El bosque de la cuenca del Río Amazonas, bosque tropical continuo más extenso del mundo,
almacena grandes cantidades de carbono, alberga pueblos indígenas y colonos, y provee
servicios ecosistémicos de importancia global. A pesar de varias iniciativas, la deforestación,
una de las principales fuentes de emisiones antropogénicas de gases de efecto
invernadero, continúa sin disminución. Los análisis indican que la Región Amazónica
Ecuatoriana (RAE) ha perdido 1.1% de sus bosques en el último quinquenio 2010-2015, lo
que implica una reducción de la deforestación con respecto al quinquenio anterior 2005-
2010 de -12%, tendencia similar a la de la Cuenca Amazónica. El análisis demuestra que
existió una reducción de la deforestación en Territorios Indígenas (TI, -16%) y en Áreas
Naturales Protegidas (ANP, -3%), mientras que en áreas de ANP sin solapamiento con TI
ha aumentado (+18%), contrario a la tendencia general. En áreas de solapamiento entre
ANP y TI la deforestación ha disminuido (-35