Carta del Director Ejecutivo Jorge Gándara 40 años de esperanza y oportunidades.
En el mes de agosto del presente año se cumplen 40 años de la Fundación, la cual se hizo con el interés de Don Rodolfo Paiz Andrade y Don Jaime Camhi Capón, quienes deseaban crear una institución que se dedicara a ayudar a los más necesitados, originalmente con un planteamiento hacía la educación en Guatemala. Desde entonces, han pasado muchos años y han sido miles las personas que han sido apoyadas para lograr una mejor calidad de vida para ellas y sus familias. Son infinidad de ejemplos que hemos visto de niños, jóvenes y adultos quienes con las oportunidades que se les han ofrecido en la Fundación, han cambiado sus vidas hacia un futuro más prometedor y sobre todo con esperanza. Cuando en 1985 empecé a trabajar en FUNDAP, por una invitación de Don Roberto Gutiérrez, lo vi como una oportunidad de concretar y armonizar una inquietud de servicio, con el desarrollo de una organización que cumpliera mis sueños personales de, por un lado, trabajar en un clima de honestidad y transparencia y, por otro, atender con criterios empresariales la apertura de opciones para solventar los problemas más ingentes, especialmente el de la pobreza, la cual se manifiesta, sobre todo, en el área rural del sur-occidente de Guatemala. En la actualidad, presenciamos cambios radicales en nuestros países que nos anuncian un período de transición como consecuencia de la globalización, la tecnificación, cambios demográficos, medioambientales, y por no decir las consecuencias del COVID. Para los integrantes de nuestras sociedades rurales, esto implica nuevas situaciones y retos en su entorno personal, familiar y social, mucho de ello generará más pobreza y la búsqueda de oportunidades a través de la emigración hacia otros países, que como dice Don Roberto: “la emigración es el fracaso de un país”. Muchas personas reaccionan ante estos profundos cambios con preocupación, inseguridad, resignación, y frecuentemente también con temor. No debemos olvidar que en las épocas de cambios radicales es cuando se mide la creatividad y el valor intrínseco de las organizaciones en la búsqueda de soluciones. En nuestra sociedad, todas las personas deberían responsabilizarse, en la medida de sus posibilidades, de los problemas de la comunidad a la que pertenecen. Entre los componentes esenciales de la cultura empresarial, cada vez cobra mayor importancia la aceptación de la Responsabilidad Social por parte de las empresas, como factor de compromiso personal de sus dirigentes. Junto a la calidad de las personas que se encargan de la dirección de FUNDAP y que en nuestro caso se fueron integrando desde las bases de la misma, este trabajo 8