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Nuestros retos 06 Carta del Presidente
Formación de hábitos
Ahorro, higiene, nutrición, lectura y estudio.
MEJORA CONTINUA
Trabajo con la mujer
Educación para los hijos, autonomía, desarrollo potencial y autoestima. Capacidad instalada
organizaciones locales y capacidad instalada.
CAMBIOS
Generación de empleo Sostenibilidad ambiental Capital social Destrezas y habilidades Organización social
PROGRAMAS
EDUCACIÓN SALUD
SEGURIDAD ALIMENTARIA
ARTESANÍA AGROPECUARIO MICROCRÉDITO
APOYOS SOLIDARIOS
FORESTAL AMBIENTAL
MONITOREO Y EVALUACIÓN
Carta del Presidente
Roberto Gutiérrez
El 15 de agosto de 2022, FUNDAP -la Fundación para el Desarrollo Integral de Programas Socioeconómicos- cumple 40 años.
Fue en el seno de la Junta Directiva de la Asociación de Gerentes de Guatemala en la que, bajo la presidencia y liderazgo del Doctor Rodolfo Paiz Andrade, se propuso crear una entidad que se dedicaría al estudio de los indicadores sociales y económicos del país, como instrumento para activar los esfuerzos nacionales y para mejorarlos. De tal cuenta, Rodolfo Paiz como Presidente, y Jaime Camhi como Secretario de la Junta
Sin embargo, al concluir el período de aquella Junta Directiva, coincidió con que surgían otras entidades con el mismo propósito, por lo que la nueva Junta Directiva de Asociación de Gerentes decidió no continuar con el proyecto, quedando únicamente vigente la personería jurídica.
A inicios del año 1983, Fito, como conocíamos cariñosamente a Rodolfo Paiz, viajó a Costa Rica a una graduación de alumnos del INCAE -recordamos que Fito fue Director Académico de esa entidad-. Estando en San José conoció al señor Federico Dürr, representante de la Fundación alemana Hans Seidel, quien le comentó que tenían interés en iniciar operaciones en Guatemala, pero como requisito debía existir una contraparte. Fito le respondió de inmediato y, a su regreso a la capital de Guatemala, se comunicó con la Asociación de Gerentes, la que le concedió el uso de la personería jurídica. Fue entonces que Fito invitó a un pequeño grupo de empresarios a formar parte del nuevo proyecto, y en viaje que realizó a Quetzaltenango a quien esta carta objetivos, sugerí que cualquier proyecto que ejecutara la noble Fundación fuera en el Occidente del país. Expuse la razón y fue aceptada como compromiso que se ha cumplido a cabalidad. Las razones expuestas fueron que el Occidente de Guatemala es una región de topografía muy quebrada, de vocación forestal y densamente poblada a nivel rural, con familias subsistiendo de una agricultura y comercio precarios; con muy poca -a veces nula- infraestructura (caminos, escuelas, puestos de salud, etc.), lo que condenaba a los jóvenes a una vida de emigración o pobreza. La propuesta fue aceptada de forma entusiasta, y a partir de aquel momento la Fundación inició a trabajar.
Por ser una época en que se vislumbraba cierta apertura democrática (años 19821983), el primer proyecto ejecutado fue el denominado ‘Diálogos intersectoriales’, en los que se invitó a un “diálogo sobre el futuro de país” a representativos de los sectores importantes: profesionales universitarios, empresarios, militares, estudiantes, líderes comunitarios, guerrilleros (en su momento) y religiosos. Con ellos, y asistidos por profesionales en el tema, se llevaron a cabo una serie de talleres que demostraron -como se buscaba- que el diálogo era posible.
Este ejercicio fue sin duda un motivador para subsiguientes esfuerzos, que fueron conduciendo a la búsqueda de la de paz y la concordia en la sociedad guatemalteca.
El siguiente proyecto que se realizó con el apoyo de la Fundación Hans Seidel fue llevar capacitación administrativa a productores de pequeña escala, proyecto que durante dos años capacitó a varios cientos de empresarios (carpinteros, sastres, albañiles, comerciantes, etc.) en sus comunidades; un equipo de profesores viajaba durante los como “microempresas”, asunto en el que FUNDAP se ha implicado con gran interés y profesionalismo.
El año 1985 fue de un giro importante en FUNDAP, al ser invitada para conformar el ‘comité de dirección’ de un fondo de USAID para impulsar proyectos de desarrollo; todo ello obedeciendo a la política derivada del ‘Consenso de Washington’. De tal cuenta, con que consistió en apoyo a los artesanos de la lana (incluyendo a ovinocultores de la Sierra formuló un “modelo de desarrollo” que se implementó en Nahualá, Sololá, apoyando a los caso se conformó una cooperativa para dar seguimiento a la experiencia, al igual que una empresa de mercadeo nacional e internacional de los productos de sendas cooperativas. Paralelamente se inició un importante proyecto de servicios forestales y de preservación del medio ambiente, con lo que se ha venido desde entonces promoviendo reforestación, agroforestería y manejo forestal.
inició en el año 1992 con un pequeño fondo (obtenido de un crédito de la banca privada), FUNDAP-, logran hacer crecer sus emprendimientos. Este programa sigue siendo un
Quetzaltenango (sede formal de la entidad), en la que se ha construido un Centro Técnico, en el que se sirve una serie de talleres. Este cuenta con facilidades de hospitalidad, y capacita a jóvenes y adultos de ambos sexos en variadas actividades productivas y de servicio, que van desde una escuela de enfermería, talleres de mecánica, de electricidad, panadería, gastronomía, belleza, corte y confección, entre otros. Se cuenta con una oferta educativa variada y actualmente funcionan cuatro sedes en distintos municipios:
Lo que surgió hace ahora 40 años como una incipiente idea, se ha constituido en una institución que transforma vidas mediante el apoyo en capacitación, aprendizajes, asistencia y acompañamientos, que FUNDAP provee con el concurso de un equipo humano muy capacitado y centrado en valores bajo la guía-estandarte de su lema: ‘Desarrollo con dignidad’.