La Amazonía es una región que ha atraído la atención del mundo de diversas formas; su gran biodiversidad, su extensa red hidrográfica, su diversidad cultural y el papel que juega en la regulación del clima como el bosque tropical continuo más extenso del planeta, son motivos de fascinación. Sin embargo, sus riquezas naturales han sido y siguen siendo objeto de codicia, lo que ha generado con el tiempo grandes transformaciones en el paisaje, la composición de su población y la perspectiva hacia el futuro, que ponen en peligro el mantenimiento de estos elementos naturales y culturales que la caracterizan.
Los resultados del último estudio realizado por la Raisg, en alianza con MapBiomas Amazonía, muestran que al 2018 la Amazonía mantenía el 83,4% de su cobertura vegetal natural. Pero entre el año 1985 y 2018 el bioma perdió 724 mil km² de su vegetación natural, un área similar al territorio de Chile.