flores

47


DESARROLLO DEL TEMA. Muchos adolescentes se enfrentan a grandes retos y experiencias que influyen en gran manera sobre su vida y les marcó de una manera sorprendente en los diferentes ámbitos en donde se desarrollan. Se confrontan a dilemas existenciales e incluso con los ideales familiares que poseen. Todos hemos escuchado hablar alguna vez sobre la palabra “depresión” y “baja autoestima”, solemos escuchar algunas consecuencias, pero… ¿qué has hecho tú al respecto sobre este problema?, ¿alguna vez has visto en carne propia el daño que realmente le causa al afectado y a las personas que se encuentran a su alrededor?, ¿o acaso piensas que al hablar de depresión hablamos de una tristeza momentánea que vine de vez en cuando? No, no lo es, la depresión suele hundir cada vez más a la víctima en un estado de abatimiento, culpabilidad, infelicidad y le impide ser libre para disfrutar cada hecho de su vida. Se vuelven presos de sus propios miedos, temores, el sentido de la vida se pierde. Se vuelven inmunes a cualquier sensación o emoción y creen que no poseen salvación alguna.

¿Aun piensas que porque estas triste es depresión?

No, es una enfermedad mental silenciosa que cada día avanza, acechando a su víctima, esperando el momento adecuado para hundirlo en la miseria cuando se presenta cualquier oportunidad. Les arrebata todo por completo, su felicidad, su alma, su personalidad y busca tu destrucción enteramente.

¿QUÉ ES DEPRESIÓN? Podríamos acercarnos más a este término si analizamos el origen de la palabra en el latín, depressio, que significa opresión, encogimiento o abatimiento. Este término hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva del individuo. Puede haber muchos factores que influyan para que una persona pueda caer en este estado, los principales factores internos se deben a cierto tipo de paradigmas que se han creado en la mente del individuo a lo largo de su niñez o adolescencia, productos de hechos traumáticos o impactantes que generan lo que algunos autores denominan: “creencias limitantes”.

Cuando hablamos de este término no hacemos más que hacer referencia a la mentalidad que nos hemos creado respecto al valor humano que cada uno debe de darse como persona y ser humano. Muchas de

48


las victimas que padecen esta enfermedad son aquellas que tienen una baja autoestima, que creen que su vida no posee ningún valor. Personas, señoritas, jóvenes que sienten que no aguantan más la precisión de su familia, de ser la hija (o) perfecto para todos, que creen y asegurar “ser unos buenos para nada”, sienten que no le podrían ofrecer a la sociedad nada valioso de sí mismos. Que son como comúnmente se suele decir un cero a la izquierda de muchas personas y poco a poco se empiezan aislar socialmente sin que nadie lo note. Y es ahí en donde el individuo entra en un estado crítico porque al querer pasar desapercibido (a) para la sociedad se hace más débil a tener tendencias homicidas. Estos casos han ido empeorando y siendo cada vez más graves, en donde ya ni siquiera la familia advierte el problema que se les viene encima. Y al final se enteran de todo cuando ya es demasiado tarde para hacer algo al respecto.

Existen también factores externos que rodean a la persona y la dañan física o mentalmente, que se producen con facilidad debido a las creencias limitantes que la persona haya adquirido en base a ciertos sucesos de su vida. Algunos de estos pueden ser haber presenciado un asesinato, accidente o tragedia; ser víctima de una violación, o el mismo estrés de la vida cotidiana.

En el caso de los adolescentes las causas son de diversas índoles, en donde la vida emocional, sentimental, social y mental del joven toman más importancia, ya que el impacto suele ser con más ímpetu de lo pensado, ha habido casos registrados en México en donde niños, niñas, señoritas, jóvenes, adultos y ancianos se quitan la vida porque no pueden aguantar las cargas que tienen de esta, por mala alimentación o por los cambios estructurales que ocurren en el cerebro.

Teniendo contacto directo con los afectados, me han hecho sentir una presión en el pecho, cuando un joven dijo la siguiente frase: “… Nadie puede llenar este vacío, porque, ni siquiera yo sé de dónde salió este abismo que me consume, solo sé que, no me importa nada, no me importa sentir, no me importa vivir, y ya no quiero sentirme así.”

49


Quiero que tomemos un momento para meditar esta frase más a fondo y tomarle correctamente el peso que poseen estas palabras y sobre todo hacer conciencia de lo que realmente está pasando a nuestro alrededor y que hemos ignorado como sociedad y seres humanos.

CONSECUENCIAS DE LA DEPRESIÓN. “Gritos desesperados pidiendo ayuda se escuchan en la calle al pasar. Los corazones de los dañados sangran sin cesar. Su cuerpo pide desesperadamente auxilio. Sus ojos se han tornado en las sombras de lo que una vez fueron. La oscuridad los está consumiendo. Destruye su luz, ya no siente, ya no viven, no respiran. No les importa nada, pero no quieren terminar de esta manera. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué haremos?”1

Cuando una persona presenta un cuadro de depresión suele repercutir enormemente en su vida social, familiar, laboral y personal. Esto suele ir desde presentar una falta de interés en su entorno e incluso hacia sí mismos, un desgano en la productividad laboral o de las personas que lo rodean, llegando hasta el suicidio. Una consecuencia que afecta en una gran cantidad a las personas que conforman el círculo social de la víctima y que los destruye. En especial a las personas más cercanas, su familia, sus cónyuges, novios (as) lloran una pérdida de esa magnitud, sufren, se lastiman, culpan y en algunos casos las personas que más recienten más el daño son los padres, quienes vieron crecer a esa persona, le vieron dar sus primeros pasos y también perderla de la manera más dolorosa posible.

