FOO DIE
VIU
Cocina del recuerdo con mucha garra
Cómete
país
Con un espíritu impetuoso, joven y arriesgado abre sus puertas en Barbate VIU, un restaurante en el que el chef Juan Viu busca sorprender haciendo un homenaje a la tradición y al recuerdo de sus raíces, con productos autóctonos donde la Breña y su mar están muy presentes. VIU presenta dos menús degustación que revisan platos del recetario clásico barbateño, como el puchero marino, los pimientos asados con melva y cebolleta o los pescados blancos de la zona; no faltan los langostinos de Sanlúcar, la vaca retinta ni las combinaciones con productos de las huertas cercanas o los piñones de la Breña; ingredientes tratados con pureza que impregnan el paladar con sabores de siempre. En este espacio, con siete mesas enfrentadas al mar, a la playa de Barbate y la cocina vista, se ha buscado dar prioridad absoluta a los platos, pero con una sala cargada de detalles creados por el tándem formado por el artista Javier Ayarza Haro y el interiorista Manuel Ureba. Metales, madera y cristal mezclados con colores óxido y tonos extraídos del fondo marino, que en armonía crean un espacio vinculado a la tradición, como si de un templo metálico se tratase y que representa la esencia de lo local, del puerto barbateño y sus costas, su historia, los astilleros, la iridiscencia de la piel de los pescados… sin olvidar las alusiones a la Breña. Tiene un espacio especial la bodega, visible desde la sala, pero en un lugar más acotado, que recoge vinos de la zona.
EL
Apaga tus prejuicios y enciende tu curiosidad. España palpita de norte a sur con una renovada oferta gastronómica.
Bar Rojo de Odiseo
Fusión en todos los sentidos Odiseo, el gran complejo dedicado al ocio y a la gastronomía que ha revolucionado Murcia, no deja de sorprender con nuevas y emocionantes propuestas. Ahora acaba de abrir su Bar Rojo, un espacio semiclandestino arropado por sugerentes sedas y terciopelos rojos y coronado por un elegante piano de cola al más puro estilo de los piano-bar que proliferaron en Madrid en la década de los 70. Sobre el mantel, Nazario Cano propone un mestizaje entre las cocinas japonesa y peruana que resulta único en la zona. Por un lado, la carta incluye una nutrida selección de niguiris, uramakis y sashimis basada en productos frescos de nuestras costas mediterráneas. Por otro, hay platos de la cocina peruana como arepas, anticucho de presa ibérica marinada con ají panca, chips de yuca y maíz; y la causa limeña con ají amarillo entre otros muchos. Su oferta gastronómica viene acompañada de otra de las grandes propuestas de valor de Odiseo: el show. El equipo artístico del complejo ha preparado un calendario de eventos para todas las noches durante y después de las cenas. Habrá desde interpretaciones, DJ sessions y conciertos en vivo, hasta improvisados flashmob del personal durante el servicio.
Casa Luz
Para comerse Barcelona desde las alturas Cada vez más gente ha descubierto que desde arriba todo se ve y se disfruta mejor. Casa Luz, ubicado en el ático del hotel del mismo nombre, es un oasis en el bullicio del centro de la ciudad. Un lugar en el que entregarse a una experiencia no solo gastronómica, sino global: las vistas, el espacio, el servicio y la buena música en directo hacen que sea un lugar al que siempre apetece volver. Casa Luz ofrece una gastronomía sencilla, muy barcelonesa, guiada por la temporada y de un producto de una calidad extraordinaria, que se acompaña de los mejores vinos y de una acertada carta de coctelería. Inspirado en otros espacios de grandes urbes, Tomás Abellán ha diseñado una carta corta y simple en la que todos los platos son la estrella y dialogan perfectamente con los demás elementos que conforman el carácter de Casa Luz, desde la puesta en escena hasta la banda que toca. La carta de vinos, actual y muy fresca, merece mención aparte por su cuidada selección de vinos naturales cuya trazabilidad es clave a la hora de incluirlos en la oferta. La grandiosidad la aportan las espectaculares vistas de la ciudad a través de sus enormes cristaleras o sin filtros en una de sus dos terrazas al aire libre. La que da a la calle Pelayo, de ambiente selvático, reúne diferentes espacios en un solo: mesas altas contra la barandilla para disfrutar de las vistas, sofás, una mesa compartida gigante para cenas multitudinarias... La terraza del lado de Gran Vía es recogida y perfecta para citas más íntimas.