Los «arácnidos» son los procesos digestivos de Ricardo Alberto Pérez. Gases (eructos o pedos) trabados en la zona jodida del esternón. Cuevitas y cavidades construidas por los bichos. Desorientación pedorra. Ventosidad ricarda. Todos soltando sus babas arácnidas como si de un interrogatorio se tratara: El Tuerto, Verónica, Ácaro Rojo, Ácaro de Polvo, La Madre, El Jíbaro, La Cochinilla y El Helado, La Familia Nimiedad, los cerdos y el copón divino. Los ojos pierden su órbita, antes de cesar definitivamente. Una novela, al fin y al cabo, sin importancia. No quisiera volver a leerla, y ya.