CANEK_Políticas culturales para un Estado Plural

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justificable la existencia de un aparato administrativo para un departamento tan pequeño. El último cambio fue el traslado del municipio de Mataquescuintla del departamento de Santa Rosa al de Jalapa. Con esto quedó definida la división de la República de Guatemala en los departamentos que se mantienen hasta el presente. Han sido pocos los cambios, como el ocurrido en 1985, en que se segregaron territorios de municipios de Chajul y Uspantán del departamento del Quiché y del municipio de Barillas (Huehuetenango) para crear el municipio de Ixcán dentro de la jurisdicción de El Quiché, lo que se ha asociado con la estrategia contrainsurgente en la región. Por lo tanto, con la supresión del departamento de Amatitlán, Guatemala quedó dividida en los 22 departamentos que mantienen su vigencia: Suchitepéquez, Retalhuleu, El Quiché, Sololá, Escuintla, Guatemala, Izabal, Zacapa, Chiquimula, Jutiapa, Santa Rosa, Jalapa, El Progreso, Petén, Alta Verapaz, Baja Verapaz, Huehuetenango, Totonicapán, Quetzaltenango, San Marcos, Chimaltenango y Sacatepéquez.57

REFLEXIONES FINALES Detrás de la creación de los departamentos se encontraba un anhelo por trasladar a los territorios la noción de igualdad entre ciudadanos impulsada por la Revolución Francesa. Esto suponía el reconocimiento de la soberanía trasladada a los territorios y de la potestad de los habitantes de elegir a sus administradores. Se realizó un esfuerzo racional que buscaba instaurar un sistema equilibrado de regiones en términos de superficie, población y recursos. El modelo rápidamente derivó en el centralismo, ya que fue el propio Ejecutivo el que nombró a los funcionarios encargados de los departamentos. En Guatemala la figura fue denominada jefe político o gobernador. A la larga, por el

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Ibíd., p. 135. Ver gráfica 21.

sentido general de las acciones, orientadas a satisfacer intereses económicos y de control y vigilancia de la población, el sistema promovió las prácticas dictatoriales que llegaron hasta el siglo XX. Con la creación y fragmentación en departamentos se profundizó la división de los territorios originales anteriores a la conquista y colonización. Con esto también se desestructuraron las regiones históricas (Los Altos, el Oriente o La Montaña y la Región Central) surgidas después de la independencia. Las dinámicas locales y regionales vinculadas a los procesos demográficos, la colonización agrícola, la expansión del trabajo forzado y el crecimiento económico también contribuyeron a la evolución del proceso de departamentalización; un proceso que se dio en base a seis dinámicas (1) las económicas: producción de grana, café y banano, control de fuerza de trabajo y de la tierra, construcción de infraestructura vial; (2) la desestructuración del poder de las regiones históricas de Occidente y Oriente contrapuestas al poder centralizado en Ciudad de Guatemala; (3) la defensa de la soberanía nacional (Petén, Izabal); (4) la racionalidad administrativa por el crecimiento demográfico y económico, así como las demandas locales (Retalhuleu, Zacapa); (5) los tratados de límites internacionales (San Marcos, Huehuetenango, Quiché y Petén); y (6) la lógica contrainsurgente del Estado guatemalteco (límites entre Quiché y Huehuetenango: Ixcán). En palabras de Arturo Taracena, el criterio que ha predominado en la división territorial guatemalteca ha respondido a fenómenos económicos, políticos y sociales, casi nunca a fenómenos étnicos y culturales. El espíritu que animó la departamentalización fue el centralismo, no la democratización basada en equilibrios territoriales y económicos. La administración territorial de Guatemala se fue haciendo cada vez más compleja con el ascenso de los liberales a finales del siglo XIX. Con el objetivo de hacer más eficiente y dinámica la


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