Estudio de un paisaje con playa
UN PUEBLO
Nada sucede frente a mí, como si este decorado modelo de pueblo colonial estuviera a punto de caerse por la mitad; este paisaje, su necesidad, cierta pérdida que nos toca y nos descubre en paz hoy por ayer. Aquí huele a pasado, debido al estado general de ruina uno parece haber retrocedido cincuenta años con la agilidad de un gesto. Entre el asco y la extrañeza, es fácil percibir el desespero largamente contenido. Sin embargo y por suerte este paisaje asfixiado respira en el mar, que todo lo suaviza y recompone, que en las noches nos mece con su rumor de triste canción llevándose la locura para devolver al amanecer, por qué no, algo de esperanza. Aquí se mantiene intacta aquella tradición de que por el mar y sólo por el mar se va a otro mundo. Los pocos héroes que ha dado La Sal descansan con sus ojos llenos de peces sombreando el oleaje. Para encontrar el caserón de la familia apenas se requiere levantar la mirada desde cualquier rincón. Y para conocer la historia de los que fundaron esto que queda apenas se requiere bajar la mirada. Los pueblos en decadencia se alimentan del olvido y de una sana resignación: por aquí hace rato que nadie alza su voz.
KID
Me siento frente a él, una osamenta que aún conserva cierta respiración y creo que me ve, que sonríe, creo que está ahí. Presiento que en su organismo 87