Los Apóstoles

tumbas el día del natal is, es decir, la fecha de su nacimiento para el cielo. A pesar de la devoción de los fieles y las dificultades de esas primeras épocas del cristianismo, la Iglesia tuvo que intervenir para regular su culto, distinguiendo entre los que consideraba mártires o no, de tal manera que se estableció una especie de reconocimiento oficial de quiénes eran santos y quiénes no. Al primer culto de los mártires se sumó el de los santos aceptados de hecho por las escrituras, por ejemplo Abel, Abraham, Juan Bautista, los Apóstoles, la Magdalena, entre algunos, al igual que la Virgen como lo prueban, además, los Evangelios Apócrifos y otros documentos que se remontan al siglo II. Hacia el siglo IV se agregó el grupo de los "confesores", aquéllos que dieron manifestación pública de su fe o testimonio de Cristo con sus vidas heroicas. Es el caso de Martín de Tours en occidente y en oriente de San Antonio Abad, entre muchos otros. En el siglo VI se sumaron a estas veneraciones las de ciertos hombres y mujeres insignes por sus virtudes o por el valor de su doctrina. A este culto se le conoce con el nombre de "dulía", que difiere de otros grados superiores como el de "hiperdulía" destinado a la Virgen y la "latría" o adoración tributada solamente a Dios, tipos claros de reverencia y culto que la Iglesia ha definido. Y a en los siglos XI y XII, la Iglesia dio disposiciones para que el catálogo donde se inscribían los nombres de los santos fuera más estricto, debido a los excesos cometidos en siglos anteriores. De tal manera que sólo Roma o un concilio podrían aprobar un nombre que entrara en dicho catálogo Fueron sin duda las órdenes religiosas las responsables de difundir este rico santoral que hoy admiramos en los murales sur andinos. No en vano se les asignó laresponsabilidad de la evangelización de los nativos, encomendándoles las parroquias y doctrinas en todo el virreinato peruano.

Los Apóstoles

El número doce es conocido como un número místico, basado en el simbolismo de la Edad Media. La arquitectura gótica muestra ejemplos donde aparecen doce columnas que simbolizan a los doce profetas, a las doce tribus de Israel y a los doce apóstoles. Cristo es la piedra angular de la Iglesia y estas series de personajes constituyen sus cimientos. Es en este sentido que entendemos la presencia de series de los apóstoles en la pintura mural sur andina. A pesar de ello quedan pocos ejemplos, aunque magníficos, de series de los apóstoles en los murales de los siglos XVI y XVII. Son la serie del baptisterio del templo de Oropesa, la del presbiterio del templo de Checacupe y del templo de Chinchero en la región cuzqueña .

., La serie de Oropesa es la más antigua de las mencionadas (ca. 1585), está desarrollada en los muros del baptisterio. Muestra a los apóstoles de cuerpo entero, uno al lado de otro, dentro de hornacinas también pintadas en el muro, semejando una secuencia arquitectónica, veneras completan el tema. Debajo de cada una de las figuras están escritos los nombres de los apóstoles en latín. Las figuras ocupan la parte central del muro. En el friso están pintados grutescos en blanco y negro que recuerdan los existentes en el templo de San Jerónimo. En el muro de pies en el lado derecho está representada Santa

VISTA PARCIAL DE MURALES (capilla de San Ramón) Fines del siglo XVI Temple seco sobre muro de adobe. Iglesia de la Asunción, Juli, Chucuito, Puno. Serie de la vida de San Ignacio de Loyola, debajo de la cual corre una cenefa decorativa con pequeños medallones, donde están representados santos fundadores de Ordenes.

Catalina Mártir; al otro lado, posiblemente estuvo otra mártir, en pintura hoy desaparecida. La serie de Chinchero ubicada en el presbiterio tiene tratamiento similar, semejando lienzos colgados uno al lado del otro. Los apóstoles del templo de Checacupe están ubicados en la parte alta de ambos muros laterales del presbiterio, prácticamente debajo del arranque del techo. Están pintados de medio cuerpo, a modo de retratos enmarcados, uno junto al otro. Tienen sus nombres escritos en la parte inferior, lo que sin duda dio buenos resultados al momento de la enseñanza de la doctrina. No hay posibilidad de error respecto de los apóstoles, ya que en algunos casos su iconografía no muy clara, o su ubicación, difícilmente visible, pudiera haber llevado a confusiones.