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Reafirmación de la Fe
Otro elemento unificador del programa es la cuerda gruesa de color negro que va de un extremo al otro. En un lado está el alma buena que va por el camino al cielo, en el otro un demonio, jalando la cuerda, pretende atrapar al alma buena para llevarla al infierno, clara alusión a que el pecado y el mal acechan permanentemente, inclusive en el momento de la muerte. Según Mesa-Gisbert el tema está copiado de un grabado de Wierix. La pintura es atribuida al maestro Luis de Riaño, quien ejecutaría la obra posiblemente por los años de 1626 36. Las portadas de los baptisterios de las iglesias de Andahuaylillas y Checacupe presentan decoración renacentista y leyendas en diferentes idiomas. El caso de Andahuaylillas es el más conocido, su portada pentalingüe ha sido muchas veces referida. La fórmula del bautismo "Yo te Bautizo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", está escrita en castellano, latín, quechua, aymara y puquina. Esta última fue una de las "lenguas generales" del sur andino, parece que mantenía su prestigio aún a principios del siglo XVII 3r La portada del baptisterio de Checacupe tiene la misma leyenda que la de Andahuaylillas, escrita en cuatro idiomas, castellano, quechua, latín y aymara. La datación de su ejecución es de principios del siglo XVII.
Págs. 140-141. EL CAMINO AL CIELO Y EL CAMINO AL INFIERNO (coro bajo) Atribuido a Luis de Riaño, primer tercio del siglo
XVII
Temple seco sobre paramento de adobe. Iglesia de Andahuaylillas, Quispicanchi, Cuzco. Nítido programa evangelizador donde las leyendas, en la parte inferior de los murales, explican el mensaje de la Biblia.
Consideiando que la primera época evangelizadora duró de manera intensa hasta los años 30 del siglo XVII, a partir de entonces· la pintura mural entró en otra faceta. Tendría que ver más bien con la profunda influencia del Barroco como corriente ideológica, que se asoció a ciertas estructuras de tipo social (grandes propietarios rurales), religioso (países católicos), político (monarquías absolutas) y laboral (talleres). \ Según Macera, fue también un estilo agresivo y proselitista, que aparece ligado a un dominio cerrado, donde circulan ideas, formas y reglas de acción y de fe, de carácter imperativo 38, que llegará al virreinato peruano en la primera mitad del siglo XVII. Entrado el siglo XVIII, luego de un tiempo de estabilidad virreinal, nuevas corrientes ideológica~ habrían de cambiar el panorama social, político, económico y religioso de estas tierras. En Europa el antiguo régimen se va disolviendo en lo político (Revolución Francesa), económico (revolución industrial, de colonización) e ideológico (desarrollo del pensamiento moderno). En esta parte de América, el enorme virreinato se había desmembrado, reduciéndose a las Audiencias de Lima y Cuzco. Desde Charcas hasta Puno dependían de Buenos Aires. La selva del Marañón era disputada por el gobierno de Quito. Las encomiendas fueron suprimidas. La Iglesia Católica se veía en la necesidad de replantear sus posiciones, pues la sociedad se secularizaba. Aparentemente la religión había dejado de ser importante para los peruanos del siglo XVIII, además de que ciertos territorios fueron muy difíciles de evangelizar. A raíz de estos acontecimientos, la Iglesia se ve obligada a tomar otras posiciones y, como lo confirman los murales, entrar en una nueva etapa que