Puedan creer que estoy exagerando, pero no es cierto, en la vida que cada ser humano hay diversos problemas que los azotan y destruyen. Una persona que sufren o presenta los síntomas de una depresión jamás te dirá claramente lo que esté pasando con ella, aunque su cuerpo entero pida ayuda a gritos.

¿Puedes imaginar el daño tan grande que sufre esta persona?

50


¿Por todo lo que pasa?, ¿la cantidad de lágrimas que derrama mientras intenta liberar el dolor y la opresión que hay en su corazón?

¿Cuántas personas sufren depresión en este mundo egoísta en donde vivimos? Más de trescientos cincuenta millones de personas la poseen y solo un mínimo porcentaje de estos reconocen su enfermedad y deciden dar el valiente paso de recurrir a alguien que los pueda ayudar.

¿Qué harías tu si ves a una persona cercana a ti padecer esto?

¿La ayudarías?, ¿te gustaría ver como su calidez se apaga?, ¿presenciar cómo el brillo de sus ojos se torna opaco?, ¿observar cómo su vida se queda sin esperanzas?, ¿ver con tus propios globos oculares como la persona se ha quedado sin fuerzas para luchar?

Creo que no, a nadie nos agradaría que nuestro familiar, la persona que más quieres en este planeta padezca esto y se enfrente en una lucha donde ella tendrá que librar la mayoría de las batallas por sí misma. En donde se confrontará con problemas económicos y probablemente sus caídas emocionales le provoquen quedarse sin trabajo. Pero quienes entrar en esta batalla salen siendo unos completos vencedores. porque saben que ahora son más fuertes, sabios y podrán librar cada batalla que les planee la vida.

¿Qué síntomas presentan las personas que poseen depresión? Cuando nos tomamos el tiempo de analizar detenidamente un caso de estos, realmente tomamos conciencia de lo inmersos que vivimos en nuestros mundos que olvidamos que en parte tenemos un lado humano que nos hace sentir, creer y lo más importante; ayudar a los demás cuando pasan por dificultades. Por eso me he tomado el tiempo de investigar diversos síntomas más importantes que presenta una persona con este padecimiento y de alguna manera ayudarte a estar alerta para prevenir el problema cuando aún es tiempo:

1) Dolores de cabeza. Estos suelen presentarse por el ritmo de vida que lleve la víctima. 2) Dolores musculares. Y falta de interés en realizar alguna actividad física.

51


3) Cansancio. Este suele venir a un después de haber descansado lo suficientemente sano. Y suele llevarte a estar durmiendo durante demasiado tiempo. 4) Debilita el sistema inmunológico. Lo que los hace ser propensos a constantes enfermedades. 5) Sentirse triste o "vacío" 6) Pérdida de interés en sus actividades favoritas 7) Aumento o pérdida del apetito 8) No poder dormir o dormir demasiado 9) Sentirse sin esperanzas, irritable, ansioso o culpable 10) Ideas de muerte o de suicidio

¿Qué medidas debo tomar si padezco depresión o alguien cercano a mí la tiene? Antes de todo, es muy importante que el afectado reconozca por sus propios medios que padece depresión, ya que a la mayoría de las personas que llegan a un psicólogo van en contra de su voluntad.

Para hacer que el proceso funcione adecuadamente es necesario que sea la persona quien reconozca sus propias dificultades, sus miedos y después pedir ayuda con un familiar o amigo y poder recurrir a la brevedad posible con un psicólogo o con alguna persona especializada.

Y en dado caso de que esa persona aún no se haya dado cuenta, podemos siempre ofrecer nuestra ayuda a los demás sin pedir nada a cambio. “… Ofrecerles una mano amiga a los demás amantes de la música.”3

Simplemente a veces hay que dejar de ser unos robots que siempre irán en buscar de las ventajas que tiene la modernidad y despertar a ser más humanos.

52


CONCLUSIÓN. La depresión es una enfermedad que nos afectará a cada uno de nosotros en algún momento en nuestras vidas, tal vez sea directa o indirectamente.

Pero debemos siempre prevenir este problema cuando apenas se presentan los primeros síntomas, cuando aún es tiempo de ayudar a la persona a saber qué es lo que le pasa y no dejarla sola luchando con sus propios miedos y temores.

Ser observadores y estar siempre con un sentido de solidaridad y altruismo hacia la humanidad. Porque, aunque parezca imposible las personas que sufren y que poseen el corazón roto son las que poseen las más buenas intenciones.

Puede que aun exista esperanza para la humanidad si al menos tú que lees esto decides hacer algo suficientemente valiente para ayudar a los demás.

53


FUENTES DE INFORMACIÓN. 1. Flores Abigail. “Gritos desesperados” 2. Luke John, 4 3. Walt Disney. “La Sirenita”, 1989 FUENTES ELECTRÓNICAS. ➢ https://medlineplus.gov/spanish/depression.html ➢ https://es.wikipedia.org/wiki/Depresi%C3%B3n ➢ https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psiquiatricas/depresion.html ➢ http://psicologosenmadrid.eu/baja-autoestima/

54


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.